Luca y Dimitri han estado colaborando durante años, formando un lazo inquebrantable entre las dos mafias. Pero cuando una nueva amenaza surge de una facción rival que podría destruirlos a ambos, se ven obligados a tomar medidas extremas para fortalecer su alianza: un matrimonio entre Luca y Anya. Luca no está interesado en casarse con la "niña malcriada" que siempre le ha causado molestias, pero Dimitri insiste en que es la única manera de unir las familias y evitar el desastre.
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Capítulo 10 : Bajo Sospecha
La tensión se palpaba en el aire mientras Luca caminaba por el largo corredor de su villa. La revelación de Anya seguía retumbando en su mente. Dimitri, su cuñado, el hombre que había prometido su lealtad, ahora estaba bajo sospecha de colaborar con los americanos. Traicionar a la familia, incluso por sangre, era imperdonable en el mundo de la mafia.
Al llegar al despacho, Luca encontró a Franco ya esperándolo con un mapa extendido sobre la mesa. El mapa mostraba las principales rutas de transporte que controlaban tanto los De Santis como los rusos. Cada ruta era un punto crítico en el delicado equilibrio de poder entre ambas mafias.
"Los sicilianos han recibido el cargamento," dijo Franco, sin preámbulos, encendiendo un cigarro. "Están satisfechos, pero tienen sus dudas sobre Dimitri. Saben que algo está pasando en el Este, pero no están seguros de a quién creer."
Luca asintió. "Si Dimitri está jugando a dos bandas, no durará mucho. Los americanos no son de fiar, y si lo han manipulado, solo es cuestión de tiempo antes de que lo traicionen."
Franco exhaló una bocanada de humo. "¿Qué planeas hacer? ¿Hablar directamente con él?"
Luca dudó por un momento, sabiendo que una confrontación directa podría ser peligrosa. Dimitri era impredecible, y si estaba involucrado con los americanos, podría actuar con desesperación. Pero al mismo tiempo, Luca no podía quedarse sin hacer nada.
"No puedo arriesgarme a un enfrentamiento directo sin pruebas sólidas," dijo Luca finalmente. "Pero quiero mantenerlo vigilado. Si cometemos un error, esto podría desatar una guerra con los rusos, y no estamos en posición de enfrentarnos a todos al mismo tiempo."
Franco asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. "Voy a poner a nuestros mejores hombres a seguir sus movimientos. Si está en contacto con los americanos o con los franceses, lo sabremos."
Mientras tanto, en un club exclusivo en el corazón de Moscú, Dimitri Ivanov bebía en silencio. El humo de los cigarrillos llenaba la sala, y la música suave apenas cubría las conversaciones de los hombres que lo rodeaban. Todos sabían quién era Dimitri, y aunque lo trataban con respeto, había una distancia en sus interacciones. La sombra de la traición comenzaba a crecer, incluso dentro de sus propios círculos.
Un hombre se acercó a Dimitri, inclinándose lo suficiente para susurrarle al oído. "Tvoï amerikánskiye druz'ya zhdut tebya." ("Tus amigos americanos te esperan").
Dimitri asintió con desdén. Aunque su alianza con los americanos era delicada, sabía que necesitaba sus recursos para sobrevivir a las luchas internas dentro de la mafia rusa. Pero también era consciente de que estaba caminando en una cuerda floja. Si Luca o los demás descubrían sus tratos, no habría escapatoria.
Dimitri terminó su trago de un sorbo y se levantó, seguido de su guardaespaldas. Afuera, la noche moscovita era fría y oscura, como la situación que enfrentaba. Sabía que sus acciones podrían desatar una guerra que destruiría todo lo que había construido, pero también creía que podía jugar a ambos lados el tiempo suficiente para salir ganando.
De vuelta en Nápoles, Anya observaba desde la terraza de su villa. El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de un rojo intenso que parecía anunciar el caos que estaba por venir. No podía dejar de pensar en su hermano. A pesar de las sospechas, aún tenía la esperanza de que todo fuera un malentendido, de que Dimitri no fuera el traidor que todos pensaban.
Pero Anya no era ingenua. Había aprendido que en este mundo, la lealtad era un lujo que pocos podían permitirse. Si Dimitri había traicionado a Luca, si había traicionado a su propia familia, entonces no tendría otra opción que actuar.
Luca se acercó a ella, colocándose a su lado sin decir una palabra. Ambos permanecieron en silencio por unos minutos, contemplando la vista y el futuro incierto que los esperaba.
"Si Dimitri realmente está trabajando con los americanos," dijo Anya finalmente, rompiendo el silencio, "tendremos que tomar una decisión."
Luca la miró de reojo, sabiendo lo difícil que era para ella aceptar esa realidad. "Lo sé. Pero aún no sabemos todo. Franco está investigando. Si encontramos pruebas concluyentes, no habrá vuelta atrás."
Anya apretó los labios, su mente dividida entre el amor por su hermano y la lealtad hacia Luca. "Espero que no tengamos que llegar a eso."
Una semana después, Franco regresó con noticias. "Tenemos pruebas," dijo, su tono sombrío mientras dejaba una carpeta sobre el escritorio de Luca. "Uno de nuestros contactos en Moscú grabó una conversación entre Dimitri y un agente americano. Están planeando algo grande. Si no actuamos pronto, perderemos el control de las rutas en el Este."
Luca abrió la carpeta, leyendo con detenimiento los informes y las transcripciones. Las palabras "armas" y "financiamiento" aparecían repetidamente, lo que confirmaba que Dimitri había estado negociando con los americanos a espaldas de todos.
El rostro de Luca se endureció, y en ese momento supo que no había marcha atrás. "Dimitri firmó su sentencia de muerte."
Franco asintió, comprendiendo el peso de esas palabras. "¿Qué hacemos ahora?"
Luca se levantó lentamente, su mirada fija en la ventana. "Lo citaremos en un lugar neutral. Quiero que venga solo. Y cuando lo haga… lo resolveremos."
Anya, al enterarse del plan, sintió que el mundo se derrumbaba a su alrededor. Sabía que no había otra opción, pero el dolor de traicionar a su propio hermano era insoportable. Esa noche, antes de que Luca pudiera decirle algo, Anya tomó una decisión.
Se dirigiría a Moscú.
Sabía que Dimitri estaba jugando un juego peligroso, pero si había una mínima posibilidad de salvarlo, tenía que intentarlo.
Amor de Madre y fiereza de una Reina. Es una barbaridad./Rose//Rose//Rose/
Guauuuu. Palabras llenas de amor y una pasión a punto de estallar.