No Soy Su Padre, Pero Ella Es Mi Hija

14 de agosto de 2014

Finalmente fui liberado de la prisión. Sí, solo fueron dos días: un día fui torturado, un día fui honrado. Así es el mundo, siempre girando. Algunos giran rápido, otros lento. Yo probablemente esté entre los rápidos. La dinámica de mi vida cambió drásticamente desde que Laras me pidió el divorcio.

El poder realmente puede cambiar la ley, y los funcionarios a veces olvidan quiénes son, de dónde vienen. Se les paga con el dinero del pueblo, pero a veces terminan lastimando al pueblo. Yo soy una persona desafortunada y afortunada a la vez.

Desafortunada porque no tengo poder, porque pude ser castigado sin juicio. Afortunada porque no sé quién movió a tantas personas para liberarme. Solo puedo decir que tal vez esta sea la mano de Dios obrando. ¿No dice el dicho "Siempre hay una lección detrás de la desgracia"?

Acercándose el día de la independencia, el gobierno no quiere disturbios en la capital. Después de todo, la imagen es importante. Después de pasar por varias presiones, finalmente se llevó a cabo el procedimiento. Y resultó que mi arresto violó el procedimiento.

Es extraño. Esa institución ha existido durante años, pero todavía comete errores de procedimiento.

Sus razones suenan demasiado fabricadas. Recién se "despertaron" después de que el pueblo se enojó. Si el pueblo no hubiera reaccionado, tal vez seguirían abusando del poder tranquilamente.

Los gobernantes siempre necesitan un chivo expiatorio para mejorar su imagen. Y esta vez, el chivo expiatorio es Arsyad. Fue suspendido y trasladado a un puesto en una zona de conflicto.

En dos días, conocí a muchos convictos. El convicto más cruel, el matón más temido, resulta ser el humano que más se preocupa por su familia, especialmente por su hija.

Fue sentenciado a 20 años de prisión por masacrar a un grupo de jóvenes que habían acosado a su hija.

Curiosamente, me consideraba un hermano. Dijo que mi lucha por obtener a Melati le recordaba a sí mismo antes.

La familia de Ferdi aparentemente no ha revelado públicamente que no soy el padre biológico de Melati. No sé por qué. Tal vez estén en un dilema: entre revelar o seguir ocultándolo. Y la mejor opción según ellos es: guardar silencio.

Si revelan que no soy su padre, entonces el secreto familiar que han estado ocultando durante tanto tiempo será expuesto. Serán aún más criticados por permitir que su propia nieta llore en la calle, mientras que yo, un extraño, vine a salvar a Melati.

Si yo fuera su padre biológico, entonces mis acciones se considerarían normales. Es natural que un padre defienda a su hija. Pero si se descubre que no soy su padre, entonces mis acciones se considerarán extraordinarias, por estar dispuesto a sacrificar tanto por una niña que no es mi sangre.

Fui recibido calurosamente por mis compañeros ojol.

"¡Oye, vamos a recibir a nuestro hermano!", exclamó Ujang mientras me abrazaba. Algunas personas inmortalizaron el momento con las cámaras de sus teléfonos celulares.

"Eres increíble. En los dos días que no estuviste, el mundo se sintió muy vacío", dijo Anto con su sonrisa característica: le faltan los dientes delanteros desde hace mucho tiempo.

"Gracias, hermano. Ustedes son los mejores", dije, conmovido. Aunque soy normal con ellos. Solo salgo con ellos de vez en cuando. Pero una cosa que siempre hago: si hay una disputa con los ojek de la base, definitivamente intervengo.

Nunca ha habido disturbios. Solo explico sobre el avance de los tiempos. Con mi estilo de narración, que suelo usar cuando le cuento historias a Melati, describo un futuro que es completamente en línea.

Y no sé cómo, finalmente aceptan mi explicación, e incluso se unen. Por supuesto, yo los llevo a la oficina más cercana para registrarse.

Sí... la mejor victoria es una victoria sin derramamiento de sangre, ¿no?

Recordé las palabras del Sr. LH:

"Si necesitas ayuda legal, ve a esta dirección", dijo mientras deslizaba una tarjeta de presentación en mi bolsillo.

Todavía guardo esa tarjeta.

"Lufti Law & Partners", está escrito allí, con una dirección en el área de Thamrin.

Miré la tarjeta durante mucho tiempo.

"Esta es una de las áreas de élite", murmuré en voz baja.

"Tengo que ir allí. Tengo que presionar a Ferdi para que me entregue a Melati".

Mi determinación se hizo más fuerte.

Tal vez soy un humano que siempre elige el camino complicado, prolongado y agotador.

