Después de graduarse de la universidad, Michelle y Fernando se reencuentran... ella como trabajadora y él como su cliente... habían cambiado muchas cosas en él, pero ella seguía desconfiando de todo hombre y toda mujer que se le acercara... ¿Logrará Fernando recuperar el amor juvenil que una vez surgió entre ellos o tendrá que dejarla ir?
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CAP 10
Recibió una llamada inesperada...
- ¿Dígame? - respondió sin mucho ánimo pensando que era David
- Buenos días, Michelle
Escuchar su nombre pronunciado por Fernando le hizo poner tensa y que su piel se erizara completamente... apretó con fuerzas el teléfono a su oído...su respiración comenzó a agitarse...
- ¿Qué quieres?
- Como no has cancelado oficialmente el proyecto que te presenté hace un tiempo... Pensé en llamarte para quedar... solo por trabajo
- ¿Quedar? - se puso un poco nerviosa - La verdad es que no pienso renunciar a tu proyecto, solo renuncio a tu propuesta marital.
- ¡Perfecto! Entonces te veré en mi nueva casa a las tres en punto... Un hotel es bastante caro ¿Lo sabes?
- Me hago idea... ¡Está bien! ¡A las tres nos vemos!
- Te envío la ubicación en un momento.
Y sin decirle más nada colgó y ella quedó con la boca abierta
- ¿Solo eso? - se preguntó mirando el teléfono por el que hace apenas unos segundos él le hablaba. - ¿Debí resistir un poco más?
Colgó el teléfono y trato de concentrar sus pensamientos solo en el trabajo... claro que no pudo... lo único que pudo hacer en las horas que faltaban para el encuentro era mirar el reloj de pared que había a su derecha.
¿Por qué no renunció al proyecto?
...****************...
Llegó al lugar del encuentro. Era una de las zonas residenciales más codiciadas por los ricos... ¿Cómo obtuvo esa propiedad? ¡Había tantas preguntas sin respuestas sobre él!
Dudaba sobre si hacer sonar el timbre para aununciar su llegada o solo salir corriendo de allí... Y como si él adivinara lo que podía pasar... abrió la puerta...
Michelle se sorprendió mucho al verlo abrir... tanto que dio un ligero brinco hacia atrás
- ¿Te asusté verdad?
- Un poco sí - confesó
- Perdona, no era mi intención - entonces se apartó de la entrada - Puedes pasar.
Ella estaba nerviosa, pero era su trabajo... Y este era un gran proyecto para ella... tomó una bocanada de aire y entró.
A primera vista puso observar que habían remodelado prácticamente toda la casa... incluido el jardín.
- ¿Tienes alguna idea de las plantas que quieres aquí? - le preguntó por el jardín
- Prefiero escuchar la sugerencia de una experta en el tema - le seguía de cerca - ¿Qué opinas tú?
Ella se detuvo y miró todo despacio
- Allí se verían bien unas palmeras de jardín - señaló una esquina del jardín - Y en ese otro lado me encantarían unos helechos, ya que la fuente proporciona humedad para ellos...- Se volteó y vio que él la miraba fijamente, tragó en seco
- Me parecen buenas sugerencias... ¿Algo más?
- Lo haremos sobre la marcha... Veamos el interior... ¿Cuántos espacios deseas que yo diseñe y decore?
Seguían avanzando hasta el interior de la casa
- Todos
Ella lo miró algo asombrada
-¿Todos? ¿Cuánto sería eso? - No lo tomes a mal, es que se ve bastante grande la casa, temo que no terminaría hoy...
Él abrió la puerta entonces...
- Empecemos por las partes que se utilizarán con más frecuencia entonces
- ¿Cuáles serán esas?
Ya estaban en lo que sería el salón de bienvenida
- La habitación matrimonial
Ella se detuvo en el acto... ¿Esa era la zona de la casa que más utilizaría? ¿Acaso pensaba llevar allí a muchas mujeres?
Lo miró algo furiosa...
- ¿La habitación matrimonial? ¿Por qué no el salón y la cocina por ejemplo?
Él dio un paso hacia ella hasta que quedó lo más cerca posible...
- Me temo que es allí donde pasaré más tiempo una vez que me case - le murmuró al oído haciendo que ella se estremeciera completamente
Él se apartó unos centímetros y la observó... ella carraspeó un poco
- Ya entiendo - apenas pudo decir y alzó la mirada hasta encontrarse con los ojos de Fernando...
Se miraban fijamente... ella no podía pronunciar palabras al tenerlo tan cerca, era demasiado masculino... olía tan bien... lucía tan bien...
Él solo la observaba... ¿Debía dar el siguiente paso?
Ella sacó fuerzas para alejarse de él y se apartó entonces...
- Vayamos entonces a la habitación matrimonial, veamos que podemos hacer allí
A él esa frase le pareció graciosa y soltó una risita que no pasó desapercibida para Michelle
- ¿Qué te ha causado gracia? - le miró mientras subía al segundo piso
- Lo que acabas de decir
- ¿Qué he dicho?
- ¿Qué podemos hacer en una habitación matrimonial? - le repito la pregunta pero en doble sentido
Entonces ella se percató y se ruborizó totalmente
- No es lo que quise decir... Sé lo que harás allí pero...
Al ver que cada vez se complicaba más prefirió tragarse sus palabras
- ¡Continúa! - le invitó Fernando
- Mejor no
Fernando nota que en situaciones íntimas Michelle se ruborizaba y eso le gustó de ella... Lucía inocente como cuando era adolescente... Entonces lo pensó... ¡No podía ser! ¡Ya tenía veintiséis y era el siglo veintiuno!
¿Podría ser que aún Michelle fuera virgen?