un chico que sufre a lo largo de su vida, a causa de inevitables desgracias que acompañan su vida. Theo,¿ serás capaz de librarte de todas las desgracias?
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Through my misfortune parte 8
En medio de mi desorden emocional, me sentía trastornado. A medida que pasaban los días, las pesadillas aumentaban. Era un alivio que por fin recobrara el sueño, pero en lugar de descansar, solo me sentía más cansado.
Cada vez que sentía que todo era mentira, me miraba en un espejo y buscaba el "pañuelo amarillo con patrones de patitos". Y cuando no lo encontraba entre mis cosas, me sentía aliviado. Al menos mi encuentro con el chico misterioso de ojos miel no había sido una mentira. Eso quería creer.
Después de que Nohan me abandonara, me sentía vacío. Pensar en ese pequeño gato y en ese chico me hacía sentir algo mejor, porque era algo que había tomado en secreto. ¡Solo para mí! Pero yo solo quiero a Nohan. No importa a cuántas personas conozco o con cuántas interactúe, en mi corazón siempre estuvo, está y estará, por mucho tiempo, solo Nohan.
Porque este no es un sentimiento pasajero, sino uno que se creó a medida que estuve con él: su cálida sonrisa, su mirada fría y tenaz, su cabello sedoso que se enredaba en mis dedos fríos, su apariencia hermosa. Nohan siempre fue un chico reservado. Odia el color negro azabache de su cabello porque, para él, no tiene brillo, pero le gusta mucho sus profundos ojos color azul oscuro, como el mar, que siempre me hundían en ellos. Era todo lo contrario al sentimiento que me transmitieron los ojos del chico extraño.
De hecho, no lo había pensado bien, pero ambos son tan opuestos. Nohan es un chico alto y con un cuerpo algo corpulento, aunque es delgado, tiene un semblante inquebrantable. Su piel es blanca, pero no tanto. En cambio, el chico misterioso no. Era realmente extraño si lo pensaba de esa manera.
Miles de recuerdos junto a Nohan inundaron mi cabeza. Eran tantos que era difícil procesarlos. Desde la escuela primaria, mi vida estuvo ligada a la de Nohan. Estar separado de él era algo que nunca me imaginé. Pero así era lo mejor. Después de todo, el hecho de que yo le causara desagrado fue por pura elección de él, no tenía nada que ver con mi gusto particular hacia él.
Aunque su reacción era algo normal, aún así, mi corazón se sentía muy raro. Mi vida siguió su rumbo como siempre. Sin embargo, algo había cambiado. No importaba cuándo me molestaran en el colegio, si me golpeaban incontables veces, si Nohan me ignorara y el hecho de que los demás se burlaran de mí constantemente. No huí. No sé de dónde saqué el valor, pero me había dejado de importar todo a mi alrededor, incluido Nohan, que por alguna razón ahora se fijaba mucho en mí. Era incómodo, porque en el fondo, yo nunca lo perdonaría.
Sin embargo, todo era gracioso si lo pensaba bien, porque soportaba todo solo hasta que se acababa el primer periodo de clases. Porque al comienzo del otro, no quedaba rastro de mí. Quien salía corriendo en dirección al puente, y como era de esperarse, el chico misterioso siempre estaba ahí.
Pasaba el resto del día junto a él y junto al gatito que logró sobrevivir a tanto. Lo admiré porque ese gatito me daba ánimos. Era como verme de una manera extraña a mí mismo, porque yo también me sentía igual que ese gatito, luchando constantemente por sobrevivir y aferrándome a la vida. Y todo era gracias a que yo lo había ayudado y, por supuesto, gracias al chico que lo estaba cuidando y alimentando.
Me contó que sus padres accedieron a tenerlo en casa, así que el gato estaba viviendo una buena vida. Así que estaba feliz por él. Pasaba mi tarde haciéndole mimos y alimentando al gatito y admirando la cara del chico misterioso. Por alguna razón, sin importar cuánto tiempo pasáramos juntos, yo no sabía nada de él, ni siquiera su nombre. Solo sabía que tenía mi edad e iba en el mismo grado que yo. Nombramos al gatito "Patito", por el pañuelo en el que lo había envuelto aquella vez. A mí me pareció bien, y sin darme cuenta, cada vez que pensaba en Patito, me recordaba más al chico. Así que, en secreto, así lo empecé a llamar a él, sin que se diera cuenta.
Nos volvimos cercanos, al igual que yo, el chico también se saltaba las clases para venir al puente. Así que convirtió en una relación realmente extraña. Un día, mientras jugaba con Patito (el gato), me di cuenta de un hecho importante: Patito (el gato) tenía la misma mirada y color de ojos que Patito (el chico), e incluso su pelaje era de un color miel o, mejor dicho, "amarillo", algo similar al color de cabello de Patito (el chico).
Eso me hizo empezar a ver a Patito (el chico) como a un gato. De hecho, era parecido a uno. Era muy adorable y tenía facciones en su cara parecidas a un gato. ¿Será extranjero?, me pregunté al principio, pero no quería incomodarlo con mis preguntas. Tenía una curiosidad aterradora y eso incluso me incomodaba a mí mismo. Era un sentimiento que nunca había experimentado antes, era diferente con Nohan, porque nunca tuve curiosidad por él. Ya que él me contaba todo y cada gesto y manía, yo las conocía sin excepción alguna, o eso era lo que yo creía.
Cada vez que pensaba en él, me sentía triste. Me dolía el corazón y el estómago. Además, no podía sacar de mi mente las palabras que me había dicho aquella noche que me confesé. Me estaba agotando otra vez, me estaba sintiendo mal. Incluso cuando estaba con ambos Patitos (el gatito y el chico), sentía que me estaba volviendo patético.
* Tanto Nohan como Theo están en 2 años de secundaria así que el chico misterioso también;)