Capítulo 15

—Diane no es que este en contra de contemplar tu hermoso rostro, pero creo que deberías curar también a Kaal —digo apenado.

—¡Lo siento!

—Oye Tristán.

—Ni se te ocurra decir algo Adahir —digo irritado—. Mejor ayúdame a levantarme.

Adahir acercándose me toma del brazo derecho y agachándose acomoda mi cuerpo sobre su hombro para levantarme.

—¡Tristán es sorprendente que puedas pelear a la misma altura de uno de los mejores espadachines del mundo! —me dice emocionado Lance.

—Tu estudiante no pelea tan mal después de todo Kuradel —comenta Freya.

—Lleva aprendiendo arte de espada desde los 5 años y si hubiera peleado estando en su mejor momento hubiera derrotado a Kaal —responde Kuradel molesto.

—No creo…

—Siendo sincero si me hubieses derrotado en un combate de espada si estuvieras bien.

El rostro de Alice al escuchar que su hermano Kaal admitiese que lo hubiera derrotado de no ser por mi estado físico es impresionante, de hecho, nunca había visto un rostro enojado tan lindo como el de ella.

—Tristán deberías usar otra playera —menciona Kuradel lanzándome una playera.

—Deje voltearme para que no se vaya a emocionar Alice —digo entre risas.

—Tienes suerte de que te necesitemos vivo, porque si no ya estarías muerto —me responde irritada Alice.

Volteándome retiro mi playera y me pongo la otra, volteo a ver los demás y el rostro de Alice está completamente en rojo, intento hacer contacto visual con ella, pero simplemente voltea hacia otro lado y se dirige hacia su padre.

—Me… permite… curarlo —dice tímidamente Diane.

—Adelante.

—Magia de curación, Luz bendita de Ofiuco.

Todos discuten varios temas, pareciese que la comida nunca hubiese pasado, pero ciertamente que pasara con nosotros en el futuro, seguiremos en esta nación o iremos a Ucrania a impedir la liberación de los demonios.

—Se acabó el espectáculo, ahora debo hablarles acerca de su misión en el extranjero 7 Catástrofes —nos dice el Rey señalándonos,

Freya acercándose al monarca saca de uno de sus bolsillos un dispositivo el cual deja caer al suelo y de repente una esfera color azul aparece ante nuestros ojos.

—Eso es…

—Si Lance, eso de ahí es una proyección de la Tierra.

—Sobre el enemigo que están enfrentando los 10 guardianes es un grupo que tiene la intención de liberar el caos en el oriente —explica Freya apuntando a la esfera—. Sin embargo, creemos que el ataque del día de ayer solo fue un ataque de exploración y no tenían la intención de tomar la capital de golpe, pero por las dudas hemos hecho un llamado a los guardianes para que regresen dentro de dos semanas.

—¿Dónde entramos nosotros? —pregunta Zeferino.

—Ustedes deberán recuperar 3 objetos y forjar el arma que destruirá al Caos —menciona Kaal.

Freya vuelve a buscar dentro de su bolsillo, pero ahora saca un tipo de puntero y empieza a marcar sobre la proyección.

—Irán primero a Edimburgo a recuperar Excalibur…

—¡Excalibur! —exclama Alice sorprendida—. ¡Pero no se ha sabido nada de Excalibur desde la guerra!

—Tranquila la espada se encuentra en el Castillo de Edimburgo

—Con que Excalibur —dice calmadamente Zeferino.

—Pero la leyenda no dice que solamente alguien digno de ser Rey solo puede tomarla —digo sarcásticamente.

—Ese es el gran problema, ni siquiera yo he podido pasar la prueba de la espada —dice Kaal suspirando.

—¿Prueba de la espada? —pregunta Nerea.

—Es un encantamiento elaborado por la misma Dríade, el cual, solo superando tu mayor anhelo y temor, podrás superar —menciona Kaal preocupado—. Pareciera que suena como algo fácil, pero es tan real la ilusión que no te das cuenta y sientes un dolor inmenso al fallar.

—Eso es lo de menos en este momento, el siguiente objeto es mas complicado de conseguir y el lugar es muy remoto —nos dice Freya señalándonos la proyección.

—Ese punto es…

—Es el Imperio Arábigo del Oriente Medio, deberán estar ahí dentro de una semana y recuperarán el anillo del Rey Salomón —interrumpe Freya a Adahir.

—Una pregunta —menciona Zeferino

—Adelante —responde el Rey.

—¿Iremos los 7 juntos a todos estos viajes? —pregunta Zeferino.

—En realidad serán 9 los que participaran en estas misiones, su equipo necesita a una curandera y de paso se llevan a unos de los mejores estrategas del Imperio —responde Freya.

—¡En serio Adahir es de los mejores estrategas! —exclama Nuriel.

—Acaso te sorprende que alguien sea mas listo que tú —respondo sarcásticamente.

—En serio en 2 días ya tengo un odio profundo por ti.

—Tristán, acaso quieres que el dinero de tu cuenta bancaria desaparezca —me dice mi maestro sarcásticamente.

