Ella es una hermosa y sexy profesora
Él, es un guapo y persistente alumno.
Un apasionado romance nace entre ellos dos.
¿Qué pasara cuando todo se descubra?
¿Es amor lo que los une? ¿ O solo es la pasión y el deseó?
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¿Por qué no podemos?
Camila entro a su casa, una vez que se despidió de Justin, corrió hacia su habitación, agradeció que su hermana aún no hubiera llegado. Una vez entro a el lugar se desnudo y se metió al baño, se ducho de pies a cabeza, tallo su cuerpo de manera brusca con la esponja, mientras recuerdos de lo que había vivido con su ex pasaban por su mente. Cada vez que recordaba aquellas cosas sentía ganas de vomitar, se culpaba por aquello pues debió ver qué Andrés no era un buen tipo, pero se dejó cegar y aunque al principio todo fue color de rosas, después se volvió un infierno. primero fueron las frases hirientes, con reproche, luego los gritos, después los golpes y... no quería pensar en eso, era tan doloroso, Debía de olvidar aquello, ya lo había denunciado, muy pronto lo atraparían y estaría varios meses en prisión, ella lo denunció por secuestro, y daños físicos, todo estaría bien, él se olvidaría de ella. Seco su lágrimas y apagó la regadera, salió de la ducha, seco su cuerpo y se envolvió con la toalla, salió del baño y comenzó a cambiarse, en ese momento la puerta de su dormitorio se abrió de repente.
- Ya llegué, ¿Cómo te fue hoy? - pregunto Celeste entrando a la habitación, Camila se asusto y dió un brinco, luego al escuchar y ver a su hermana, la miro molesta.
- Ya te he dicho que no entres así. - se quejo.
Celeste guardo silencio ante la reacción de Camila, si bien era cierto que aquello le molestaba y ella solo lo hacía para hacerla enojar, la reacción de Camila fue algo exagerada, la miro preocupada y entonces noto el enrrojecimiento en su mejilla.
- ¡¿Qué te paso?! - cuestionó mientras camino hacia Camila. - ¿Quién te hizo eso?- pregunto, pero Camila se mantuvo en silencio y miro hacia otro lado. - Fue Andrés, ¿Cierto? - pregunto.
Camila guardo silencio, la verdad Celeste no sabía el infierno que ella había pasado con Andrés , o almenos no en sus totalidad, así que pensó muy bien en que decirle.
- Camila. .
- Si, fue él, fue a la escuela, me emboscó cuando salia de esta, quizo que lo acompañará y al negarme me hizo esto. - explico, Celeste la miro horrorizada. - No te preocupes, alguien me ayudó y lo alejo, luego fui a poner la denuncia y una orden de alejamiento, no va a volver a buscarme. - término de explicar. Celeste respiro tranquila.
- Ese idiota, espero que lo refundan en una cárcel y nunca más vea la luz, eso es lo que se merece, lo odio. - maldecia la chica. - Yo sé que tú no me has contado toda la verdad Camila, sé que ese tipo te hizo mucho daño, no se hasta que punto, pero lo sé, no soy una niña puedo soportar la verdad. - dijo mirando a su hermana con dolor. - Soy tu hermana, quiero ayudarte.
Camila sonrió y la abrazo. - Tienes razón, no te he contado toda la verdad, pero no vale la pena, ya pasó, y no va a volver a suceder. - Celeste correspondió el abrazo, pero las palabras de Camila no la complacieron, pero no podía obligar a su hermana a hablar, además estába segura que Mariah sabía todo, y ella si le contaría la verdad.
- Voy a hacer la cena. - hablo Camila una vez se separaron.
- Bien, yo voy a darme una ducha. - hablo Celeste y después salió de la habitación. Camila dejo salir un suspiro y salió también.
Celeste entro a su habitación, saco su celular del bolso y escribió en el.
celeste
Nececito hablar contigo, ¿ podrás ir mañana a la cafetería enfrente de la universidad, a eso de las dos de la tarde?
xxxx
¿y eso para qué?
respondió la persona inmediatamente.
Celeste.
Estoy preocupada por Camila, hoy Andrés la busco.
xxx
mierda ese imbécil, ¿qué le hizo?
Celeste.
la golpeó, ella dice que no fue nada y que ya lo denunció, pero no me quiso contar nada más, ¿ por favor quiero saber que le pasó a mi hermana? Mariah, ayúdame.
Mariah
De acuerdo, nos vemos mañana.
Celeste.
okay, gracias.
............
