El Precio De Tenerla

Angelo entró a la oficina de Bruno y este último rápido preguntó...

— ¿Quién... es ese hombre que está con Amalia?...

Dijo Bruno serio

— Es su hermano señor...

— Ahhh, ya veo...

— ¿Por qué señor?...

Dijo Angelo extrañado de la actitud de Bruno

— Nada más, ¿Ya te estás encargando de la fiesta del juez de la próxima semana?...

— Bueno señor, esa tarea se la dejaré a Amalia, ella es mujer y creo que le puede dar un toque diferente, ¿Le parece bien?...

— Si, claro que sí...

Dijo Bruno sonriendo

Mientras tanto, Amalia le hacía muchas preguntas a su hermano...

— Me da gusto verte, ¿Cómo está mamá?, ¿Papa?...

— Bien Amalia... mi papá aún está decidido a vender sus pinturas, pero cada vez está más cansado...

— Lamento escuchar eso, espero verlos pronto!

Amalia se despidió de su hermano y regresó a su lugar de trabajo, al llegar miró que estaba Bruno ahi, y le dio verguenza saber que el se entero que no estaba en su lugar, ya que ella no era empleada, ella estaba pagando una deuda...

— Lo siento Licenciado, mi hermano vino a buscarme...

— No te preocupes Amalia, entiendo, ¿Todo bien con tu hermano?

— Si Licenciado, no se preocupe...

— Te quiero pedir que por favor te encargues de la fiesta de cumpleaños del juez...

— ¿Yo? pero...

— Sí, estoy seguro que haras un trabajo excelente, no me falles por favor...

Dijo Bruno, y se fue...

Angelo miro la cara de terror de Amalia y se sonrió...

— No te preocupes, lógicamente yo te ayudare a prepararla...

— Gracias, me alegra escuchar eso...

Amalia sonrió y se puso a preparar dicha fiesta...

Pasaron los dias, Bruno notaba que Amalia andaba muy activa, y sonrió al verla tan dispuesta a trabajar...

Angelo comenzó a ser amigo de ella, la acompañaba a su casa en las noches, pero Amalia no permitía que la llevara hasta su puerta y eso le parecía muy extraño...

Finalmente el día de la fiesta llegó, Amalia llegó temprano para estar al pendiente de todo, la hicieron en un salón de lujo pero pequeño, ya que al juez no le gustaba tan grande y lleno de gente...

Ella junto con Angelo andaba de un lado para otro, Anna notó que Bruno no pidió ir por ella, así que ella paso por él...

— Te ves hermosa Anna cómo siempre...

Dijo Bruno sonriendo y se fueron en su auto...

Al llegar juntos llamaban mucho la atención, todos sabían que Anna estaba enamorada de él, pero no sabían que era lo que realmente pasaba...

Entraron e inmediatamente a Bruno se le fueron los ojos con Amalia...

Ella estaba hermosa y llena de alegría y presencia, su sonrisa lo cautivo y lo sensual que se veía...

Él la siguió con la mirada, Amalia lo sintió y fue hacia él, cosa que lo puso nervioso...

— Licenciado, buenas tardes!

— Ama...Amalia... señorita Amalia buenas tardes!

— ¿Que le parece todo?...

Dijo ella sonriendo

— Está todo hermoso, la felicito, hizo un gran trabajo...

Anna observo de lejos que Bruno siempre sonreía al estar con Amalia, y eso la lastimaba profundamente...

Bruno platicaba con los abogados de Milán y Roma, pero siempre estaba al pendiente de los movimientos de Amalia, veía la sonrisa que la iluminaba y también a los seres que la rodeaban...

Anna se acercó a Amalia...

— La felicitó Amalia, ha hecho usted un trabajo excepcional!

Dijo Anna

— Gracias licenciada Anna, y déjeme decirle que se ve hermosa hoy! siempre tan elegante!

Dijo Amalia y Anna sonrió, notaba que Amalia era una buena muchacha y que por su amabilidad simpatizaba con todo el mundo...

— Gracias Amalia, tu estás irreconocible! estas muy bella!

