Historias Cruzadas

Al llegar al pen-house de Iván, los nervios de Irina se hicieron presentes, ya era una mujer casada ¿y si él pretendía consumar el matrimonio? ¿Qué iba a hacer? Ella nunca había estado con un hombre, tenía mucho miedo.

¿En qué piensas Irina?- pregunto Iván.

Iván yo...- Tartamudeaba Irina.

Oye, tranquila- dijo él agarrándola de los hombros- no pienso hacer nada que tú no quieras, tendrás tu propia habitación y tú privacidad.

Irina se abrazó fuerte a su cintura, emocionada, era la primera vez que se sentía cómoda y protegida en un lugar. Su padre la amaba, pero nunca vio o mejor dicho nunca quiso ver el odio que sus hermanas le tenían, como la trataban y las palabras hirientes que le decían constantemente. ¿Por qué? Por ser la hija de la segunda esposa de su padre, solo eso.

Gracias- dijo ella mirándolo a los ojos. Sus labios estaban muy cerca, a pesar de que ella era mucho más pequeña que él, sus respiraciones se cruzaban y el ambiente estaba cambiando lentamente. Iván se acercó lentamente a ella, pero antes de poder rosar sus labios prefirió hacerlo en su mejilla, no quería asustarla. Ella se alejó avergonzada, cuando escucho pasos que venían del interior.

Buenas tardes, señor- dijo una mujer ya mayor con una sonrisa, miro a Irina sorprendida, pero oculto si asombro rápidamente.

Nana Haydee, buenas tardes, ella es Irina, mi esposa- dijo Iván presentando a su mujer.

Oh bienvenida señora- dijo Haydee haciendo una leve reverencia.

¡Oh por Dios! No haga eso señora- dijo Irina acercándose rápidamente para que se enderezara- solo dime Irina.

A Haydee le gustó lo que la chica hizo, se dio cuenta de que no era una cazafortunas, sino que era una chica sumamente humilde, tal como Iván necesitaba.

No podría llamarte solo Irina, señorita Irina sería mejor- dijo Haydee colocando su mano encima de las manos de ella.

Ja ja ja ja medio día y te dice mi niña- río Iván.

Ella y la anciana comenzaron a reír también.

Por mí no hay problema- respondió la rusa con una hermosa sonrisa, muy transparente, mirando a Haydee- bien, mi habitación, ¿Cuál sería?

Si, me olvidé por completo de eso, Haydee con Irina no compartiremos habitación por el momento, como verás recién nos hemos conocidos y quiero que ella esté muy cómoda- dijo Iván- Le mostrarías la habitación que queda libre.

Por supuesto mi niño, venga señorita por acá- dijo ella- oh deja eso, ya lo llevará la otra empleada.

Iván veía como Irina se iba agarrada del brazo de Haydee mientras iban hablando muy cómodamente, una sonrisa apareció en sus labios, mientras observaba la escena. Salió de su trance, y camino a su despacho, no podía entender que le pasaba con Irina, esa necesidad de protegerla constantemente lo llevo a casarse con ella muy impulsivamente.

Mierda ¿Que le diré a mamá y papá?- dijo en voz alta, sin saber que Irina había vuelto a buscarlo.

Quizás pueda ayudarte yo está vez Ivan- dijo ella entrando al despacho.