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Scort

Scort

Status: En proceso
Genre:Autosuperación / Traiciones y engaños
Popularitas:120.6k
Nilai: 4.7
nombre de autor: Eiva

En Valmont, el poder y el deseo se entrelazan en un juego tan seductor como peligroso. Mi nombre es un susurro en los círculos más exclusivos; mi presencia, un anhelo inalcanzable. Pero en un mundo donde la libertad tiene un precio, cada decisión puede llevarme a la cumbre… o arrastrarme a la perdición.

Soy Isabella Rivas, mejor conocida como Sienna, y esta es mi historia.

NovelToon tiene autorización de Eiva para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Jaula de oro

El silencio en la habitación era sofocante. Solo se escuchaba mi respiración agitada y el maldito tic-tac de un reloj en la pared. El tipo frente a mí seguía sonriendo, como si mi miedo fuera su entretenimiento de la noche. Asqueroso.

—Te ves confundida —dijo, con esa voz grave y pausada que ya me ponía de los nervios.

—¿Esperabas otra cosa?

Mi cuerpo entero temblaba, pero no de frío. No, era pura rabia.

—¿Quién mierda eres? —espeté, obligándome a mantener la voz firme.

El tipo inclinó la cabeza, analizándome como si fuera una puta obra de arte en exhibición.

—Puedes llamarme Vincent.

No tenía ni idea de quién demonios era Vincent, pero por la manera en que lo dijo, como si su nombre significara algo, supe que debía recordarlo. Tragué saliva con dificultad.

—¿Qué quieres de mí?

Vincent chasqueó la lengua, girándose lentamente hacia Rosa. Ella estaba encogida en un rincón, los hombros tensos, evitando mirarme.

Hija de puta…

—Hicieron un buen trabajo trayéndola de regreso —dijo Vincent, con esa voz relajada que me hervía la sangre.

Rosa no respondió. Solo apretó los labios y asintió, con los ojos clavados en el suelo. Mi pecho se contrajo con una mezcla de horror y traición.

—¿De vuelta? —susurré, sintiendo que el estómago se me iba al suelo—. ¿De vuelta a dónde?

Vincent sonrió, y su mirada recorrió mi cuerpo con descaro, evaluándome como si fuera un objeto.

Un puto objeto. El asco me subió por la garganta.

—De vuelta al mercado.

Mi corazón se detuvo. ¡No! Intenté moverme, pero las malditas cuerdas mordieron mi piel.

—No…

Mi respiración se volvió errática, mis latidos golpeaban con fuerza en mis oídos. ¡Joder, no! ¡Por Dios, no! Vincent se inclinó hacia mí, su cara a centímetros de la mía.

—Tranquila —susurró, como si estuviera calmando a un animal asustado.

—No soy como los imbéciles con los que estabas antes. Yo sí sé cómo manejar mercancía de tu calidad.

Esa palabra. "Mercancía". El asco se convirtió en fuego.

—¡No soy una maldita mercancía!

Vincent soltó una carcajada, sincera, burlona, como si mi rabia le pareciera tierna.

—Claro que lo eres —dijo, divertido—. Solo que aún no lo has aceptado. Pero pronto lo harás.

Le lancé la mirada más asesina que pude.

—Voy a matarte.

Su sonrisa se amplió, como si acabara de decirle algo adorable.

—Eso es lo que me gusta. Fuego. Hará que seas mucho más cara.

Mi estómago se revolvió. Vincent chasqueó los dedos y dos hombres entraron en la habitación. Dos malditos armarios con cara de pocos amigos, sus ojos eran fríos. Vacíos.

—Llévenla a su nueva habitación —ordenó Vincent con un tono casi aburrido.

—Asegúrense de que esté limpia y bien cuidada. No queremos que nadie la arruine antes de tiempo.

Los hombres se acercaron, pero no me rendí y forcejeé con todas mis fuerzas, pataleando como una loca.

—¡No me toquen!

Uno de ellos me agarró los brazos y el otro me sujetó las piernas. Me levantaron como si no pesara nada.

—¡Suéltenme, hijos de puta!

Uno de ellos sacó un trapo de quién sabe dónde y me tapó la boca.Mi grito se ahogó contra la tela áspera. Mientras me sacaban de la habitación, alcancé a ver a Rosa una última vez, sus ojos estaban llenos de lágrimas pero no hizo nada.

