Me obligaron a casarme con un hombre que no amaba ni el a mi, habia aprendido a vivir como la esposa del segundo principe de Cassttle, resignada a morir como la princesa despreciada. Hasta que llego el, estaba segura que no volveria a verlo nunca y ahora resulta que esta aqui y que es el hermano mayor de mi esposo. El primer principe de Cassttle!!
Amarlo de la manera en que lo hacía era un pecado, uno dificil de no cometer, controlar el deseo que sentia por el era un desafio en el que irremediablemente habia perdido, fue imposible no caer en su juego... de Seducción!
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10. Porque me odias.
Estaba en mi estudio cuando tocaron la puerta.
- Princesa la esperan para cenar.
- Diles que no me siento bien, que traigan mi cena aqui.
- Como diga princesa.
Despues de la cena me quede en mi estudio, tenia que preparar todo para mi plan, de a momentos me sentia un poco culpable por lo que haría pero a la vez sentia que ellos lo merecían, mis hermanas me habian atormentado toda la vida, no les importó meterse con mi esposo y hacen lo que sea con tal de estar en mi lugar, que yo se que si no fuera porque el emperador pidio que fuera yo la esposa de Remus seguro mi padre hubiera elegido a cualquier otra, nunca entendi porque yo, solo era una niña de 8 años porque razon querría que justo yo de 6 hermanas fuera la esposa de su hijo. No se en que momento comence a quedarme dormida, sentia mis ojos cerrarse, mi cuerpo no lo soporto mas y senti mi cara caer hacia delante cuando dos manos me echaron hacia atrás reaccione y iba a gritar del susto pero taparon mi boca.
- Shhh no grites soy yo Alejandro.- Sus manos se despegaron de mi boca y yo me levanté y voltee.
- Dios que hace aqui alteza.
- Salvandote de ti misma nuevamente.
- Mas bien asustandome yo creo, que hace a esta hora en mi estudio?
- Bueno estuve esperandote en tu habitación pero vi que eran mas de las 3 am y no volvías vine a buscarte, no deberias quedarte hasta tan tarde trabajando.
- Bueno tengo mucho trabajo últimamente asi que si tengo que hacerlo
- Y porque remus no te ayuda, se supone que un principe estudia para esto muchos años
- Jajajaja con todo respeto alteza, su hermano nisiquiera sabe como administrar su mesada de principe menos puede administrar el dinero de un imperio
- Porque administras el dinero del imperio? No se supone que eso lo debe hacer el emperador y la emperatriz.
- Desde que vine aqui su padre me ordeno hacerlo, dijo que era el trabajo del principe y que yo como su esposa debía ayudarlo porque el tenia otras obligaciones, obvio dijo eso porque no podria decirme que su hijo es un inútil.
- Mañana me coronan y tomare todos mis deberes, no tendrás que cargar con una carga que no debes.
El se acerco y me tomo de las manos, sus ojos me miraban con cariño, con un cariño con el que nadie me habia visto nunca nisiquiera mi propia familia.
- Tranquilo no ... Mmm no me molesta hacer este trabajo me gusta sentirme útil y me gustan las cuentas, estudie muchos años de mi vida para este puesto y hacer esto me a ayudado a escapar de las molestas fiestas de te y el tener que socializar con las damas de sociedad.
- Esta bien cariño pero no deberias estarte encargando de todo sola, podrás seguir haciéndolo pero yo te ayudare.
- Esta bien.
No podia dejar de mirarlo y el a mi, sus ojos eran tan preciosos, su cabello rojizo se veia tan suave y brillante, era el hombre mas hermoso que existia en el imperio, sus ojos miraban a mis labios y instintivamente saque mi lengua y relami mis labios, sus ojos se dilataron a tal punto que brillaban con un toque de exitacion, me tomo de la cintura y sus labios se pegaron a los mios, mis manos subieron por su cuello, comenzamos una danza de besos salvajes, su boca tenia un sabor a vino adictivo, era tan adictivo no queria parar, sus manos se paseaban por mi espalda intentando quitarme el vestido, sus labio bajaron a mi cuello dejando un camino de besos hacia mis pechos, chupaba y lamia y me hacia sentir en el cielo, cuando de repente se alejo de mi perturbado con la respiración agitada.
- No no no, no debemos hacer esto, no de esta manera.
Yo solo podia intentar regular mi respiración, me heche hacia atras y me sente de nuevo en la silla, el se arrodillo al frente de mi y puso su mano en mi mejilla.
- Eres muy importante para mi cariño, no quiero que pienses que estoy jugando contigo y que solo quiero tomarte porque no es asi.
Yo no podia decir nada, yo nisiquiera sabia que pensar, lo unico en lo que podia pensar ahora era que lo deseaba, que deseaba que me tomara sin importar las consecuencias.
- En este momento estamos muy alterados cariño y no podremos hablar, ven te llevare a tu cuarto debes dormir.
El estiro su mano y yo la tome, salimos de mi estudio, todo estaba en silencio y solitario, subimos las escaleras a mi habitación y cuando llegamos al pasillo nos frenamos, afuera de mi puerta estaba mi querido esposo, parecia que no podia estar de pie, acaso estaba borracho, yo empuje a alejandro hacia la escaleras de nuevo
- Debes irte.
- Estas segura, no quiero dejarte sola con remus, esta borracho.
- Tranquilo puedo con esto, si te ve aqui se pondrá peor.
- Alicia pero...
De repente se escucho un grito.
- Esposa abreme la puerta.
Remus tocaba la puerta duro y gritaba, iba a despertar a todos.
- Vete ya por favor.
- Esta bien me ire, pero prometeme que no dejaras que te haga daño
- Se cuidarme sola alteza váyase.
El se acerco a mi rapido y me dio un beso en la boca y desapareció, me sorprendia como podia hacer eso, se supone que su magia era de fuego, como podia desaparecer y aparecer de un lugar a otro.
- Abre la maldita puerta Alicia.
Camine al pasillo de nuevo y llegue hacia donde estaba el.
- Que haces gritando afuera de mi puerta a estas horas esposo.
El volteo y me vio, se notaba que estaba demasiado borracho, que carajos hacia aqui.
- tu, en donde estabas, porque no estas en tu habitación, acaso tienes un amante.
- Que tonterías dices esposo, estaba trabajando en mi estudio cuando escuche tu gritos.
El se levanto bien y se acerco a mi, se tambaleaba.- Yo soy tu esposo alicia, nadie puede tenerte, no te atrevas a engañarme.
Al parecer estaba delirando.
- Que tonterias dices esposo, porque no vas a tus aposentos deberias dormir.
- Déjame pasar a tu cuarto, debemos hablar.
Yo pase por un lado de el y abri la puerta y entre, el me siguió golpeando el hombro con la puerta, camino hacia mi cama y cayo en ella y susurraba.
- Que has hecho conmigo alicia, tu no me mereces, tu no puedes tenerme, yo no tengo porque pensar en ti.
Yo solo estaba en silencio.
- Nunca seras mi mujer, no te dare el gusto
Jumm yo no se de que gusto hablaba este idiota.
- Mmm huele a ti, dulce calido esta tan frio, eres tan fría, siempre tan fria conmigo, yo... Yo no se... No se... Porqué.... Porque... Me... odias.
De repente ya no dijo mas nada al fin se habia dormido. Me levante sali de la habitación y fui acostarme a la habitación de invitados, Jamas dormiría en la misma cama que el.
/Ok//Good/