Capítulo 4: Entrando, al Mercado de Repuestos

Después de vender, el acero meteórico. Dreikus, y Kai. Regresaron a, la nave. Mientras, que el hombre obeso. Se quedó, para verificar. El estado, de la nave. Kai, partió. De la bahía de aterrizaje. Que era un espacio, circular. Con un radio, de 70 Km. Divido, en varios sectores. El lugar. Era el único sitio, en el planeta. Que permitía, el aterrizaje. De naves espaciales. Debido a, que la composición del suelo. Era lo suficientemente, firme. Para dicho, propósito. Convirtiéndose. No, solo. En la zona de aterrizajes, designada. De Ocree—3. Sino el punto, mas importante. Para la carga, y la descarga de mercancía. Así, como el punto de conexión. De comercio, entre planetas.

En ese momento. Kai, se encontraba. En un vehículo de transporte, civil. Parecido, a un autobús; sin ruedas. Que flotaba, sobre el suelo. El cual, avanzaba. Por una larga, planicie; árida, y arenosa. Su destino. Era, una de las cuatro grandes ciudades, o asentamientos. De Ocreen-3. Conocido, como el Mercado de Repuestos. Un sitio, donde podrías encontrar. Repuestos para naves, repuestos para vehículos, componentes de circuitos, integrados modificados, prótesis acetifícales, planos de tecnología, herramientas usadas, compuestos químicos, medicinas, armas usadas, accesorios para armas, munición, armaduras usadas, ropa antigua, y alimentos. Nada, de lo que se vendía. En el Mercado de Respuesta. Era nuevo; salvo los alimente, y la medicina. Todo era recolectado, descartado, usado, o de segunda mano. En algunos, casos. Aun habría, sangre fresca. Del propietario, original. En los objetos.

Bajando, del vehículo. Kai, se encontró. Con una gigantesca, muralla circular. El Mercado de Repuesto. Era, una ciudad circular. De 780 Km. Divido, en tres anillos. El exterior, el inferior, y el centro. Teniendo, tres características. Que los diferenciaban, entre sí. Que era el precio, la calidad de los productos, y la arquitectura del anillo. Siendo la calidad, y el precio más bajo. Los, de los productos. Vendidos, en el anillo exterior. Mientras. Que los de mejor calidad, y más alto precio. Se vendían, en el anillo central o, centro de la ciudad. Para, accesar. A cada uno, de los anillos. Se debía cubrir, una cuota de admisión. Que, aumentaba. Dependiendo, del anillo. Al que se quisiera, ingresar.

De manera, inmediata. Kai, se acercó. A una, entrada. Que se encontraba, en la muralla. Dicha, entrada. Era, resguardada. Por dos, fornidos guardias. Que, vestías. Armaduras cuero, y placas de metal. Los cuales, cargaban entre sus manos. Armas, de energía. Parecidas, a rifles laser. Ellos, pertenecían. A un grupo. Conocido. Como los mercenarios de Roxt. Una de las cuatro, fuerzas principales. A cargo, del control. De Ocreen-3. Su territorio, principal. Era, precisamente. El Mercado de Repuesto. Siendo, los encargados. De gestionarlo, y mantener el orden.

— ¡Alto, ahí— soltó, uno de los guardias! Apuntándole a Kai. Con, su arma.

— ¡Identificación! — expreso, el otro.

—Si— Kai, levanto su brazo. En su muñeca, estaba un reloj cuadrado. Muy similar. Al que Dreikus, había usado. En la bahía, de aterrizaje. Para firmar, su identificación. Estos, eran. Brazalete, de identidad. Eran otorgados, por la Unión Terrestre. Y estaban, vinculados. Al ADN, del usuario. Además, de servir. Como medio, de identificación. Contaban, con una cuenta bancaria personal. Y otras funciones.

—No, te mueva— el guardia. Que solcito, su identificación. Se acercó a, el. Tomando de su cinturón, un escáner. Y lo colocó, sobre el reloj. A continúan. Desde, el escáner. Se proyectó, una imagen holográfica. Con los datos, de Kai.

Nombre: Kai

ID: 1004D4511KL

Edad: 13 años

Ciudadano: Clase F

Trabajo: Aprendiz de Recolector

Plante Resídete: Ocreen-3.

Asentamiento: Mercado de Repuestos

Raíz: Nivel 1(mutación), Elemento: Normal, Puntos de afinidad: 100(mutación: x2)

—Bien. Ya que eres, residente. El costo, serán 1200 créditos.

