Capítulo 14

La desvergüenza de esta dama es increíble, nosotros todavía seguimos preocupados y ellos solo nos tiran mas piedras para nuestros hombros. Ahora al enterarnos que no contaremos con la ayuda de los Espíritus Guardianes, solamente nos queda aceptar la realidad y seguir las indicaciones.

—Por cierto, Zadquiel —digo con duda—. ¿Por qué dejaste de hablar de repente?

—Recuerda que solamente podemos hablar por tiempo limitado en voz alta.

—Ciertamente no es que nos necesiten en estos momentos y deberías ver a Kuradel —me dice Athatriel soltando una de sus risas malvadas.

Kuradel se levanta de su asiento y toma un poco de aire. Todos en la sala comienzan a guardar silencio como si supieran que algo iba a pasar incluso el mismo rey expresa en su rostro sorpresa al ver levantado a su viejo amigo.

—Kuradel… sucede algo —dice tímidamente el monarca.

—Su majestad si me permite hacer una pequeña petición. Me gustaría pedirle que el joven Kaal tuviera un enfrentamiento con Tristán —dice Kuradel sonriendo.

—Suena interesante, por mí acepto el combate con Tristán —responde inmediatamente Kaal.

—Presenciar un combate entre el alumno de Kuradel y el alumno de su hermano, será interesante ver cual es la capacidad de Tristán —menciona Freya con una sonrisa.

La mirada de Kuradel pasa directamente a mí y hace un movimiento con su ceja para indicarme que va en serio con la petición que le hizo al rey.

—¿Es en serio un combate? —pregunto sorprendido.

—Tienes algo en contra de ese combate.

—No para nada maestro —respondo mirando a mi maestro a los ojos—. Pero todavía no estoy mejor de las heridas de ayer.

—En serio piensas pelear contra mi hermano.

—Es una orden de mi maestro y solo es pelear con la espada no creo que exista mayor problema o acaso te preocupas por mi salud Alice —digo descaradamente.

—No empiecen a pelear entre ustedes por favor —comenta apenado Adahir.

—Salgamos de esta sala y veamos que tan bien domina la espada Azote Negro.

—Opino lo mismo Margaret —comenta Nerea—. Será una batalla interesante.

—Bueno entonces es hora de transportarlos ahí —dice el rey.

El rey chasqueando sus dedos nos lleva a una arena de combate repentinamente y por lo que logro ver estamos bajo tierra podría decirse como unos 50 metros bajo la residencia. Lo que mas se nota es una estructura de metal que va desde abajo hasta el techo de la arena, podría decirse que es el elevador si lo pienso lógicamente puesto que no hay ningunas escaleras y dudo que todo el tiempo el padre de Alice estuviera transportándola cada rato a su antojo.

—Su majestad usted usa magia de transporte o me equivoco —digo con curiosidad.

—Estás en lo correcto mi primera magia es de transporte y ciertamente no hace nada para combatir…

—Bueno no es necesario que cuentes tus historias deprimentes —interrumpe Kuradel—. Prepárense ustedes dos para pelear.

Ambos nos alejamos 10 metros de los demás y nos preparamos para comenzar con esta batalla de habilidad. La espada que tiene Kaal es de un filo realmente impresionante con una gema roja donde inicia el filo de esta, su espada impone respeto y poder, pero también te deja con miedo puesto que no sé como funciona su habilidad pasiva de tiempo y no conozco la habilidad del hombre mas fuerte de la nación.

—No pienses en limitarte Tristán —me dice Kaal sonriendo.

—Esta será una batalla que recordare por mucho tiempo y no será por mi derrota —digo egocéntricamente.

—¡Comiencen! —grita Kuradel.

En un parpadeo comienzo a recibir estocadas de su espada sin parar, trato de bloquear cada una de ellas, pero realmente es imposible para mi ojo reaccionar a su gran velocidad y por si fuera poco no demuestra ningún punto ciego.

Su habilidad es digna de coronarlo como el número de nuestra nación y posiblemente de todo el mundo es como fuera uno con la espada, pero no puedo quedarme atrás, yo no he mostrado nada aún.

—¡Ahh! —grito lanzando un ataque.

Paso de estar defendiendo a la ofensiva en un solo instante, pero sé que no es suficiente y debo seguir atacándolo mas. Rápidamente comienzo a atacarlo sin para de todos lados y el comienza a hacer lo mismo; ahora los dos estamos atacándonos sin parar haciendo que los demás no puedan ver nuestros movimientos de la gran velocidad que tienen nuestros ataques, simplemente ahora yo tampoco puedo ver los ataques de Kaal. Es como si el estuviera lanzando un ataque un milisegundo antes que yo o eso es lo que logro percibir.

—Veo que estás siguiéndome el ritmo.

—No es que te lo este siguiendo, sino solo respondo por instinto —respondo serio.

Esa es la realidad, solamente puedo responder por puro instinto porque ni siquiera puedo ver sus ataques para contrarrestarlos a tiempo.

