Capítulo 1

Mis amores, si no han leído el primer libro de la saga, les recomiendo que lo hagan, ya que puede que aparezcan cosas que no entiendan. El primer libro se llama "UN BAILE MÁS"

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**Personajes:

LAYLA**:

LUIGI:

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LAYLA

Mi nombre es Layla Petrov, tengo 20 años recién cumplidos hace dos meses. Digamos que no soy una chica común y corriente. Soy una asesina a sueldo, una sicaria; es algo que me dedico hace dos años, ya que no quiero tener mi propio negocio como Malik, Jade y Dante, mis hermanos mayores, aparte que necesitaba un poco de acción en mi vida.

Pero no lo puedo negar, soy feliz teniendo la vida que tengo. Tengo unos hermanos que me aman y me cuidan ya que soy la menor de todos, bueno, Zafira y yo lo somos. Tengo una melliza, pero si digo que soy la menor, es porque nací cinco minutos después que ella. Tengo unos padres algo sobreprotectores, pero los amo de todos modos, aunque no puedo negar que aveces me molesta su manera de protegerme. Vivo con mis padres y mi hermana Zafira, si, tengo 20 años y ya es para que tenga mi propia casa, mejor dicho, ya es para que me independice, pero para ser sincera no me gusta la soledad, y a mi hermana tampoco. Cuando me vaya de casa será cuando encuentre a mi príncipe azul, algo con la que toda mujer sueña. Estoy enamorada de alguien a escondidas, el hijo de el capataz de mi padre el cual se llama Liam, y su hijo se llama Ryan, un chico de 23 años, lo amo, pero no sé si mi amor es correspondido.

-- ¡Layla baja, es hora de comer!-- me habla mi madre desde el primer piso mientras me estoy cepillando mi cabello rojo como el de ella en mi habitación.

-- ¡Enseguida bajo!-- dejo el cepillo a un lado y salgo de mi habitación.

Mientras bajo las escaleras, veo a mis tres hermanos mayores en el comedor, sentados con mis padres, algo que me alegra ya que de repente nos visitan porque siempre están trabajando en sus negocios.

-- Yo me pregunto, ¿será que hoy llueve?-- Me acerco a mis hermanos y a cada uno le doy un beso en la mejilla-- como así nos visitan?-- me siento a lado de mi padre y de Zafira.

-- Lo mismo me pregunto yo-- dijo mi madre-- como así se acordaron de que tienen padres y hermanas?

-- Ay mamá tampoco es para tanto. Recién hace dos semanas nos vimos.

-- Y crees que cada dos semanas pueden venir a visitarnos, Malik?

-- Lo siento mamá, pero yo no he venido porque hice un viaje de negocios a Sicilia-- se justificó Jade.

-- Y tú Dante?-- preguntó mi padre.

-- Hice el viaje con Jade, necesitaba hablar con un amigo de negocios.

-- Mmm, y tú Malik? también hiciste el viaje con Jade y Dante?

-- Bueno, yo...

-- El estuvo acostándose con casi todas las putas del club de su mejor amigo. Todos estos días a estado en fiestas y cogiendose a zorritas, no es así Malik?-- sonrió Jade.

-- Cierra la boca. Acaso no acordamos que ningún de los dos nos meteriamos en los asuntos del otro?

-- Lo siento, pero es inevitable.

-- Te gusta molestar, no Jade?

Ambos se levantaron de la mesa y se miraron fijamente.

-- Sientense, no vayan a pelear por favor-- dijo mi madre de lo más tranquila, aunque sé que ya mismo termina perdiendo la cabeza y gritará.

Jade y Malik pelean por todo, absolutamente todo, no hay ningún momento en el que puedan estarse tranquilos. Y cada que se miran en la forma como lo están haciendo ahora, es señal de la tercera guerra mundial.

-- Mamá tiene razón, chicos vuelvan a sentarse...-- traté de calmarlos.

-- No te gusta que le diga a mis padres las verdaderas razones por las que no los visitas, no Malik?-- sonrió Jade.