— ¿Subió, el costo de admisión? El mes, pasado. Solo eran, mil créditos— le pareció, excesivo. El aumento, en la cuota. De la venta, del metal. Había ganado, 17 mil. Y ya, haba gastada. 2 mil. En el transporte. Si no administraba bien, su dinero. Quedaría, en la quiebra—

— ¡Paga, o lárgate! — El guardia, fue contundente. Con su comentario.

—Pagare— coloco, su dedo en el reloj. Navego, por la interfaz táctil. Y fue a su billetera, digital. Activo, la opción de transacción. Y coloco, el monto. Luego, extendió su brazo. Al ver, esto. El guardia, extendió se brazo. En él, se encontraba otro reloj. Segundos, después. Ambos chocaron, muñecas. Por un instante. Y la transacción. Se realiza, con éxito.

—Puedes, pasar. Espero, que recuerdes las reglas— señalo, el guardia.

—Las, se.

Si hay un problema, en el interior de una tienda, o negocio. Las guardias, actuaran. Ya seas. Para arrestarme o, defenderme. Dependiendo, quien sea el dueño, y quien sea el cliente

Los guardias. No se meten, en disputas callejeras. Si me atacan, o intenta asaltarme. No intervendrán. Y tampoco, intervendrán. Si mato a, quien intente asaltarme.

3.Ninguna tienda, está obligada. A realizar, devoluciones. Uno debe, verificar. el funcionamiento, de los productos. Antes de comprarlo.

El uso de armas de fuego. Está prohibido, en el mercado. Salvo, para los mercenarios de Roxt. Cualquier arma, que se compre en el mercado. Estará, desactivada. Y únicamente, se podrá probar. En el campo de tiro, de los mercenarios de Roxt. Por una cuota.

Nada de lo que se vende, en el mercado. Tiene garantía. Se recomienda, discreción al comprar.

No se pueden vender drogas, y tampoco, carne humana.

Y 8. Si mueres, en el mercado. Tu cuerpo, así como tus posesiones. Al momento, de la recuperación del cuerpo. Pasaran a ser, partencias. De los mercenarios de Roxt

—Son todas ¿O me falto, alguna? – Pregunto, Kai.

—Si. Se agregó, un nueva. La semana, pasada— Dijo, uno de los guardias.

— ¿Cuál? —

— Toque de queda. A partir de las 11. Ningún negocio, pude estar abierto. Después de esa hora. Y cualquier, transeúnte. Al que se le vea, caminando. Después, del toque de queda. Sufrirá una multa. De 4 mil créditos.

—Bien, gracias. Qué bueno, que me lo dijeron— sin más, avanzó. Pasando a, un costado de los guardias.

Después. De que Kai, se fue. Uno, de los guardias hablo. — ¡maldición! —

— ¿Que sucede? —

—El bastardo. Solo transfirió, mil créditos— expreso, molesto.

—Vamos, tras el—

— ¡¿Que?! ¡Y abandonar, nuestros puestos! ¡¿Quieres que nuestro superior, nos castigue de nuevo?!

—Entonces ¿Qué hacemos? —

—Déjalo, pasar. La cuota. Siguen siendo, mil créditos. Si vamos, y lo arrestamos ahora. Cuando, nuestro superior. Investigue, el incidente. Tendremos, que devolver. Todo el dinero, adicional. Que hemos estado, robando ¡Diablos! Pensé, que caería—

—La próxima vez. Debemos, verificar la cantidad. Antes de dejarlos, pasar—

—No me digas, Sherlock ¿Cómo se te ocurrió, esa idea? No se te valla a, quemar. Tu única, neurona.

—Vete al demonio—

— ¡Cállate! Viene, otro incauto — el guardia, sonrió; maliciosamente. Al ver que se acercaba, otra persona.

Mientras, los guardias. Continuaba, robando a las personas. Kai, caminaba. Por las calles, del anillo exterior. Dando, un ligero vistazo. A tiendas, y vendedores callejeros. Que exponían, sus productos. A plena luz del día. Saltaban a, la vista. Rápidamente. Integrados, viejos o, dañados. Que llamaron, la atención de Kai. Quien comenzó a, comerciar. Sin imaginar, que el mismo. Había llamado, la atención. De tres, matones. Que lo vieron, entrar. Desde fuera, al anillo exterior. Como parecía. Alguien, sin mucha fuerza, y con algo de dinero. Decidieron, que iban asaltarlo. Ahora, solo estaban esperando. El momento, justo. Para, atacar.

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