Capítulo 8

LAYLA

▪︎▪︎▪︎

Regresando a la hacienda, estaciono mi auto fuera de la casa.

Camino adolorida hasta la puerta. Anoche el muy maldito de Luigi me dió tan duro que me duele todo el cuerpo, pero más la zona de entre mis piernas. Entro a la casa dispuesta a escuchar cualquier regaño de mis padres ya que les dije que regresaría a las 7 a.m. y ya son las 9 a.m., pero para mi sorpresa veo a Daddy sentado en la mesa, comiendo con mis padres, y mis hermanos.

-- Buenos días!-- es lo primero que digo al entrar al comedor sin dejar de ver a Luigi y el solo me señala el cuello disimuladamente.

-- Hasta que llegas-- empieza el regaño de mi padre y me siento en la mesa a lado de Luigi-- ¿sabes que hora es?

-- Las nueve y media...

-- ¿Y lo dices así de tranquila? dijiste que...

-- Papá soy mayor de edad, mínimo quiero tener un poco de libertad. Siempre paso encerrada en esta casa, necesito tener amigas, salir a pasear con ellas. Solo fueron dos horas y medio de retraso, perdón, no se volverá a repetir.

-- Eso espero-- su mirada al igual que la de todos se situó en mi cuello, por lo que hubo un silencio total en el comedor.

-- ¿Qué pasa?-- pregunto mirando a todos-- ¿les gusto o qué?

-- ¿Qué tienes en el cuello Layla?-- me pregunta mamá.

-- ¿Qué cosa?

Saco mi celular y con la cámara veo mi cuello, y me encuentro con un chupeton del porte de una tapa de botella; abro los ojos de par en par y guardo mi celular con una sonrisa nerviosa.

-- Esto...-- no sé que mentira decir-- me picó un bicho-- es lo primero que se me ocurre.

-- Sabes Layla? a mi una vez me picó una avispa. Dime quién te hizo ese chupeton.

-- Ya te dije mamá, me picó un bicho, y no es ningún chupeton. Estoy diciendo la verdad, si quieren no me crean, yo jamás tendría pareja sin antes presentarlo.

-- Espero que me estés diciendo la verdad Layla. Por cierto, ¿porque entraste caminando toda coja?

Sonreí levemente.

-- Ayer me dieron duro contra el muro-- murmure y Luigi empezó a toser.

-- ¡¿Qué?!-- gritaron todos al unísono y al alzar la mirada miro a todos.

-- Ayer me di duro contra un muro, mientras iba en el carro, y me golpeé la pierna, por eso-- me mandé un poco de comida a la boca para que no me preguntaran nada más.

Al terminar de comer perdí de vista a Luigi el cual salió del comedor con mi padre y Malik.

Muy pronto tendré la oportunidad de repetir lo de anoche con Daddy, estoy segura, solo tengo que esperar, todo con calma.

En todo juego hay un propósito, no? mi propósito era tener sexo con Luigi, pero ahora mi propósito es enamorarlo y después burlarme de él, soy mala, lo sé pero así soy yo, nací así.

Camino hasta las caballerizas y al entrar donde se encuentra mi caballo, veo a Luigi acariciandolo.

Quito los dos primeros botones de mi blusa dejando ver un poco mi brasier, alboroto mi cabello y me acerco a Luigi.

-- Hola-- dá un brinco al verme-- ¿te asusté?-- reí.

-- No es eso, solo que no sé que haces aquí.

-- Vine a ver a mi caballo. ¿no puedo?-- acaricie la cabeza de mi caballo y roze mi mano con la de Luigi.

-- En la otra deberías tener más cuidado con lo del cuello-- sonreí y rodeé su nuca con mis brazos.

-- ¿En la otra? ¿quieres decir que se volverá a repetir lo de anoche?-- alejó mis manos de él.

-- Me refiero a que cuando lo vayas a hacer con tu pareja, te maquilles esa zona.

Lo miré fijamente y jugué con mi cabello.

-- ¿Por qué me miras así?

-- Me encantó-- arqueó una ceja-- lo de anoche.

-- Quedamos en que...

-- Lo siento pero es imposible olvidarlo, o me vas a negar que tu ya lo hiciste?-- me acerqué a él.

