Capítulo 11

Mi visión se encuentra toda borrosa y los músculos de mi cuerpo están un tanto tensos, pero ya es mas tolerable el dolor.

—Veo que al fin te levantas, Tristán.

Volteo y miro a un chico de apariencia pálida y pelo castaño, parado detrás de mí.

—¡Adahir! ¿Qué haces aquí? —Expreso sorprendido.

—La puerta estaba abierta, así que decidí pasar y vi que estabas en el suelo, pero no te movías así que supuse que estabas de seguro con Athatriel y pues…

—No des mas detalles —Intervengo—. ¿Por qué rayos no me levantaste?

—Antes que nada ¿Te ayudo a levantarte? —Pregunta noblemente Adahir.

—Espérame un momento —Respondo, haciendo un quejido.

Adahir desde siempre ha sido una persona muy noble, pero realmente su forma de ser es toda la contraria a la mía. Aún no logro comprender, porque me sigue tanto y se preocupa tanto por mí, después de haberme portado en algún momento como un sádico.

—Es como cuando decidiste hacer el pacto conmigo idiota —Me insulta Athatriel.

—¿A quién llamas idiota? —Pregunto molesto y frunciendo el ceño.

—Supongo que ya estás peleando con Athatriel —Dice incomodo Adahir—. ¿Verdad?

Suspiro y me levanto del suelo a lo que después le digo:

—Espérame 5 minutos en lo que me baño y hablamos, porque supongo que no viniste de Marley hasta acá solo a saludar.

Doy media vuelto y me dirijo a la cama donde se encuentra la maleta y tomo un cambio de ropa, para después dirigirme al baño.

Antes de quitarme la ropa, toco el panel de la pared para que se llene la tina de agua caliente como a mí me gusta. El vapor comienza a esparcirse por todo el baño, mientras me quito la ropa rasgada y llena de sangre que usé ayer. Pasando 3 minutos entro a la bañera y suelto un suspiro de lo bien que se siente, olvidando completamente todo lo malo de ayer y incluso que está Adahir en la habitación.

—Por cierto ¿Qué hora es? —Pregunto gritando.

—Son las 11:30 de la mañana. Deberías apurarte, porque el restaurante del hotel cerrará pronto.

—En un momento salgo —Respondo—. Espérame 3 minutos y salgo.

Rápidamente toco el panel y la regadera vuelve a soltar agua, enjugándome lo mas rápido posible para irme a comer.

No duro ni 3 minutos, cuando salgo del baño ya cambiado y voy a donde está Adahir, que por cierto está recostado en mi cama como si nada.

—¡Nos podemos ir ya! —Exclamo desesperado

—¿Te digo la verdad o seguimos siendo amigos?

Doy un suspiro y atraigo mi espada hacia mí y le digo:

—Repite lo que acabas de decir ¡Adahir Lionés!

—El restaurante cerró justamente hace 20 minutos y pues….

—Sabes lo que puede pasar, ¿si toco tu garganta verdad? —Digo irritado.

—Antes que nada —dice Adahir asustado—. ¿Por qué estás usando tu espada con la derecha?

—No tengo idea —digo frunciendo el ceño—. Pero mas te vale que me lleves a un buen restaurante para comer.

—Te recomiendo que no salgas el día de hoy —dice Adahir—. Ve el apartado de noticias de tu celular y verás el motivo.

Saco el celular de mi bolsillo y voy a la aplicación de noticias de Britania, donde salgo en los titulares con varias descripciones acerca lo sucedido ayer y como influí para que la ciudad estuviera a salvo de una gran destrucción.

—Espera un momento….

—¿No te gusta el apodo de Azote Negro? —Me interrumpe, lanzando una pregunta acerca de mi nuevo apodo.

Sigo leyendo la noticia, que no solo habla acerca lo que pasó en la noche, si no también acerca de los combates de presentación.

—¿Cómo fue posible que los reporteros tuvieran acceso a lo sucedido ayer? —Pregunto sorprendido.

—Al parecer hubo un civil que estaba viendo tu combate con ese portador demoníaco y lo subió a las redes sociales, pero hasta hoy en la mañana se volvió viral.

Uno que quiere vivir sin ser percibido y llega un civil a arruinarte esa tranquilidad, es lo peor que puede pasarme y si fuera poco, me dan un apodo de un villano ¿a quién diablos se le ocurre, llamarme Azote Negro? Apuesto a qué Alice se está burlando de mí en estos momentos.

Suelto la espada y me recuesto en la cama boca arriba, para tratar de pensar todo lo sucedido y dejo el celular en la reposadera del mueble de la cama.

—¿Puedes traerme comida Adahir? —pregunto.

—Recuéstate y duerme un poco, yo en unos 20 minutos te traigo la comida —responde Adahir.

Adahir después de decirme eso, sale de la habitación dejándome completamente solo y lleno de dudas.

Ciertamente Adahir está un poco extraño, pero ¿Por qué razón? Venirme a visitar desde el distrito para hablar conmigo es algo demasiado extraño y mas cuando los exámenes para escoger a nuevo representante están cerca. Cada año se hacen dos exámenes para ser nombrados Espíritus Guerreros uno a principios de enero y otro en agosto, para así poder mandar a un representante el día de presentación.

