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Bailando Con El Peligro

Bailando Con El Peligro

Status: En proceso
Genre:Amor tras matrimonio / Intrigante / Mafia / Malentendidos / Traiciones y engaños / Reencuentro
Popularitas:680
Nilai: 5
nombre de autor: Hanna Touchi

Dentro de lo más profundo de esta sociedad, existen males que le hacen bien al mundo, sin embargo, su simple existencia envenena a todo el que la toca.

Mas allá de la vida cotidiana, este mundo consagra distintas plagas, una de ellas ha logrado atrapar a Killian Inagawa en una red de dulces mentiras superpuestas por ¿su prometida?

NovelToon tiene autorización de Hanna Touchi para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Un Secreto a Voces

Para ser franco, no tengo idea de en qué momento me quedé dormido, probablemente haya sido después de recordar una y otra vez la sensación de tener la respiración de Laila tan cerca de la mía, sin embargo, no quería despertar ahora mismo.

Soy consciente de que no estoy despierto, pues lo que tenía ante mí jamás regresaría por más que rogase al cielo porque devolviese el tiempo… No importa cuánto ofrecí mi propia vida por tener otra oportunidad de cambiar su destino, el tiempo no se detuvo desde entonces.

–¿Qué haces ahí de pie?

Suelta una voz suave tras mi espalda. Una voz que pensé haber olvidado después de tantos años.

No me lo pienso un solo instante y volteo a verle. Sus ojos oscuros al igual que su cabello algo despeinado como acostumbraba a llevarlo. El cansancio se nota en su mirada, sin embargo, su sonrisa calma mis ansias.

Realmente no puedo contenerme por más tiempo y me abalanzo a su alcance.

–Papá…

Balbuceo conteniendo un nudo en mi garganta en cuanto le alcanzo. Su abrazo era cálido, tal y como lo recordaba.

–Has crecido mucho – Responde, despeinándome el cabello, tal y como hacía cuando tenía 3 años – ¿Has sido bueno?

Su pregunta me hela la sangre. ¿Bueno? … Claro que no. Me convertí en un miserable que le arrebata la vida a todo el que se le cruce en su camino y ahora ¿Qué soy? El reemplazo de ese maldito asesino que me arrebató a mi mayor estabilidad.

–Killian …

La voz de mi padre me deja estático. Reconocía ese tono. Magullado y sin aliento, el mismo que usó al ser asesinado por Pier Miwra.

Bajo la mirada lentamente. Las manos me tiemblan sin control, pues sobre ellas yacía la sangre de mi padre, quien me observa con esa sonrisa paternal que te acobija de todo peligro.

–No. No. No – Suelto en un intento de contener la herida que le había provocado en el abdomen con una daga – Yo te juro que yo no…

Las palabras no salen de mi boca. ¿Yo no qué? ¿Yo no tenía la intención? ¿Yo no esperaba hacerte daño? Jamás heriría a mi padre y él lo sabe, es consciente de ese hecho, pero en lo más profundo de mi pecho sé que ahora estaba tomando la línea sucesora de su asesino y, en consecuencia estaba aceptando sobre mis manos la sangre que derramó con toda intención.

–No te atormentes. No estás solo

Siento por última vez sus manos revolviendo mi cabello hasta que me despierto, sobresaltado por la situación.

–Qué mal jefe, tu maravillosa prometida lleva toda la mañana tomando el mando en tu lugar ¿y qué hace la cabeza del clan?

Se burla Iker sentado en la silla del monito. Le observo con fastidio, pues continuamente tenía la mala costumbre de escabullirse a mi habitación de esta manera puesto que detesta dormir sin compañía, así que viene a desesperarme la existencia a sabiendas de que conciliar el sueño era algo que no solía hacer.

Me levanto, algo desorientado por el cambio de escenario que había vivenciado de un segundo a otro. Aún podía sentir el tacto de mi padre sobre mi cabeza. Esa sensación cálida me hacen añorar por alguna razón a Lilith.