-- Metiche de mierda.

-- Controla esa boca pedazo de animal. Recuerda que me tienes que respetar por ser tu hermana mayor.

-- No seas estúpida, nacimos el mismo día.

-- Pero yo nací siete minutos antes que tú, por lo que se me considera la mayor de todos ustedes. Hasta en eso te gano.

Que puedo decir, mi familia es tan rara y poco común. Mi familia se conforma por mis padres los cuales se pueden decir que son los normales. Jade y Dante son los más amargados. Malik y yo somos los más alegres. Y Zafira...ella es la rarita, nunca se despega de su celular, ni siquiera hace vida social, ahora que la veo, pareciera como si ni supiera lo que está pasando entre los mellizos número uno.

En un abrir y cerrar de ojos Jade y Malik sacaron sus pistolas y se apuntaron con sus armas.

No sé porque me tocó unos hermanos demasiado raros.

Mi madre dió un disparo en el florero que se encontraba cerca de la mesa, haciendo que Jade y Malik la miraran.

-- ¿¡Pero que chingados les pasa!? Por una vez en su vida no pueden tratarse como hermanos. Maduren de una vez por todas. Ya no son los mismos niños de cinco años. ¡Comportense como unos adultos de 25 años, maldita sea! Cada que los miro me pregunto de quién les salió ese genio de perro con rabia.

-- De ti-- dijimos todo al unísono, incluyendo a mi padre.

-- Tu también Logan? es enserio?

-- Lo siento demonia pero si nuestros hijos salieron así es por ti.

-- Ja! ahora resulta que la culpable soy yo? Es increíble-- se levantó de la mesa.

-- Estas enojada demonia?

-- No molestes Logan-- caminaron hacia su habitación.

No es la primera vez que Jade y Malik provocan una pequeña discusión entre mis padres, aunque de todos modos, no hay nada que permita que mis padres se separen, ellos son la pareja más hermosa que he visto en mi vida.

-- Si ven lo que provocaron?-- habló Zafira sin despegar la mirada de su celular-- pobres estúpidos inmaduros-- se levantó y subió hasta su habitación.

-- Como casi siempre, ustedes arruinaron la reunión familiar-- se levantó Dante de la mesa-- Layla, dale un beso a mamá de mi parte, dile que vengo mañana cuando no estén estos que arruinan todo-- me dió un beso en la frente y salió de la hacienda.

-- Yo creo que también me tengo que ir. Discúlpame nena por la discusión que acabas de presenciar. Pero ya sabes quién fué la que empezó-- me dió un beso en la mejilla y sonreí-- adiós. Adiós Jade.

-- Pudrete imbecil!

Malik salió de casa riendo y me quedé a solas con Jade.

-- Layla, no teníamos tiempo para conversar. No sabes cuanto te extrañaba mi pequeña pelirroja-- me abrazó-- que tal si aprovechamos que todos están en otro lado y vamos las dos de compras? y así me pones al día de todo. Y me dices de una vez por todas quien es ese chico que está en la cabeza de mi pequeña hermana todos los días-- sonreí.

-- Vale, pero vámonos rápido antes de que papá se dé cuenta de que no estoy, ya sabes como se pone-- reímos y caminamos hacia su auto.

Nos alejamos de la hacienda.

-- Donde vamos?

-- A un nuevo centro comercial. Quería que vinieras conmigo. Quisiera hacer esto con Zafira también, pero ya sabes que esa niña solo pasa en el celular, haciendo que? yo que voy a saber.

LUIGI

Hoy, después de más de 20 años, regresaré a México, la última vez que fui a aquel país era cuando fué la boda de uno de los amigos de mi difunto padre, Logan Smith, el cual cambió su apellido y ahora es más conocido como Logan Petrov. Mi propósito para regresar a México era hacer negocios con Logan como lo hacía mi padre, pero me acabo de enterar que él y su esposa Rubí del Castillo, dejaron el negocio hace dos años para entregárselos a sus hijos mayores, Jade y Malik.

