Capítulo 13

Nuestras miradas chocan entre si por unos cuantos segundos y luego cambio la mirada hacia Adahir. Mientras Alice baja las escaleras para llegar a su asiento, Kaal discretamente me da un golpe con el codo riéndose.

—Vi la forma en que miraste a mi hermana —me susurra Kaal.

—Por favor, no comiences con esto —respondo susurrándole.

Alice llega al asiento y me mira por unos cuantos segundos para después cambiar su mirada hacia su padre.

—Padre ¿por qué hiciste esta comida? —le pregunta Alice al Rey.

—Eso lo explicaré en un momento —le responde el Rey.

—Su majestad, la sopa de aleta de tiburón ya está preparada.

—¿Sopa de aleta de tiburón? —pregunto desconcertado—. ¿Cómo diablos encontraron tiburones?

—Tenemos nuestros contactos y solo disfrútala —me dice Kaal.

—Es un platillo que solamente se puede comer una vez en tu vida —me dice mi maestro Kuradel.

La sopa de tiburón en estos tiempos es demasiado rara consumirla por culpa de la guerra de hace 200 años, que provocó que varias especies se extinguieran por la demanda de consumo y los tiburones también se vieron afectados por eso mismo su valor de consumo supera los 20,000 Jullcoins.

Varios meseros comienzan a llegar con varios platos de esta maravillosa sopa, su olor es tan increíble que deja perplejo a mi maestro e incluso Nuriel adopta una cara de sorpresa al presenciar el platillo. Alice ni siquiera se inmuta ante esta delicia y no sería raro, puesto que ella habría comido estas delicias por varios años.

—Joven Tristán, aquí esta su sopa —me dice uno de los meseros.

—Muchas gracias —respondo.

—¿Quisiera que le sirviera una copa de vino? —me pregunta el mesero.

—Tristán, créame que es el mejor vino que podría encontrar en todo el Imperio —me dice el Rey.

—Si lo dice su majestad debe ser real —respondo pasándole la copa del vino al mesero.

Pocas veces tomo vino y las veces que lo he hecho, es cuando me escogieron para el equipo de asalto y la otras veces fueron cuando estaba lleno de soledad.

El mesero retirándose junto con los demás, miro la sopa y tomo una de las cucharas para probarla. Al tomar la primera cuchara la delicia de su caldo cubre por completo mis papilas gustativas de gozo.

—Esto es increíble, sabe mejor que los tacos que me comí antes de venir —digo lleno de gozo.

—Era de esperarse, es sopa de aleta de tiburón —me dice Kaal tomando un poco de vino.

—Padre quisiera saber ¿cuál es la razón de esta comida —dice Alice seria.

—Agradecemos esta comida, pero si quisiera saber también la verdadera razón de esta comida —dice Zeferino bebiendo su copa de vino.

Todos comienzan a decirse las posibles razones de esta comida y claramente el ruido que hacen es demasiado molesto, pero mientras no me metan en esta conversación, seguiré comiendo esta delicia.

—Guarden silencio un momento —dice Freya—. Ya les explicaré yo el porque de la comida y la reunión.

—Si se refiere al ataque creo que ya sabemos quienes lo hicieron —digo dando un suspiro.

—Ya acabaste de comer —me dice Alice.

—Si el plato ya está vació, supongo que sí y será suficiente después de haber comido en Restaurants Benito’s —respondo sarcásticamente.

—En serió comiste en un restaurante mexicano llena de comida grasosa —me responde Alice.

—Aunque no lo creas su comida grasosa es deliciosa —respondo irritado.

—No tiene sentido alegar contigo, mejor explícales quien atacó la capital —me dice Alice.

—Permite hablar al Rey un momento Tristán —dice Kaal.

—Cuando el equilibrio del universo sea roto, el Caos será liberado. El cielo, la Tierra y el Infierno, entraran en la batalla final que decidirá el destino del universo —dice seriamente el Rey.

Todos nos quedamos callados con las palabras del Rey simplemente sabemos a lo que se refiere esa frase y es algo para alarmarse, puesto que es una de las Profecías de Gerald acerca del destino de todo.

—¿Qué tiene… que ver esa… profecía con el ataque de ayer? —pregunta Zeferino todavía impactado.

—Quiere decir que los seguidores de Belial fueron los que rompieron el equilibrio —digo pensativamente.

—¡Seguidores de Belial! —exclama Nuriel.

—¿Cómo fue posible esto? —pregunta Margaret.

—¡No deberían existir ninguno!  —exclama Nerea.

—Tristán ¿por qué no te esperaste? —dice Freya riéndose.

—Tristán…entonces lo que vimos… ayer si era de los seguidores de Belial —me dice tartamudeando Diane.

—Si lo era —digo levantándome de la mesa—. Pero el mayor problema es ¿cómo se rompió el equilibrio del universo?

—El equilibrio se rompió con tu nacimiento y el de Alice —dice Kuradel.