Tenía que encontrarla y esperaba que fuera convida, de lo contrario jamás me lo perdonaría. Suelto un suspiro, cansado perseguir una vida que se escapa continuamente de mis manos.

Una risilla resuena en mi mente como un dulce soneto. Suelto una sonrisa sin pensarlo. Sabía que ella había dejado secuelas en mí desde que la conocí, pero hasta este momento puedo entender de donde viene esa tonalidad que aparece cada que un cambio en mi personalidad se produce.

–¿Dónde está Laila?

Pregunto rápidamente, cambiándome el traje por uno negro con chaleco sangre toro. Aquel que el viejo me había comprado para presumir a su hacker ante uno de los clanes de la mafia hace un año. Ahora que debía reformar este lugar, me gustaría empezar dándole un mensaje a aquellas personas que creían ocultarse de mi mirilla con facilidad.

Salgo de la habitación, haciéndole señas a Iker para que me siga, el cual no se rehúsa y con su sonrisa burlesca me sigue sin cuidado alguno.

–¿Así que te vas a poner manos a la obra?

Completa, observando cómo acomodo la canana a mi cintura. Ya sabía que me leía como un libro abierto, pero era aún más perspicaz que el mismo Einar. Siempre había sido alguien que se fija en cada detalle y eso era justamente lo que necesitaba en una persona de confianza.

–Ya dormí lo suficiente. No puedo dejarle todo el trabajo sucio a mi prometida, ¿no lo crees?

Suelto, topándome cara a cara con Ethan, quien me observa con su característica personalidad calmada y una mirada fría. Iker por su parte se acerca a este hombre y le pasa el brazo por sobre los hombros.

Aquella vista era como una comedia floja. Ambos contrarrestaban bellamente en todo sentido.

–La Durga le espera en el despacho… –Suelta, ignorado el parloteo de Iker – jefe.

Escupe esta última palabra como si le costase lágrimas de sangre, no obstante, puedo notar un ligero tono de ironía en su voz, uno que me obliga a soltar un resoplido burlón.

–Será mejor que no te muevas de este lugar. Hay personas en las que aún no confío.

Completo, dejando al aire la orden. Ambos me observan calladamente hasta que ingreso al despacho, donde encuentro a Laila leyendo cada documento con suma elegancia.

Traía su cabello negro recogido con un caimán dorado. Su ropa llama mi atención pues era la primera vez que la veía con un conjunto así. Se trataba de un traje de etiqueta femenino que lejos de hacerla ver masculina, acentuaba sus curvas.

–Así que ya estás despierto, cariño.

Suelta burlándose de mí. Por alguna razón no me agradaba que quien me haya dado esas palabras al despertar haya sido Iker, si tuviese el poder de elegir, ciertamente cambiaría a ese idiota por esta mujer y su instinto de manipulación.

–Anoche no tenía mucha energía – Suelto acercándome a ella – Gasté mucho pensando en algo.

Laila me observa directamente a los ojos con una expresión aniñada y, por primera vez en mi vida entiendo la expresión de sonreír con la mirada.

–No podrás soportar nada más atrevido que eso entonces.

Completa, finiquitando mi intento por hacerla caer en mi manipulación.

–¿Qué estás observando?

Le pregunto, tomando los papeles que había dejado sobre el escritorio.

–Papeleo que Einer dejó al descubierto. Tal parece que nuestra querida rata de alcantarilla tenía muchas más cosas turbias que esperaba esconder del ojo de la mafia.

Observo cuidadosamente el contenido, encontrándome con transferencias a distintas cuentas bancarias, cada una con cifras considerables.

Lo más curioso era la razón de cada transacción. Tan solo se encontraban acrónimos…

–Estos no pueden ser acrónimos – Suelto en voz alta, llamando la atención de Laila.

–He estado intentando descifrar de qué se trata, pero por más que lo intento no puedo entenderlo.

