Capítulo 17

LAYLA

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...8 años antes......

Veo al guapísimo de mi padre desde la ventana de mi habitación después de una semana, una semana en la que estuvo de viaje con mi madre por su aniversario. Bajo las escaleras apresuradamente y al salir de casa me abstengo a abrazarlo al ver como mis hermanos lo abrazan a él.

-- ¿Y tu no me vas a saludar Layla?-- me preguntó mi padre y solo me crucé de brazos.

-- Ya lo están haciendo ellos-- hago pucheros y riendo me agarra de la cintura y me alza.

-- No te pongas celosa mi niña hermosa-- con una leve sonrisa lo abrazo y llena de mi rostro de besos.

-- Ya papá-- río.

-- Te tengo una sorpresa mi amor.

-- ¿Para mí?-- asiente y aún teniendome en sus brazos camina hasta las caballerizas-- ¿que hacemos aquí? Dijiste que no te gustaba que viniera, ya que piensas que un caballo me puede lastimar-- me deja en el suelo y acaricia la cabeza de un caballo.

-- ¿Sabes Layla? Cuando yo tenía tu edad mi madre me regaló un hermoso caballo. Ella me enseñó a cabalgar.

-- Y lo haces muy bien-- sonrío.

-- ¿Te gusta este caballo?-- asenti-- pues es tuyo.

-- ¿Mío? ¡Gracias papá, eres el mejor, te amo, te amo!-- me lanzo a él y lo abrazo.

-- Yo también te amo mi princesa.

-- ¿Mucho?

-- Digamos que mi amor es como las estrellas, no tiene fin.

-- ¡Ay que mentiroso!

-- ¿Disculpe señorita? ¿Le está diciendo mentiroso a su padre?-- me ataca con cosquillas-- tú, tus hermanos y tu madre son lo mejor que me ha pasado en esta vida-- sonreí-- estoy muy orgulloso de ti Layla, porque aún teniendo 12 años, eres inteligente y la niña más hermosa del mundo.

-- ¿Más que Zafira?

-- Bueno las dos son hermosas.

-- ¿Pero quién es más?

-- Las dos-- me agarra de la mano.

-- ¿Pero quién es un poquitito más?

-- Las dos.

-- ¡Papá!-- reí.

...Presente......

Dejo un beso en la foto que sostengo, la foto que me tomé hace 8 años con mi padre cuando me regaló mi primer caballo. Las lágrimas se me salen y miro desde la ventana de la nueva habitación de la mansión de Dante, con la ilusión de ver a mis hermanos, y a mis padres venir por mí.

-- Permiso-- Dante entra a la habitación y me seco las lágrimas-- La comida está lista.

-- Muchas gracias, pero no tengo hambre.

Cierra la puerta y me abraza por detrás.

-- Necesitas comer para alimentar a esa criatura que llevas en tu vientre Layla.

-- Lo sé pero quien va a poder comer sabiendo que hace dos semanas tu familia te dió la espalda. Lo podía esperar de mi padre, de ti. Pero de Jade, Malik y mi madre?-- negué con la cabeza y lo abracé-- Muchas gracias, Dante.

-- Te adoro, siempre te voy a cuidar, hagas lo que hagas siempre tendrás mi apoyo.

-- Esperaba estas palabras de Malik, no de ti-- sonreí-- toda la vida me has parecido un amargado, impulsivo, pero me doy cuenta que me he equivocado. No sé cómo pagarte todo esto.

-- Es que no me lo tienes que pagar, soy tu hermano, y los hermanos están para eso.

Tocan la puerta de la habitación.

-- Adelante.

La sirvienta se detiene en la puerta y le comunica a Dante que Jade y mi madre están abajo.

-- Ve, supongo que quieren hablar contigo.

-- Bueno, en verdad vinieron por usted señorita-- abro los ojos como platos y sin pensarlo salgo corriendo de la habitación.

Termino de bajar las escaleras y veo a Jade y a mi madre de espaldas.

-- ¿Mamá, Jade?-- voltean y veo a mi madre con lágrimas en los ojos, me abraza y me siento totalmente confundida.

-- Ansiaba verte mi amor-- ¿mi amor?-- Perdóname, por no defenderte de tu padre y por darte la espalda cuando más me necesitabas.

-- Yo engañe a todos...

