Un Padre Para Mí Hijo.

Antes de decidir y acordar ir ambos a la casa de Clark y contactar a la policía, toda la paz que se había logrado se destruyó como por encanto:

Manuela Rugía. Clark gritaba.

_ Que horror! Degenerado! ¡Este asesino debe ser un padre que usted quería robar su hijo! ¡Si toca a mí Luis, yo lo mataré a usted! -

_ Lunática! A cuantos asesinos dejó entrar a su departamento? Mi pobre Madre está amenazada ! Maldita mujer, todo lo hice por ese pobre niño que no merece una madre como usted! -

Este tema siguió como quince minutos en las mentes de esos dos y Anita, la única cuerda en la reunión dijo:

_ Señor Clark, el niño y su señora madre Doña Flor están en peligro de muerte.! ¿Porque no van urgente a buscar al pequeño y yo llamo a la policía que vaya a su casa?

Fue como si un rayo de luz iluminara las tinieblas centelleantes de rayos y Manuela dijo:

_ En mí casa usted y su madre no entran! Solo hay dos dormitorios!

_ Vamos a la mía. ¡Mamá querida! Llame a la policía y mandelos a casa! -

Luisito quedó bastante asombrado de ver su mamá y al biólogo que se hizo pasar por su padre entrar corriendo a su departamento, juntando algunas cosas como unos locos de atar y levantándole de un sopetón para llevarlo al auto.

No le decían una sola palabra.

_ El abuelito murió? -: preguntó asustado .

_ No hijito. No te asustes. Solo vamos a la casa de este buen hombre a pasar unos días de descanso porque mañana es sábado.

_ No me mientes mamá ? Entonces, murió el tío Robert? El estaba feliz hoy. Dijo que le besaste. Que sería mí papá! -

_ No llores Luis. El tío Robert no murió.-

Clark no decía nada. ¡Él sabía que esto era obra de alguno de los amantes de la loca. Ya apareció un tal Robert queriendo ser padre de ese pobre niño. Condujo lo más rápido que pudo a su casa y bajó con ellos.

_ Yo hablo con mi madre! ¡Usted no abra la boca!!

La señora Flor los miraba con unos ojos asombrados mientras corría su hijo con el Niño en brazos y la madre arrastrando una valija.

_ Venga a esta habitación! Mami ya te explico! - decía su hijo. -

Doña Flor no entendía nada. Se sentó como una princesa en un sillón y escuchó a su hijo dar órdenes y contra órdenes a la servidumbre.

Habían invadido su área, estaban seleccionando recámaras, aparentemente estaban por vivir juntos sin casarse. No. Eso no sucedería mientras ella esté viva.

_ Pongan a mí nietito cerca de mí pieza !- dijo. -Dejen la otra para Lauro -

_ No es tu nieto! Lauro no existe! -:le gritó su hijo mientras ordenaba cerrar el portón, prender las cámaras y no dejar entrar a nadie excepto la policía.

¡La policía! Esto es el colmo - pensó Doña Flor. Seguro raptó a esta mujer sin avisar al pobre del señor Marcos. Menos mal que el hombre era coherente. Ella hablaría con él , con una buena tasa de té y unas masitas. Verían el lugar más adecuado para la boda. ¿Quizás el patio o deberían contratar un salón?

_ Cuando viene Don Marcos ? - preguntó a su nuera apenas la tuvo cerca.

_ Conoce a mi padre? Crees que mi padre puede estar en peligro también, Clark? -

_ Claro que conozco-;iba a seguir hablando Flor-

_ No sé Marieta. Vaya uno a saber que piensan los psicópatas. Avisaré a la policía que vigile la casa de tu padre. - le cortó la charla su hijo.

Mientras Clark salía a cumplir la nueva idea, La chica se acercó a ella y le dijo :

_ Me llamó Manuela. Ma. Nue...la . Su hijo es fatal para los nombres y...

_ Mami. Está señora quien es ? -

_ Ven aquí Luis - dijo la señora elegante. -Soy tu abuelita Flor …

Manuela no quiso decir nada. Esa mujer parecía más cuerda que su hijo y era muy amable con Luis. Recorrieron la gran casa. Las empleadas miraban con amor a Doña Flor y a su nieto y empezaron a preparar la cena. El chalet de la señora había florecido con el niño y la esposa de Don Clark.

Cenaron todos juntos en una paz y cordialidad inusitada. Hasta que los policías rodearon la casa y un chófer le dijo al señor Clark que al otro día vendrían los de investigación a hablar con él.

La señora Flor estaba leyendo un cuento para Luis y Manuela se fue a bañar en un lujoso baño que tenía la amplitud de su departamento.

Salió con una salida de baño que las empleadas le trajeron y una toalla envolviendo su cabeza. Se topó con Clark y ambos se miraron asustados.

Me voy a mi sector - dijo Clark y salió casi disparando. Ese hombre era raro pensó Manuela.

Fue a ver a su hijo que escuchaba atentamente el cuento leído por la que creía su abuela. Le beso a los dos y se fue a una pieza gigantesca y muy hermosa. Ya no pensaría más, se dijo. Mañana era sábado. Ella tenía el trabajo con Gotti. Los policías cuidaban ese hotel de lujo. Se tiró en la fabulosa cama y se durmió al instante.

Clark estaba fundido. Se había sentido intimidado con la demente cuando la vió con una salida de baño y oliendo tan rico. Se bañó mientras pensaba en el psicópata de Robert. Quien sería ese maníaco?. ¡El mismo que había sacado fotos en la escuela! Esa era una pista que tenía que dar a los de investigación. Nadie le haría daño a su hijo... bueno... al que todo el mundo creía que era suyo.

Se tiró en la cama porque no daba más. Su cuerpo tenía una tranquilidad extraña. Su familia completa estaba protegida. Su familia y la familia de la loca. Pobre mujer...- pensó - se había asustado bastante. Cerró los ojos pensando en ella así como le había visto salir del baño.

Y empezó a sacarle la salida de baño. Le acarició los pechos y le abrazó fuerte para que no tenga más miedo. Sus piernas se entrelazaron. Él sentía su calor y esa fragancia tan exquisita. Sintió que su miembro reaccionaba y se apretó más contra la almohada.

Ay Clark! Y Brigitte? - pensamiento del narrador omnisciente.