Capítulo 6. Me presento voluntario para morir

Después de la plática con su padre Erik comenzó a prepararse para irse en busca de la princesa.

Cuando Erik le contó a Riddick que se iría en busca de la princesa dragón, él le dijo.

_ Yo voy contigo. 

_ Claro que no.

Le contestó Erik. 

_ Este será un viaje muy peligroso. 

_ Sabes que a mi no me da miedo el peligro, así que déjame que te acompañe. 

_ ¿Por qué quieres ir a una isla llena de dragones?

_ La verdad, por curiosidad pero también porque soy tu amigo y no quiero dejar que partas a un viaje en el que podrías morir destrozado por dragones tú solo. 

_ Sabes, estás loco y deja de decir que moriré. 

_ ¿Eso significa que puedo ir?

_ Si, has lo que quieras, de igual manera lo harás.

Riddick iba a ir a preparar las cosas que se llevaría cuando de pronto sintieron un fuerte estallido a lo lejos. 

Erik salió al balcón y vio al dragón que les había atacado la noche anterior junto a varios dragones más pequeños intentando atravesar la barrera, Riddick se acercó al balcón con Erik y le dijo. 

_ Esto no pinta nada bien, parece que hoy ha traído a sus amigos. 

_ ¿De donde han salido tantos dragones?

_ No lo se, pero los dragones suelen ser criaturas muy hostiles y cabezotas nunca se van a otro lugar hasta no haber arrasado por completo con la comida que han encontrado o por lo menos eso ponían en los libros. 

_ ¿Y qué es lo que comen?

_ Humanos. 

_ ¿Qué?, ¿Por qué no me habías dicho eso?

_ Nos lo dijeron en la clase de historia, oye deberías de prestar más atención a lo que te enseñan o este reino se irá a la ruina cuando tu te conviertas en rey. 

Erik ignoró el comentario de Riddick y se quedó mirando fijamente como los dragones chocaban contra la barrera intentando entrar en la ciudad, a lo lejos él pudo escuchar los gritos de la gente al ver aquella ola de dragones intentando derribarla sin ningún éxito. 

La barrera era casi transparente así que era difícil de ver, uno de los dragones lanzaba bolas de fuego mientras los otros más pequeños solo se limitaban a chocar contra la barrera, al final los dragones terminaron cansándose y se fueron y Riddick preguntó. 

_ ¡Oye!, ¿Cómo saldremos del reino sin que esos dragones nos devoren? 

_ No lo se, no había pensado en eso, le preguntaré a mi padre más tarde, pueda que él tenga algún plan. 

_ Bueno yo me iré a preparar mis cosas, me avisas cuando todo esté listo para marchar. 

Riddick salió de la habitación casi corriendo y se fue a preparar todo para el viaje que iba hacer, Erik no había pensado en cómo iba a salir de la ciudad sin ser devorado por los dragones hasta que Riddick se lo había mencionado, él se fue a buscar a su padre y esperaba que él tuviera algo pensado ya que a él no se le ocurría nada. 

El rey estaba con la reina en la habitación del trono, cuando Erik entró y vio a su madre llorando en los brazos de su padre y le decía. 

_ Tienes que hacer algo, no puedes permitir que nuestro hijo se embarque en una misión tan peligrosa...

Erik al escuchar a su madre le dijo. 

_ Madre yo he elegido esto, por favor no culpes a padre. 

La reina se separó de los brazos de su esposo y corrió a abrazar a su hijo y le dijo. 

_ Erik no puedes ir, esta misión es muy peligrosa y yo no soportaría perderte. 

_ Madre ya no soy un niño, te aseguro que regresare sano y salvo. 

La reina al escuchar a su hijo tan decidido no pudo decir nada más y prefirió irse a su habitación, mientras ella se marchaba Erik la llamó. 

_ Madre... 

Sin embargo ella lo ignoró y se fue sin mirar atrás. Cuando solo quedaron Erik y su padre, el rey le dijo. 

_ Deja que se calme, ahora está muy afectada por la noticia. 

_ Padre quería preguntarte, ¿Tienes alguna idea de  como  salir de la ciudad sin levantar la barrera y sin que me maten los dragones?

_ Hay un túnel bajo tierra que lleva hasta el puerto, ahí podrás tomar un barco y dirigirte a la isla de Athir. 

_ ¿Cuándo podré marchar? 

_ En cuanto más rápido te vayas mejor, pero sé que estás cansado ya que has estado ayudando a los ciudadanos después del ataque, así que descansa por hoy y parte mañana temprano. 

_ Sí padre. 

Antes de que Erik se fuera su padre le detuvo y le dijo.

_ Erik, en la isla de Athir también habitan los hombre hoja, ellos son extremadamente salvajes sin embargo respetan y veneran a la princesa dragón, si ellos te atrapan di que quieres una audiencia con la princesa y les dices que tienes algo que entregarle. 

El rey le entregó un colgante con la forma de un pequeño dragón y le dijo.

_ Si les muestras esto ellos te llevarán con ella. 

Erik se preguntó de dónde había obtenido su padre aquél colgante, pero él se veía tan cansado y abatido que no quiso molestarlo y no preguntó, solo asintió con la cabeza y dijo.

_ Sí papá. 

Erik se fue a su habitación se dio un baño ya que estaba lleno de hollín y de tierra, al salir del baño él se metió en la cama, se quedó mirando el colgante pensando qué secretos ocultaba, él pensó que esa noche tardaría en quedarse dormido por todo lo que estaba pasando, sin embargo eso no pasó, él estaba tan cansado que al final había caído en un sueño inquieto lleno de pesadillas, fuego y sangre.

Esa noche Erik soñó con que todo el reino estaba envuelto en llamas, y con los dragones desgarrando y devorando hombres, mujeres y niños, en el sueño él corría desesperado intentando escapar del enorme dragón de fuego que lanzaba fuego de sus fauces y le perseguía para devorarlo, su sueño había sido tan real que al despertarse se había levantado bañado en sudor como si hubiera estado corriendo durante horas, él se levantó de la cama y se asomó al balcón de su habitación  para asegurarse de que todo hubiera sido una pesadilla, al ver la ciudad sumida en el silencio y envuelta en la bruma de la mañana él se sintió aliviado de que todo se tratara de una pesadilla, nada más. 

Erik se dio un baño para limpiarse todo el sudor del cuerpo se puso un conjunto de ropa sencilla ya que ese día iba a partir a buscar a la princesa dragón, le dijo a uno de los sirvientes que fuera a buscar a Riddick a la torre de los alquimistas y que le dijera que marcharían en una hora. 

Después él fue a despedirse de sus padres, ese día él desayuno con ellos ya que su madre había insistido en que quería que estuvieran todos juntos por última vez antes de que él emprendiera su viaje. 

Su madre derramaba lágrimas todo el tiempo y le decía que tuviera cuidado, después de comer Riddick llegó y le dijo.

_ Ya estoy listo.

Erik le dio un abrazo a su madre y preguntó.

_ ¿Padre a dónde tenemos que ir? 

El rey le entregó un mapa a Erik y le dijo.

_ En el mapa está marcado como llegar a la isla, en el puerto deben de estar los barcos de nuestra flota, pídeles a ellos que te lleven a la isla; cuando llegues ahí solo podrás llevar a Riddick contigo ya que si llevas un grupo grande de soldados pueden pensar que quieres atacarlos y te matarán antes de que puedas abrir la boca.

_ Está bien.

_ Vamos les mostraré el camino.

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