Una semana después Camila salía de la escuela al término de las clases, ella miro hacia todos lados una vez llegó al estacionamiento, desde aquel día se mantenía alerta, aunque Aa Andrés ya lo habían atrapado y ahora estuviera encerrado, no podía dejar de hacer auqello, entro a su auto y salió del estacionamiento, ya iba en medio de la carretera cuando vio su retrovisor y sonrió al ver al motorizado que venía siguiendola, Justin, desde aquel día siempre la seguía, hasta que llegara a su casa, no hablaban, no se decían nada, pero aún así, el chico la seguia, aún con la sonrisa en el rostro tuvo una idea y desvío el camino. Justin frunció el ceño al ver que tomaba otra dirección diferente a la que habitualmente iba, la siguio y varios minutos después supo a dónde se dirigía , sonrió y aceleró un poco, sin rebasarla, Ya sabía que ella se había dado cuanta desde el primer día que la seguía.
Minutos después llegaron al lugar, era el mirador donde la había llevado después de aquel incidente. Justin estaciono su moto,mientras Camila salía del auto.
Ambos caminaron y se sentaron en el césped, justo en la cima, estuvieron varios segundos en silencio hasta que Camila hablo.
- ¿Por qué lo haces? - cuestino y lo miro.
- Quiero que se sienta segura. - respondió mirándola.
- Ya lo atraparon, en una semana tengo que ir a declarar, el abogado dice que establecerán una fianza, pero que es bastante dinero, el no tiene mucho, asi que muy seguramente irá a presión y será de uno a dos años. - le explicó está, - Es decir que ya no tin6es que hacerlo.
Justin asíntio. - Lo seguiré haciendo, no me cuesta nada. - dijo mirando esta vez a la ciudad, Camila sonrió
- ¿Qué es lo que quiere Señor Miller? - cuestino.
- ¡au! Eso dolió. - dijo llevándose una mano al pecho . - señor Miller, joven Miller, no me gusta que me llame así.
- Es lo correcto, tu eres mi alumno, yo tu profesora, no debemos tener cofiansitas. - le explicó ella.- Agredzco que me hayas ayudado aquel día, e incluso que estos días me hayas seguido, pero por favor deja de hacerlo, si alguien se da cuenta podría malinterpretar todo. - dijo Camila colocándose de pie. - Si crees que con eso vas a lograr algo conmigo estás muy equivocado. entre tu y yo no va a suceder nada. - Camila camino hacia su auto y justo cuando iba a abrir la puerta Justin la tomo de la mano, la jalo hacia él y la sujeto por la cintura.
- ¿ Por qué? - cuestino el chico. - Yo la atraigo, lo sé por la manera en que ha respondido a mis besos. - Camila sintió su corazón acelerarse, estaban tan cerca, ella quiso alejarlo y colocó sus manos en su pecho para empujarlo, pero no logro moverlo ni un centímetro, el chico era fuerte, podía sentir sus fuertes músculos por debajo de su camisa, aquello la hizo temblar, además la forma en que la miraba, sus ojos verdes eran impactantes.- Justo ahora yo sé que está luchando contra lo que mi cercanía le causa. - pronunció con voz ronca. - Me deseas Camila. - dijo y acercó sus labios a los de ella. - Y yo te deseo, cómo jamás había deseado a otra mujer, me vuelves loco, cada noche te veo en mis sueños imaginando que beso tus labios, tu piel, que acaricio cada parte de tu cuerpo, que me hundo tan profundamente en ti y que tus gemidos inundan mi habitación, ¡mierda! Si solo me dejaras mostrarte lo bien que encajariamos.- susurraba mientras amenazaba con juntar su labios.
Mierdas, sus palabras hacían temblar sus piernas, él no la había tocada más alla del agarre de sus caderas, pero ella sentía su piel arder, y su bajo vientre se contraía, además de que podía sentir sus bragas humedece, pero ella no podía ceder, no debía, no estaba bien, aunque se muriera por besar su labios, Camila entendía, no sabía cómo era posible que su cuerpo reaccionara así ante ese chico, debía de alejarse.
- Suéltame. -, Pidió con voz entre cortada. - Entre.. - no podía hablar bien, estaba tan exitada, pero tenía que ser fuerte y resistirse así que cerro los ojos y trato de controlar su cuerpo lo más que pudo, trago en seco y abrió la boca. - Entre usted y yo no puede pasar nada por dos razones. - Logro hablar. - la primera usted es menor de edad podría ir presa por meterme con un niño, y la segunda muy seguramente perderia mi licencia educativa. - explico, ella creyó que eso lo alejaría, pero no fue así, y este le sonrió.
- Te equivocas Camila, tengo 18 soy completamente legal para ti. - comento sonriente, Camila lo miro incrédula. - Tengo 18 años próximo a cumplir los 19. - volvió a decir. - Aun no puedo entrar a bares y pedir alcohol, pero definitivamente puedo tener una relación consentida con una mujer 5 años mayor que yo. - Camila aún lo miraba sorprendida, el estaba en último año de preparatoria, ¿Acaso? - Sí, estoy repitiendo el año. - dijo adivinando lo que ella pensaba. - Así que, no te preocupes no estarias cometiendo un delito. - dijo sonriendo coqueto.
