Circulos De La Eternidad

La espada necrophia, un arma forjada entre la oscuridad, había sido creada por asmodeo, infundiendo parte de su poder y esencia.

Poseía una apariencia maligna, con una hoja negra como la noche y una empuñadura adornada con los cráneos de los ángeles, era acompañada con aura de muerte y descomposición, afectaba a todo aquel que se atrevería a acercarse a ella.

Tenía la habilidad de absorber la vida vital de aquellos que la sujetaban, convirtiéndose en espectros de su antigua humanidad, la espada se volvía cada vez más poderosa a medida que la utilizaban, su aura de muerte y descomposición se extendían.

Se decía que era capaz de cortar cualquier cosa que se interpusiera en su camino, aquellos que la sujetaban estaban condenados a muerte y desolación.

La espada fue forjada hace tres mil años antes de la guerra de asmodeo, creo cuatro espadas haciendo de esta la más peligrosa, infundiendo parte de su poder.

—Señor koji, estoy listo para empuñar su espada necrophia—dijo kosuke orgulloso de él mismo.

—Escucha kosuke, está espada es poderosa para que la empuñes—respondió koji de inmediato.

Nobu se acercaba justo en ese momento al escuchar a kosuke.

—La espada acabará con tú vida kosuke—opinó nobu observando la determinación de kosuke.

—Nadie pidió tú opinión—respondió kosuke con una mirada afilada.

—Es suficiente para los dos—gritó koji golpeando la punta de la espada al suelo.

—Lo sentimos señor koji—respondió kosuke y nobu a la vez, inclinando la cabeza a bajo.

—Te daré una oportunidad para empuñarla, pero deberás probar que eres digno—recalcó koji alzando su arma.

Para que kosuke controlara el poder de la espada necrophia, debía ir a un lugar prohibido para los demonios, llamado el valle de los espectros perdidos.

—Para controlar su poder, deberás ir al valle de los espectros perdidos—mencionó koji con un misterio que rodeaba su entorno.

—¿Estas seguro de esto kosuke? no podrás controlar tanto poder—preguntó nobu con una desconfianza en su voz.

—Controlaré su poder y nada me impedirá lograrlo—respondió kosuke con una sonrisa malvada.

—Puedes iniciar tú misión kosuke—comentó koji con una voz tranquila.

—Iré lo más pronto posible—respondió kosuke, mientras que nobu se retiraba.

Kosuke se retiraba sólo en busca del valle de los espectros, pero no recordó preguntar en donde se localizaba.

—Comandante nobu, regrese—habló koji dando pasos ligeros.

—¿Por qué me detiene señor koji?—preguntó nobu dando vuelta lentamente.

—Sigue de cerca a kosuke, pero sin que se percate de tú presencia—respondió koji desconfiando de él.

—¿Esta seguro de esto señor?—preguntó nobu dudando por un segundo.

—Estoy completamente seguro, ve y siguelo a distancia—respondió koji empuñando sus manos.

—Como usted ordene—respondió nobu retirándose apresurando el paso.

Mientras tanto kosuke murmuraba a cerca del valle, cuando miró que estaba perdido, no sabía en donde estaba parado.

—Despues de regresar, seré invencible, ¿pero?, ¿que es realmente el valle de los espectros?—pensó kosuke mientras se reía caminando.

Risas desconocidas rodearon a kosuke, pensando que alguien se burlaba de él, sin pensarlo acabaría con su vída al encontrarlo.

—¿Quién se ríe de mi?, te encontraré y te mataré—preguntó kosuke mirando alrededor.

Nobu lo observaba a distancia para que no se percatara de su presencia, podía mirar como kosuke busca algo desesperado.

—Ese tonto se meterá en problemas—comentó nobu caminando detrás de él.

Kosuke llegó a la puertas de una caverna, ahí se encontraban demonios sentados como si esperarán algo, al mirar que no había nada que llamara su atención cerró la puerta lentamente, pero volvió a escuchar la misma risa burlona.

—Ya no podrás seguir escondiendote—gritó kosuke llamando la atención mientras abría la puerta de nuevo.

Dentro de la caverna miró demonios diferentes que lo miraban con una mirada afilada, sólo había uno en especial escondiéndose debajo de una mesa vacía.

—Ahi es en donde te escondes—alzó la voz kosuke caminando con elegancia a la mesa.

Nobu al llegar miró desde afuera el desorden que estaba por empezar kosuke al demonio con apariencia inofensiva.

—Matará a ese pobre demonio—dijo Nobu observando por la venta de cristal.

Desde adentro de la caverna, kosuke se acercó levantando la mesa y tirándola lejos.

—Ya no huiras más, ¿ahora dime por qué te burlas de mí?—preguntó kosuke empuñando sus manos.

—No me mates, te diré en donde esta el valle—suplicó el demonio cubriéndose con sus brazos para protegerse.

—¿Estas diciendo la verdad?—preguntó kosuke soltando al demonio.

—Te diré todo lo que preguntes—respondió el demonio levantándose.

—¿Dime, cómo te llamas?—preguntó kosuke con una mirada sería.

—Amón—respondió con una voz débil y quebrante.

—No es cierto, eres amón el rey de la oscuridad—gritó kosuke con una voz miedosa bajando su ego.

Nobu se paralizó al escucharlo, no podía creerlo al mirar lo débil que era, pero recordó las palabras de koji acerca de un demonio débil pero con la misma fuerza de asmodeo.

—Aquel demonio no puede ser amón, y si es así, kosuke esta en problemas—expresó nobu sorprendida.

Kosuke sabía perfectamente el problema que se había metido por ser arrogante y superior a los demás, no podía mover su cuerpo ni un milímetro.

—¿Por qué estás pálido?—preguntó amón tocando su hombro como si nada hubiera pasado.

—¡Lo siento!, no sabía quien eras—suplicó kosuke por su vida mientras se arrodillaba a él.

—¿Cómo te llamas jovén?—preguntó amón mientras lo levantaba.

—Soy kosuke, el primer comandante del general koji—respondió de inmediato.

—¿Conoces al rey de los demonios?—preguntó amón de nuevo.

—Si señor, conozco al amo asmodeo—respondió kosuke tartamudeando.

Nobu desde afuera pensaba como amón conocía al amo asmodeo parecía algo extraño de creer.

—En verdad amón conoce al amo—se preguntó nobu, mientras se marchaba para no ser descubierta.

Nobu al verse alejado, amón y kosuke salieron de la caverna.

—Iremos a otro lugar para hablar—asentó amón con una sonrisa en su rostro.

—Gracias señor por perdonarme la vida—respondió kosuke con una voz aliviada.

Caminaron por una hora hasta llegar a un lugar solitario en donde solo estaban ellos y nobu escondiéndose.