— Gracias licenciada, voy a traerle algo de tomar para que esté cómoda...

Amalia fue por algo para Anna y ella se sintió mal por pensar mal de ella, si el que la veía con ojos pasionales era Bruno aunque él lo negara...

Finalmente Angelo los fue sentando en sus respectivas mesas y en esos momentos llegó Marco con todo su despotismo y altanería, pero no le hicieron caso ya que ya había llegado el juez e inmediatamente Amalia fue a recibirlo...

— Juez Marcelo bienvenido!

Dijo Amalia sonriendo y el juez sonrió

— Muchas gracias!

Él entró y todos comenzaron a aplaudir, lo abrazaban para felicitarlo mientras que Marco estaba enojado porque le dejaron el mejor lugar a Bruno...

— Señor Darcy...

Dijo saludando el juez a Bruno

— Feliz cumpleaños juez!

Dijo Bruno y lo abrazó fuerte!

— Muchas gracias por la organización de la fiesta, y a todos los abogados de dichos lugares para venir a

hasta acá solo para festejar...

Todos aplaudieron y le cantaron...

Feliz cumpleaños...

Feliz cumpleaños..

Feliz cumpleaños Marcelo

¡Y la tarta para mi! 🎵

Todos aplaudieron y el juez sonrió...

Después Amalia les pidió a los meseros comenzar a servir la comida, Amalia era una mujer hermosa que llamaba la atención, además en la oficina ella se iba muy sencilla y al verla hoy con vestido les sorprendió mucho, así que por eso llamaba la atención de los hombres, los abogados de Milán y Roma la observaban mucho y la veían con deseo, Bruno notó eso y se empezó a poner nervioso...

Mientras ellos comieron, Amalia comenzó a platicar con Angelo recargada en una barra...

— Todo está saliendo bien... ¿Estas contenta?...

— Sí Angelo... creo que todo está quedando bien...

Dijo Amalia feliz, ellos estaban comiendo fresas con chantillí, Bruno la miró y pudo apreciar perfectamente como Amalia se llevó a la boca una fresa llena de chantillí y la saboreo con su boca, Bruno sintió algo muy raro y se puso una servilleta en las piernas...

Angelo y ella estaban comiendo puras cosas así, Amalia no imaginó lo que estaba provocando esa acción en Bruno...

Terminaron de comer pero Bruno estaba nervioso, Amalia provocaba cosas inexplicables en él...

Amalia estaba muy nerviosa, era la primera vez que hacía un evento y más para un juez tan importante...

Así que estaba demasiado apurada y fijándose que todo le saliera a la perfección, Angelo la ayudaba pero dejaba que ella hiciera la gran parte...

— ¿Todo está bien señor Juez?...

Preguntó Amalia y Bruno la observo nervioso...

El juez estaba sentado en la misma mesa que Bruno, y claro que Marco estaba en otra y estaba furioso...

— Sí señorita todo bien, muchas gracias!

— ¿Y usted licenciado? — Dijo Amalia preguntando a Bruno

— Una copa de champagne, por favor...

Dijo Bruno sonriendo y Amalia se fue, el juez pudo notar las miradas que le daba Bruno a Amalia y se sonrió...

— Es una señorita muy amable, ¿Quién es?...

— Es... mi asistente igual que Angelo...

— Que bien...

Sin embargo Bruno se puso de pie y se sentó en la barra...

— Angelo, necesito que mañana cuadremos una cita, voy a reunirme con el abogado del acusado de homicidio de novia, el tipo este Jerry... está apelando por su salida de la cárcel...

— Mañana mismo señor, le hablaré hoy y mañana tendrá la cita!

Amalia vio que estaba sentado así que le dio la copa ahí, pero al dársela se cayó a la pierna de Bruno y Amalia por inercia agarró una servilleta y lo comenzó a limpiar estando demasiado cerca de su miembro, Bruno sintió una sensación muy rara sentir la mano de ella tocarlo con delicadeza...

Amalia reaccionó y noto que ambos estaban muy cerca, cara a cara y se miraron a los ojos profundamente...