Capítulo 4. Dragón de fuego

...DRAGÓN DE FUEGO...

Uno de los soldados entró corriendo al comedor donde se encontraba la familia real, muy agitado y dijo.

_ Perdón su majestad no era mi intención molestarle, pero han habido muchos derrumbes debido al temblor que sugiere que hagamos.

El rey entró nuevamente y dijo.

_ Envía a algunos soldados para que vayan a atender a los heridos y ayuden en lo que puedan.

_ Si su majestad.

_ Padre yo también iré.

_ Podría ser peligroso, con la ayuda de los soldados será suficiente, no hace falta que tú vayas.

Le contestó la Selene.

_ Lo se madre, pero me gustaría estar presente y evaluar los daños que el temblor ha causado.

_ Es bueno que el príncipe esté con su pueblo ve.

Le contestó el rey.

Erik comenzó a caminar y le dijo al soldado que acababa de entrar.

_ Vamos.

Y ambos salieron de la habitación, reunieron a los soldados y se dirigieron a la ciudad.

La ciudad estaba sumida en un caos, varias de las casas se habían derrumbado y las personas iban desorientadas de un lugar a otro.

Erik se unió a los soldados y les ayudó a sacar a la gente herida que estaba entre los escombros de sus casas pidiendo ayuda, cuando de pronto se escuchó un fuerte aleteo seguido de un bramido atronador.

Todo el mundo tapó sus oídos por el molesto bramido y poco después bolas de fuego comenzaron a caer del cielo, toda la gente salió corriendo a buscar un lugar en el cual poder refugiarse sin saber qué era lo que les estaba atacando.

Entre el gentío que corría como loca de un lado a otro para alejarse de las llamas que habían comenzado arder una niña se cayó al suelo y lloraba llamando a su madre.

Erik salió al auxilio de la niña y la cargó en brazos, cuando él iba a llevarla a un lugar seguro la niña comenzó a golpear el brazo de Erik insistentemente para llamar su atención y él le dijo.

_ ¿Qué pasa?

La niña estaba aterrada y tenía los ojos abiertos como platos, ella le señaló con el dedo lo que quería que él viera; Erik se dio la vuelta y vio algo enorme cayendo del cielo con alas de fuego, hubo un ruido atronador y la tierra se estremeció, cuando éste chocó contra el suelo.

Entre las llamas había una enorme criatura que lanzaba bolas de fuego de sus fauces avivando las llamas y devorando a las personas que estaban cerca de él.

La niña muerta de miedo al ver aquella criatura tan espeluznante se aferró con fuerza al cuello de Erik casi estrangulándolo, él salió corriendo lo más rápido que podía y dejó a la niña escondida detrás de los escombros de una casa de piedra y le dijo.

_ No te muevas de aquí, enseguida regresó.

Él volvió a donde estaba la criatura tiró a un lado a un soldado salvándolo de ser carbonizado por una de las bolas de fuego que había lanzado la criatura, Erik tomó la ballesta de aquel soldado ya que él estába aterrado y se había hecho un ovillo en el suelo del miedo que tenía, Erik corrió hasta quedar enfrente de aquella criatura, le disparó a la cabeza con la ballesta pero lo único que logró fue que la criatura se pusiera aun mas furiosa y que centrará toda su atención en él y le atacará.

Erik salió corriendo esquivando las bolas de fuego que el dragón le estaba lanzando y tropezó con los escombros que habían en el suelo.

Cuándo aquella criatura estaba casi encima de él, Erik pensó que ese sería su fin, el cerro sus ojos con fuerza esperando a ser carbonizado por las bolas de fuego o devorado, y no supo que muerte sería peor, en el mismo momento que la voz de Riddick le estallaba en los oídos :

_ ¡Erik, cúbrete!

Riddick le tiro un frasco redondo a la criatura impactando entre sus fauces.

Erik no lo pensó dos veces y se tiro al suelo cubriéndose con los brazos, y el sonido de una gran explosión le dejó sordo por un momento, él se giró para ver qué había pasado y vio a la criatura aturdida que volvió a emprender el vuelo entre las llamas y se alejó un poco desorientada.

Riddick se acercó a Erik y le tendió la mano para que se levantará y le preguntó.

_ ¿Estas bien?

Erik se sentía aturdido y tenía pequeños cortes en los brazos que se debía haber hecho al caer entre los escombros, pero por lo demás no parecía tener ninguna herida importante.

_ Si estoy bien.

Le contestó.

_ ¿Pero que era esa cosa?

_ Eso era un dragón de fuego.

_ ¿Y que hacía un dragón aquí?

_ No tengo la menor idea pero antes de que esa cosa regrese debemos ir al castillo y decirle al rey que levante la barrera.

Erik fue a buscar a la niña dónde la había escondido la tomó en brazos y se dirigió lo más rápido que pudo al castillo.

Al llegar Erik le dio la niña a una de las sirvientas y le dijo.

_ Encárgate de la niña y busca a sus padres.

La sirvienta tomó a la niña en brazos y respondió.

_ Como ordene su majestad.

Erik se fue junto a Riddick a la sala en la que se encontraba su padre y le dijo.

_ Padre nos a atacado un dragón de fuego hay que levantar la barrera.

El rey se quedó atónito al escuchar lo que le estaba diciendo su hijo y corrió a la sala dónde estaba el dispositivo que se encargaba de cuidar el reino de Creta de los invasores y de los dragones, los cuales tenían más de veinte años de no atacar al reino.

Antes de levantar la barrera el rey les preguntó.

_ ¿Están seguros que el dragón se ha ido?

_ Si su majestad.

Contestó Riddick.

_ Logramos ahuyentar al dragón, levante la barrera antes de que el dragón regresé.

El rey levantó la barrera y una brillante luz cubrió todo el reino.

_ ¿Por qué nos ha atacado un dragón?

Preguntó Erik.

_ No lo se hijo, hacía más de veinte años que ningún dragón nos atacaba, creí que ya no quedaba ninguno.

_ ¿Crees que la barrera aguante?

Preguntó Erik muy preocupado.

_ Eso espero o de lo contrario estaremos perdidos.