Un Moustrou En Mi Vida.

Jerison respiro aliviado, esta vez se había salvado, no amaba a Liz, pero tenía una vida cómoda, Liz no le impedía salir, sabía que era una mujer que lo amaba como a nadie, vivía en una casa donde todo lo pagaba Liz y además tenía personal de servicio trabajando. Su hijo le aseguraría un bienestar por muchos años, el sr Florentinni no dejaría a su nieto. "soy un ganador" pensaba para sus adentros riendo de su buena suerte.

Carolina se despidió de Liz y se fue con la decisión de no volver a ver a Jerison, tenía decidido también abortar a su hijo y así lo hizo días posteriores. Finalmente desapareció de sus vidas si provocar mayor daño.

-Y tu amiga de donde la conoces? - Preguntó Jerison.

-Ella es hija de un matrimonio amigo de mis padres - respondió ella - hace muchos años no la veía, tenia como doce o trece años la última vez que la vi.

-Tiene cara de loca - le dijo - no quiero que te juntes con ella, me da mala espina (termino usado cuando algo no da confianza.)

- Ella viene de muy buena familia, es una joven muy linda persona - respondió Liz - sus padres estaban pasando un mal momento y mi papá les tendió una mano. De allí entablaron una amistad muy bella entre ellos.

-De todas maneras no me gusta que te juntes con ella - dijo con determinación - mientras pensaba "que ilusa eres Liz" "puedo lograr que creas todo lo que quiero"

-No creo que venga a visitarme - dijo Liz - han pasado años que no la veo. De todas maneras si viene la atenderé con cariño, yo la aprecio mucho.

- Si yo la veo aquí voy a enojarme contigo - respondió Jerison.

Se adelantó el parto!

Eran las 8:00 am y Liz se levantó para ir a la ducha. Cuando salió de su cama corrió por sus piernas un líquido con un olor raro...

-Oh, rompí fuente!! -dijo un poco asustada - aún no es tiempo y rompí fuente, amor ayúdame.

-Qué? Despertó Jerison- qué dices? Estás segura que es que rompiste fuente? Te duele algo?

-No, pero iré a ducharme para llamar al doctor.-

-No creo que sea hora, no te duele nada.

- no, no lo sé, de todas formas llama al médico mientras me preparo por favor.

Jerison llamó al Dr de muy mala gana, el médico llegó y efectivamente estaba en proceso de parto, había roto su fuente y el líquido amniótico era el que había perdido.

-Tuviste contracciones?

- No doctor, de hecho anoche fue la primer noche que dormí totalmente bien como hace mucho no lo hacía.

-Bien así como vas aproximadamente en la noche nacerá - dijo el dr- empezarás a sentir dolores en aumento.

-Esta noche? aun me faltan semanas.

-Si, pero al romper la fuente y perder líquido amniótico no podemos retenerlo - agregó el médico - debes ir a la clínica para hospitalizarte y preparar el proceso de parto.

- Sr Jerison, debe llevarla de inmediato.

Jerison la llevó, la dejó en la clínica y se fue.

- Voy a trabajar, en la tarde vengo.- se despidió besándola.

Llamó a su trabajo y dijo que Liz estaba en proceso de parto y él la acompañaría. Se fue con una joven llamada Amanda pasó el día con ella en un lugar privado hasta las 20:00hs y luego fue a la clínica.

Durante la tarde Liz comenzó a sentir dolores agudos, la enfermera que estaba a su cargo le explicaba como respirar y tomaba el tiempo de sus contracciones, la sra Magdalena había ido verla a la clínica pero ya no podía permanecer más tiempo allí porque se acercaba la hora del parto.

-Jerison cómo está? Mi hija ya está casi lista para el parto.

- Suegra! - Le dijo con cariño - que bueno que vino, yo tuve que trabajar.

-Si, me dijo Liz, lo bueno es que llegó a tiempo para presenciar su parto.

Él camillero vino a buscar a Liz para llevarla a sala de parto.

-Sra Liz, se acuerda de mi?

-No, disculpe no lo recuerdo.

-La vez pasada que la vi estaba usted muy triste, también la lleve yo a sala de partos.

Era el mismo camillero que la guió cuando perdió a su primer hijo.

- Oh que coincidencia encontrarlo! y gracias al cielo porque nunca pude agradecerle sus palabras de consuelo.

-Me alegro verla feliz ahora.- dijo el amablemente - Vamos que ya es hora.

En la puerta estaba parado Jerison, el camillero le dijo.

- SR, Coloquese la bata que está en la sala para ir al parto con su esposa.

Jerison lo miró y vio que no podía negarse.

Él la sala de partos...

-Bien mi paciente querida, cuando sienta una contracción me avisa y puja que yo estaré listo para recibir a su hijo - le dijo el obstetra que la había atendido durante todo el embarazo.

Liz respiraba con dificultad, su dolor era agudo, pero fue muy valiente a la hora de tener a su hijo, después de un arduo trabajo de parto finalmente el niño llegó a sus brazos. Por primera vez Jerison se sintió orgulloso de Liz, de cómo enfrentó la situación, nunca había imaginado que tener un hijo demandara tanto esfuerzo, "Qué mujer tengo!" pensó orgulloso. "Qué maravillosa es" tomó la mano de ella y la besó. Por un momento su corazón se conmovió por ella...