Tana es una joven de 19 años con una vida como a la de cualquier otro, tiene unos padres que la aman y un hermano menor que a veces puede ser molesto, pero a pesar de que a simple vista su familia se ve como cualquier otra, no es así, ella pertenece una especie antigua, con poderes sobrenaturales que están más allá de la compresión humana, pero esto no detiene a las personas que buscan ese poder para ellos.
Un día su hogar es atacado y su familia es capturada, por lo que dependerá de ella salvarlos, pero no lo hará sola, Donovan, un ex militar, se unirá a su cruzada en busca de salvar a su hermanita, quien tras una confusión también es secuestrada.
En su camino, Tana hará más aliados y descubrirá oscuros secretos, no solo de sus perseguidores, sino también de su propia especie.
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Capítulo 11
Los zorros místicos son criaturas nacidas de la magia y de la naturaleza, tan antiguas como el mundo mismo, los zorros místicos vivieron aislados por cientos de miles de años, creando una comunidad alejados de todo y de todos, en donde vivían en paz con la naturaleza que los rodeaba, pero un día, a su pequeño poblado llego un viajero, un hombre que había perdido el rumbo y se había perdido, este hombre desesperado por no morir, le rogó a la naturaleza que lo ayudara a sobrevivir, la naturaleza, al sentir en corazón puro de aquel hombre lo guío hasta donde vivían los zorros, quienes no dudaron en ayudar al hombre.
Aquel hombre vivió entre los zorros por unos días, hasta que recupero sus fuerzas y pudo volver a retomar su camino, al llegar a su aldea, el hombre no dudo en contarles a sus amigos y familiares, así como a cualquiera que lo quisiera escuchar, sobre las impresionantes criaturas que vivían en lo más profundo del bosque, parte humano, parte animal, los zorros místicos dejaron una gran impresión en aquel hombre, quien había quedado encantado con el poder que estos seres tenían sobre la naturaleza.
Al oír las palabras del hombre, el pueblo se reunió para encontrar a aquellas personas y tras encontrarlas, guidos por ese hombre, el poblado comenzó a adorarlos como dioses, agradeciéndoles pro salvar a su compañero y también intentado ganara su favor para que estos ayudaron al pueblo a sobrevivir, y es que desde hacía unos meses el pueblo tenía problemas y estaban pasando por una gran hambruna que ya comenzaba a tomar vidas.
Los zorros, conmovidos por las acciones de los pobladores, decidieron ayudarlos, por lo que usando los dones que se les habían otorgado, los zorros convirtieron aquel pequeño poblado en una próspera ciudad, y se volvieron los líderes del lugar, siendo amados y respetados por todos.
Con el tiempo, algunos zorros encontraron el amor lejos de los de su especie, emparejándose con los humanos, y es que los zorros tenían una vida mortal normal, es decir que vivían lo mismo que un humano, la gran diferencia erradicaba en su resistencia, ya que los zorros eran prácticamente inmunes a las enfermedades y a la mayoría de los venenos.
Estas uniones demostraron la fuerza de la sangre mágica, ya que los hijos que eran concebidos entre una pareja de humano y zorro, siempre eran zorros místicos, sin que la sangre humana los afectara en lo más mínimo.
Algo más que trajo estas uniones fue lo que con el tiempo se volvería el principio del fin, y es que aquellos zorros que se emparejaban con humanos, temiendo que algo les pasara a sus parejas humanas descubrieron que podían otorgarles parte de sus dones, de esta manera estarían más protegidos. Los zorros compartían sus habilidades con ese ser amando, quien podía usar el poder que el zorro le otorgaba, aunque este solo era una fracción del verdadero poder del zorro, ya que dar todo su poder la vida del zorro correría peligro, además de que eso era imposible, por naturaleza un zorro no se podía desprender de sus dones o al menos eso era lo que creían.
Algunas personas, celosas del poder de los zorros vieron esto como una oportunidad, pero ellos no solo querían una fracción de ese poder, ellos lo querían todo, ya que pensaban que los zorros, siendo bestias, no merecían tales dones, es por eso por lo que este grupo de personas abandono a ciudad buscando una manera de lograr su cometido.
Mientras esas malas personas buscaban la manera de tomar lo que no era suyo, los zorros comenzaron a expandirse por todo el mundo, llevando paz y prosperidad a donde quiera que fueran, comenzando una época dorada para la humanidad.
Así pasaron los años, y aquel grupo de malvados hombres volvió, bajo el nombre de Dief, este grupo entro en la ciudad con un plan, y es que en su viaje encontraron la respuesta que estaban buscando, ahora tenían la habilidad de tomar todo el poder de los zorros para ellos, el único problema era que para hacerlo debían de creer una conexión y esta solo se podía lograr si el zorro al que deseaban robarle su magia les otorgaba un parte de esta, para poder así tomar toda la magia a través de esta conexión.
Para lograr su cometido, algunos de los miembros de Dief, engañaron a unos pocos zorros, quienes tontamente habían depositado su confianza en las personas equivocadas, cayendo presas de Dief, quienes los mataron quitándoles hasta la última gota de magia, y es que sin su magia un zorro místico se marchita y muere. Fue así como nacieron los primeros saqueadores, personas que usaban la magia de los zorros como si fuera propia.
Una vez Dief consiguió un ejército numeroso, atacó a los zorros místicos, quienes, al no esperar el ataque, perdieron ante sus enemigos, quienes, a base de torturas y chantajes, lograron robar la magia de mucho de los zorros, quienes murieron de maneras realmente terribles.
Pero una vez tomaron la magia de la ciudad, Dief comenzó a cazar a los zorros que se habían expandido por todo el mundo, obligándolos una vez más a esconderse y vivir alejados de todo y todos, y es que tras los ataques de Dief, su población se había visto reducida alarmantemente, impidiéndoles hacerles frente a sus enemigos.
- Esa es mi historia, la historia de los míos y de quienes nos persigue – le dice Tana a Donovan una vez que le acaba de narrar la historia de su pueblo.