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Scort

Scort

Status: En proceso
Genre:Autosuperación / Traiciones y engaños
Popularitas:52.9k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Eiva

En Valmont, el poder y el deseo se entrelazan en un juego tan seductor como peligroso. Mi nombre es un susurro en los círculos más exclusivos; mi presencia, un anhelo inalcanzable. Pero en un mundo donde la libertad tiene un precio, cada decisión puede llevarme a la cumbre… o arrastrarme a la perdición.

Soy Isabella Rivas, mejor conocida como Sienna, y esta es mi historia.

NovelToon tiene autorización de Eiva para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Jaula de oro

El silencio en la habitación era sofocante. Solo se escuchaba mi respiración agitada y el maldito tic-tac de un reloj en la pared. El tipo frente a mí seguía sonriendo, como si mi miedo fuera su entretenimiento de la noche. Asqueroso.

—Te ves confundida —dijo, con esa voz grave y pausada que ya me ponía de los nervios.

—¿Esperabas otra cosa?

Mi cuerpo entero temblaba, pero no de frío. No, era pura rabia.

—¿Quién mierda eres? —espeté, obligándome a mantener la voz firme.

El tipo inclinó la cabeza, analizándome como si fuera una puta obra de arte en exhibición.

—Puedes llamarme Vincent.

No tenía ni idea de quién demonios era Vincent, pero por la manera en que lo dijo, como si su nombre significara algo, supe que debía recordarlo. Tragué saliva con dificultad.

—¿Qué quieres de mí?

Vincent chasqueó la lengua, girándose lentamente hacia Rosa. Ella estaba encogida en un rincón, los hombros tensos, evitando mirarme.

Hija de puta…

—Hicieron un buen trabajo trayéndola de regreso —dijo Vincent, con esa voz relajada que me hervía la sangre.

Rosa no respondió. Solo apretó los labios y asintió, con los ojos clavados en el suelo. Mi pecho se contrajo con una mezcla de horror y traición.

—¿De vuelta? —susurré, sintiendo que el estómago se me iba al suelo—. ¿De vuelta a dónde?

Vincent sonrió, y su mirada recorrió mi cuerpo con descaro, evaluándome como si fuera un objeto.

Un puto objeto. El asco me subió por la garganta.

—De vuelta al mercado.

Mi corazón se detuvo. ¡No! Intenté moverme, pero las malditas cuerdas mordieron mi piel.

—No…

Mi respiración se volvió errática, mis latidos golpeaban con fuerza en mis oídos. ¡Joder, no! ¡Por Dios, no! Vincent se inclinó hacia mí, su cara a centímetros de la mía.

—Tranquila —susurró, como si estuviera calmando a un animal asustado.

—No soy como los imbéciles con los que estabas antes. Yo sí sé cómo manejar mercancía de tu calidad.

Esa palabra. "Mercancía". El asco se convirtió en fuego.

—¡No soy una maldita mercancía!

Vincent soltó una carcajada, sincera, burlona, como si mi rabia le pareciera tierna.

—Claro que lo eres —dijo, divertido—. Solo que aún no lo has aceptado. Pero pronto lo harás.

Le lancé la mirada más asesina que pude.

—Voy a matarte.

Su sonrisa se amplió, como si acabara de decirle algo adorable.

—Eso es lo que me gusta. Fuego. Hará que seas mucho más cara.

Mi estómago se revolvió. Vincent chasqueó los dedos y dos hombres entraron en la habitación. Dos malditos armarios con cara de pocos amigos, sus ojos eran fríos. Vacíos.

—Llévenla a su nueva habitación —ordenó Vincent con un tono casi aburrido.

—Asegúrense de que esté limpia y bien cuidada. No queremos que nadie la arruine antes de tiempo.

Los hombres se acercaron, pero no me rendí y forcejeé con todas mis fuerzas, pataleando como una loca.

—¡No me toquen!

Uno de ellos me agarró los brazos y el otro me sujetó las piernas. Me levantaron como si no pesara nada.

—¡Suéltenme, hijos de puta!