Todos al escuchar esas palabras nos quedamos sorprendidos, Alice y yo somos los culpables de que el universo llegue a su fin a o acaso es una de las bromas de mi maestro, pero en estos momentos de seriedad usar una broma de este tipo, no es su forma de ser.

—El equilibrio principalmente se rompió contigo Tristán —me dice Athatriel.

—¿Quién está hablando? —pregunta Nerea asustada

Todos comienzan a preguntarse de donde provenía esa voz, se miran perplejamente todos mis compañeros y la realidad es que la voz viene en si de mí o mas bien de mi espada.

—Escuchen humanos soy Athatriel y soy un demonio —grita Athatriel—. Soy el demonio de Tristán.

—¿Por qué rayos hablas? —pregunto desconcertado—. ¿Y cómo es posible que pueden escucharte?

—El equilibrio se rompió con su nacimiento principalmente, pero también deberían saber la otra parte de la Profecía.

—¿Cómo es posible que permitan alguien con un demonio? —dice Nuriel señalándome.

—Si permiten a inútiles como a ti, que no me permitan a mí entrar —respondo.

—¿Cuál es la otra parte de la Profecía? —pregunta Alice.

El rey da un suspiro y le hace una seña a Kaal con su dedo a lo cual este se levanta de la mesa y sale de la sala.

—Puede explicarnos algo su majestad —dice Zeferino seriamente—. ¿Por qué si sabía que Tristán poseía un demonio es un Espíritu Guerrero?

—Cuida tus palabras sucio humano, deberías tener un poco mas de respeto por mí.

—Athatriel deberías calmarte.

Esa voz me suena familiar y apuesto a que se trata de él.

—¡También tu Zadquiel! —exclama Athatriel—. Dile mejor quien soy realmente a este inmundo humano.

—Veo que al fin podremos hablar después de tanto tiempo Zadquiel —comenta el Rey.

—Han pasado unos 10 años de la última vez que hablamos —menciona Zadquiel.

—¡No dirás nada o que! —exclama molesto Athatriel.

—Aunque no lo crean, Athatriel no es un demonio, pero tampoco es un ángel. Podríamos decir que pisa entre los dos mundos, pero le gusta imponer miedo y se hace llamar como si fuera un demonio —Explica Zadquiel tranquilamente.

—¿Cómo que no es un demonio, pero tampoco es un ángel? —pregunta sorprendido Zadquiel.

—¿Acaso es un hibrido? —pregunta Margaret.

—Este día si que es demasiado raro —dice Nerea con un suspiro.

—No traten de entenderlo, porque de todas formas no lo harán —explico mientras miro la espada—. Solo digamos que tiene un pie en ambos mundos.

—Padre existe alguna otra razón por la cual estamos reunidos aquí —dice Alice mirando a su padre.

—Esperen solo un poco mas y lo entenderán…

—Padre aquí está el libro que me pediste —interrumpe Kaal a su padre.

No cabe duda, el libro que trae en sus manos es el mismo que usó para contar las anotaciones de Gerald. La habitación completa se comienza a sentarse al ver que el monarca toma el libro.

—Padre recuerda que es la penúltima página —le dice Kaal a su padre.

—El destino del Universo estará en la decisión que tomen los hijos de la luz y oscuridad en el clímax de la batalla —lee el rey.

La sala entró en un silencio profundo al terminar de escuchar la lectura del Rey, nuestras caras de sorpresas son imponentes, pero la sorpresa de Alice es todavía mayo haciendo que su copa de vino cayera al suelo de la sorpresa. Ya esperaba que tuviéramos un papel importante en esta época al ser los únicos con esos dos tipos de magia, pero que fuéramos nosotros lo que tengamos que tomar una decisión que puede definir la misma existencia ya es algo demasiado sorprendente.

Desde tiempos memorables la luz y oscuridad siempre se han tomado como el bien y el mal, pero solo hubo una cultura que no representaba la oscuridad como algo malvado, sino como algo que da equilibrio mismo al universo, haciendo referencia a una pequeña frase que en este momento se puede usar “donde existe luz hay también oscuridad al igual que en la oscuridad hay luz”.

—¿Todavía siguen sorprendidos? —pregunta Freya descaradamente.

—¿Cómo quiere que no estemos así, si el destino depende de nosotros? —exclamamos Alice y yo.

—Estense tranquilos —dice Kaal—. No dejaremos que carguen todo ese peso en sus hombros.

—Supongo que para eso estamos nosotros —dice Zeferino calmado.

—También tenemos el apoyo de los Espíritus Guardianes.

—Quisiera decirte que sí Nerea, pero en realidad ellos están haciendo frente a otros enemigos en Japón —le responde Kaal.

—Kaal ya no los asustes —dice Freya—. Ustedes son demasiados capaces y claramente no los dejaremos enfrentar toda la amenaza solos.

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