-- Después de tanto tiempo volví-- me quito las gafas mientras bajo lentamente las escaleras de mi avión privado el cual acaba de aterrizar en uno de mis aeropuertos que se encuentran en la ciudad de México.

-- La verdad no entiendo para que vivimos mi amor, no crees que estábamos mejor en Italia?

-- Vine para hacer negocios con Jade y Malik, los cuales son toda una leyenda, al igual que sus padres. Emilia, yo no te obligue a venir, podías quedarte...

-- Como crees que me iba a quedar? eres mi novio Luigi, tengo que estar al pendiente de que ninguna zorrita se te acerque-- le di un beso.

-- Estate tranquila, solo te amo a ti-- me subí al auto que me estaba esperando-- compré una mansión. Supongo que has de estar cansada, ve a descansar a la casa que viviremos por un largo tiempo. Yo iré a ver a Logan, y hablaremos de negocios, supongo que te vas a aburrir.

-- Veo que me conoces bien-- sonrió-- haré lo que me estás diciendo, iré a la mansión a descansar, pero por favor, no llegues tarde a casa. Te estaré esperando con una sorpresa que no te puedes perder por nada del mundo-- se mordió el labio inferior y con una sonrisa le ordené a mi chófer que me llevará a la hacienda de Logan.

Emilia y yo somos novios desde que tenemos 25 años, la amo, pero no soy de los que tienen una sola mujer, eso sí que no. Si, soy mujeriego, me encantas las mujeres con unos buenos pechos y un trasero bien redondo. Por lo mismo, después de tantos años de una relación con Emilia, no le he pedido matrimonio, no quiero unir mi vida con ninguna mujer, quiero ser libre y vivir mi vida.

LAYLA

Salgo del centro comercial con Jade después de un par de horas. Ambas tenemos una tarjeta de crédito sin número, osea que podemos comprar lo que sea sin que la tarjeta se nos gaste.

-- Me encantó haber salido a comprar contigo Jade. La verdad necesitaba mucho estas saliditas con mi hermana favorita-- sonrió.

Mi celular empezó a sonar y al ver la pantalla de él, veo que es mi padre.

-- Quien es?

-- Papá, le tengo que contestar, o después se va a enojar-- dejé las bolsas en el auto y alejandome de mi hermana y del carro, contesté la llamada-- Hola papi.

📲 -- ¿Dónde estás Layla?

📲 -- En el centro comercial con Jade.

📲 -- Por qué no me pediste permiso para salir?

📲 -- Papá, no crees que ya estoy bastante grandecita como para hacer con mi vida lo que quiera?

📲 -- Layla me estás diciendo que puedes hacer lo que quieras y que mi opinión no importa para nada?

📲 -- No quise decir eso papá-- volteé suspirando-- solo que quería salir a despejar mi cabeza con mi hermana...-- estaba por cruzar la calle para ir con Jade, pero justo un carro se pone al frente de mí, a tan solo 10 centímetros. Se detiene de hecho, y por el susto el celular se resbaló de mis manos.

-- ¡Layla!-- corre Jade hacia mí-- te encuentras bien?-- asenti con la cabeza.

Un hombre se bajó del auto y con una expresión molesta en su rostro se acerca a mí.

-- Que te pasa niña?! acaso no te han enseñado que no se habla por teléfono en media calle?!

-- Y a ti y a tu estúpido chófer no les han enseñado que existe un semáforo? osea, eres tan imbecil como para no darte cuenta que el semáforo está en rojo?!-- grité-- Al parecer no, de que país vienes, del país de las maravillas? Mira italianito de mierda. Por casi me matas! Sabes que si me pasaba algo mi papá y mi mamá te cortaban en pedacitos?-- rió.

-- No se quien carajos son tus padres y tampoco me interesa. No me conoces, no sabes quien soy yo, mocosa.

-- Tu tampoco me conoces, sabes quien soy yo? yo soy Layla Petrov, la sicar...-- Jade me tapó la boca.

-- Cuidado con lo que vas a decir Layla-- susurró Jade en mi oído y soltandome de ella, volví a mirar al italianito.

