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MI ULTIMA ESPERANZA

MI ULTIMA ESPERANZA

Status: En proceso
Genre:Vientre de alquiler / Embarazada fugitiva / Amor-odio
Popularitas:10.1k
Nilai: 5
nombre de autor: CINTHIA VANESSA BARROS

Elena lo perdió todo: a su madre, a su estabilidad y a la inocencia de una vida tranquila. Amanda, en cambio, quedó rota tras la muerte de Martina, la mujer que fue su razón de existir. Entre ellas solo debería haber distancia y reproches, pero el destino las ata con un vínculo imposible de ignorar: un niño que ninguna planeó criar, pero que cambiará sus vidas para siempre.

En medio del duelo, la culpa y los sueños inconclusos, Elena y Amanda descubrirán que a veces el amor nace justo donde más duele… y que la esperanza puede tomar la forma de un nuevo comienzo.

NovelToon tiene autorización de CINTHIA VANESSA BARROS para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 13.

POV Elena

Han pasado solo unos días desde que nos dimos cuenta de que las cuentas estaban vacías, pero para mí se sintió como si hubieran pasado años. Las horas se alargaban entre llamadas a bancos, abogados y reuniones sin sentido donde solo escuchaba que no había más dinero, que todo se había esfumado como agua entre los dedos.

Carla no dejaba de llorar. Yo, por dentro, también estaba desgarrada, pero debía mantenerme fuerte, al menos por ella y por Martin.

Esa tarde, mientras el cielo se oscurecía y el viento hacía crujir los árboles en el jardín, sonó el timbre. Abrí la puerta y encontré a Giovanni, el investigador. Su expresión era más grave que la primera vez. Traía un maletín negro que dejó sobre la mesa del comedor en cuanto entró.

—Señoras… —dijo con voz seria, mirándonos a las dos—. Tengo información. Pero no es fácil de aceptar.

Carla se sujetó de mi brazo. Sentí un escalofrío recorrerme, como si supiera que lo que estaba por contarnos iba a desmoronar lo poco que quedaba en pie.

—Dígamelo —respondí, intentando sonar decidida.

Giovanni abrió el maletín, sacó varias carpetas y fotos. Las dispuso delante de nosotras con la precisión seria.

—El hombre que ustedes conocen como Francesco Santorini… no existe. Su verdadero nombre es Bruno de Angeló. Nació en Rusia, hijo de inmigrantes italianos. Ha estado durante años engañando a mujeres adineradas o con negocios en expansión. Gana su confianza, se casa o finge casarse con ellas, accede a su dinero y luego se esfuma.

Carla se cubrió la boca con ambas manos. Las lágrimas comenzaron a deslizarse de inmediato. Yo apreté los dientes, reteniendo la ira.

Giovanni continuó:

—He descubierto que hay al menos seis mujeres que fueron sus víctimas en diferentes países de Europa. Casi todas optaron por el silencio por vergüenza, por no ser señaladas. Solo dos, en Alemania, se atrevieron a denunciarlo. Pero cuando las autoridades empezaron a investigarlo, él ya había abandonado el país. Es un experto en desaparecer.

Sentí que las paredes se acercaban a mí.

—¿Y qué pasa con nuestro dinero? —pregunté, apenas pudiendo pronunciar las palabras.

El investigador abrió otra carpeta.

—He rastreado algunas transferencias. No solo vació la cuenta principal de la empresa. También retiró los fondos de todas las cuentas adicionales. Además, se quedó con los anticipos de contratos que aún no produces. Eso las deja, en términos legales, no solo sin dinero, sino endeudadas.

Carla se desplomó sobre la mesa, llorando sin consuelo. Yo cerré los ojos, intentando respirar, pero el impacto era demasiado intenso.

—Eso significa… —dije con voz temblorosa— que no solo nos ha robado, sino que ahora debo hacer frente a deudas que ni siquiera he generado.

Giovanni asintió.

—Lamentablemente, sí. He verificado que ya hay demandas en curso contra su compañía.

La ira me consumió por dentro. Me levanté de repente, caminé hacia la ventana y golpeé el marco de madera con tanta fuerza que sentí ardor en los nudillos.

—¡Maldito! ¡Maldito! ¡Nos arruinó!

Las lágrimas descendieron por mis mejillas. Todo mi mundo, todo lo que había trabajado arduamente para construir, se desmoronaba debido a un miserable.

Carla, entre lágrimas, decía:

—Me casé con un estafador. Todo fue una farsa… todo…

Giovanni la observó con compasión.

—Debo informarte algo más. Su matrimonio nunca fue legal. El certificado es falso. El juez estaba sobornado, y los testigos también. Incluso la casa que él le “regaló” era una estafa. En realidad, era un alquiler y deben devolverla de inmediato.

Carla gritó como si le hubieran desgarrado el alma. Se dejó caer al suelo, golpeando con los puños, negándose a aceptar la verdad.

Yo me arrodillé a su lado, la abracé con todas mis fuerzas, aunque sentía que también me estaba derrumbando.

—Shhh… calma. No es tu culpa, Carla. Este hombre… este demonio… nos ha engañado a todas.

Ella me miró con los ojos llenos de lágrimas.

—¡Nos dejó en la ruina, Elena! ¡En la pobreza!

Yo apreté los labios.

