Tal Vez...¿Será?

CAPITULO 10

EMMA.

Llego el domingo, hoy sería un día especial para Zoe. A pesar de un viernes por la noche complicado, ya que no podía creer que Sebastián viva enfrente nuestro, y que Zoe haya sido demasiado amigable, al punto de haberlo invitado al club, espero que se haya olvidado.

 Luego vino el sábado, y otra vez cometí el error de contarle a mis amigos sobre lo ocurrido la noche anterior, no disimularon para nada el intercambio de miradas y las risitas que salían a cada momento, además que le preguntaban a Zoe como le había caído “el amigo nuevo de mamá”, ella al principio les dijo que era un cliente, pero Homero, se le acercó y le dijo despacio, además de cliente, es el nuevo amigo de mamá…

-HOMERO, te escuche, no le digas tonterías a la nena…

El me pedía disculpas, pero luego le indicaba a Zoe de que si era mi amigo, me canse de discutir, tampoco me voy a pelear, son mis amigos, mis socios y tengo que aceptarlos tal como son, así como ellos lo hacen conmigo.

Pero lo peor fue a la noche, apareció Sebastián, nuevamente, así que le pedí a Homero que se hiciera pasar por mi novio, no iba a quedar ninguna duda, pero fue un enorme error…

-Buenas noches a todos, Emma, vine a buscar el auto y aprovecho para llevar algo para comer.

-bien voy a ver que puedo ofrecerte.

Voy adentro y me acerco a Homero.

-Ahora salgo y vos me decís que hay para comer, pero me llamas “amor”.

- uh, llego la hora de mis servicios...Ok, estas segura?

-Segurísima. Tengo que terminar esto.

Salgo, ya anticipándome en la desilusión que se llevaría Sebastián cuando viera que tengo novio.

-ya me dicen que hay para que lleves.

-muy bien, que bueno que ya podamos hablar sin formalidades.

-Ajam…

Sale Homero.

-Amor, hay matambre al horno con papas Noisette.

-Gracias mi vida, bueno Sebastián, lo escuchaste, te gustaría llevar eso?

Yo no quitaba mis ojos de él, quería ver su decepción, cuando me hace señas a que me acerque y mira hacia todos lados, como que iba a decir un secreto.

-Vos Emma, queres hacerme creer de que Homero es tu novio?

-Eh?, porque “querría” hacer eso?, aunque de hecho él es...

-Me preocupa Emma, porque a no ser que Homero sea bisexual, la semana pasada vi cómo le partía la boca a ese hombre que lo viene a buscar en moto cuando cierran.

Yo cierro los ojos, quería que las baldosas se abrieran y hundirme hasta aparecer en China. El pareció darse cuenta de mi engaño.

-Emma, Emma, ahora me vas a tener que aceptar una cita, ese tipo de cosas no se hacen….

- Tampoco fue para tanto

-oh, sí que lo fue, y si no me aceptas salir a tomar algo, voy a la vereda a gritar que aquí mienten.

-Es en serio!?

-Muy, siento que me duele aquí, en mi corazón, creí que estábamos avanzando.

-Increíble...Ok, pero me vas a tener que dar tiempo, yo no soy de salir con nadie.

-2 semanas…el viernes que viene, no, pero el próximo, en vez de venir a pedir comida, vendré a buscarte a la salida.

En definitiva, aquí estamos, por ahora no tengo que preocuparme por la cita, pero tuve que aceptarla, sinceramente lo mío estuvo horrible o al menos no salió como esperaba.

 Voy a despertar a Zoe, que hoy lo hará más fácil, ya que estaba esperando muy ansiosa este día.

-Buen día amor, llego el gran día

-buen día mami, voy al baño y me ayudas a cambiar.

-Obvio bebé, aquí te espero.

Mientras ella está en el baño, voy buscando el equipo de futbol, su camiseta tiene el número 8. Ella vuelve corriendo y empiezo a cambiarla.

-Mami, a vos te gustaría que ganemos?

-claro que sí, pero si pierden no cambiaría nada.

-Pero yo quiero ganar, también jugar bien.

-A ver mi vida, podes jugar muy bien y podes perder, podes jugar muy mal y ganar, es un juego, no tenes que demostrar a nadie nada, es competir sanamente, y luego pasar un hermoso día.

-No te va a desilusionar si pierdo?, seguro que si tuviese un papá, me exigiría ganar.

- para nada mi amor, jamás me desilusiona lo que hagas, al contrario, estoy muy orgullosa de vos, pero, ¿quién te metió estas ideas?

- mis compañeros dicen que sus papas están siempre diciéndoles que son campeones y que tienen que dejar todo en la cancha.

-Bueno, no es así, es como te dije antes, lo importante es competir y divertirse. Eso explica un poco tu pregunta de los otros días, vos no tenes un papá que te exija nada.

-Igual quisiera uno, así me exige y vos te pelearías con él porque no lo haga.

-Ah, pero sos una pilla, te gustaría que mamá y papá pelearan?

-Si es por mí, sí.

La tiro a la cama y le hago cosquillas.

-Sos una manipuladora, no se a quién saliste.

Ya estábamos en el club, Zoe fue con su equipo y entrenador y yo había acaparado un buen lugar en la tribuna, para esperar la llegada de Marita y Homero. Al rato llegan todos, incluido Nacho y Fernando, que le suspendieron el viaje.

-Al fin llegaron, ya está por empezar el partido.

-Ay, amiga, faltan 15 minutos.

-Marita, decime que trajiste el mate, yo me lo olvide, con todo esto de Zoe.

-Obvio amiga, pero que olvidadiza estas últimamente. Verdad?

- sí, y como siempre le echa la culpa a Zoe, seguramente no fue porque su cabeza esta patas para arriba con la llegada a su vida de cierto personaje, por cierto, todavía tenes una cita por delante…

-Nooo, consiguió una cita con Emma?

-Así es Nacho, todo porque quiso hacerlo creer que yo era su novio. No te puedo decir las cosas que le dijo al respecto, esto es para contar una noche de amigos.

Todos empezaron a reírse.

-es el campeonato de Zoe, por favor no lo arruinemos con ciertos temas que por ahora no quiero comentar.

- Sí, creo que es lo mejor, ya que veo venir al tema.

Miro hacia los pasillos de la tribuna y no lo puedo creer, Sebastián viene hacia nosotros, mientras se disculpa para pasar entre los demás asistentes. Además que esta hermoso, así vestido con ropa deportiva, lo acompaña una sonrisa que quita la respiración.

-Buenos días a todos, creí que no iba a llegar. Donde me siento?

Veo como Marita y Homero le hacen señas a sus respectivas parejas y todos se corren hacia un costado, dejando un espacio a mi lado, no sé en qué momento se convirtieron en mis enemigos. El como siempre, sin ningún tipo de timidez o algo parecido al decoro, se sienta a mi lado, me mira, yo lo miro…

-Hola Emma, seguramente pensaste que no vendría.

-Tengo cosas más importantes en que pensar Sebastián…

-Me imagino, ahora que me acuerdo, me dijiste que tenías que pensar en nuestra cita.

Lo vuelvo a mirar y me guiña un ojo, no quiero ni enterarme, pero debo estar colorada como la capa de un torero, yo vuelvo mi vista hacia la cancha donde estaba Zoe, cualquier cosa, le echare la culpa al sol por mis colores, comienza el partido, no volví a mover la cabeza hacia ningún otro lado.