LEGENDARIA

Era un punto bastante estratégico, el sitio que servía de escondite al Grupo Criminal era nada más y nada menos que la casa del Mismo mandatario - Esto está jodido - Expuso Santiago analizando todos los perfiles.

— Tiene una entrada secreta, pero alguien de la Base ha informado de que varios búnkeres salieron, aquello es probable que los haga sospechar— Expresó Martín.

— No vine a jugar con ellos, desplieguen el área, entramos en 10 minutos— Fue la orden de Benjamín, él sitió era uno de los mejores de la Zona.

— Tú te quedas a metros de mí — Benjamín había encarado a Diana tomando por sorpresa a la morena - Es una Orden del Coronel - Benjamín empezó a avanzar aunque estaban en una distancia prudencial en tierra del Ejército, podía decirse que se sentía bastante tensión en los alrededores.

— Tenemos 3 Vehículos sospechosos acercándose— Informó uno de los Soldados segundos después de escuchar aquel informe, la mirada entre Benjamín y Santiago fue lo último que Diana recordó haber visto, ya que segundos después una balacera había comenzado.

Diana se resguardó por detrás de uno, los Búnker sus ojos avellana habían captado la silueta masculina saliendo de su lugar de resguardo con dos armas en sus manos empezando a disparar al 2 × 3 Diana estuvo cerca de gritar, ya que los vehículos se acercaban a Benjamín, sin embargo, había llegado más ayuda, de uno de los Vehículos había descendido 3 hombres que también empezaron a disparar a Benjamín, pero aquello solamente era una distracción porque la explosión de la casa de la Mandatario había dejado en total conmoción a todos.

— Súbete - Diana había sido tomada por sorpresa ante aquella orden, pero ya no había tiempo que perder, Benjamín había llegado hasta él sitió en dónde estaban 3 camiones de Gran Porte y al momento de abrir Diana se había quedado quieta en su sitió en el interior del Vehículo estaban varias mujeres.

— Tenemos varias bajas Coronel— Se escuchó por la radio.

— Tenemos a las mujeres— Respondió Benjamín— Diana súbete y revísalas, Santiago acompaña a la Doctora Santos y tú - Esta vez la atención de Benjamín recayó en Martín - Súbete - Con aquellas palabras Benjamín se había subido al asiento del Conductor del Vehículo con Martín a su lado.

— Desbarata todas las redes y las conexiones que tenga el Gobierno - El motor del Vehículo había rugido mientras tomaban dirección a la base.

Mientras Diana verificaba a las mujeres— Esto es fuerte— Susurró la morena - Calma, no vamos a hacerles daño - Las mujeres tenían cierto temor.

— Soy el Sargento Santiago Abdo y ella es la Doctora Santos, ambos formamos parte del equipo de rescate, ahora están a salvo - Santiago quería calmarlas.

— ¿Cómo se supone que vamos a volver a confiar? - Respondió una mujer - Si ellos también nos dieron que nos iban a proteger y al ¿Final? - La mujer no pudo soportar las lágrimas— Ellos nos hicieron daño antes de meternos aquí fuimos víctimas de todo tipo de abusos.

— Aquello no volverá a ocurrir, nos iremos a un lugar seguro, lejos de aquí— Respondió Diana mientras continuaba revisando a las mujeres los golpes en sus cuerpos delataba todo el calvario que ha vivido.

Varios soldados habían perdido la vida, pero aquello era de esperarse, aunque no se esperaban que Benjamín haya actuado, precipitadamente, el General había recibido la información de que Benjamín Walton había dado con la ubicación de las 17 mujeres.

Al momento en que el Camión se detuvo los Soldados se habían puesto firmes, la figura de Benjamín caminando a pasos seguros hasta el despacho del General generaba temor, se sentía la furia en el interior del Coronel, mientras que Martín, Diana y los demás tenían como misión brindar ayuda a las mujeres, pero un Helicóptero había llegado todos desconocían la razón de la llegada, lo único que se observó fue la figura Femenina vistiendo su impecable uniforme Militar.

— Benjamín - Expresó el General esperando en su despacho por el Coronel.

— ¿Cuándo pensaba mostrar su verdadera identidad? - Espeto Benjamín al entrar en el despacho— ¿Creíste que con armar todo esto no ibas a ser descubierto? - Benjamín sonrió de una manera malvada— Dijiste, llamó a Walton le brindo unas cuantas informaciones y me libro.