-- Juraste que te olvidarias de mí, veo que no eres de palabra.

-- Soy de palabra. Lo juré y te dije que cumplía mis promesas, más no mis juramentos.

-- Sabes como jugar.

-- Hay algunas cosas que he aprendido de mi madre.

-- Eso veo. Si me permites darte un consejo, no juegues con fuego, te puedes quemar-- reí.

-- Yo vengo del mismísimo infierno-- sonrió.

-- Ahora qué quieres? Follar de nuevo conmigo, es eso-- negué con la cabeza con una sonrisa.

-- ¿Piensas que soy ese tipo de mujeres?

-- Le fallé a Logan, ya por favor no juegues más.

Cerré las puertas de las caballerizas.

-- ¿Qué haces?

Me saqué la blusa y miró mi brasier.

-- Layla por favor ya basta con esto...

-- No te hagas el santo, ayer bien que lo disfrutaste-- besé sus labios-- cierra los ojos, y disfruta-- susurre y me arrodille ante él. Quite el cinturón que estaba en su pantalón, y se los bajé. No me dijo nada y se quedó quieto, sin dejar de mirarme a los ojos. Bajé su bóxer. Tomé su miembro en mis manos y alcé la mirada para ver la expresión de su rostro.

-- Layla no juegues conmigo, por favor.

Metí su trozo de carne en mi boca y empecé con los lentos movimientos para que él se vaya acostumbrando.

-- Layla no sigas...-- suplicaba con una voz ronca mientras cerraba sus ojos.

Acelero los movimientos en mi boca.

Iba a poner su mano en mi cabeza pero le di un golpe y así se quedó quieto.

-- Más rápido...-- tragó grueso.

¿Y no que no?

Tener su carne palpitante en mi boca me agrada.

-- Layla...-- su respiración aumenta.

Lo saco de mi boca antes de que llegue a su orgasmo.

-- No te dejaré correr-- me limpié los labios y levantandome, me puse la blusa-- sabes? creo que tienes razón, debería alejarme de ti. Pero si quieres podemos hacer un trato-- le di un beso.

-- ¿Qué trato?

-- Tu y yo podríamos repetir lo de anoche una y mil veces...

-- Eso nunca-- sonreí.

-- Podríamos tener sexo las veces que queramos, y no tener ningún tipo de relación comprometedor. Podríamos ser...amigos con derechos-- sonreí.

-- No mocosa, tu y yo nada.

-- Piénsalo, puede que cambies de opinión. Te doy una semana para pensarlo, si en una semana no me dices un sí, te juro y te prometo que no volveré a molestarte nunca más-- le di un beso-- lindo día-- le guiñe el ojo y salí de las caballerizas como si nada.

Espero obtener un sí de Luigi, espero.

▪︎▪︎▪︎

Creo que voy a caer en depresión, ya ha pasado cinco días de lo que ocurrió en las caballerizas, Luigi no me dá una respuesta, ni siquiera lo he visto ya que no ha vuelto a casa.

-- Tienes que darme un sí. Tienes que darme un sí Daddy-- suspiro y salgo de mi habitación-- ¡mamá voy a salir a pasear con una amiga!-- le grito a mi madre al bajar las escaleras ya que se encuentra en su habitación.

-- ¡No llegues tarde!

Me subo a mi auto y lentamente me alejo de casa.

-- Espero que unas compras me liberen de tanto estrés.

LUIGI

-- Amigos con derechos, ja! que estupidez-- me sirvo un poco de whisky y me lo mando de una sola.

Eh pensado mucho en la propuesta de la mocosa, ya que al igual que ella, no puedo sacar de mi cabeza lo que ocurrió esa noche.

La deseo...mierda, ¡la deseo!

Quiero volver a sentir su cuerpo caliente sobre el mío...escuchar sus gemidos...ver sus ojos mientras la hago mía...recorrer todo su cuerpo con mi lengua...¡pero está mal!

-- Yo no puedo desearte, no puedo, eres la hija de Logan, no puedo-- repito una y otra vez-- por qué tu mocosa? por qué precisamente tu tienes que ser la protagonista de mis pensamientos tarde y noche. Por qué, mierda-- paso mis manos sobre mi rostro.

