Mika, la hija del temido líder de la mafia, ha vivido toda su vida bajo el yugo de su padre, quien no solo asesinó a su madre, sino que también la separó de sus hermanos para convertirla en una máquina de venganza despiadada. Su padre tiene grandes expectativas para ella: debe convertirse en la reina de la mafia y llevar su apellido a nuevas alturas, o enfrentarse a las consecuencias más terribles, que incluyen la vida de sus hermanos.
Dimitri, un joven rival que también aspira a ser rey, compite contra ella en un juego mortal donde las alianzas son efímeras y las traiciones son habituales.
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“¿UNA FAMILIA NORMAL?”
MIKA
Las chicas seguían celebrando, pero en un instante Min-ji se detuvo a pensar…
—Espera, ¿en que trabajaste todo este tiempo?, digo no terminaste la escuela, ¿como conseguiste un trabajo y muy bueno al parecer?.
Jeong se volvió a mi y me miro fijamente, mientras mis nervios volvieron, no lo entendía, me entrenaron muy bien, para actuar, seducir, matar, sin embargo ¿porque podía controlar mis nervios frente a ellos?, mis manos sudaban sin parar, me dolía tener que mentir, pero era lo unico que podia hacer para que no me odiaran demasiado.
—Amm, claro que termine la escuela, y trabaje medio haciendo todo tipo de cosas, incluso aprendí algunos idiomas—digo fingiendo una sonrisa.
—Y qué me dices de tu vida amorosa, ¿conseguiste algún cuñado?—dice yeon acercándose a mi.
—Es cierto, ¿lo hicistes?—dice min-ji acercándose también, con una expresión emocionada, pero ¿realmente lo estaba? digo, al igual que yo y todos ella no tuvo vida pero de todos fue la que más sifrio, sin embargo hubiera preferido que no hubiera sufrido por mi culpa, ¿9 años de abuso? su primera vez debió ser algo que ella pudiera recordar toda su vida, pero en vez de ello, fue su peor trauma…
—Si, tienen un cuñado, mañana lo dice conocerán, el vino aquí conmigo y se irá con nosotros.
—¿Hace cuánto que están juntos?—pregunta Yeon pero Jeong se levanta de la camilla, se acerca a nosotras y toma a Yeon por el brazo.
—Deja de preguntar cómo ha sido la maravillosa vida de nuestra hermana, mientras nosotros estábamos en una vida de porquería, y ven dormir—dice obligándola acostarse con él, en la camilla.
—ash, deja de ser tan dramático—dice yeon algo enojada.
—Supongo que dormiré contigo—dice min-ji abrazándome mientras se acomoda bien en la camilla.
No pasó mucho tiempo antes de que se quedaran dormidos, sin embargo no logro conciliar el sueño y decido salir a tomar aire, al salir veo a el sr. xu dormido en las bancas de espera, camino hasta salir del hospital, pero siento una presencia detrás de mi, giro mi cabeza y veo que es min-ji la que me sigue, con la cara pálida del frío.
—¿Que haces afuera?, está haciendo mucho frío, ¿por qué salisteis sin abrigo?—digo quitándome la chaqueta de cuero que traigo y se coloco suavemente sobre sus hombros deseando protegerla del frío que la rodea.
—Temía que nos volvieras a dejar—me dice con lágrimas en sus ojos, lágrimas que el frío se lleva rápidamente—¿Podrías no volver a desaparecer?.
La envuelvo en mis brazos con un cálido abrazo, acaricio su hermoso cabello.
—Eso nunca volverá a suceder; no podrán deshacerse de mí, aunque lo deseen... Debió ser extremadamente difícil para ti. ¿Cómo lograste soportar tanto? —pregunto con voz suave, a punto de quebrarse por el profundo dolor que siento.
—Por que sabia que un día vendrías por nosotros, confíe en ti hasta el final…Por supuesto que te cuestione, a veces te odie, imaginé mil veces nuestro encuentro para que esa esperanza que tenía por que volvieras por nosotros no se apagará y cuando por fin lo hicistes, no pude hacer todo lo que imagine, solo me inundó el hecho de que tardaste en llegar.
—Lo siento.