Camila guardo silencio por varios segundos pero después reacciono. - Aún así, sigues siendo mi alumno, no puedo tener nada contigo si me descubren sería el final de mi carrera. - explico.
- Tu misma lo acabas de decir si nos descubren, yo no voy a decir nada y estoy seguro que tú tampoco. Así que no hay escusas. La única manera de que yo acepté que no quieras tener nada conmigo es que me dijeras que no te atraigo, y eso, es mentira porque aún sigues temblando y sé que no es de frío, incluso puedo jurar que tus bragas en este momento están húmedas. - dijo susurrándole al oído, Camila sintió estremecer su cuerpo, quería decirle que se alejara, pero las palabras estaban atoradas en su garganta. El sintió su cuerpo temblar sonrío y busco sus labios para luego juntarlos, ella sabía que debía alejarse empujarlo pegarle para que se alejara, pero no lo hizo por el contrario se acercó más a él, respondió a su beso y rodeo el cuello de Justin con sus brazos, él la apego más a él, Y profundizó aquel beso metiendo su lengua en la boca de ella quién correspondió de igual manera, en cuestión de segundos sin saber cómo ambos entraron al auto en la parte trasera, ella encima de él, a horcajadas, con su pierna a cada lado de las rodillas de este, mientras se besaban ferozmente y Justin acariciaba su cuerpo.
Sentía su cuerpo arder, quería más, todo su cuerpo le pedía más y eso la sorprendía ya que nunca había sentido aquello, ¿Por qué justo ahora, con este hombre sentía eso? No lo sabía, y ahora su mente estába demaciado nublada por la exitación para pensar en eso.
Justin llevo sus manos a los botones de la camisa de ella y comenzó a desabotonarlos hasta dejar ver el sostén de color blanco, sin pensarlo dos veces los removió y una vez los blancos y redondos pechos estuvieron libres de la prenda el se inclino un poco y comenzó a jugar con estos, Camila dejo salir un gemido de su labios, sintiendo aquello, el placer era increíble, pero casi grita al sentir la.mano del chico viajar hacia el sur y meterse entre su bragas para comenzar a hacer estragos haya bajo.
- Lo sabía, estás tan lista para mi. - dijo el pausando unos segundos sus juegos con su boca. . Camila solo gimió en respuesta, él no dijo más nada y siguió con su labor, segundos después Camila sintió un calor formarse en su bajo vientre y luego explotó en lo que ella entendió era un orgasmo, era la primera vez que lo sentía.
Cuando aquella sensación término ella respiraba con dificultad, mientras él la miraba embobado por su expresión.
- Te ves tan sexy y adorable a la vez, ¿Cómo es eso posible? - comento, ella no respondió nada, aún no salía de aquella bruma. El la volvió a besar y ella respondió apasionadamente, se separaron para llevar aire a su pulmones y se miraron a los ojos, respirando con dificultad. - Tus ojos brillan - comento él, ella se sonrojó y el sonrió, nuevamente se besaron, urgidos, el comenzó a desbrochar su pantalón para liberarse pero justo en ese momento se acordó de algo.
¡Mierda! pensó.
El beso término, ella se dió de cuenta que algo estaba pasando y lo miro confundida.
- No tengo preservativo. - comento el. - ¿Tú?
- No. - respondió ella.
- Okay, - susurro él y echo la cabeza hacia atrás. - ¡Mierda! - exclamó.
Camila mordió su labio y se bajó de encima de él sentandose a su lado, tal vez era mejor así, lo miro y frunció el ceño al verlo un poco adolorido, miro hacia bajo y se sonrojó al ver su problema, estaba bastante firme allá bajo.
- ¿Te duele? - cuestino.
- Sí un poco, es muy incómodo. - respondió.
Ella se sintió mal por el así que decidio ayudarlo, sabía cómo hacerlo, después de todo era la única manera que tuvo para amortiguar a Andrés los primeros meses, Ella llevo sus manos hacia los pantalones de este, y comenzó a ayudarlo, el cerro sus ojos mientras Camila se encargaba de él, se sentía tan bien, sus manos eran suaves y delicadas, esa mujer eran maravillosas, segundo después alcanzó el climax, cuando se recuperó la beso, pero tuvo que detenerse rápido si no quería provocar otra erección, se miraron sabiendo que aquello solo era el principio.
Habían comenzado algo que no sabían a dónde los iba a llevar.
😊🥇🎉Mis felicitaciones al autor.