...----------------...

Me arrojaron dentro de la habitación sin el menor cuidado. El impacto contra el suelo me arrancó el aliento, y por un instante, el dolor nubló mi mente. Antes de que pudiera reaccionar, la puerta se cerró de golpe tras de mí, dejando tras de sí un silencio sepulcral.

Mi respiración era errática, mi corazón latía con tanta fuerza que podía escucharlo retumbar en mis oídos. Me incorporé lentamente, sintiendo el ardor en mis muñecas por las ataduras.

Esperaba encontrarme en un sitio oscuro, húmedo y sucio. Algo acorde a la pesadilla que estaba viviendo. Pero me equivoqué. La habitación era… lujosa.

A mi alrededor se extendía un espacio decorado con el más opulento de los gustos. Una enorme cama de dosel con sábanas de seda, una alfombra tan suave que mis dedos apenas sentían su textura, un tocador con espejo dorado y un vestidor que parecía estar lleno de ropa cara.

Esto no es una celda. Era una maldita jaula de oro.

Tragué saliva y mis manos temblaron cuando intenté desatarme. Mis uñas arañaban la cuerda con desesperación, ignorando el ardor de mi piel lastimada.

No voy a quedarme aquí. No seré parte de este juego enfermo.

La perilla de la puerta giró, y mi cuerpo se tensó de inmediato. Vincent entró con su misma sonrisa tranquila, como si nada de esto fuera extraño, como si estuviera recibiendo a una invitada en su hogar.

—¿Qué te parece tu nueva casa? —preguntó con una voz suave, casi melódica.

Mis dientes rechinaron de pura rabia.

—Vete al infierno.

Vincent rió. No con burla, sino con genuina diversión.

—Tienes agallas. Me gusta eso.

Se acercó con calma y se inclinó para desatarme las muñecas. Mis dedos se crisparon. Podría arañarle la cara, desgarrarle la piel… Pero me contuve, no por miedo, sino porque sabía que si lo hacía, probablemente lo pagaría muy caro.

Cuando la cuerda cayó al suelo, llevé mis muñecas a mi pecho y las froté, tratando de ignorar la sensación de ardor.

—¿Qué quieres de mí? —espeté, con toda la furia acumulada en mi voz.

Vincent se enderezó y metió las manos en los bolsillos de su traje.

—Quiero que entiendas algo, preciosa. —Su tono era relajado, casi afable, pero sus ojos… sus ojos eran fríos, vacíos de toda humanidad.

—No eres una prisionera aquí.

Se inclinó un poco más hacia mí, su sombra cubriéndome por completo.

—Eres una inversión.

Un escalofrío recorrió mi espalda. Mis labios se entreabrieron, sintiendo una mezcla de miedo, rabia y asco que me ahogaba.

—No voy a ser parte de esto.

Vincent ladeó la cabeza, como si considerara mis palabras con una fingida curiosidad.

—¿Sabes? Todas dicen eso al principio.

Mi estómago se revolvió.

—Pero al final… —continuó con una sonrisa leve.

—Cuando ven lo que pueden tener, cuando prueban el poder que pueden obtener, dejan de luchar.

Mis manos se cerraron en puños.

—Nunca seré como ellas.

Vincent sonrió con calma y volvió a inclinarse, su rostro a centímetros del mío.

—Eso ya lo veremos.

Mantuvo su mirada fija en la mía por unos segundos antes de enderezarse y girarse hacia la puerta.

—Ah, y una última cosa… —dijo antes de salir—. Esta vez no hay escapatoria.

El sonido de la cerradura al girar resonó en el silencio, el pánico estalló en mi pecho y corrí hacia la puerta y la golpeé con todas mis fuerzas.

—¡Déjame salir, maldito enfermo!

No hubo respuesta, pero lo intenté una y otra vez, hasta cansarme y apoyé mi frente contra la madera, tratando de controlar el temblor en mis manos.

Finalmente, me giré y volví a mirar la habitación. El lujo, la comodidad, la suavidad de cada objeto en este lugar... Todo era una trampa, una jaula disfrazada de paraíso, pero no iba a caer en ella.

¡Voy a luchar, incluso si debo salir de aquí muerta!