Si hubiese sabido que aquel día me condenaría a sus labios al besarla, no lo hubiera hecho, yo fui el que comenzó con este juego, y ahora estoy perdido.

Salgo de mi mansión y me subo a mi auto.

-- Ya lo decidí, te daré una respuesta Layla.

LAYLA

Salgo del centro comercial con un poco de bolsas y las subo a mi Lamborghini amarillo.

Cuando estoy por subirme al auto siento una pistola apuntando en mi cabeza. Estoy en peligro.

-- No digas nada, o disparo-- susurra un hombre en mi oído y agarrandome del brazo me sube a una camioneta.

-- ¿Quién te envió?

-- Lo sabrás en unos minutos-- un hombre que se encuentra en el auto me pone una venda en los ojos.

-- Si me van a matar háganlo ya-- trago grueso.

En todo el camino los dos hombres que se encontraban conmigo no me dijeron nada. Varios minutos después siento como detienen el coche de golpe, y agarrandome del brazo me sacan del auto y me tiran al suelo.

-- Animales, ¿no saben tratar a una dama?

Me agarran del pelo y me llevan no se a donde ya que aún no me quitan la venda de los ojos. Escucho voces. Me vuelven a tirar al suelo después de recorrer varios metros y me quitan la venda. Alzo la mirada y lo veo a él, un enemigo que hace más de un año no veía.

-- Cuanto tiempo sin verte, Mason-- sonrío.

-- Lo mismo digo, Layla. Te dije que llegaría el día en el que me cobraría lo que me hiciste-- río.

-- ¿Me vas a matar?-- saqué mi pistola-- es la pistola que me regaló mi padre. Quiero que me mates con ella.

Mi celular empezó a sonar y Mason hizo una seña para que me lo sacaran de la cartera. Tiraron mi celular a un par de metros de mí, y al ver la pantalla abro los ojos como platos al ver que es Luigi.

-- Luigi...-- ¿será que me va a dar una respuesta?

Mason puso su pistola en mi cabeza.

-- Si quieres que no te mate, ponte de rodillas y suplicame.

-- Ni lo sueñes. Deja tanto drama y jala el gatillo. Hazlo ya.

-- Debería hacerte sufrir, pero no lo haré porque después de tanta mierda que me hiciste, aún tengo hacia ti el mismo puto sentimiento que hace un año.

-- Débil-- reí-- así me mates, no podrás sacarme de tu cabeza. ¿Tienes el valor para dispararle a la mujer que amas, Mason? Porque me amas, aunque te duela.

-- Cállate perra.

-- No sabes como me divertía seduciendote. Dispara Mason, antes de que lo haga yo. Porque si me dejas vivir, sabes lo que te espera, mis hermanos te buscarán hasta debajo de las piedras.

-- Tienes razón, es mejor acabar con esto de una vez por todas. Pero antes de matarte...-- me dió un beso-- ahora si, por fin pude darte tu primer beso.

-- Y quien dice que fuiste el primero en besarme?-- sonreí de lado.

Los dos hombres que estaban a nuestro lado cayeron al recibir...un disparo en la cabeza?

-- Mocosa-- volteo al escuchar a Luigi-- te encuentras bien?-- asiento con una leve sonrisa y siento el arma de Mason sobre mi cabeza.

-- Nunca imaginé volver a verte Luigi.

-- Ni yo imaginé volver a ver tu estúpido rostro, Mason.

Un momento, ¿de qué me perdí? ¿se conocen?

-- Que haces aquí Luigi?-- me agarró Mason del brazo y me apegó a él-- ¿como conoces a mi hermosa Layla?-- me besó y Luigi me miró confundido.

-- No sé que carajos tienes que ver con ella, pero o bajas el arma, o te mueres cabron. Si te metes con mi mocosa, condenate muerto hijo de perra.

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Comments

Milagros Rodriguez

Milagros Rodriguez

allá cayó

2024-03-19

0

silvia

silvia

La verdad chica es peleada buenale 😋

2024-03-18

0

silvia

silvia

Le dio un ultimátum 🤨haber q tal

2024-03-18

0

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