-- Pero somos tu familia, soy tu madre y una verdadera madre apoya en todo a su hija. Yo también cometí muchos errores Layla. Perdóname por...haber permitido que te fueras de la casa estando embarazada. Soy la peor madre del mundo-- negué con la cabeza.

-- Era normal que reaccionaras así. Después de todo mi padre y Jade tienen razón-- miré a Jade-- me comporte como un perra...

Jade me abrazó.

-- Perdóname nena, la rabia de saber que Luigi no te respondió como debía ser, me hizo decir cosas sin sentirla. Yo te amo, te adoro Layla. No debí insultarte ni herirte, porque tu cometiste errores pero no era para que hayamos reaccionado así. Eres mi hermana y hagas lo que hagas no dejaré de quererte. Por favor perdóname-- me suplica con lágrimas bajando de esos hermosos ojos verdes.

La abrazo.

-- No me quiero alejar nunca más de ustedes, son lo único que tengo en esta vida.

-- Cuenta con nuestro apoyo para cuidar de tu bebé-- sonreí y Jade acarició mi vientre-- diga lo que diga mi padre y el idiota de Malik, tu no estarás sola. Siempre podrás contar conmigo...-- me abrazó-- te prometo que no volveré a dejarte nena. Te lo prometo.

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LUIGI

Mi corazón se detiene en una milésima de segundos al escuchar al doctor decir:

-- Lo siento mucho, pero su novia perdió al bebé.

Me cubro el rostro con mis manos y empiezo a llorar en silencio.

Esta mañana mientras estaba conversando con Emilia, empezó a bajarle abundante sangre de su vagina, un aborto.

Camino hacia la habitación de Emilia y me acerco a ella.

-- ¿Cómo está mi bebé?-- Es lo primero que me pregunta preocupada.

No sé cómo darle la noticia, después de todo ella anhelaba la llegada de ese pequeño.

-- ¡¿Cómo está mi bebé, Luigi?!-- La abrazo y se aferra a mi espalda mientras grita sobre mi hombro-- ¡Mi bebé! ¡Mi hijo!

Perdí a mi hijo pero no siento la misma tristeza que siento de estar lejos de Layla, ¿estaré mal?

LAYLA

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Descanso desde mi habitación y acaricio mi barriga de 4 meses de embarazo. Me siento bien porque Dante, Zafira, Jade y mi madre me apoyan en mi embarazo y me ayudan en todo, pero me encantaría que también lo hicieran Malik y mi padre.

-- Señorita, hay visita-- me comunica la sirvienta desde el otro lado de la puerta.

-- Dante no está aquí, dile a esa persona que...

-- La buscan a usted.

Me levanto y abro la puerta.

-- ¿Quién es?

-- Es una Sr. llamada Emilia.

-- Emilia-- susurre y bajé las escaleras, y crucé miradas con ella.

-- ¿Qué tal Layla?-- en su mirada puedo ver tristeza.

-- ¿Qué haces aquí? ¿Viniste a burlarte porque estás con Luigi?

-- No tengo esas intenciones. Vine para hablarte de algo muy importante, ¿tienes tiempo?-- por su cara en verdad parace ser importante. Le señalo el sillón que está detrás ella y agradeciendo se sienta.

-- Me sorprende tu visita-- me siento al frente de ella-- Nunca pensé tenerte frente a frente. Supongo que el tema de conversación será "Luigi" de una vez te digo que él ya no me interesa, ese infeliz me importa un carajo...

-- Luigi nunca te engañó.

-- ¿De qué hablas?

-- Mira niña, Luigi te ama, si yo no quedé embarazada antes fué porque siempre tomaba pastillas anticonceptivas, pero de pronto me intereso la idea de ser madre y terminé embarazada. Cuando terminaste con Luigi yo tenía 8 semanas de embarazo.

-- ¿Qué?

-- Luigi te ama y sería incapaz de engañarte. Él no sabe que estoy aquí, pero no me gusta verlo sufrir, ese día, el te iba a pedir matrimonio.

-- ¿Por qué me estás diciendo esto? ¿No se supone que deberías odiarme porque Luigi me ama a mí y no a ti?

-- Yo no te odio. Tampoco odio a Luigi. Simplemente entendí como una mujer madura, que hay que saber perder en esta vida. Perdí a mi bebé.

-- Lo siento mucho, de verdad-- toqué mi barriga-- sé como te has de sentir. Si yo perdiera a mi bebé...

-- ¿Estás embarazada?-- la miré fijamente-- ¿Es de Luigi?

-- Así es.