Uno de ellos sacó un trapo de quién sabe dónde y me tapó la boca.Mi grito se ahogó contra la tela áspera. Mientras me sacaban de la habitación, alcancé a ver a Rosa una última vez, sus ojos estaban llenos de lágrimas pero no hizo nada.

...----------------...

Me arrojaron dentro de la habitación sin el menor cuidado. El impacto contra el suelo me arrancó el aliento, y por un instante, el dolor nubló mi mente. Antes de que pudiera reaccionar, la puerta se cerró de golpe tras de mí, dejando tras de sí un silencio sepulcral.

Mi respiración era errática, mi corazón latía con tanta fuerza que podía escucharlo retumbar en mis oídos. Me incorporé lentamente, sintiendo el ardor en mis muñecas por las ataduras.

Esperaba encontrarme en un sitio oscuro, húmedo y sucio. Algo acorde a la pesadilla que estaba viviendo. Pero me equivoqué. La habitación era… lujosa.

A mi alrededor se extendía un espacio decorado con el más opulento de los gustos. Una enorme cama de dosel con sábanas de seda, una alfombra tan suave que mis dedos apenas sentían su textura, un tocador con espejo dorado y un vestidor que parecía estar lleno de ropa cara.

Esto no es una celda. Era una maldita jaula de oro.

Tragué saliva y mis manos temblaron cuando intenté desatarme. Mis uñas arañaban la cuerda con desesperación, ignorando el ardor de mi piel lastimada.

No voy a quedarme aquí. No seré parte de este juego enfermo.

La perilla de la puerta giró, y mi cuerpo se tensó de inmediato. Vincent entró con su misma sonrisa tranquila, como si nada de esto fuera extraño, como si estuviera recibiendo a una invitada en su hogar.

—¿Qué te parece tu nueva casa? —preguntó con una voz suave, casi melódica.

Mis dientes rechinaron de pura rabia.

—Vete al infierno.

Vincent rió. No con burla, sino con genuina diversión.

—Tienes agallas. Me gusta eso.

Se acercó con calma y se inclinó para desatarme las muñecas. Mis dedos se crisparon. Podría arañarle la cara, desgarrarle la piel… Pero me contuve, no por miedo, sino porque sabía que si lo hacía, probablemente lo pagaría muy caro.

Cuando la cuerda cayó al suelo, llevé mis muñecas a mi pecho y las froté, tratando de ignorar la sensación de ardor.

—¿Qué quieres de mí? —espeté, con toda la furia acumulada en mi voz.

Vincent se enderezó y metió las manos en los bolsillos de su traje.

—Quiero que entiendas algo, preciosa. —Su tono era relajado, casi afable, pero sus ojos… sus ojos eran fríos, vacíos de toda humanidad.

—No eres una prisionera aquí.

Se inclinó un poco más hacia mí, su sombra cubriéndome por completo.

—Eres una inversión.

Un escalofrío recorrió mi espalda. Mis labios se entreabrieron, sintiendo una mezcla de miedo, rabia y asco que me ahogaba.

—No voy a ser parte de esto.

Vincent ladeó la cabeza, como si considerara mis palabras con una fingida curiosidad.

—¿Sabes? Todas dicen eso al principio.

Mi estómago se revolvió.

—Pero al final… —continuó con una sonrisa leve.

—Cuando ven lo que pueden tener, cuando prueban el poder que pueden obtener, dejan de luchar.

Mis manos se cerraron en puños.

—Nunca seré como ellas.

Vincent sonrió con calma y volvió a inclinarse, su rostro a centímetros del mío.

—Eso ya lo veremos.

Mantuvo su mirada fija en la mía por unos segundos antes de enderezarse y girarse hacia la puerta.

—Ah, y una última cosa… —dijo antes de salir—. Esta vez no hay escapatoria.

El sonido de la cerradura al girar resonó en el silencio, el pánico estalló en mi pecho y corrí hacia la puerta y la golpeé con todas mis fuerzas.

—¡Déjame salir, maldito enfermo!

No hubo respuesta, pero lo intenté una y otra vez, hasta cansarme y apoyé mi frente contra la madera, tratando de controlar el temblor en mis manos.

Finalmente, me giré y volví a mirar la habitación. El lujo, la comodidad, la suavidad de cada objeto en este lugar... Todo era una trampa, una jaula disfrazada de paraíso, pero no iba a caer en ella.

