Sarah es una bailarina de ballet que, por primera vez, logró firmar con una compañía. Durante uno de sus tours, conoce a un hombre que está completamente enamorado de ella. Él amenaza con arruinar su carrera si ella no firma un contrato con él. ¿FIRMÓ ELLA EL CONTRATO? ¿QUE QUIERE EL DE ELLA?
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Capitulo 18
Hacia la Libertad
Una vez dentro del hotel, Ava me llevó rápidamente a una habitación pequeña y discreta, lejos de las miradas curiosas.
"Estarás a salvo aquí, Sarah", dijo, mientras cerraba la puerta con llave. "Nadie podrá encontrarte."
Miré a mi alrededor, abrumada por la generosidad y la compasión de mi amiga. Después de tanto tiempo encerrada, la sensación de seguridad y libertad era casi abrumadora.
"Ava, yo... No sé cómo agradecerte por esto", murmuré, con la voz entrecortada por la emoción.
Ella se acercó a mí y me abrazó con fuerza, como si pudiera entender todo el sufrimiento que había vivido.
"No tienes que agradecer nada, Sarah", respondió, con suavidad. "Eres mi amiga, y no voy a dejar que Volkov te siga haciendo daño."
Solté un suspiro tembloroso, sintiéndome a salvo por primera vez en mucho tiempo.
"¿Cómo supiste que necesitaba ayuda?" pregunté, con curiosidad.
Ava se apartó y me miró con seriedad.
"Lo sospechaba desde que te conocí en la primera gira", confesó. "Había algo en tu mirada que me inquietaba, una tristeza que no lograba entender. Cuando Lukas me avisó de tu huida, supe que tenía que ayudarte."
Abrí los ojos, sorprendida.
"¿Lukas? ¿Él te contactó?" pregunté, sintiendo una oleada de gratitud hacia mi amigo.
Ava asintió, con una expresión orgullosa.
"Sí, Lukas es un buen hombre. Él se arriesgó mucho para poder sacarte de allí", explicó. "Ahora lo importante es que estés a salvo."
Sentí que las lágrimas volvían a brotar de mis ojos, pero esta vez eran lágrimas de alivio y esperanza.
"Gracias, Ava. Gracias a los dos", dije, entre sollozos.
Ella me abrazó de nuevo, ofreciéndome el consuelo que tanto necesitaba.
"Ahora descansa, Sarah", susurró. "Mañana pensaremos en un plan para mantenerte a salvo."
Asentí, sintiéndome agotada pero, por primera vez en mucho tiempo, con la sensación de que todo iba a estar bien.
Esa noche, pude dormir sin temor a ser sorprendida por Volkov. La seguridad del hotel y la presencia de Ava me brindaban una tranquilidad que no había experimentado en años.
A la mañana siguiente, Ava entró a la habitación con una expresión seria.
"Sarah, tenemos que hablar", dijo, con gravedad.
Sentí que el miedo volvía a apoderarse de mí.
"¿Qué sucede? ¿Volkov me ha encontrado?" pregunté, con ansiedad.
Ava negó con la cabeza y se sentó a mi lado.
"No, no es eso", respondió. "Pero, Sarah, necesito que me digas todo lo que has vivido con Volkov. Necesito entender la gravedad de tu situación."
Tragué saliva, sintiendo que el peso de los recuerdos me abrumaba.
"Yo... No sé por dónde empezar", murmuré, con la voz temblorosa.
Ava tomó mi mano con delicadeza, ofreciéndome su apoyo.
"Tómate tu tiempo, Sarah. Estoy aquí para escucharte", dijo, con suavidad.
Tomé una profunda respiración y comencé a relatar mi historia, desde el momento en que Volkov me había secuestrado hasta los últimos eventos que me habían llevado a huir de su control.
Ava me escuchó en silencio, con una expresión de horror y compasión en su rostro. Cuando terminé, apretó con más fuerza mi mano, en un gesto de solidaridad.
"Sarah, lo que Volkov te ha hecho es imperdonable", dijo, con voz grave. "Ese hombre es un monstruo, y no voy a permitir que te siga haciendo daño."
Asentí, sintiéndome agobiada por la culpa y el miedo.
"Pero, ¿qué voy a hacer ahora?" pregunté, con angustia. "Volkov me buscará, y si me encuentra, no sé lo que será capaz de hacerme."
Ava me miró con determinación.
"No te preocupes, Sarah. Vamos a encontrar la manera de mantenerte a salvo", dijo, con firmeza. "Primero, necesitamos alejarnos de aquí lo más pronto posible. Volkov podría rastrearnos si nos quedamos demasiado tiempo."
Asentí, sintiéndome aliviada por tener un plan de acción.
"¿A dónde iremos?" pregunté, con esperanza.
Ava sonrió levemente.
"Tengo una idea. Conozco a alguien que puede ayudarnos a desaparecer y esconderte de Volkov", explicó. "Es alguien en quien puedo confiar plenamente."
Sentí que un rayo de esperanza se encendía en mi interior.
"¿Quién es esa persona?" pregunté, con ansiedad.
"Su nombre es Lena", respondió Ava. "Es una agente de inteligencia que ha ayudado a otras personas en situaciones similares a la tuya. Ella podrá sacarte del país y brindarte un refugio seguro."
Mis ojos se abrieron con sorpresa.
"¿Sacar del país? ¿Quieres decir que tendré que irme de Alemania?" pregunté, con incertidumbre.
Ava asintió, con seriedad.
"Me temo que sí, Sarah. Mientras Volkov te siga buscando aquí, estarás en constante peligro", explicó. "Lena puede encontrar un lugar seguro para ti, lejos de su alcance."
Reflexioné sobre sus palabras, sintiendo que el miedo y la emoción se entrelazaban en mi interior.
"¿Y qué pasará con ustedes? ¿No se meterán en problemas por ayudarme?" pregunté, preocupada.
Ava sonrió con confianza.
"No te preocupes por nosotros, Sarah. Lukas y yo sabemos cómo cuidarnos", respondió. "Lo importante es que tú logres escapar y encontrar la libertad que mereces."
Asentí, sintiéndome agradecida y, al mismo tiempo, abrumada por todo lo que estaba pasando.
"Está bien", dije, con determinación. "Confío en ti, Ava. Haré lo que sea necesario para escapar de Volkov."
Ava me abrazó con fuerza, y pude sentir la emoción en su gesto.
"Esa es la Sarah que conozco", dijo, con orgullo. "Ahora vamos, tenemos que ponernos en marcha."
Salimos del hotel con cautela, evitando llamar la atención. Ava me guió por las calles de Berlín, hasta llegar a un edificio discreto en las afueras de la ciudad.
Allí, nos esperaba una mujer de apariencia seria y profesional.