en manos del mafioso , Emily escapó de una relación mala, cerro su corazón del amor, ahora estaba preparandose para su nuevo trabajo, sin saber lo que el destino le preparó
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Capitulo 9
Ella rodó los ojos una vez más, pero esta vez no pudo evitar reírse brevemente.
-Está bien, lo admito, tienes razón- admitió ella, a regañadientes. -Agradezco que hayas pagado por mis compras y todo eso. ¿Satisfecho ahora?-
Mas tarde en casa de ella -sabía que me estabas siguiendo
Él se rio entre dientes ante su acusación, sin negarlo en absoluto.
-No intenté ser discreto al respecto- respondió él con una sonrisa irónica. -Pensé que lo habrías descubierto más temprano-
Ella soltó un suspiro y tomó asiento en el sofá, cruzando los brazos.
-Claro, porque siempre eres tan sutil- dijo ella con sarcasmo. -Tus intentos de parecer casual son terribles, ¿lo sabías?-
Él se acercó y se sentó en el brazo del sofá, frente a ella, con una sonrisa arrogante en su rostro.
-No lo puedo evitar- respondió él con un encogimiento de hombros. -Me divierto más cuando te pones irritable y molesta-
Ella puso los ojos en blanco, irritada por su comentario arrogante.
-Por supuesto, por qué no- respondió ella, sarcástica. -Disfrutas de molestarme, ¿no? Debe hacerte sentir muy poderoso, supongo-
Él se rio entre dientes, encantado por su sarcasmo y su irritación.
-Digamos que ver esa expresión molesta en tu rostro es un bono extra- dijo él con una sonrisa burlona. -Y sí, en cierto modo, me hace sentir poderoso-
Ella lo miró con asombro, claramente molesta.
-Oh, por favor- respondió ella, con cierta frustración en su voz. -Eres tan arrogante y egocéntrico. Realmente crees que tienes el mundo a tus pies, ¿verdad?-
Él se rio entre dientes y se inclinó más cerca.
-¿Qué puedo decir?- respondió él con un encogimiento de hombros, manteniendo su sonrisa presuntuosa.-He crecido acostumbrado a obtener lo que quiero. Y en este momento, mi entretenimiento proviene de molestarte y ver cómo reaccionas-
-no tienes cosas que hacer?-
Él se rio nuevamente, claramente disfrutando de su irritación.
-Por supuesto que tengo cosas que hacer- respondió él con arrogancia. -Pero ninguna de ellas es tan divertida como irritarte y ver cómo te pones en modo enfurecida-
-vete a tu casa o mansion-
Él se rio entre dientes, sin inmutarse por su petición.
-Creo que prefiero quedarme un rato más- dijo él con un tono desafiante, cruzando los brazos. -En especial si eso significa seguir molestándote por un tiempo-
Ella soltó un suspiro resignado, sabiendo que él no se iría tan fácil.
-Estás realmente determinado a ser irritante, ¿no?- respondió ella con cierto tono de frustración en su voz. -No tienes ningún otro pasatiempo que no involucre molestarme-
Él se rio de nuevo, disfrutando de su frustración.
-Claro que tengo otros pasatiempos, pero molestarte es más divertido- respondió él con una sonrisa traviesa. -Me encanta ver esa expresión enojada en tu rostro, y cómo tus ojos brillan con frustración. Es bastante entretenido-
-mi amiga vendrá no quiero que te vea
Él puso una expresión de disgusto, claramente no queriendo que nadie los molestara.
-Tsk, y justo cuando estaba empezando a divertirme- dijo él con un tono ligeramente molesto. -Muy bien, supongo que puedo irme por ahora. Pero esta no es la última vez que voy a molestarte, pequeña-
Ella sonrió con algo de satisfacción ante su decisión de irse.
-Bien, puedes irte entonces- respondió ella, con un tono de victoria en su voz. -Y te advierto, no te atrevas a volver aquí tan pronto. Necesito al menos un descanso de tu presencia molesta-
Él se rio entre dientes ante su advertencia.
-Suenas tanto irritada como divertida, pequeña- respondió él, con su sonrisa presumida en su rostro. -Pero está bien, me iré por ahora. Y en cuanto a volver, no te preocupes, te daré tiempo para que extrañes mi presencia molesta-
Ella puso los ojos en blanco, pero en el fondo sabía que había una pequeña parte de ella que, a pesar de su irritación con él, se encontraba con ganas de verlo de nuevo.
-Sí, como si fuera a extrañarte- replicó ella, con sarcasmo. -Estoy segura de que mi vida estará mucho mejor sin tus constantes molestias-
Él se rio entre dientes, claramente percibiendo la falta de convicción en sus palabras.