—Tristán, recuerda muy bien que no puedes usar mas del 50 porciento de tu poder hasta que termines el entrenamiento.

—Ya lo sé, pero eso no es importante ahora —respondo indiferente.

—¡Cómo que no es importante! —exclama Athatriel—. ¡Si usas es poder sin antes entrenar, posiblemente morirás!

—Ya entendí —respondo dando un suspiro.

Realmente que me esté gritoneando todo el tiempo en mi mente es cansado, pero lamentablemente no se puede callar con nada del mundo.

—Solo tenlo en mente. ¡Y no… cometas… alguna… estupidez!

Tener un demonio contigo todo el tiempo es en verdad lo mas tedioso del mundo, en veces desearía que por solo un momento me deje vivir en paz, pero después recuerdo que, si no fuera por él, posiblemente yo no podría enfrentar algún enemigo.

Un tono de llamada empieza a oírse, viniendo de mi celular. Tomo el celular y veo que es un número de aquí de esta zona de la Capital.

—¿Quién habla? —Pregunto inseguro.

—Soy Kaal.

Me levanto sorprendido al saber que me está llamando, Kaal

—¿Dónde obtuvo mi numero telefónico? —Pregunto algo sorprendido.

—Eso no es importante…el punto es que mi padre quiere invitar a comer a todos los miembros del nuevo equipo de Asalto a la residencia.

—Espere un momento…

—La comida es a la 1 de la tarde y nuestro chofer vendrá a las 12:45 —me interrumpe Kaal.

—Iré con una condición —digo seriamente—. La única forma de que vaya es que, me acompañe Adahir.

—No hay problema —responde Kaal—. Entonces arréglate y prepárense para que vengan por ustedes.

—Okey entonces lo veremos allá —respondo.

Después de decir eso cuelgo la llamada, vuelvo a recostarme en la cama y pienso acerca de como diablos conviviré con ellos.

Pasaron unos cuantos minutos y mi celular empieza a sonar de nuevo, rápidamente respondo la llamada.

—Tristán, en 2 minutos llego y traigo unos cuantos tacos.

—¿En qué estuvo que fuiste a un restaurante mexicano? —pregunto desconcertado.

—Pues…me dio antojo de tacos y pues… también te gustan los tacos —responde Adahir algo nervioso.

—En veces no te entiendo —digo suspirando—. Te iré abriendo la puerta del cuarto y hablaremos acerca de algo que me dijo Kaal.

—¡Te llamó Kaal!

—Ya te cuelgo —digo.

Cuando cuelgo y abro la puerta, aparece Adahir con los tacos y agitado.

—Se ve que estuviste corriendo, Adahir —digo entre risas.

—¿En verdad te llamó Kaal?

—¿Y si mejor me das la comida? —respondo, quitándole la comida de las manos.

El olor de los tacos es tan increíble y no es para menos, son tacos de una de las mejores sucursales de comida mexicana del mundo.

—Espera Tristán…

—¡No pienso esperar, llevo 1 día sin comer nada! —exclamo molesto.

Rápidamente me dirijo a la cama y destapo los empaques donde están guardados los tacos y empiezo a comer.

—Esto es una delicia —digo complacidamente—. Muchas gracias en verdad y ahora ¿qué querías hablar conmigo.

Adahir se acerca hacia mí, saca su celular y me lo da. Cuando lo tomo, veo un apartado de la misma noticia que ya había visto un artículo acerca de los nuevos grupos de asalto de este año.

—¿Esta noticia ya la había visto? —pregunto desconcertado.

—Lee la noticia en alto a partir de la presentación de los nuevos equipos —dice Adahir serio.

Empiezo a leer el apartado y menciona que ya no habrá exámenes para admitir mas equipos de asalto, sino que a partir de ahora se hará por cursos y que el miércoles de este mes, se presentarán 5 equipos nuevos. Con esto y lo de ayer solo me da entender algo y la verdad no es nada bueno, si están haciendo esto, es para prepararnos por un posible conflicto en el futuro.

—Adahir…

—No te preocupes, ya sé lo que estás pensando y es lo mas seguro —me interrumpe Adahir.

—Esto será una guerra que marcara la nación, pero lo peor es que el enemigo, son personas ya conocidas que habíamos ignorado por mucho tiempo —digo pensativamente.

—Ya lo sé, pero dejemos eso para después, sigamos comiendo estos deliciosos tacos.

Estuvimos comiendo y hablando durante un buen rato, hasta que de repente alguien toca nuestra puerta.

—¿Qué hora es Adahir? —pregunto.

—Son las 12:45 —responde Adahir—. Supongo que es hora de irnos.

Ambos nos levantamos de la cama y nos dirigimos hacia la puerta. Adahir abre la puerta y aparece ante el chofer William con toda su elegancia y dos guardaespaldas bien entrenados físicamente.

—Buenas tardes, joven Tristán y Adahir —dice educadamente William—. ¿Nos podrían acompañar?

Ambos asentimos con la cabeza y empezamos a seguir a William hacia el elevador junto con los guardaespaldas, que nos cubren uno de cada lado.

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