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claireth mejia gutierrez
gracias por esta linda novela, esperamos el capítulo y desenlace, felicidades
Critian Lanzas
una novela que no quería leer al principio pero...me atrapó la trama, he sufrido, he llorado con la protagonista y pensar que en la vida real eso en realidad sucede. Mis respetos querida escritora por tan intensa historia. Gracias por compartir. Felicidades 🌹🌹🌹
Lelis Vellejo
Mi querida autora esto es un stress al leer. Me di tiempo y me prepare para lo que venía. Ese Mateo no merece sino la muerte por lo que le hace a Sienna. Solo espero que Alersek llegue a tiempo y la rescate
Critian Lanzas: solo espero que no la mate 😔
total 1 replies
David Aparicio
Oh autora por favor, que no pierda a éste bebé, ya bastante sufrió con el bastardo de Mateo, ojalá que el amor que Aleksen dice tenerle se lo demuestre, apoyándola en éstos momentos que más lo necesitará cuando le cuente de la pérdida de su otro bebé, y que no le vaya a hacer algún reproche por lo que le hizo mateo
David Aparicio
Se lo merecía, aunque debió haberlo torturado más, hacerlo sufrir por todo lo que le hizo a Sienna
Lelis Vellejo: Pienso lo mismo, una muerte muy rápida para lo que le hizo a Sienna. Aunque él lo que quiere es volver con ella
total 1 replies
Gloria Capera hidalgo
por dios santo tanto sufrimiento pobre sienna
Eulamer pedroza
Reitero mi Felicitación a la Autora.te deseo mucho éxito porque se que lograrás alcanzar tu meta de ser una de las mejores escritoras de este Género.
Nereida Hernández montes
es excelente tu historia quisiera leer el final de esta historia que me tiene enganchada esta super buena 👍
Ingrid Gabriela Bucarey Nuñez
cuando podrémos leer hasta el final autora
Nereida Hernández montes
Tiene razón. hay personas que simplemente no entienden que los escritores también tienen u a vida propia con familia y empleos que tienen que cuidar y proteger, al escribir sus historias es por si.ple gusto y pasión al escribir ir y compartirlas con nosotros
Evelin: Gracias por ser tan compresiva y entender
total 1 replies
Angie
Esa Isabel la ya se volvió bien malahablada!!!! Y bien que se muere por el Vincent!!!
Nereida Hernández montes
Sigo encantada con esta historia
Eulamer pedroza
hola estoy leyendo por primera vez al autor me gusta la historia.Pero me gustaría saber si la va a culminar.Seria una lastima dejarla inconclusa.Te felicito porque se que no es fácil escribir. y veo que lo haces muy bien.De verdad quisiera la culmines. esperaré y si pasa una semana más la tendré que eliminar de mis favoritos.Saludos.
Eulamer pedroza: Gracias a ti por estar pendiente /Chuckle/ Saludos desde mi Hermosa Venezuela
Eulamer pedroza: Gracias a ti por estar pendiente /Chuckle/ Saludos desde mi Hermosa Venezuela
total 3 replies
Angie
Excelente
Nereida Hernández montes
A mi me parece excelente esta historia
Nereida Hernández montes
De verdad esta historia es super interesante 👍 te felicito esctitor esta historia deja a los lectores atrapados en la lectura
Evelin
SI NO SON CAPACES DE LEER UNA HISTORIA QUE ESTA EN EMISIÓN, VAYAN A LEER LAS COMPLETAS.

No quiero que vengan a poner que no público capítulos como si llevo meses sin publicar, cuando supo capítulos todas las semanas, si no son la cantidad que les gustaría entiendo, NO SOY UNA MÁQUINA, TENGO VIDA, y si no les gusta que tarde tanto, puedes solo, ESPERAR QUE LA HISTORIA ESTE COMPLETA O SIMPLEMENTE DEJAR DE LEERLA.
Nereida Hernández montes
Desgraciado pervertido
Eulamer pedroza
No sé porque razón no actualiza pero considero que debe decir cuál es la causa.asi no sé pierde el interés.Hasta ahora ha Sido bueno el relato.
Evelin: lo dices como si llevara un mes o años sin publicar y cada semana público, puede que no sean muchos pero público, si no son capaces de leer historias en emisión , lean las que ponen completas
total 1 replies
Nereida Hernández montes
Pobre chica caer en manos de esis desgraciados
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