Cuando en realidad, no tengo ninguna obligación de cuidar a Melati.

Ella ya está con sus abuelos. Ya ha regresado con su familia.

Al menos, aunque Laras y Doni la ignoraron, todavía hay un par de ancianos dispuestos a cuidarla.

Pero…

Cada vez que recuerdo su trato hacia Melati, mi corazón se irrita.

Debería haberlo dejado pasar. ¿Acaso Melati es alguien para mí?

¿Soy una buena persona estúpida?

Sí... tal vez soy estúpido.

El amor me ha hecho estúpido.

Pero no me importa.

Quiero cuidar a Melati porque la amo, como a una hija.

Aunque el mundo me critique más tarde. Aunque me consideren un tonto por sufrir por una hija que no es mi sangre.

Incluso, Melati es hija de dos humanos que me traicionaron justo frente a mis ojos.

Pero curiosamente, ahora estoy decidido a cuidarla.

El amor realmente vuelve a la gente estúpida y loca.

El amor a veces hace que los humanos hagan cosas irrazonables.

Y no solo yo.

Hay muchas personas por ahí que hacen las cosas más locas solo por amor.

Afortunadamente, mi amor por Melati todavía está dentro de un nivel normal.

La amo porque desde que era un bebé hasta los cuatro años, yo la he cuidado.

Yo la he cargado cuando tenía fiebre, la he alimentado, la he dormido, yo he escuchado su primer llanto en la noche.

Pero para ser honesto, hay muchos que están mucho más locos que yo por ahí.

Hay quienes están dispuestos a dejar a una esposa que ha sido fiel durante años, solo para amar a su amante.

También hay quienes eligen terminar con sus vidas... solo porque su amor no es correspondido.

No preguntes por qué.

Porque el amor, a veces, no necesita razones lógicas.

Mis amigos ojol me acompañaron a mi pensión

Finalmente llegué a mi pensión.

La dueña de la pensión me recibió con una gran sonrisa.

Incluso obtuve una bonificación por no tener que pagar la pensión durante dos meses.

Ella es una maestra jubilada del estado, dueña de tres sencillas parcelas de pensión.

En su vejez, sus ingresos son suficientes para vivir tranquilamente hasta que fallezca. Todos sus hijos han tenido éxito.

Sí, a veces es así.

Cuando los hijos tienen éxito, los padres a menudo se jactan de ellos por todas partes. Pero curiosamente, esos mismos hijos rara vez visitan a sus padres.

Sé que la Sra. Zuleha a menudo se siente sola.

A menudo charla conmigo. Dice que soy agradable para hablar.

"Claro", respondí en ese momento mientras reía, "soy un cuentacuentos. Mi trabajo es hacer que las historias que no son reales se sientan como si fueran reales".

"Riko, trae a Melati aquí. Déjame cuidarla durante el día, y tú te turnas para cuidarla por la noche. Debes concentrarte en ganarte la vida", dijo la Sra. Zuleha.

"Sí, Sra. Gracias... Voy a la casa de mis suegros. Voy a recoger a Melati", dije mientras me ponía el casco en la cabeza.

"Sí, debes luchar con todas tus fuerzas. Conviértete en un gran padre, Riko", dijo la Sra. Zuleha mientras levantaba su mano en el aire, como si estuviera despidiendo a un soldado que va a la guerra.

"¡Está bien, Comandante! ¡Voy a la guerra!", respondí en voz alta, saludando como un soldado.

La Sra. Zuleha solo sonrió levemente. Una sonrisa cálida... pero que también guarda una profunda oración.

Luego conduje mi motocicleta a una velocidad moderada, recorriendo las calles de la ciudad que se sentían más silenciosas de lo habitual.

Hacia el centro de Yakarta, el área de Thamrin.

Finalmente llegué a un edificio alto, en el piso 8.

Mi corazón latía con fuerza.

¿El Sr. LH habla en serio o solo está bromeando?

¿En serio, yo, un conductor de ojek en línea, tengo que pedir ayuda legal en un lugar como este?

El edificio se ve majestuoso y lujoso.

Vestíbulo con aire acondicionado, pisos brillantes, lámparas colgantes. Todo me parece extraño.

Este no es un lugar para gente como yo.

No es un lugar para un hombre que lucha en las calles todos los días, con una chaqueta de ojol llena de polvo y olor a sudor.

Si entro, ¿no será que el guardia de seguridad piensa que me perdí...?

O peor aún, me dan diez mil rupias y me dicen que me vaya a casa...

O... me echan porque me consideran un mendigo.

Ah, estoy confundido.

Tengo miedo.

Siento que no soy digno.