Juana Garcia es una joven mexicana que huyó de su país a Italia para salvar su vida, pero lo que no sabe es que solo estará realmente protegida en manos del Mafioso, el Don de toda Italia, Filippo Romano...
⚠️Atención: La obra contiene escenas de sexo explícito🔥, violencia, tortura, lenguaje soez y asesinato. Por lo tanto, está indicada para mayores de 18 años. Si eres sensible a este tipo de contenido, no lo leas, ya que contiene desencadenantes. La autora no está de acuerdo de ninguna manera con tales atrocidades. Es solo una historia ficticia.
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Capítulo 23
Ellos se besan y el ambiente se calienta, Filippo acaricia su cuerpo, desesperado y sediento, besa su cuello y le provoca escalofríos, pero Juana se aleja.
Filippo: Juana, te deseo mucho, déjame tenerte en mis brazos.
Juana: Vamos despacio, ¿está bien?
Filippo: ¿No quieres?
Juana: Sí, quiero mucho, pero necesito estar segura de todo.
Filippo se levanta, se sienta en la cama y respira profundamente.
Filippo: Perdona por presionarte, pero Juana, me vuelves loco, no sabes cuánto he esperado este momento.
Juana: Filippo... Yo... Simplemente no estoy lista todavía, ¿entiendes?
Filippo: ¿Eres virgen?
Juana:...
Filippo: Respóndeme, Juana, necesito saberlo.
Juana: No, no lo soy.
Filippo: ¿Ese viejo logró hacer algo contigo?
Juana: No, no lo logró. Cuando mi vida era más o menos normal, tuve un novio que tampoco era muy bueno conmigo. Solo quiero que entiendas que siempre he sufrido en todas las áreas de mi vida, con mis padres, en mis relaciones. Tengo miedo, Filippo, a pesar de tu forma explosiva, eres lo más cercano a alguien amable que he tenido en mi vida, aparte de mis amigos. Siempre intento ser segura y olvidar todo lo que he pasado, pero es difícil. Intenta entenderme... Habla y llora.
Filippo: Eh, no llores, no soy como ninguno de los que estuvieron en tu vida. Te respetaré y sanaré todas tus heridas, te lo prometo.
Juana: Quiero creer en ti, por favor, no me decepciones.
Filippo: No lo haré, ahora descansa.
Juana: Quédate conmigo hasta que me duerma, por favor.
Filippo: No me iré de aquí.
Filippo se acostó a su lado, la puso en su pecho y acarició su cabello.
Filippo: Cuidaré de ti, Juana.
Juana:
Filippo ha estado siendo muy cariñoso conmigo últimamente, algo que apenas he tenido en mi vida, y aún estoy confundida. No sé si estoy desarrollando sentimientos por él o si es solo la necesidad. No quiero hacer nada malo y decepcionarme una vez más, pero acepté su propuesta de intentarlo. No sé si funcionará, pero no tengo nada que perder. He sufrido demasiado, no cuesta intentarlo. Aquí estoy, acostada en su pecho, escuchando su respiración y sintiendo su cariño en mi cabello. Lloré mientras le contaba un poco de lo que he pasado y me quedé dormida sin siquiera cambiarme de ropa.
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Juana:
Me despierto al día siguiente con la misma ropa que llevaba puesta para la cena. Recuerdo que Filippo se quedó aquí conmigo, pero ya no está. Debe haber ido a su habitación. Me levanto, me ducho, me cambio de ropa y bajo a desayunar.
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Filippo:
Escuché todo lo que Juana me dijo y vi la tristeza en sus ojos. Eso me dolió en el corazón. Le prometí que no la dejaré pasar por todo eso de nuevo. Siento aún más la necesidad de protegerla y cuidarla. A pesar de ser muy fuerte, es muy frágil y solo necesita a alguien que la cuide. Estuve con ella hasta que se durmió, y luego fui a mi habitación a ducharme con agua fría. Todavía estaba muy excitado, Juana me vuelve loco de una manera inexplicable. Solo con mirarla, enloquezco, algo que nunca había sentido por ninguna mujer.
