QUÉ NOS PASÓ?.

Después de arribar al Orfanatorio, Mauricio y Juliana fueron llamados a la Dirección. Ya no fueron interrogados, al contrario, se les proporcionó toda la información necesaria sobre Briseida. Tiene apenas 5 meses de edad, es muy sana, tiene las vacunas que a su edad deben aplicarse, la marca de la Fórmula láctea, la talla de los pañales. Además, les entregaron el Carnet de Salud. En treinta días, está programada la cita con el Pediatra. Es extremadamente obligatorio cumplir con las citas médicas de Briseida. Se debe estar monitoreando el desarrollo sano de la Bebé.

Una hora después, una trabajadora social, entró a la oficina, llevando en brazos a Briseida, iba profundamente dormida.

Señor y Señora Toledano, buenas tardes, aquí les hago entrega de su hija adoptiva, Briseida Toledano Díaz. Asimismo, una maleta con ropa para la bebé y tres latas de fórmula láctea. Dos paquetes de pañales, biberones, un hervidor de Biberones.

Juliana la recibió con gran emoción, las lágrimas la traicionaron: Ven pequeña mía. Es hora de ir a casa.

Mauricio recibió la maleta, al salir de la oficina, Juliana entregó a la bebé en brazos de Myriam.

Vamos a casa, hijas. Vamos a celebrar la llegada de Briseida a la familia.

Toda la familia va llena de dicha y con emociones encontradas.

Sin haberlo planeado, Juliana y Mauricio, tienen ya, así sin más, un par de hijas más.

Regina y Nayeli, también cargaron a su nueva hermana.

Se fueron en dos taxis, en uno se subieron Juliana, Myriam y Briseida.

En otro, Mauricio, Regina y Nayeli.

Al llegar, recibieron la sorpresa, ahí ya se encuentra Angelina, ella misma preparó comida.

Hay varios guisos, salsas, tortillas, muchas tortillas, refrescos, una botella de tequila, otra de Ron.

Al ver las botellas, Juliana le dijo a su Mamá, que retirara las bebidas alcohólicas. En mi casa, Mamá, ya no se van a consumir bebidas alcohólicas.

Pero hija, a tus hermanos les gusta.

Aquí en mi casa, no Mamá. Nadie lo toma en nuestra casa.

Cuando dices en nuestra casa, a quienes te refieres?.

A Mauricio, a mí y a nuestras cuatro hijas.

Juliana, no crees que te estás precipitando?.

Perdón, Mamá, pero no te entiendo.

Tus hijas son Regina y Nayeli, contestó Venancio, hermano menor de Juliana.

Están muy equivocados, a partir de hoy, nuestra familia creció, somos Padres de Myriam y Briseida. Eso no está en discusión, espero que les quede claro. Regina y Nayeli se acercaron a sus nuevas hermanas y abrazaron a Myriam, que tiene en brazos a Briseida.

Ellas son nuestras hermanas, Abuela. Lamento mucho que no lo aceptes. Pero ahora mismo, ellas son parte de la familia.

Y si no están de acuerdo, les voy a pedir a ti, Angelina y a ti Venancio, que por favor se retiren. Son inaceptables las faltas de respeto a mis hijas. Mauricio lo dijo con toda seguridad.

Nos estás echando?.

Te puedes quedar, pero sin faltarle el respeto a mi familia.

Pero cuñado, yo quiero un tequila.

Está bien, pero aquí ya no puedes beber alcohol. Espero que lo entiendas.

Angelina y Venancio tomaron su suéter y se marcharon, molestos e indignados.

Tengo una plática pendiente contigo, Juliana.

No Mamá, todo está perfectamente claro. Myriam y Briseida, son nuestras hijas, te guste o no.

Es que debiste consultarlo.

Lo consulté Mamá.

Conmigo no.

No tengo nada que consultar contigo, lo hice con mi esposo y mis hijas y todos estamos de acuerdo.

Espero hayas hecho lo correcto.

Claro que lo hice, Mamá.

Algún día te vas a arrepentir de tus errores.

No Mamá, eso no va a pasar. Podré equivocarme, pero no me arrepentirme.

Yo no te autorizo para que uses nuestro apellido con esas niñas.

Ya basta Mamá, el apellido ya lo tienen, y tú no puedes hacer nada para evitarlo. Son mis hijas. Las cuatro.

Angelina se dio media vuelta y salió acompañada por Venancio.

Bueno, la celebración es de nosotros. Así que: a comer.

Si, ya tenemos hambre, dijo Nayeli.

Si, sí. A comer. Que no quede nada, exclamo Regina.

Pues a qué esperamos?.

Y la fiesta de bienvenida a las nuevas integrantes de la familia, siguió.