¡Voy a luchar, incluso si debo salir de aquí muerta!

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Toñi Pérez Montes
hombre esto no se hace después de tanto tiempo...tan poco , pues no escribas novelas si no acaba nunca
Lelis Vellejo
Autora gracias por actualizar. Estaba pendiente de un nuevo capítulo.. Parece que esto es un abreboca despues de tantos días 😄
Ale Must
Está es la parte a la que no quería llegar......a pedir actualización. La novela está demasiado buena como para perder el hilo de la trama en la espera. Y ojalá no sea otra obra más sin terminar
Ale Must
Que hicistes no, que hicieron de tu vida? Tú solo sobreviviste.
Esmeralda Galindo Sanchez
XK no suben más capítulos ya casi son 2 semanas sin publicar escritora queremos una explicación de k está pasando o k la plataforma nos diga algo
Martha Vahos
Q paso ?????
Evelin: estoy teniendo problemas de internet, perdonad
total 1 replies
Ale Must
Voy a resumir la novela en una palabra: adictiva.....es adicción pura
Ale Must
Siena me decepciona. Pensé que era más inteligente, pero ni siguiera se lleva una idea del personaje que tiene al lado, ni su forma de seducirlo me gusta, es vulgar y barata, como si no conociera el arte de la seducción sutil pero certero
Ale Must
No se por qué Siena insiste es ser tratada como una prostituta. Ella no es estúpida, es bien inteligente, entonces no se lo que le sucede
David Aparicio
Porfis más capítulos autora, está buenísima tu novela
Evelin: Ya estoy subiendo, perdonar la tardanza
total 1 replies
Ysabella Jimenez
buenas noches estoy pendiente si pones más capítulo pero nada /Sob/
Evelin: hoy subo mataromi, perdonar la tardanza, se está. cargando
total 1 replies
Yumelis Cedeno
Excelente
David Aparicio
Hola autora, muchas felicidades está buenísima tu novela, pero por favor ya no tardes en subir más capítulos y ojalá que Aleksen encuentre a Senna y se reconcilien
Ale Must
Era lo mismo cariño, solo que ahora estás resignada, nada más. Creo que ahora es hasta peor, porque según tú has ganado libertad sin embargo yo siento que has perdido lo que te hacía sentir un poco libre y era tu espíritu de lucha, de no aceptar ese asqueroso mundo como tuyo. Sin tú saberlo ellos te vencieron pero se que no es fácil y a veces es mejor doblegarse. No te juzgo, te entiendo y compadezco a todo el que ha pasado y está pasando por algo similar. Debe ser lo peor del mundo perder tu libertad así no más. La esclavitud es jodidamente horrible.
Carmen Josefina Tineo Malave
Excelente
Martha Vahos
Hola sra escritora xq no a escrito más sobre la novela?, q falta de respeto pra los lectores, no le parece?
David Aparicio: De acuerdo con Lelis, pero ya pasó la semana santa ahora si autora, nos tienes en ascuas, porfis ya sube más capítulos.
Mi opinión es que Sienna se merece una segunda oportunidad, si ella trabaja como prostituta no fué por gusto o elección, sino porque no le quedó de otra, fué secuestrada, ultrajada, humillada y engañada por Vincent. Y si Aleksen con toda y la vida que lleva le ofrece hacerla feliz pues que la encuentre y se den una oportunidad los dos y que vivan su vida hasta que les dure
Martha Vahos: Reportece, diga algo almenos.....debio haber escrito todo y despues publicarlo, pra no tener inconvenientes
la novela es muy pro muy buena, pro asi daña su estilo
total 5 replies
Ysabella Jimenez
cada rato veo si hay más capítulos /Sob/
Esmeralda Galindo Sanchez: x2 así me la paso 😢😢
total 1 replies
Marian Alexandra Molina Molina
buenísima la novela ,me encanta
Esmeralda Galindo Sanchez
aleskin mejor deberías de dejarla en paz para que vas por Eya al peligro que Eya haga una nueva vida en el pueblito
Rosa Maria Mayen Camacho
Excelente
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