—No vamos a quedarnos aquí lamentándonos. Lo vamos a hallar. Te lo prometo.

Las semanas que siguieron fueron un tormento. Para cubrir las demandas, tuve que usar el único dinero que me quedaba: el seguro que mi madre me había dejado. Aquello que había guardado para los estudios de Martin, el dinero que significaba su futuro seguro, se esfumó en pagos interminables.

No fue suficiente. Tuve que vender mi casa, el único lugar que me había brindado tranquilidad desde que llegué a Sicilia. Con el corazón roto, empaqué nuestras pertenencias y entregué las llaves.

La fábrica tampoco pudo seguir en pie. Los salarios de los empleados estaban atrasados, y muchos necesitaban ese dinero para comer. No podía fallarles. Pasé la fábrica como parte del pago, observando cómo las paredes que habían sido mi orgullo se deslizaban de mis manos.

De “ELI”, la marca que había conquistado Italia, ya no quedaba nada.

Solo unos pocos ahorros en mi cuenta personal, lo suficiente para subsistir un par de meses.

Carla, abatida, tuvo que dejar la casa que pensaba era suya. Me confesó entre sollozos que lo único que sentía era vergüenza. Yo intentaba consolarla, aunque por dentro estaba igual de rota.

Una noche, después de acostar a Martin, me quedé sola en la sala. Giovanni había regresado ese día, confirmando que Bruno había desaparecido sin dejar rastro. Nadie sabía dónde se encontraba.

Me serví una copa de vino y me quedé mirando al vacío, con los ojos secos de tanto llorar.

Cuando Carla entró, me encontró así, con la copa en la mano y la mirada perdida. Se sentó a mi lado y me tomó la mano.

—Elena, no puedo más. Siento que todo es mi culpa.

Negué con la cabeza.

—No, Carla. La culpa es de ese maldito. De ese Bruno de Angeló, o como quiera llamarse. Nos engañó, nos robó, nos destruyó… pero no se va a salir con la suya.

Ella me miró sorprendida.

—¿Qué piensas hacer?

Inspiré hondo. Mis palabras salieron con una determinación que ni yo misma sabía que tenía.

—Lo voy a encontrar, pagaré lo que sea necesario para hacerlo pagar por cada una de nuestras lágrimas.

Llamé a Giovanni. Cuando llegó, le puse en la mesa el sobre con mis últimos ahorros.

—Aquí está todo lo que me queda. No es mucho, pero es suficiente para que lo busque. Encuéntrelo, Giovanni. No me importa dónde esté ni cuánto tarde. Ese hombre no va a quedar impune.

El investigador tomó el sobre sin decir nada, pero sus ojos me dijeron más que cualquier promesa.

Yo apreté los puños, con el corazón latiendo desbocado.

Ese hombre me lo había quitado todo. Pero no sabía de lo que era capaz una mujer cuando le arrancaban lo más valioso de su vida.

Y yo, Elena Palmer, estaba dispuesta a llegar hasta el fin del mundo para hacerlo pagar.

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Yusmery Gomez
Buenos días autora en la Gran espera del Maratón de capítulos de su Hermosa Novela...
Norma Marroquin
sii maraton
Empoderada
mi villana hermosa 😍 eres mala como nos deja hasta mañana
Yusmery Gomez
buenas tardes Autora excelente Novela infinita Bendiciones para usted...
Maria Gonzalez Gonzalez
exelentes capitulos, gracias por tanto 🤭🤣
Maria Gonzalez Gonzalez
cuánta maldad de eses desgraciado poco hombre de Francesco 👿😈❤️
Maggy Martinez
buen día autora /Smile/
Yusmery Gomez
Buenos días Autora gracias excelente capitulos y espero que ya sea mañana para leer más de su Hermosa Novela...
Yusmery Gomez
Buenos días autora 🤣🤣🤣🤣🙈🙈🙈
ana meson
hola hola me encanta!! espero pronto la acción entre Amanda y Elena
Nancy Galeano
siiii maratón, maratón
Maria Gonzalez Gonzalez
maratón, maratón, maratón 🥰
Maggy Martinez
buenas tardes un maratón sería perfecto gracias por la historia 😊
Yusmery Gomez
Buenas tardes autora estoy de acuerdo con los demás lectores ya es hora de acción entré Elena y Amanda que inicie la pasión y el Amor ❤️😍
Yusmery Gomez: sí Autora eso lo tengo Claro 😉
total 3 replies
Empoderada
maratón, maratón, maratón, maratón, maratón, maratón, maratón, maratón, maratón, maratón, maratón, maratón, maratón, maratón, maratón 🙏
Empoderada
excelente nada vulgar todo excelente calidad de palabras y coherente
Empoderada
y te di un voto con flores corazón y puntos exelente obra llegando de mu trabajo y buscando los capítulos
Empoderada
y te di un voto con flores corazón y puntos exelente obra llegando de mu trabajo y buscando los capítulos
Empoderada
holis, eres una villana nos tienes con las ansias, suspenso alegría quiero leer un capítulo de amor entre Amanda y Elena se necesita un poco de acciones de pasión
Empoderada: qué emoción malvada jajaja jajajaja jajajaja esperando con ansiedad
total 2 replies
Pamela Duran Sandoval
autora buenísima su novela ya quiero ver acción de parte de estas dos suba más capítulos porfavor gracias
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