—No lo dije para que te disculparas o te sintieras mal, solo quería que lo supieras, lo mucho que te espere, y que no perdía la esperanza de que lo harías…Y no te preocupes por lo de ximen, se que el señor que está en el hospital te lo dijo, en realidad no recuerdo nada más que un profundo dolor en mi entrepiernas cuando la droga se me pasaba—me dice mirándome a los ojos.
—Tu…Tampoco te preocupes por él, no lo volverás a ver.
—Por cierto, tu asistente es muy amable, nos dio mucha comida deliciosa.
Min-ji y yo subimos a la habitación del hospital y no pasó mucho tiempo antes de quedarnos dormidas.
Al día siguiente…
—Sr. xu ire a comprar ropa para los chicos, no los deje salir a ningún lado.
—Tenemos mucha ropa en casa, no es necesario—dice jeong quien se acaba de abrir sus ojos después de escuchar lo que dije.
—No regresaran a ese lugar ni de broma, espera aquí con las chicas mientras vuelvo.—respondo caminando a la salida de la habitación.
—Ese antes era tu hogar también, antes de que decidieras irte, ¿por qué?, ¿ahora es demasiado humilde para ti?.—exclama
Me detengo al escuchar sus palabras, pero decido ignorar y sigo mi camino, paso por los pasillos hasta el ascensor, bajo al estacionamiento y subo a la camioneta abajo la cabeza hasta el volante, mientras mis ojos se cristalizan al recordar las palabras de jeong…
Extraño esa casa y añoro los recuerdos que tengo en ella más que nada, pero desde que mamá murió toda mi vida se vino abajo, si ella aun siguiera con vida, tal vez no hubiéramos sufrido tanto, por esa razón no quisiera volver a ver esa casa.
Seco mis lágrimas, y conduzco hasta el centro, estaciono la camioneta en el estacionamiento.
La boutique era un rincón acogedor y lleno de luz, con estanterías adornadas con prendas coloridas y elegantes. El suave murmullo de música ambiental creaba un ambiente relajante mientras yo recorría los pasillos, buscando algo especial para mis hermanos.
Mientras hojeaba una estantería repleta de camisas y pantalones, una blusa de un vibrante color azul llamó mi atención. me acerco, pero al girar la esquina, algo aún más deslumbrante captura mi mirada.
En el centro de la boutique, había 4 maniquíes comprendas unisex
exactamente iguales, pensé en lo mucho que me gustaría ser normal, una familia normal que solo se divierten, viajan, hacen todo tipo de cosas juntos y son tan unidos hasta el punto de usar ropas iguales…
Sin poder resistir la emoción, decidí preguntar a la vendedora sobre el conjunto. Mientras hablábamos, mi mente se llenaba de planes: destinos por visitar, juegos en el camino y recuerdos que aún estaban por crear. Esa ropa no solo era hermosa; representaba una nueva etapa llena de posibilidades.
Al final, salí de la boutique con varias bolsas en mano, sintiéndome llena de esperanza y alegría por el futuro que nos esperaba a mi y a mis hermanos. Había encontrado no sólo ropa, sino también un símbolo de unión familiar y nuevas aventuras por venir.
Me dirigo al estacionamiento, subo al auto y conduzco hasta el hospital, llego, me bajo de la camioneta y subo por el ascensor hasta el pasillo que me conduce a la habitación de mis hermanos, tomó la manija de la habitación, la giro y entro.
—¿Compraste ropa?, ¿que es?—pregunta Yeon emocionada.
me acerco a la camilla donde se encuentra min-ji y allí pongo las bolsa de la cual sacó la ropa enseñando las, min-ji se acomoda sentándose en la camilla para dar espacio a la ropa.
—Woww, ¡¡ropas iguales!!—dice Yeon saltando con la ropa en mano por toda la habitación.
—No me digas ¿quieres que olvidemos todo, y que seamos una familia normal, que se divierten, viajan, hacen todo tipo de cosas juntos, y que son tan unidos como para que usen ropas iguales?—excalmo jeong.
—No solo lo quiere, yo también lo espero, una familia normal, como cualquier otra, pero lo suficiente como para que todos usemos ropas iguales—Exclama min-ji.
—¿Una familia normal?, si, como no—dice saliendo de la habitación.
—Yo… Iré a buscarlo, solo se hace el dificil.—dice yeon a lo que yo solo le regalo una amplia sonrisa, por lo tierna que es.
—Sr. xu, siguelos desde lejos.—le ordeno a lo que él responde con un “sí, señorita”.