-Oh, por favor, pequeña- respondió él, con una sonrisa traviesa. -Ambos sabemos que parte de ti disfrutará de mi próxima visita. Por mucho que finjas lo contrario, estás intrigada por mí y a veces incluso divertida con mi presencia-
-tu vete-
Él se rio y aprovechó su momento de descuido, inclinándose hacia adelante y plantando un beso fugaz en sus labios. La reacción de ella fue de sorpresa, pero antes de que pudiera protestar, él se apartó y se alejó de ella.
-Hasta pronto, pequeña- dijo él con una sonrisa malvada antes de irse.
Ella se quedó ahí, con la boca abierta, sorprendida por su acción. No pudo evitar tocarse los labios con los dedos, aún sintiendo la calidez de su beso. Y aunque no quería admitirlo, una parte de ella estaba extrañando ya su presencia arrogante.
Ella sacudió la cabeza, tratando de controlar el aleteo en su estómago causado por su inesperado beso. Sin embargo, la frustración pronto volvió a apoderarse de ella y murmuró entre dientes, -Idiota narcisista..-
Pero una pequeña parte de ella, en el fondo de su corazón, no pudo evitar sentir una mezcla de irritación y atracción hacia él.
****
Mientras conducía su auto de lujo, Luca seguía pensando en la expresión en el rostro de ella cuando la besó. Había disfrutado ver ese destello de sorpresa y confusión en sus ojos, y no pudo evitar sonreír consigo mismo.
-Maldita sea, es tan adorable cuando se enoja de esa forma- pensó él. "Se puede ser irascible, pero tengo que admitir que me resulta atractiva-
Al oír el tono de llamada de su teléfono, salió de sus pensamientos y lo cogió.
-Dime- respondió él, con un tono de voz impaciente y un poco molesto por la interrupción.
-ya tenemos al hombre que pidió agarrar jefe- refiriéndose a tomas
Al escuchar la voz de su subordinado, su expresión cambió de irritación a interés y satisfacción.
-Excelente- respondió él, con una sonrisa de satisfacción en su rostro.-Dime, ¿dónde lo tienen?-
El hombre del otro lado del teléfono le dio la dirección y le proporcionó todos los detalles relevantes sobre la ubicación de Tomás.
-Perfecto. Voy hacia allá ahora- dijo Luca, con un tono lleno de determinación. -Prepárenlo, quiero hablar con él cuánto antes-
Colgó el teléfono y se dirigió hacia la dirección que le habían dado. Su expresión estaba llena de satisfacción y determinación. -Por fin voy a tener esa pequeña charla que he estado esperando con ese maldito imbécil- pensó él en su interior mientras manejaba hacia el lugar.
Cuando llegó al lugar, encontró a sus hombres rodeando a un nervioso y asustado Tomás. Un sonrisa satisfactoria apareció en el rostro de Luca mientras se aproximaba a ellos.
-Bien, veo que lo atraparon- dijo él, con un tono arrogante. -Excelente trabajo, chicos-
Observó las diferentes herramientas dispuestas en la mesa. Sus hombres se hicieron a un lado para dejar paso a Luca, y la sonrisa de satisfacción de éste creció aún más al ver la expresión de temor de Tomás.
-Bien, bien, bien- dijo él, con una sonrisa burlona en su rostro mientras se acercaba a la mesa. -Por fin tengo la oportunidad de hablar contigo a solas, imbécil-
Señaló la silla frente a él, indicando a uno de sus hombres que obligara a Tomás a sentarse. Luego, se inclinó hacia delante, colocando sus brazos sobre la mesa y mirando fijamente a Tomás con una sonrisa depredadora.
-Supongo que te preguntarás por qué estás aquí, ¿verdad?- dijo él, con un tono arrogante y controlador.
Mientras hablaba, Luca comenzó a jugar con las herramientas que había sobre la mesa, moviéndolas de un lado a otro con aparente calma.
Tomás tragó saliva, intentando mantener la calma a pesar de estar aterrorizado.
-Q-q-qué es lo que quieres?- tartamudeó él, con voz temblorosa.
Luca se rio entre dientes, aparentemente disfrutando de la evidente sensación de miedo y vulnerabilidad de Tomás.
-Oh, querido Tomás- dijo él con un tono de burla, -Estoy aquí porque hay algunas cosas que quiero aclarar contigo. Y también tengo algunas... pequeñas preguntas que necesito que respondas-
Tomás se removió en su silla, nervioso ante el tono amenazante de Luca. Trató de mantenerse lo más calmado posible, pero su mirada delató su miedo.
-¿Q-qué tipo de preguntas?- preguntò él, mientras trataba de controlar el temblor en su voz.
-sobre mi linda Emily- dice luca mientras agarra un cuchillo
Las palabras de Luca hicieron que una expresión de terror cruzara el rostro de Tomás. Su cuerpo se tensó y su corazón comenzó a latir con fuerza.