La seriedad de su voz me da a entender que nuestras sospechas podrían ser un gran dolor de cabeza, pues no cualquier negocio de la mafia se tapaba con tanto esmero.

–Son iniciales.

Afirma una voz masculina, ingresando sin previo aviso a la estancia. Rápidamente, Ethan e Iker apuntan con sus armas a Jairo, quien levanta sus manos en señal de rendición.

–Tranquilos, he venido desarmado – Confiesa, observándoles de reojo y mostrando su canana vacía – Tan solo quiero ser de ayuda.

Ethan observa a Laila, quien le ordena con una señal bajar el arma a lo que obedece como fiel perro guardián, contrario a Iker, quien parece sumamente precavido de este hombre.

Era lógica su reacción, después de todo Jairo se había asegurado de mantener la vida de Pier Miwra intacta de las formas más despiadadas y traicioneras. Si bien no me agradaba tener a una persona así bajo mi supervisión, era su propia decisión dejar el clan tras mi posicionamiento, cosa que no hizo, y hasta el momento, parece no desear hacer.

–¿A qué se refieres con iniciales?

Suelta La Durga, acomodándose en uno de los sillones en los que tantas veces me presioné a sentarme.

–Son iniciales de personas. Cada una de ellas fue secuestrada y asesinada con la finalidad de extraer sus órganos. El ex jefe siempre fue alguien avaro, así que sacaba dinero por todos los medios posibles, aun si ese terreno no le competía.

Explica, observándome con un ligero ademán de ironía. Buscaba desestabilizarme con sus comentarios, pero esa no sería la forma correcta de hacerlo.

–Así que le estaba sacando provecho al negocio del clan Evans sin su autorización ni convenio.

Analiza Laila, leyendo detenidamente la cantidad de personas inocentes que habían perdido sus vidas para complacer la avaricia de un ser tan repugnante que la mera mención de su nombre trae desgracia.

–Lo mismo sucedía con el secuestro y venta de menores de edad.

Completa, llamando la atención de todos en el despacho. Finalmente, había encontrado lo que estaba buscando, sin embargo, algo en las miradas de Laila e Ethan se vuelven amenazantes, obligándome a mantener la conversación a raya.

–Aunque usted debe saberlo perfectamente, ¿no es así, querida Durga?

Ethan apunta con su arma nuevamente, acercándose a la cabeza de Jairo, quien se mantiene estático, confiado de su propia habilidad. Rio para mis adentros. Este idiota no sabía en lo que se estaba metiendo.

No comprendía del todo sus reacciones, pero no iba a contradecir a mi prometida, así que retrocedo, dándole espacio al tiempo que apunto mi arma hacia él; si se le ocurría mover un solo músculo en su contra, le clavaría un dispara en su ojo izquierdo.

Laila se acerca tanto como le es posible, y con una sonrisa dulce una mirada aterradora toma de su corbata, obligándole a inclinarse a su altura.

–Tienes la lengua muy larga para ser un asesino mediocre – Sentencia, oprimiendo sobre el rostro de su oponente una pequeña daga.

La sangre se escurre lentamente sobre el filo de esta, dándome a entender que con un solo corte a mediana presión podría asesinar a alguien.

–La próxima vez que te metas en donde no te han llamado me encargaré personalmente de mandarte al infierno.

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Angie Villamil
Muerte al viejo!!! 😡
Angie Villamil: JAJAJAJAJAJAJA
Hanna Touchi: JAAJAJAJA siiii, dejenlo morir... a morir a morir que se seque y amorir 🎶🎶
total 2 replies
&-miss chan-&
porfa no tardes en subir los cap
Hanna Touchi: No te despegues, pronto publicaré el siguiente cap. si gustas puedes seguir mi otro libro: Guerreros de Keval, Juro que te va a encantar /Heart/
total 1 replies
Oralie
😃Sigue, me tiene enganchada.
Hanna Touchi: Me encanta! no dudes que continuaré publicando, espera con ansias, pronto subiré el siguiente capítulo /Heart/
total 1 replies
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