Capítulo 9. No quiero morir empalado, así que despierta Erik

Riddick y Erik se dirigieron hacia una colina y al llegar a la cima Erik estaba sumamente cansado y sediento, él se sentó en el suelo y le dijo.

_ ¡Oye Rid!, tienes algo de agua contigo.

Riddick busco en su bolsa sacó su riñonera y se la paso.

_ Sabes Erik, siempre debes de llevar agua contigo, solo a ti se te ocurre aventurarte a caminar quien sabe cuanto sin llevar nada de agua.

_ Es una isla creí que encontraríamos agua en el camino.

_ Tienes suerte de que yo haya venido contigo, de lo contrario quien sabe que habría sido de ti.

Riddick miró a la distancia y lo único que podía ver eran árboles así que comenzó a escalar un árbol y Erik le preguntó.

_ ¿Qué haces?

_ De aquí no se ve nada tal vez si me subo al árbol pueda ver algo.

Riddick comenzó a escalar el árbol y cuando estuvo en lo más alto tuvo una mejor vista de la isla y a lo lejos al centro de la isla pudo ver una pequeña aldea y gritó.

_ Erik creo que ya se a dónde tenemos que ir, oye Erik, ¿Me está escuchando?, ¿Por qué no dices nada?

Como Erik no respondía Riddick bajó del árbol y se llevó una gran sorpresa cuando vio a Erik inmóvil en el suelo con sangre saliendo de su cabeza, él se apresuró a su lado revisó que aún estuviera vivo y dio un suspiró de alivio al ver que solo estaba desmayado y de pronto sintió un fuerte golpe en la cabeza su vista se nubló y cayó desplomado encima de Erik.

Riddick se despertó primero que Erik y al verse atado de pies y manos colgando boca abajo de un árbol dio un fuerte grito y los arbustos comenzaron a moverse, él pensó que estaba alucinado por el fuerte golpe que había recibido en la cabeza.

Intentó calmarse un poco miró a su alrededor, pero además de árboles y de los arbustos que se estaban moviendo debajo de ellos y él la luz dorada del sol que comenzaba a ocultarse, no podía ver nada más.

Riddick no llevaba ningún arma encima debido a que llevaba todas sus cosas en su bolsa la cual estaba tirada en el suelo muy lejos de ellos, él intentó zafarse de las ataduras de sus manos sin embargo estaban tan apretadas que lo único que logró fue hacerse daño.

Riddick veía cómo los arbustos iban de un lugar a otro, y él pensó que quizá estaba loco porque le pareció ver que aquellos arbustos tenían ojos, él se quedó mirándolos detenidamente y al ver que en verdad tenían ojos se asustó mucho y comenzó a gritar.

_¡Erik tienes que despertar estamos en problemas!

Después de un buen rato los gritos de desesperación de Riddick lograron despertar a Erik, cuando él abrió los ojos y se vio muy por encima del suelo, dio un grito diciendo.

_ ¡¡¡Pero qué demonios está pasando!!!

_ Por fin despiertas, creí que ya estabas muerto.

_ ¿Por qué estamos colgando de un árbol?

_ No tengo la menor idea, cuando yo desperté ya estábamos aquí, pero eso no es lo más importante en este momento, mira atentamente a los arbustos se están moviendo y tienen ojos.

Erik centró su vista en los arbustos tal y como se lo había dicho Riddick y al ver que él tenía razón, se quedó helado y le dijo.

_ Deben de ser los hombres hoja, mi padre me dijo que teníamos que tener mucho cuidado con ellos ya que al parecer son realmente salvajes.

_ ¡Y hasta ahora me lo dices!

Erik se puso a pensar en lo que su padre le había dicho que hiciera si lo atrapaban pero aun se sentía un poco confuso por el golpe que había recibido y le costó un poco recordar que era lo que le había dicho.

Los hombre hoja sacaron sus lanzas y Riddick se puso muy nervioso y le dijo.

_ Erik piensa en algo rápido o terminaremos empalados y esa muerte no me gusta.

Erik al final pudo recordar lo que su padre le había dicho pero como estaban atados de pies y manos él no podía sacar el colgante que llevaba en el cuello, él buscó en su cintura y se sorprendió al darse cuenta de que no le habían quitado el cuchillo que había escondido en su cintura.

Él lo tomó con mucho cuidado para no dejarlo caer y comenzó a rasgar sus ataduras, al estar atado tan fuertemente Erik se hizo daño en las muñecas y la sangre comenzó a caer al suelo.

Los hombres hojas al ver a Erik intentando cortar sus ataduras, cortaron la cuerda con la que lo tenían suspendido en el aire, Erik se estrelló contra el suelo y por poco y se clava el cuchillo que tenía en la mano.

Erik se dislocó el hombro al caer al suelo y dio un grito de dolor pero por suerte para él había logrado cortar sus ataduras antes de caer. Sacó el colgante que su padre le había entregado se lo mostró a los hombres de hoja y dijo.

_ Quiero una audiencia con la princesa dragón.

Los hombres hoja al ver el collar bajaron sus lanzas, observaron bien el collar y después bajaron a Riddick y les hicieron señas para que les siguieran, ellos caminaron toda la tarde a través de la maleza para poder llegar al que debería de ser el reino de la princesa dragón.

Al ver la aldea Erik y Riddick se quedaron muy asombrados ya que aquel lugar era muy hermoso, los edificios y las casas eran pequeñas y de piedra caliza decoradas con hermosas flores de colores, el sol ya había empezado a ocultarse y debido a los grandes árboles que los rodeaban había oscurecido más pronto, sin embargo las calles de aquella ciudad estaban bien iluminadas y parecía que todavía fuera de día.

Riddick quedó completamente fascinado con aquel lugar ya que en vez de lámparas de aceite, ellos parecían usar una especie de piedra brillante para iluminar las calles y sus hogares, él no pudo evitar que su deseo de querer saber qué eran esas piedras aflorara en él y se detuvo frente a una farola para ver mejor aquellas piedras.

Los hombres hoja le dieron un empujón para que él caminara y Riddick muy a su pesar continuó caminando, en aquel lugar habían hermosas mujeres andando por las calles empedradas vistiendo finas gasas transparentes, ellas tenían hermosas joyas decorando sus cuellos piernas y brazos como si la riqueza de aquel lugar fuera tan grande que no sabían qué hacer con ella a demás de lucirlas en sus cuerpos.

Aquellas hermosas mujeres se les quedaron viendo y comenzaron a cuchichear entre ellas como si estuvieran viendo algo que les llamara su atención, los hombres hoja hicieron que Erik y Riddick se detuvieran frente a una casa la cual solo era un poco más grande que las demás y uno de los hombre hoja entró en la casa.

Al entrar en la casa Lily se quitó el montón de hojas que llevaba en el cuerpo y Aria al verla le dijo.

_ Supongo que habéis atrapado a los intrusos.

_ Si.

_ ¿Son guapos?

_ Si.

_ Las chicas han de estar muy contestas entonces.

Aria se acercó a Lily para quitarle las hojas que llevaba en el cabello, ella le agarró la mano y le dijo.

_ Uno de ellos ha pedido una audiencia contigo.

_ ¿Conmigo?

_ Sí y te sorprenderás cuándo lo veas, tiene tu colgante.

Aria se quedó consternada por lo que Lily le dijo, ella caminó en círculos por la habitación y le dijo.

_ Diles que ahora iré.