Capítulo 8. Chocando con nuestro destino

Riddick y Erik estuvieron navegando durante una semana en la que Riddick apenas y había dormido ya que Erik tenía muy mal sentido de la orientación y siempre que le dejaba tomar el mando del barco para tomarse una siesta se desviaban de su destino.

Riddick se sentía cansado y molesto y como no veía la isla por ningún lado comenzó a gritar asustando a Erik.

_ ¡Ha...! estamos perdidos.

_ Claro que no, ¿Por qué dices eso?

_ En el mapa ponía que la isla quedaba a cuatro días en barco nosotros ya tenemos una semana y aún no hay señal de la isla.

Erik sacó un catalejo de su bolsa para ver a la distancia pero, solo se veía el inmenso mar frente a ellos.

_ ¿Y ahora que vamos hacer Erik?, no tengo la menor idea de a donde tenemos que ir y si vuelvo a comer queso rancio y pan duro una vez más terminaré lanzándome por la borda.

_ Tú mantén el rumbo, quizá estemos cerca.

_ Si, como no, ni que la isla fuera invisible, aquí no hay nada además de agua no se porque deje que tomarás el mando del barco por un rato, ahora estamos en medio de la nada con pan rancio y carne seca como nuestros únicos alimentos.

_ No te quejes, por lo menos yo traje algo de comida.

_ Yo traigo cosas para enfrentar al peligro, jamás me imaginé que el peligro más grande que correría sería morir de hambre.

_ Tu solo mantén el rumbo, puede que estemos cerca.

***

Aria había salido a surcar los cielos a lomos de su dragón como solía hacer cada día cuando a lo lejos miro un barco que parecía dirigirse a su isla, al principio ella creyó que eran piratas ya que el barco no parecía el de un mercader por lo viejo y desgastado que se veía, pero al centrar su mirada solo pudo ver a dos hombres en todo el barco y eso le pareció raro ya que para tripularlos se ocupaban a muchas personas y sin importar el tipo de barco que fuera siempre habían muchos hombres en la cubierta.

Aria se quedó observándolos por un momento sin salir del cobijo de su isla ya que así ellos no iban a poder verla.

Ellos no parecían saber hacía donde se dirigían así que al final ella pensó que simplemente se habían perdido y regresó a la colina donde estaba el nido de su dragón.

Al aterrizar ella se fue a buscar a Lily quien estaba en el nido de los dragones que tenían poco tiempo de haber nacido, ellos estaban tumbados tomando el sol mientras Lily les veía pensativa.

Cuando ella se dio cuenta de la presencia de Aria, le dijo.

_ Han nacido muchos, ¿no crees?

Aria ignoró su pregunta y le dijo.

_ He visto un barco cerca de la isla.

Lily se giró para verla y le contestó.

_ Las chicas estarán felices.

_ Diles que vigilen las costas con sigilo y hagan lo de siempre.

_ ¿El barco estaba lejos?

_ Un poco, lo más seguro es que hasta el anochecer no lleguen hasta aquí.

_ Entonces no creo que se aventuren a internarse en la isla hasta mañana.

_ Aún así, quiero patrullas vigilando las costas, no quiero ninguna sorpresa.

_ Está bien, les diré que se preparen.

Riddick hizo lo que Erik le dijo aunque de mala gana, cuando cayó la noche Riddick no podía ver nada y eso hizo que se pusiera aun mas furioso, él iba a bajar el ancla para intentar dormir ya que no quería perderse más de lo que ya lo estaban dejando que Erik navegara, cuando el barco impactó contra algo.

Erik se despertó sobresaltado y le preguntó.

__ ¿Qué ha pasado?

_ No lo se, hemos chocado contra algo, pero está tan oscuro que no puedo ver nada.

Erik encendió una lámpara de aceite y se asomó a la orilla del barco para ver si podía ver con que había chocado Riddick.

Cuando Erik vio con lo que habían chocado le dijo con una gran sonrisa.

_ Te dije que estábamos cerca.

_ ¿A qué te refieres Erik?

_ Has chocado con la isla.

_ ¿En serio?

_ Si, ven a ver.

Riddick se acercó a Erik, le quitó la lámpara y al ver tierra firme, dijo.

_ Qué alegría, creí que moriría de hambre antes de encontrar la isla.

Riddick bajo el ancla, recogió sus cosas y dijo.

_ ¿A qué esperas?

_ Riddick es muy peligroso que nos bajemos del barco ahora, está muy oscuro lo mejor será esperar hasta mañana.

_ Sí, tienes razón.

Riddick puso sus cosas en el suelo y dijo.

_ Bueno supongo que aprovecharé para tomar una siesta.

Él se acostó en el suelo, apoyó su cabeza sobre su brazo y se quedó dormido rápidamente. Erik ya había dormido un rato y el estar en una isla la cual se suponía era muy peligrosa lo ponía muy nervioso así que decidió hacer guardia mientras Riddick dormía.

Erik despertó a Riddick cuando los primeros rayos del sol comenzaron a salir.

_ Rid despierta tienes que ver esto.

Riddick aún tenía sueño así que cubrió su rostro y le dijo.

_ Déjame dormir todavía tengo sueño.

Erik le dio una patada en las piernas y siguió insistiendo.

_ Rid levántate, tienes que ver esto.

Ante la insistencia de Erik él se levantó de malas y le dijo.

_ Espero que valga la pena lo me quieres mostrar.

Riddick al ver la isla se quedó con la boca abierta y solo pudo decir.

_ ¡Wao!

_ ¿A que vale la pena que te hayas levantado?

_ Lo vale.

La isla se mostraba ante ellos hermosa e imponente, como un gigante dormido, los dragones se veían sobrevolando la isla a lo lejos como si fueran pájaros y Riddick dijo.

_ Valió la pena comer queso rancio y pan duro todo el camino para poder ver este lugar.

Erik enfundó su espada a la cintura, escondió un cuchillo en su bota y otro en su cintura, agarró un arco y flechas y le dijo.

_ Lleva todo lo que nos pueda hacer de ayuda mi padre me ha dicho que este lugar es peligroso.

_ No te preocupes, en mi bolsa llevo todo lo que podemos necesitar en caso de emergencia.

_ Entonces andando.

Al bajarse del barco Riddick preguntó.

_ ¡Oye Erik!, ¿Y sabes hacia dónde tenemos que ir?

_ Según el mapa que me dio mi padre pone que el reino de la princesa dragón está ubicado en medio de la isla.

_ ¿Y eso significa que no tienes ni la menor idea de a dónde vamos?

_ En el mapa no hay ninguna información de la isla solo decía cómo encontrarla.

_ A mi me parece que ni eso estaba bien.

_ Encontramos la isla por pura suerte.