— ¿De qué estás hablando Benjamín? - El General se había mostrado sorprendido.

— Su peor error es subestimar a Benjamín Walton— El Coronel acarició el cañón de su arma - Al momento en que la carpeta de la Misión Militar se posó en mis manos he dejado que mis hombres de análisis secreta investigará lo que realmente estaba ocurriendo usted lleva años sirviendo a las Filas de la Milicia conoce de miles de maneras de llevar a cabo un operativo ¿Has escuchado hablar de la propagación de información falsa? - Benjamín tenía la mirada fulminante— Bueno un General es menos inteligente que un Coronel y más cuando el Coronel soy yo, Benjamín Walton desde el momento en que tuve esta misión supe que usted era el verdadero Líder General, pero mi Legado siempre fue clara nuca dejar que mis enemigos sepan de mi próximo movimiento porque cuando yo me dirigía a la ubicación que me daban mis hombres al mismo tiempo mi Comando Secreto ya llevaba a cabo la misión de destruir todo lo que construiste.

— Te estás equivocando Benjamín— Expresó el General.

— No señor, el equivocado conmigo es usted el Ejército lleva años trabajando con los Líderes del Tráfico de mujeres, pero tu peor decisión fue llamarme a mí para “Salvar” a las mujeres porque usted pensaba que iba a poder en contra mía, porque cuando yo estuviera llevando a cabo la misión esperando el cruce del Camión usted ya estaría mandando a las mujeres en su avión siempre fue así los Vehículos del Ejército siempre fueron el transporte para que todas las mujeres crucen la Frontera nunca llevo la misión que me imponen yo llevo a mi ritmo todo esto solamente fue un espejismo porque todo irían en donde yo estaba, sin embargo, mi Gente, mi ejército que conocen la palabra Lealtad ya te habían destruido.

— Te subestimé Walton, pero que lastima que - El General saco su arma dispuesto a disparar a Benjamín, pero en ese momento la puerta fue abierta y con disparo en el muslo y otro en la rodilla fue suficiente para desestabilizar al General.

— ¡Mi Coronel! - La mujer que vestía su uniforme Militar soplo la pólvora de su arma.

— Teniente Muller - Respondió Benjamín— Ordena que levanten toda la evidencia, ya no quiero estar ni un segundo más, aquí el sitio es todo suyo Teniente.

— Por supuesto mi Coronel, a partir de este momento Haití será Territorio Militar y no se preocupe todos Leales a usted.

— No quiero que ninguna mujer vuelva a sufrir - Expuso el Coronel.

— Usted no se preocupe, todo quedará en orden, además el General será enviado para que sea Juzgado por la Corte Militar, de hecho todas las sospechas fueron comprobadas - Lo que nadie sabía era que desde hace años se tenía sospechas de que el General estaba involucrado, pero no había manera de comprobarlo aunque ahora todo se había esclarecido y Benjamín solamente quería volver.

Benjamín había ordenado que las Tropas siguieran todas las Órdenes que la Teniente llegase a dar - Pensé que efectivamente dudaríamos un Mes en esta Misión— Santiago se había colocado al lado de Benjamín mientras recorren el pasillo de la Base.

— No tenía caso si acepte venir fue nada más para eliminar a los Traidores de la Patria - El Coronel parecía buscar algo o a alguien.

— Diana, tengo entendido que fue a empacar— Respondió Santiago con clara burla - Pero por lo menos me hubieras dicho que estaríamos tan solo algunos días, fíjate que he traído bastante Maleta.

— Cierra la boca por 5 segundos - Espetó Benjamín— Solamente quería medir la capacidad de mi equipo para una Misión porque efectivamente esto yo lo iba a hacer solo.

— 1 - 2 - 3 - 4 - 5 bueno ya completé 5 segundos, oye Benjamín, sé que eres muy capaz de llevar misiones tú solo, pero hombre deja de ser arrogante - Santiago se apartó un poco más de Benjamín, ya que sabía que su amigo no tiene mucha paciencia que digamos.

Benjamín soltó el aire con fuerza antes de hablar - no soy arrogante, soy Realista, esa es la palabra correcta, veo las cosas como son y no permito que nadie vuelva a verme la cara ni siquiera un General que había Jurado Lealtad a la Patria— La manera en que el Coronel Expresó aquellas palabras erizo la piel del Sargento.

