Capítulo 18. La emoción de tocar un dragón

Cuando Riddick se despertó buscó a Erik por todas partes, él le preguntó a varias de las chicas con las que se encontraba en su camino si lo habían visto sin embargo todas les respondían lo mismo.

_ No lo hemos visto, pero puedes jugar con nosotras si no estás ocupado.

Riddick se vio tentado un par de veces sin embargo no lo suficiente como para abandonar la búsqueda de su amigo, él continúo buscándolo aunque la búsqueda se volvía difícil ya que siempre encontraba cosas que llamaban su atención y terminaba distrayéndose.

Riddick vio pasar a Lili a lo lejos, él apresuró el paso  para alcanzarla y la saludo.

_ Hola.

_ No me hables.

_ ¿Has visto a mi amigo?, no lo encuentro por ninguna parte.

_ Te he dicho que no me hables.

_ Pero yo quiero hablar.

_ Pero yo no.

Lili apresuró el paso, Riddick hizo lo mismo y le preguntó.

_ ¿A dónde vas?

_ A dónde quiera que no estés tú.

_ ¿Te he hecho algo?, ¿Por qué me tratas así?

_ ¿Y cómo se supone que debo tratar a un apestoso y asqueroso hombre?

Riddick se olfateó y respondió.

_ Pero si no apesto, me he bañado hace un momento.

Lili se detuvo en seco y le dijo.

_ No me agradas por el simple hecho de ser hombre, así que por qué no te vas y me dejas en paz.

_ Pero a mi tu me agradas, bueno, en realidad me gustas.

Lili puso una mano sobre el pecho de Rid y le dijo.

_ ¿En serio?

_ Si.

Ella le dedicó una media sonrisa y le dijo.

_ Que mal, por qué tú a mí no.

Lili lo empujó y le dijo.

_ Así que aléjate de mí si no quieres servir de comida para los dragones, hace mucho que no prueban carne humana. 

Riddick le dio una amplia sonrisa, Lili se preguntó qué había dicho que hiciera tanta gracia, él le dijo.

_ Ese es un riesgo que estoy dispuesto a correr.

Lili se le quedó mirando y se preguntó si estaba loco o si era tonto, ella decidió que lo mejor era alejarse de ese hombre, camino más rápido, eligiendo caminos difíciles para que él dejará de seguirla.

Riddick estaba cansado de seguir a Lili sin embargo la consideraba interesante y no podía aplacar sus ganas de conocerla mejor, de descubrir más cosas sobre ella.

Lili se detuvo al ver que él no dejaba de seguirla y le dijo.

_ ¿Que no estabas buscando a tu amigo?

Riddick había olvidado por completo que estaba buscando a Erik, eso solía pasarle muy a menudo, cuando se centraba en algo solía olvidar lo demás, era un defecto que había intentado arreglar muchas veces sin embargo le costaba mucho, él le dijo.

_ Si, pero lo había olvidado por completo, vaya cabeza la mía.

_ Eres un tonto.

_ Me han dicho muchas cosas, pero tontas pocas veces, soy un alquimista genio, sabes.

_ Pues no sé de dónde.

Lili miró a Aria a lo lejos bajando la colina con Erik, Lili señaló con el dedo en la dirección en la que se encontraban y le dijo.

_ ¿Que no es ese tu amigo?

Riddick miró en la dirección que Lili estaba señalando y al ver que era cierto dijo.

_ Pues si, al parecer salió con la princesa, debe estar intentando convencerla para que ayude al reino de Creta.

_ Pierde su tiempo al igual que tú, Aria no les ayudará.

_ ¿Por qué estás tan segura?

_ Por qué se lo que ella vivió en ese lugar, creeme, el reino de Creta es el último lugar al que Aria quisiera regresar.

_ Aún sigo sin entenderlo, qué tan malo fue lo que le hicieron para que sienta tanto rencor por el reino de Creta.

_ Desterrarla, ¿Te parece poco?

Lili ya no quería continuar con esa plática, ella sopló una especie de silbato que llevaba en el cuello y alzó su mirada al cielo como si esperara algo, Riddick le preguntó.

_ ¿Qué tanto miras?

_ Eso.

Señaló Lili, un dragón con la piel oscura y alas membranosas se iba acercando a ellos, el dragón comenzó a descender, Riddick le preguntó.

_ No irás a darme de comer a ese dragón, ¿Verdad?

_ Por suerte para ti a este no le gusta comer carne, es un rarito que le gusta comer flores, siéntete afortunado.

El dragón aterrizó entre los dos, levantado polvo y cegandolos por un momento, Riddick quedó fascinado,  no pudo evitar extender su mano y tocar una de las alas del dragón, era dura y suave a la vez, él siguió tocando el ala del dragón hasta que esté elevó su ala apartandola de su mano.

Los ojos de Riddick brillaban con verdadera emoción, eso le pareció novedoso a Lili, normalmente los humanos les tenían demasiado miedo a los dragones como para acercarse lo suficiente para tocarlos, ellos siempre temblaban de miedo al ver a un dragón, aun cuando no fueran hostiles, ni carnívoros, habían algunos que preferían las plantas y las bayas en vez de la carne fresca. Ella pensó que Riddick estaba loco, pero de alguna manera su tonta valentía al tocar a su dragón llamó su atención.

Lili se subió al lomo de su dragón desde la parte de atrás, su dragón tenía una piel lisa y suave así que no necesitaba ninguna protección para montarlo, ella se acomodo en su espalda, Riddick la veía maravillado y le preguntó.

_ ¿Vas a volar en su lomo?

_ Si.

Con los ojos brillantes y llenos de emoción Riddick le preguntó.

_ Puedo ir contigo, soy delgado, no peso mucho.

Lili le dio un pequeño golpecito en el costado a su dragón con la mano, el dragón comenzó a elevarse, y antes de subir demasiado alto Lili respondió.

_ Ni lo sueñes.

********** Nota*********

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