Las risas de Nuriel y de los demás son tan notorias como a la vez molestas. Solamente me queda suspirar y quedarme callado, para que ese vejestorio no me quite el dinero de la cuenta.

—Por cierto, los que harán la prueba de la espada solo serán Tristán y Alice, los demás tendrán que esperar a que alguno de los dos pueda empuñar esa arma.

—Hermano…

—Si alguno de ustedes intentara hacer la prueba posiblemente no vuelvan o quedarían mal psicológicamente.

—Tiene que ser verdad para que usted mismo haya dicho que es literalmente atroz —dice Zeferino pensativamente.

—¿Y cuál es el último objeto? —pregunta Diane.

—El último objeto es…

—¡Su majestad necesitan refuerzos en la Confederación Americana! —exclama Freya interrumpiendo al monarca.

—Mierda…sabíamos que atacarían de nuevo, pero no creía que sería tan rápido —comenta Kaal molesto.

—¡Déjanos ir padre…

—De ninguna forma pueden ir, ahora ustedes deben recuperar las piezas para formar el arma que nos salvará —interrumpe irritado el Rey.

—Hagamos esto, ustedes vayan por Excalibur y mientras nosotros detenemos el avance de los portadores demoníacos —menciona Zeferino sacando su Katana.

—Excalibur potencia la magia del que la porte, eso significa que con ella podríamos evitar mas rebeliones por el momento si no me equivoco —menciono.

—Pero la prueba es realmente complicada…

—Es eso o que perdamos mas tiempo peleando y que ellos logren liberar los demonios antes de que nosotros podamos contraatacar —digo irritado.

La situación es completamente tensa, sus rostros están completamente llenos de preocupación y rabia por lo que está sucediendo.

—Magia de espacio, Portal Interdimensional —conjura Kaal.

Un portal aparece enfrente de nosotros y a través de éste se encuentra el Castillo de Edimburgo, una estructura mas grande de lo que pensaba y sigue todavía intacta después de tanto tiempo.

—¡Vayan de una vez y tomen el primer vuelo a la Confederación! —exclama Freya.

—Diane y Adahir los van a acompañar a Edimburgo —comenta Kaal.

Alice, Adahir y Diane cruzaron el portal, mientras tanto todavía sigo aquí y miro a mi maestro de forma seria a lo que después le digo:

—No se involucrará en el conflicto ¿verdad?

—No te preocupes por mí, pero en estos momentos de guerra debo responder como Espíritu Guerrero que soy.

—Tristán vete tranquilo, este vejestorio no participara en aquel conflicto —me dice el Rey.

—Bueno me iré, tengan cuidado los demás y no mueran tan rápido —digo cruzando el portal.

Cruzando el puente logro ver que ya ha pasado mucho tiempo desde que comimos y el combate.

El sol se encuentra en el punto mas bajo que se pueda ver, el cielo combinado con colores anaranjados y morados comienzan a hacerse mas intensos cada vez.

—¡Tristán deja de mirar el cielo y entremos rápido al castillo! —exclama Alice.

Dando un suspiro comienzo a caminar para acercarme a ellos, el tráfico de la ciudad es notable y el ruido es incontrolable, pues estamos en una de las ciudades mas importantes del imperio.

Después de estar caminando y cruzando unas cuantas calles llegamos a la entrada del castillo la cual al vernos nos abren las puertas rápidamente es como si ya supieran de que íbamos a venir. Al entrar al castillo nos recibe una clase de mayordomo de apariencia joven con un bigote demasiado ridículo para estos tiempos.

—Permítanme llevarlos a la sala de Excalibur.

—¿Está aquí en la sala principal del castillo? —pregunta Alice.

—Así es princesa Alice, pero nadie se ha dado cuenta de su existencia desde hace 200 años e incluso piensan que es solo una leyenda —responde el mayordomo.

—Podemos avanzar…recuerden que no tenemos tiempo —digo irritado.

—Entonces síganme por aquí —comenta de nuevo el mayordomo.

Siguiendo al hombre comenzamos a pasar por varios pasillos decorados y llenos de historia, ciertamente es como si estuviera recorriendo de nuevo la residencia de Alice, pero ésta siendo menos elegante.

—Giren por aquí y vayan hasta el fondo, ahí los esperará alguien —comenta el hombre.

—Muchas gracias por traernos hasta aquí —comenta Alice.

—De verdad gracias —dice Diane tiernamente.

—No hay de que es parte de mi labor —nos dice el hombre.

Corriendo por ese pasillo largo y oscuro, llegamos a una sala algo peculiar puesto que no hay nada de seguridad y solo se encuentra una persona sujetando una espada con un trapo.

—Bienvenidos sean princesa Alice y Azote Negro.

—¿Tío?

—No me digas que ese hombre es…

—Si es lo que piensas, ese hombre es Johan Windsor y es el conde del distrito Venus —me interrumpe Alice.

—Ustedes deben ser Diane y Adahir —menciona el conde—. Vayamos a otro lugar para hacer la prueba de la espada.

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