Erik subió las escaleras y antes de que la princesa entrara en su casa la detuvo y le dijo.
_ ¿Como cuales?
_ Estoy cansada.
le respondió secamente.
_ Y son demasiadas para que te las cuente ahora.
La princesa empujó la puerta y al entrar le cerró la puerta en la cara, dejándolo con muchas preguntas sin responder.
Él quiso tirar la puerta y que ella le contestara lo que le había preguntado, pero él sabía que esa no era una buena idea, así que se sentó en el suelo apoyando su espada contra la puerta que acaba de cerrarse.
Erik no quería regresar a la casa donde se estaban quedando así que pensó en quedarse un rato más recostado en la puerta que lo separaba de la princesa y de sus respuestas.
Al cerrar la puerta Aria se sentía un poco molesta al recordar a Frédéric, ella se tumbó en la cama junto al pequeño dragón que estaba hecho un ovillo a su lado, ella le acarició el lomo y el pequeño dragón comenzó a ronronea como si fuera un gato ante sus caricias y se dio la vuelta para que ella le tocará la panza.
Ella al ver lo lindo que era se rio, le acarició la panza y se sintió menos molesta después de eso, ella se quedó un buen rato mimando al pequeño dragón hasta que le entró sueño, lo rodeo con sus brazos y luego se quedó dormida.
El clima en la isla durante las noches era cálido y corría una suave y fresca brisa que hizo que Erik se sintiera somnoliento y después del día tan agitado que habían tenido no tardó en quedarse dormido.
A la mañana siguiente Aria se había levantado pronto, como hacía cada día para ir a dar una vuelta a lomos de su dragón y sobre volar la isla. Ella vistió ropas de cuero y protecciones de hierro, ese día ella están usando unos pantalones ya que así le resultaba menos incómodo volar, ella cogió una manzana de una frutera que había en la cocina y después abrió la puerta de golpe y se llevó una gran sorpresa cuando vio a Erik cayendo a sus pies con su cabeza rebotando en el suelo haciendo el sonido de una sandía al romperse.
Erik se despertó al sentir un fuerte golpe en la cabeza quejándose de dolor.
_ ¡Augh! ¡Eso duele!
Erik al abrir los ojos miró a la princesa de pie junto a él mirándole muy sorprendida y ella le preguntó.
_ ¿Que hacías en mi puerta?
Erik intento levantarse rápidamente pero se sintió un poco mareado al acerlo y volvió a recostarse en el suelo.
Aria se puso de rodillas junto a él, ese golpe había sonado muy feo, ella le preguntó.
_ ¿Estas bien?
_ Si, estoy bien, solo me levante demasiado rápido.
_ ¿Que hacías recostado en mi puerta?
_ Creó que me quede dormido.
_ ¿Hace cuanto estabas ahí?
_ Desde ayer.
Le respondió Erik un poco avergonzado.
_ ¡Pásaste toda la noche en mi puerta!
_ Yo solo pensaba quedarme un rato, pero me quedé dormido.
Aria se puso de pie le tendió su mano a Erik y le dijo.
_ Levanté.
Él tomó su mano, la cual le resultó suave y calidad; ella tiro de él e hizo que se pusiera en pié y lo llevó hasta el sofá que había en la pequeña sala.
_ Siéntate.
Erik obedeció y se sentó en el sofá, ella le revisó la cabeza y al ver que solo tenía un chichón le dijo.
_ No a sido nada, solo tienes un chichón.
_ Gracias.
Le dijo Erik.
_ ¿Por qué me estás dando las gracias?, No he hecho nada por ti, por lo menos no que yo recuerde.
_ Por preocuparte por mí, podrías haberme dejado tirado en el suelo e irte, pero no lo hiciste.
_ Supongo que no soy el monstruo que tus padres te han de haber descrito.
_ Mi padre no me dijo casi nada sobre ti, solo dijo que te negarias ayudarlo.
_ ¿Y si ya lo sabías para que has venido?
_ He venido porque no tengo a nadie más a quien recurrir, no importa cuántas veces tú te niegues yo seguiré insistiendo para que aceptes ayudarme, eres la última esperanza de mi reino.
_ Eres muy molesto, ¿Sabes?
_ Está es la primera vez que me lo dicen, casi siempre es a Roddick al que le dicen que es molesto.
_ Tu y tú amigo se parecen mucho, los dos parecen estar locos.
Erik se rió y le dijo.
_ Rid si está un poco loco pero yo siempre suelo ser la voz de la cordura, aunque no lo parezca.
Aria se levantó del sofá y le dijo.
_ Puedes quedarte un rato más y descansar si así lo deseas, yo debo irme.
_ ¿A dónde vas?
_ A dar un paseó matutino.
_ ¿Te puedo acompañar?
_ Temblarías de miedo si lo hicieras.
_ No te tengo miedo.
_ Pero si a los dragones, mi paseo será a lomos de mi dragón muy por encima del suelo, arriba en las nubes, ¿En verdad quieres venir?
Aunque a Erik le daba pavor el subirse a un dragón para dar un paseó y sobre todo estar lejos del suelo no pudo decir que no, algo le hizo querés decir.
_ Si, quiero ir contigo.
Erik no supo si fue la mirada de Aria, su melodiosa voz o la sensualidad que desbordaba en cada movimiento que hacía, pero algo le hacía querer decir que si a todo, había algo que lo atraída hacia ella como la miel a las abejas.
Aria le miro detenidamente por un momento y le dijo.
_ Si en algún momento gritas, serás la comida de mi dragón.
_ No lo haré.
Aria caminó hacia la puerta y le dijo.
_ Entonces andando, sígueme.
Erik siguió a Aria, embelesado con su belleza, él se preguntó cómo podía existir una mujer tan bella y hermosa, tan radiante que opacaba al mismo sol, más que una princesa Erik pensó en Aria como una diosa llena de secretos que él moría por descubrir, por desvelar uno a uno y volverse más cercano a ella.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 46 Episodes
Comments
Ximena Girardi Passi
al hacerlo
2024-11-06
0
Patricia Salazar
Se van a enamorar 💘 y tal vez se quede a vivir con ella en ka isla 🤔
2024-06-15
0
Nagissa Tomoya
que romántico
2024-04-26
1