-- Sabes que?-- miró el hombre su reloj-- mi tiempo es muy valioso y no lo quiero perder con una mocosa como tú. Ve a casa a jugar con tus muñecas y deja de molestar-- abrió la puerta de su auto pero se la cerré al instante-- que haces mocosa?

-- Sabes que por tu culpa el celular que me compró mi madre hace dos meses se dañó? era nuevo y carísimo, pagamelo-- rió.

-- Así que todo es por dinero-- sacó su billetera y pude ver los billetes de gran cantidad que cargaba en su billetera. Sacó un fajo de dólares y me los extendió.

-- Te es suficiente?

Iba a agarrar los billetes pero justo él los tiró al suelo con una sonrisa.

-- Si los quieres, agarralos-- este imbecil...

Se subió al auto y hasta el último segundo de cerrar la ventanilla del auto, me miró con una sonrisa.

-- ¡Imbecil, mil veces imbecil!-- le grité mientras se alejaba de nosotras-- estúpido!-- tiré los billetes a un charco de agua-- si ves lo que hizo, Jade?

-- Si lo vi, y no te preocupes, a esos hombres así el karma le llega muy rápido. Tranquilízate, si?-- asenti con la cabeza y nos subimos al auto.

Lo que tiene de guapo, lo tiene de arrogante e insolente, imbecil.

Cuando llegué a casa, recibí un regaño de mi padre, pero ni siquiera le estaba prestando atención a él, ya que solo podía recordar la escena que sucedió entre el imbecil italiano y yo.

-- Logan ya deja de regañar a Layla, además solo se tardó dos horas-- me defendió mi madre-- ella tiene razón, es la que menos sale, y que tiene de malo que después de tanto tiempo haya salido con su hermana?

-- Si papá, deja de regañar a Layla-- se puso de mi lado Jade-- yo fui la que me la llevé. Prometo que no se volverá a repetir. Ya quita esa cara papá-- le dió un beso en la mejilla.

-- Esta bien. Pero en la otra que vayas a salir, me avisas Layla, si?-- asenti con la cabeza-- y como es eso que se te dañó el celular que te dió Rubí?

Respiré profundo.

-- Bueno, lo que pasó fué que...

Ryan, mi amor platónico, mi crush, entró a la sala.

-- Discúlpeme señor si lo interrumpo. Pero ya que todos los sirvientes están ocupados, quise informarle que afuera lo espera un señor llamado Luigi D'Angelo. Que quiere que haga?-- mi padre sonrió.

-- Hazlo pasar-- respondió rápidamente mi padre.

Mi mirada y la de Ryan se cruzaron, y ante unas últimas sonrisas, salió de la sala.

-- Luigi? y Luigi no era el hijo de Carter?-- preguntó mi madre con una sonrisa.

-- Así es.

-- No lo puedo creer. Que sorpresa.

-- Supongo que van a hablar de negocios-- me levanté-- iré a descansar, me duele un poco la cabeza.

-- Yo te acompaño-- se acercó Jade a mí y caminamos hasta las escaleras.

-- Luigi? pero miren nada más, hace 20 años no te veía. Ya no eres el mismo chico de 15 o 16 años-- habló mi padre-- que gusto verte.

-- Lo mismo digo, señor Logan-- esa voz...

-- Señor Logan? Dime Logan, solo Logan.

-- Supongo que usted ha de ser Rubí.

-- Claro que sí. Que gusto me dá verte Luigi.

La curiosidad me está matando...esa voz es la misma que la de el hombre que me tiró los billetes en la calle. Miro a Jade y puedo ver en su cara lo mismo que estoy pensando. Ambas volteamos al mismo tiempo y...sí, el hombre con el que están hablando mis padres es el mismo imbecil que me trató mal. Abriendo los ojos de par en par, bajo las escaleras y acercandome al imbecil del italiano, hago que el también me mire igual de sorprendido.

-- ¡¿Tú?!-- decimos al unísono.

-- El arrogante.

-- La mocosa engreída.

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