-- ¿Porque no le has dicho nada?

-- Porque pensé que él estaría mejor contigo, porque no dejé que el me explicara las cosas, imaginé un montón de cosas en mi cabeza...-- suspire para no llorar.

-- Habla con Luigi.

-- No.

-- El te ama Layla. Él es el padre de tu hijo, necesitan estar juntos, porque puedo ver en tus ojos que aún lo sigues amando-- no respondí nada-- yo ya hice lo que tenía que hacer hace mucho tiempo. Ahora depende de ti que hables con él. Hazlo por tu hijo, el necesita de su padre. Fué un gusto verte y saber que estás bien, cuídate-- caminó hacia las puertas.

-- Emilia-- se detuvo-- Gracias-- asintió y salió de la casa.

Mierda, como fui capaz de desconfiar de Luigi, me iba a pedir matrimonio.

LUIGI

Después de embarcar las diez toneladas de droga que iran a Rusia, me acerco a mí auto para regresar a casa pero veo a Emilia acercándose en su auto al puerto. Se baja del auto muy molesta y al acercarse a mí me da una bofetada.

-- ¡Eres un imbecil Luigi!

-- ¿Estás loca? ¿Por qué me pegas?

-- ¡Porque eres un completo imbecil!-- la miro confundido-- por no luchar por Layla ¡La madre de tu hijo!

-- ¿De que hablas?

-- Está embarazada, está esperando un hijo tuyo. Acabo de hablar con ella hace dos horas.

-- ¿Está embarazada?

-- ¿Por qué en vez de repetir lo que te digo no vas con ella?-- me subo a mi carro-- créeme que si no regresas con ella, te parto la cara Luigi.

-- No será necesario. Ahora que sé que está embarazada, mucho menos me alejare de ella-- sonrió con lágrimas en los ojos.

-- Suerte-- me alejo de ella y mientras conduzco sonrío.

-- Quien diría que estás embarazada mocosa. Vas a tener a nuestro hijo.

LAYLA

-- Nunca me engañaste Luigi-- susurro mientras soy vueltas en toda la casa-- En verdad me amas-- sonrío, agarro mi celular y subiendome a uno de los carros de mi hermano me alejo de casa con una estúpida sonrisa que no pienso borrar.

Mientras conduzco en una carretera, el auto se detiene.

-- ¡Mierda, mierda!-- me bajo del auto y veo que se dañó sin saber por qué-- ¡Carajo! ¿Qué hago, que hago?-- alboroto mi cabello y me siento en el suelo y cierro mis ojos-- peor mala suerte no puedo tener-- susurro y siento como un carro se detiene detrás de mí.

-- Pero miren nada más a quién tenemos aquí-- me levanto al escuchar la voz de Luigi detrás de mí y lo miro fijamente-- A la mocosa engreída, en mitad de la carretera-- mira el auto-- con el carro dañado.

Se baja de su carro y con una sonrisa mientras lágrimas ruedan de sus mejillas mira mi vientre.

-- ¿Por qué no me lo dijiste?

-- ¿Y tú por qué no me dijiste que lo de Emilia fué mucho antes que lo nuestro?

-- No me dejaste explicártelo. ¿Pensabas callartelo siempre?-- me encogi de hombros.

-- No lo sé.

-- Mírame-- volví a mirarlo a los ojos y levantó mi mentón-- Te amo mocosa-- Entrelazo su mano en la mía-- Quiero luchar por ti. Así me tenga que enfrentar a tu familia-- limpió mis lágrimas-- Perdóname por no saber luchar por ti y portarme como un cobarde-- miró mi barriga-- Quiero estar con ustedes si me lo permites Layla. Tu eres la mujer con la que quiero estar el resto de mi vida-- lo abracé.

-- Y tú eres el hombre con el que quiero estar siempre. Ya no me importa lo que piensen los demás, solo quiero estar a tu lado-- Me agarró de la cintura y acaricio mi mejilla por unos segundos.

Culminamos el momento de reconciliación con un dulce beso que hace mucho tiempo no probaba, un apasionado y dulce beso.

Nos alejamos ante el ruido de unos carros que se detuvieron alrededor de nosotros, y de ellos se bajaron Mason y sus hombres los cuales no dudaron en apuntarnos con sus armas.

-- Disculpen si interrumpo su romántico momento-- me sonrió Mason-- vine por ti mi amor.

Esto no puede estar pasando, ¿justo ahora?

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