Capítulo 14: Jiang Liu Parte 1

Después de dialogar, por más de una hora. Colton, finalmente acepto. Que Kai, se llevará la extraña esfera. Para analizarla, en su taller. Si bien, la idea. De que fuera, un inductor de salto espacial. Lo había, emocionado. Kai, había dejado claro. Que solo, era una conjetura. Y no estaba, del todo seguro. Si era eso o, otra cosa. Por ese motivo. Quería analizar la esfera, y arreglar los componentes dañados. De esta manera, podría determinar. Cuál era el funcionamiento real, de dicha esfera. Así, como su verdadero valor en el mercado. Kai, quería ser optimista. Sin embargo. Sentía, que algo no cuadraba. Por ejemplo. Si ese objeto, era un inductor de salto ¿Por qué los piratas, lo abandonaron tan fácilmente? ¡Era ilógico! ¡Esa cosa, valía millones! Y simplemente, lo dejaron atrás ¿Por qué?

Perdido, entre su pensamiento. Kai, caminaba por las calles. Del Mercado de Repuestos. Hacía, un par de minutos. Desde que había dejado, el taller de Marx. Ahora, se dirigida. De regreso a, casa. No obstante. Justo en ese momento, algo ocurrió. De la nada, alguien le cerro el pazo. Empujándolo con fuerza. La suficiente, para derribarlo. Y que esta callera de espaldas, contra el suelo. Reaccionado tarde a, la situación. Kai, se reincorporo. Levantase, rápidamente. No sabía, con quien había chocado. Pero algo, le decía. Que eso había sido, totalmente intencional.

—Valla. Parece, que nos encontramos de nuevo “Doble basura”—

Al escuchar, estas palabras. Kai, pudo reconocer. A quien le pertenecía, esa voz. — Jiang Liu— dijo, entre dientes. Mientras, alzaba la mirada. Para encontrar, con dos chicos. De apariencia, oriental.

El primero. Era un chico, de 13 años. Media 1.60 mts. Con un cuerpo, de complexión delgada. Su rostro tenia rasgos afilados, sus cejas eran delgas, y sus ojos, eran rasgados; denotando una ascendencia asiática, mucho más pura que la de Kai. Además, su cabellera era oscuras; y estaba atada, en una cola. El, vestía. Una túnica taoísta de cuerpo completo; que combinaba colores blancos, naranjas, y rojos. El nombre, de este chico. Era, Jiang Liu. El otro chico, por su lado. Tenía, una edad similar. Su complexión, era media. Su rostro era cuadrado, y sus ojos eran rasgadas. Al igual, que Jiang Liu. Tenía un cabello oscuro, atado en una cola. Y usaba, una túnica taoísta. Solo que esta, combinaba colores marrones, café, y crema. Este era, uno de los lacayos de Jiang Liu. Su nombre, era Zhu.

—…— Sin decir nada. Kai, solo observo a Jiang Liu. Ahora, sabia. Que él había sido el responsable, de su caído—

— ¿Qué sucede “Doble basura”? O acaso ¿Te comió la lengua la rata?

La relación que tenía Kai, con Jiang Liu. Era, bastante problemática. Todo, comenzó. Cuando Kai, realizo la prueba del despertar. En aquel, entonces. Él tenía diez años, de edad. Si, bien. La prueba, se realizaba individualmente. Para, entras a ella. Se hacía, en grupos de diez. A la “Unión Terrestre”, no le importaba los estatus o, la clase social. De los individuos, que realizaban la prueba. Por lo que los grupos, podían estar compuestos. Por niños, de diferentes posiciones económicas, y estratos sociales. Siendo el caso, que en el grupo de Kai. Además, a Aísha. Se encontraba, Jiang Liu. Quien, no dudo. En comenzar a, molestar. A la niña siega. Ocasionando, que Kai. Le diera un puñetazo, en el rostro. Molesto, por su falta respeto. Con Aísha.

La razón, principal. Por la que Kia, había realizado la prueba del despertar. No era, el poder usar habilidades como tal. Si no que tenía, otro motivo. El deseaba ser, un Cazador De Reliquias. Debido a, que una vez. Escucho, relatos. Sobre estos, Cazadores. Ellos se dedicaban a, aventurarse. Dentro, de los planos dimensionales; dejados, por los precursores. Y rescatar, de ellos. Múltiples armas, equipamiento, y tesoros. Con los cuales, podía enriquecerse, y ganar fama; rápidamente. Kai, sabía. Que, si lograba convertirse. En un Cazador De Reliquias. Podría cambiar su destino, y el de Aísha. No solo eso. Ellos podrían abandonar, ese planeta. Y no tendrían, que preocuparse por nada. Nunca más.