— Supongo que algún día te tendrás que volver a enamorar, no podrás ser amargado toda la vida - Agregó Santiago.

— Te equivocas, yo no vuelvo a enamorarme, es probable que vuelva a sentir cariño, es probable que encuentre a alguien a quien brindarle protección, alguien con quien tenga uno o dos hijos, pero nunca volveré a entregar mi corazón, mi abuela siempre me decía que nunca debes de querer del todo a un extraño también lo dijo mi madre, lo malo es que no he escuchado aquel consejo, pero es gracias a no escucharlo que hoy no confío ni en mi propia sombra yo no vuelvo a enamorarme.

— Benja - Susurró Santiago - No todas son iguales quizás.

— No - Sentencio Benjamín Walton - De mis labios nunca volverá a salir un Te amo, pero si siempre existirá alguien que será la Favorita del Coronel Walton, alguien que será la madre de mis hijos, pero nunca la mujer que amé, mi corazón nunca lo volveré a entregar.

— Estás siendo egoísta ¿Qué pasará si la mujer quiere demostrarte que aún puedes confiar?.

— Que se lo demuestre a otro y punto final - Benjamín se alejó de su amigo.

Las horas de vuelo había sido cansador, pero nuevamente ya estaban de regreso - Tengo que admitir que no era lo que esperaba - Expuso Mariana dejando escapar un suspiro - Creí que íbamos a ver cadáveres esparcidos, que tú tendrías que analizar la cabeza de los Maleantes.

— Tienes que agradecer que no haya sido así, por una parte, que esto fue nada más una cortina de humo, el Coronel dijo una cosa y terminó haciendo otras, de esa manera supongo que no ponía en riesgo a sus soldados - Diana tenía los ojos avellana, sin brillo, aunque también le parecía raro que el Coronel no haya venido a fastidiar a su persona, bueno segundos después no había venido el Coronel, pero si había venido Martín, aquello obligó a Mariana a dejarlos a solas.

— Martín no han pasado ni dos 2 putas horas y ya estás queriendo fastidiarme— Diana lo fulminó con la mirada.

— Solamente quiero estar cerca de ti— Respondió Martín.

— Pues yo no quiero estar cerca de nadie mucho menos de ti así que piérdete— La Futura Neurocirujana no quería ni siquiera sentir que su ex respiraba cerca de él, Diana se había levantado, pero las manos de Martín la sostuvieron del brazo y sin previo aviso había tomado posesión de los labios de la morena un beso cálido a la cual Diana no había puesto ninguna resistencia dejándose llevar por el momento y porque la persona que lo estaba besando era Martín, hasta que Diana se apartó lentamente de él— No lo vuelvas a hacer - Susurró la Morena - Porque es gracias a ti que aún sigo teniendo un dolor aquí— Diana se golpeó el pecho - Es Gracias a ti que conocí aquello que Llaman Herida de amor porque ya he pasado por otras decepciones, sin embargo, no se puede comparar con la forma en la que tú me lastimaste siendo consciente de todos los sueños por cumplir que yo tenía contigo - Con aquellas palabras Diana se alejó.

Pero a una distancia bastante prudente, los ojos oscuros de Benjamín Walton los estaba observando con una sonrisa sarcástica hasta que la silueta femenina de alguien se posicionó a su lado con una maleta - ¿Qué demonios estás haciendo aquí? - Las facciones de Benjamín se habían endurecido y su rostro tenía un toque de maldad y desprecio.

— Vine por ti, vine a enmendar mis errores, vine por un nosotros— Respondió Victoria Herrera colocándose por delante de Benjamín— Y estoy dispuesta a todo para conseguirlo.

— ¿A todo? - Benjamín bajo la mirada, en ese preciso momento Diana se había dado la vuelta a mirar, pero no se esperaba que en su campo de visión entraran el Coronel y su exnovia.

— Si Benjamín- Volvió a responder la Mujer.

— Entonces no vuelvas a aparecerte delante de mí, no quiero volver a verte cerca de mi, lo nuestro ya fue no pudo funcionar, tú hiciste las cosas mal, ya no existe futuro entre tú y yo, ya todo terminó no me busques y si regresaste por mí aquello es una pérdida de tiempo - Benjamín le sostuvo la mirada a Victoria - Lo único que has dejado en mí es una Herida de Amor y hoy gracias a ti el amor para mí es una mierda tan mierda como tú y tan insignificante también como tú.