—¿Cómo es posible que pueda responder por instinto? —pregunta desconcertada Alice.

—¡Es completamente imposible que alguien por instintos pueda combatir a esa velocidad y no recibir daño! —exclama Nerea.

—¿Adahir por qué no estás sorprendido? —pregunta Diane tímidamente.

—Supongo que será porque ya conozco lo que está haciendo en estos momentos y realmente no es sorprendente cuando ya conoces su habilidad —responde Adahir.

—¿Habilidad?

—No te puedes distraer en una pelea —digo estocándolo en su brazo.

Kaal rápidamente retrocede tomándose el brazo izquierdo después de recibir mi ataque que en realidad iba al costado, pero ya es ventaja que pueda haberlo tocado y herirlo levemente.

—La habilidad que tiene Tristán viene de familia y se llama Break of Limits —explica mi maestro—. Esta habilidad le permite agudizar sus 5 sentidos al máximo punto por un cierto tiempo.

—Con que me jugabas esa carta, por eso mismo pudiste igualarme y dañarme, incluso al yo lanzar mis ataques un milisegundo antes de que lo pudieras ver.

—Tu habilidad pasiva te permite lanzar los ataques antes de que pueda reaccionar usando la vista, pero mis otros sentidos y mi mismo cuerpo reaccionan antes de que tu ataque impacte conmigo —digo sonriendo.

—Mira detrás de ti —comenta Kaal.

Lo primero que hago es brincar al escuchar esas palabras, pero al parecer no había nadie e incluso ahora enfrente de mí no hay nadie.

—Debí decir arriba, perdón

—¡Cómo…

No alcanzo a terminar de decir cuando Kaal me golpea con su espada en mi hombro dejándome caer completamente al suelo, el impacto fue completamente doloroso, pero todavía es mas duro el dolor de la herida que me provocó ese ataque.

—¡Ay como duele! —digo apenas levantándome con dolor.

—Seguirás peleando Tristán o prefieres que te curen.

—No importa si tengo que pelear con los dientes Kaal, te daré una batalla la cual nunca podrás…

No termino de completar la frase cuando caigo al suelo. Intento levantarme, pero es completamente inútil, me estoy desangrando y todavía sigo estando débil por lo sucedido ayer, como fue que se me ocurrió enfrentar a Kaal en estas condiciones.

—Fue un gran combate, lastima que todavía seguías afectado por ayer…

—¡Kaal! —grita Alice.

—Supongo… que esto… fue un empate —digo temblorosamente.

—No esperaba menos de ti, lograste hacer que me hincara y reposar en mi propia espada para no caerme —menciona Kaal con una risa en su rostro.

Realmente por mas que intente moverme no lo puedo hacer en estos momentos la sangre que estoy perdiendo es demasiada y eso es realmente malo, sino tenía anemia por la perdida de sangre de ayer con la de hoy estoy seguro qué si tendré una anemia que tratar.

—Diane ve a curar a Tristán —exige Freya preocupada—. Este chico está perdiendo sangre a chorros.

Cierto un gran charco de sangre nace de mí y con lo que dijo Freya supongo que estoy perdiendo mas sangre de lo que creía.

—Magia de curación, Luz bendita de Ofiuco.

En cuestión de segundos mi hombro se recupera y la sangre perdida no deja rastro alguno en el suelo es como si toda esta hubiera regresado a mí. Solamente alguien que tenga de espíritu a Ofiuco podría lograrlo y en serio esta dama tan tímida fue la que Ofiuco escogió como su portadora.

Veo el rostro pálido de una bella dama que demuestra tranquilidad y paz, sus ojos rojos carmesís muestran una gran belleza viéndolos desde mi perspectiva.  Poco a poco me levanto del suelo y veo como todos están sorprendidos por el resultado de la batalla.

—Tristán… entonces está a la altura de un Espíritu Guardián…

—Antes de que opines algo Margaret, analiza bien el combate —interrumpe Freya—. Tristán se combatió estando en malas condiciones y Kaal no es el mejor en habilidades de espadas.

—¡Kaal no es el mejor en habilidades de espada! —exclama Nuriel.

—Mi hermano es fuerte, pero no es el mejor usando la espada, si el se enfrentara a mi cuñada perdería completamente en un combate de espada.

—Mi prometida Amelia tiene el mejor dominio de espada de todo el Imperio y posiblemente de todo el mundo —menciona Kaal con dolor.

—Amelia…no estará hablando de la súper modelo y noble de la casa de los…

—Así es Tristán, ella pertenece a los Dominicks y desde pequeña ha entrenado su habilidad, ni siquiera yo le he podido ganar en un combate de espada usando —me interrumpe Kaal.

El sentimiento de sorpresa invade todo mi cuerpo, quien diría que el mejor espadachín del mundo sería una mujer que puede derrotar en un combate al hombre que tiene dominio absoluto del tiempo y espacio.

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