Por tal, motivo. Mientras, esperaban su turno. Kai, no pudo esconder su emoción. Y comenzó a, contarle a Aísha. Lo que, sucedería. Cundo él se convirtiera, en Cazador De Reliquias. Solo necesitaba obtener, unas buenas raíces espirituales. Y la vida, de ambos. Cambiaria, por completo. Lamentablemente, para él. Jiang Liu, escuchaba a, escondidas. Todo, lo que estaba diciendo. Y justo cundo Kai, realizo la prueba. Obteniendo, unas malas raíces espirituales. Jiang Liu, no desaprovecho la oportunidad. Burlándose de él. Al echarle en cara, todo lo que había dicho minutos atrás. Después de eso. La relación, no hiso. Más, que empeorar. Cada vez que Jiang Liu, veía a Kai. Se burlaba de él, y de su sueño imposible. Mencionado siempre, sus malas raíces espirituales. Y apodándolo “Doble basura”. El apodo, por el que era conocido.

—Dime ¿Qué ha sido de mi Cazador De Reliquias, favoritos? ¿Cuántos planos, conquistaste esta ves? — Pregunto, Jiang Liu. En un tono bastante notorio, de burla.

—…— Kai, no respondió. No le iba a dar, esa satisfacción. A Jiang Liu.

—Por eso odio a, los mestizo ¡No respetan, ni conocen su lugar!

En los libros de historia. Esta, registrado. Que cuando se formó, la Unión Terrestre. Ya no existía, una denominación. Que usara, como base. El nombre, de los países o, naciones. Sino que se optó, por una más amplia. Que tomaba, el nombre de los continentes. Dando como resultado. El clan Americano, el clan Europeo, y el clan Asiático. Denominados también, como los clanes humanos. Y estos, estaban conformados. Por los descendientes. De los supervivientes, de la raza humana. Que escaparon, de la destrucción del planeta tierra; hacia, las estrellas. Cuando esté, fue incapaz. De seguir sosteniendo, la vida.

No obstante. A pesar de que no había divisiones, por nacionalidades. Existieron, familias. Que se negaron a, aceptar esto. Si bien, ya no existían naciones. Ellos seguían, siendo. Descendientes, de sus países. Por lo que protegían sus conocimientos, historia, y cultura. Además de la integridad, de la sangre. Sintiéndose superiores a, los mestizos. A los cuales, discriminaban; como traidores a, su raza. Jiang Liu, pertenecía; precisamente. A una de estas familias. Otra, de las razones. Por la que molestaba tanto a, Kai. Siendo, la familia Jiang. Una familia, de raíces 100% chinas. Que contaban, con una amplia historia. La cual se remontaba a, un periodo. Previo a, la Unión Terrestre.

—…— Sin espera, a que Jiang. Continuara, con su juego. Kai, se apartó. Y trato de irse. Solo para ser bloqueado, por Zhu.

— ¿A dónde crees que vas mestizo? — vocifero, con molestia Jiang Liu.

—¡Déjame en paz!— Kai, trato de apartarse nuevamente. Pero otra vez, fue bloqueado por Zhu

—Si el amo quiere que te quedes ¡Te quedas, escoria mestiza! – Ordeno Zhu, empujando a Kai.

—…— Kai, frunció el ceño con molestia. Sabía que lo llamaban, mestizo. Por qué tenía rasgos, asiáticos, y americanos. No era, una sangre pura como ellos. Que ambos padres, eran chinos. –Déjenme, ir. No quiero, problemas— Él quería evitar a, toda costa; el conflicto. En aquel, entonces. Cuando golpeo a, Jiang Liu. Él era ignorante, y no sabía quién era la familia Jiang. Ellos eran, una de las fuerzas principales; a cargo del planeta. Su territorio, era el asentamiento “Cueva Penumbra”. Si bien, no hubo repercusiones. La ves que le plantó cara a, Jiang Liu. Esto se debió a, que Jiang Liu. Jamás, le diría a nadie. Que un mestizo, lo golpeo en la cara. Es, más. Si se lo hubiera dicho a, su padre. Seguramente, este le habría dado 50 azotes. Para castigarlo, por su debilidad.

Pero ahora, era diferente. Estando, en público. Si Kai, daba el primer golpe. Estaba, acabado. La familia Jiang, lo tomaría como una ofensa directa. Encargándose de él, junto con sus seres queridos. Sin que Jiang Liu, tuviera que mover las manos. Y esto era. Lo que Jiang Liu, quería. Por eso, molestaba tanto a Kai. Deseaba, romperlo. Para que él solo, se pusiera la soga en el cuello. Mientras el, disfrutaba de su agonía, y su dolor ¡Jamás iba a perdonarlo, por haberlo golpeado en el rostro! Sin embargo. A pesar, de sus esfuerzos. Kai, no caía en su juego. Todo lo contrario. El soportaba, con una voluntad inquebrantable. Que lo hacía, enfurecer. Pero, lo que más le molestaba de Kai. Eran, sus ojos. Porque, sentía. Que él los veía, como iguales. Sintiendo asco, y repugnancia. De estar, en igualdad. Con esa “Doble basura”

—Zhu. Me miro, feo. Rómpele, una pierna— ordeno, Jiang Liu.

—Sí, maestro…— Repondio, Zhu.

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