Cap. 7 Preparativos para la velada

Toda el día trabajamos muy duro, mi Nana principal me ayudó con la selección de los platillos bocadillos y bebidas de esta noche.

El resto de las chicas que siempre están a mi lado me ayudaron a preparar el jardín, se colocaron dos carpas o tiendas turca, una mesa redonda con un mantel tradicional en colores jade y dorados, también se distribuyeron muchos cojines por todo el lugar.

Se colocaron varios velos en tonos pastel sobre los balcones del palacio.

Ya eran pasadas las 4 de la tarde, me sentía un poco cansada, le pedí a pelín que me acompañe al entrar a mis aposentos, mi segunda Nana me recibe con una gran sonrisa,

mi niña ya tengo lista tu atuendo de esta noche acompañe para que lo revises - Nana ayúdame a recostar me siento un poco cansada, mi Nana y las chicas me ayudan a ponerme cómoda, me acercan un vaso con agua de frutas bebo un poco y oigo a mi Nana preparando el baño, por unos minutos me quedo dormida.

Me encontraba en un sueño algo extraño, caminando por un bosque cubierto de una gen niebla lo único que se podía ver es el reflejo de la luna, a lo lejos escuché a mi Nana que me nombra y despierto de ese extraño sueño.

Ella me informo que el baño estaba listo y que ya eran las 6 de la tarde, me levante algo, alterada ya que se me estaba acabando el tiempo para la tener todos los preparativos de la noche listos, pero mis dos nanas me informaron que lo de la cena y el jardín ya estaban listos que no me preocupara, las mujeres que tocarían por la noche también ya estaban listas y que lo único que faltaba era yo.

Con una sonrisa me levante de la cama y gire un par de veces en mi habitación, le pedía a mi nana que me mostrara la ropa que había preparado para mí, en tramos al otro cuarto dentro de mis aposentos y vi dos vestidos en su aparador, un de color rosa salmón y otro color marfil, los mire detenidamente varios minutos y me decidí por el marfil, sabía que la noche anterior el gemelo llamado Zaid, llevaba puesto un traje de ese color.

Entre al cuarto de baño la tina estaba llena con agua caliente y llena de rosas azules, entre en el agua y me relaje un poco, a los pocos minutos, entro mi nana y me proto jabón sobre el cabello y lo enjuago, me paso la esponja con jabón de rosas azules especialmente preparado para mí, por los artesanos del palacio.

Salgo del baño rápidamente ya que solo me quedan una hora para recibir a mis invitados, mis nanas tienen manos de ángel una me unta mis cremas y otra ya está desenredando el cabello, en un par de minutos más mi cuerpo está seco, hidratado y peinado, entro a mi habitación y lo primero que hago es ponerme el vestido, es de dos piezas un ligero camisón de seda color piel lo cual cubre mi cuerpo y al mismo tiempo, semeja estar desnudo, rio a mis adentros pensando en la cara de los gemelos Malek al verme, coloco la segunda pieza esta está formada de un ligero pero elaborado encaje, mi nana cierra cada uno de los mini botones que se encuentran en la parte de la espalda y llegan a mitad de esta.

Me pongo las zapatillas y me miro al espejo, siento que algo me falta, así que le pregunto a mis nanas y acompañantes si estoy bien, como siempre ellas dicen que me veo muy bien, soy su sultana y ellas siempre aprueban mis gustos, pero siento que algo me falta, tal vez sea un poco de maquillaje, pero yo solo uso maquillaje en mis largas pestañas negras y en mis labios y esto es solo humectante o brillo, nunca uso otra cosa.

Me miro otra vez al espejo después de retocar mis ojos y labios, pero dentro de mi siento que falta algo, en mis ojos se refleja un brillo especial, que tal si me pongo una tiara, tal vez esa que mi padre me obsequio en mi último cumpleaños, la coloco sobre mi cabello y listo me siento muy bien, eso es lo que me faltaba, veo en reloj de mi cuarto y faltan 20 minutos para las 8 de la noche.

Yo y mis acompañantes salimos de mis aposentos y llegamos al salón principal o también llamado el salón del reloj de cristal, termino de dar las ultimas indicaciones para la cocina, jardín y música.

El reloj cascada de cristales, sonó a las 8 en punto de la noche, mi hermano y yo bajamos rápidamente las escaleras, encontramos a la sultana Remy a un lado del reloj, ella sonrió al vernos bajar de una manera algo acelerada, la situación era inversa a las últimas dos veces, los torbellinos acelerados bajando éramos nosotros, la saludamos con un leve beso en cara de la mano en muestra de nuestro respeto.

La sultana Remy, se encontraba esperando en la sala, sentada sobre el sillón de su padre, demostrando qué sin duda, es la heredera al trono de Turquía, ella viste un lindo vestido de encajes color marfil, el cual cubre su cuerpo de una manera justa sin llegar a ser apretado, la tela recubre sus lindos atributos y los resalta al mismo tiempo, la tela de su vestido llega a sus rodillas, y deja libre el resto de sus piernas, sus encantadores pies son cubiertos por unas exquisitas zapatillas color nube, su cabello está ligeramente atado a un trenzado ligero y sobre este está una pequeña tiara, de la cual resaltan tres pequeñas piedras de color violeta.

Lo que mis ojos ven es algo hermoso es la princesa de mi corazón, si ella es simplemente hermosa, trato de salir de mi ensoñación y alcanzó a mi hermano y a la Sultana que ya se dirigen al jardín central del palacio.

Su padre el sultán Ahmed Osmán se encontraba en una reunión de estado con varios embajadores, por ello no se encontraba presente a la hora de la cena y no nos acompañará durante la cena.