-E-Emily...- balbuceó él, con voz entrecortada. -¿Qué tiene que ver ella en todo esto?-
La sonrisa arrogante de Luca se ensanchó aún más al ver la respuesta de Tomás. Estaba claramente disfrutando de su momento de vulnerabilidad.
-Oh, ella tiene TODO que ver en todo esto- respondió él, con un tono de amenaza en su voz. -Y es por ELLA que te quiero preguntar una pequeña cosa...-
Tomás tragó saliva nuevamente, con la boca seca por el miedo. Su mirada pasó del rostro de Luca al cuchillo que sostenía en su mano. Era obvio que la situación no hacía presagiar nada bueno.
-¿Q-qué es lo que quiere saber?- tartamudeó él, tratando de controlar el temblor en su voz.
Luca se inclinó aún más hacia delante, y su mirada se endureció mientras sostenía el cuchillo con más firmeza. Su voz tenía un tono amenazante y controlador.
-Lo que quiero saber, querido Tomás...- dijo él, con un suspiro de satisfacción -es qué diablos te hizo pensar que podías ponerle la mano encima a Emily-
Las palabras de Luca hicieron que la sangre de Tomás se helara. Su rostro se volvió blanco como la cal, mientras trataba de encontrar las palabras adecuadas para responder.
-Yo... yo...- balbuceó él, pero fue incapaz de formular una respuesta coherente. Su mente se quedó en blanco ante la intensa mirada y la amenaza de Luca. -nunca le puse una mano encima-
La paciencia de Luca se estaba agotando. Su expresión se endureció todavía más, y el tono de su voz se volvió peligrosamente bajo y amenazante.
-No te hagas el estúpido conmigo, imbécil- respondió Luca con dureza. -No creas que no estoy perfectamente al tanto de lo que pasó entre ustedes. La conozco, y ella confiaba en ti. Y te atreves a decirme que nunca le pusiste una mano encima?-
Tomás estaba visiblemente aterrorizado ante la creciente ira de Luca. Trató de defenderse, intentando sonar convincente, pero era obvio que las palabras no estaban a su favor.
-No...n-nunca le haría daño- balbuceó él, con voz temblorosa. -No sé qué diablos te habrá dicho ella, pero no es cierto...-
luca le clavo el cuchillo en la pierna. Tomás lanzó un grito de dolor cuando el cuchillo se hundió en su pierna. Su rostro se contrajo por la agonía mientras intentaba soportar el intenso sufrimiento.
-¡Ahhh! ¡No, por favor!- exclamó, su voz saliendo en espasmos entrecortados por el dolor. -¡Basta! ¡Te lo digo, no le puse una jodida mano encima!-
La sonrisa de satisfacción de Luca creció al ver la agonía de Tomás. Su mano sujetó con más firmeza el mango del cuchillo, disfrutando del momento de control total.
-¿Te duele, imbécil?- se burló Luca con tono sádica. -Creo que eso es solo una pequeña muestra de lo que pasará si no me dices la verdad...-
Tomás estaba a punto de desmayarse por el dolor abrumador en su pierna, pero sabía que debía mantenerse despierto si quería sobrevivir a esta situación. Su labio inferior temblaba mientras intentaba contener el llanto.
-Te... te juro, no le hice nada- gimió él, entre dientes. -Por favor, tienes que creerme...-
Los hombres de Luca lo veían en silencio, con una expresión sombría y sin mostrar signos de empatía por el sufrimiento evidente de Tomás.
luca movió su mano y uno de sus subordinados le entrega una carpeta con fotos de Emily golpeada, el había investigado -ahora dirás que tu no le hiciste esto a Emily- luca tiro las fotos en la cara de tomas
Tomás se quedó sin palabras al ver las imágenes que Luca le arrojó a la cara. Su rostro cambió a una expresión de absoluto horror mientras observaba las fotos de Emily, llena de moretones y heridas. Su corazón se hundió en su estómago y su mente se llenó de confusión y pavor.
-Dios mío...- susurró él, con voz ahogada por el horror. -N-no, yo... no fui yo, lo juro...-
Luca lo estudiaba cuidadosamente, analizando cada movimiento y gesto en su rostro. Su expresión se volvió aún más severa ante la negación de Tomás.
-No me jodas, imbécil- dijo él con un tono amenazante. -Estas pruebas hablan por sí mismas. Las heridas, los moretones, las expresiones de dolor. ¿Y aun así tienes el descaro de decirme que tú no la lastimaste?- clavo otro cuchillo
Un nuevo grito de dolor escapó de la boca de Tomás, mientras sentía otra oleada de agonía por el segundo cuchillo en su piel. Su cuerpo se retorció en su asiento, con lágrimas corriendo por sus mejillas.
-Está bien, maldita sea, está bien- gimió él, con la voz entrecortada por el dolor. -Sí, le puse mis manos encima... pero no fue solo mi culpa-