Sombras En La Oscuridad

El ruido de la lluvia golpeando contra las ventanas del apartamento creaba una atmósfera acogedora mientras Mariana y Pablo se sentaban en el sofá, perdidos en sus pensamientos. La semana había estado llena de actividades y decisiones, y ahora se encontraban ante una encrucijada que determinaría el rumbo de sus vidas.

"¿Qué piensas sobre la oferta de trabajo que me hicieron en la empresa de diseño?" preguntó Mariana, jugueteando con un mechón de cabello nerviosamente.

Pablo la miró con atención, reflexionando sobre las implicaciones de esta decisión. "Es una gran oportunidad, Mariana. Pero también significa mudarnos a otra ciudad y empezar de nuevo."

Mariana asintió, sintiendo el peso de la responsabilidad en sus hombros. "Lo sé, pero es una oportunidad que no puedo dejar pasar. Creo que podría ser bueno para nosotros, Pablo."

Pablo la miró con cariño, sintiendo una mezcla de emociones en su interior. Sabía que no sería fácil dejar atrás su vida en la ciudad, pero también entendía la importancia de seguir sus sueños.

"Entonces, ¿qué decides?" preguntó, buscando su mirada.

Mariana respiró hondo, sintiendo la determinación crecer en su interior. "Decido aceptar la oferta, Pablo. Creo que es lo mejor para nosotros y nuestro futuro juntos."

Una sensación

Después de tomar la decisión, la pareja se sumergió en los preparativos para su mudanza. Empacaron sus pertenencias con cuidado, recordando cada momento compartido en su hogar. A pesar de la emoción por la nueva aventura que les esperaba, también sentían una pizca de nostalgia por dejar atrás los recuerdos que habían creado en la ciudad.

La noche antes de partir, Mariana y Pablo se sentaron en el balcón, mirando las estrellas brillar en el cielo nocturno. Habían recorrido un largo camino desde que dejaron Santa Lucía, enfrentando desafíos y superando obstáculos juntos. Ahora, estaban listos para comenzar un nuevo capítulo en su historia, lleno de esperanza y promesa.

"Estoy emocionada por lo que nos depara el futuro, Pablo," dijo Mariana, apoyando su cabeza en su hombro.

Pablo sonrió, sintiendo una sensación de paz y gratitud por tener a Mariana a su lado. "Yo también, Mariana. No importa a dónde nos lleve la vida, sé que siempre estaremos juntos."

Con el corazón lleno de amor y anticipación, Mariana y Pablo se abrazaron bajo el cielo estrellado, listos para enfrentar el mañana con valentía y determinación. Porque sabían que mientras estuvieran juntos, no había nada que no pudieran superar. Y así, mientras la lluvia seguía cayendo suavemente fuera, se sumergieron en un sueño tranquilo, listos para enfrentar el nuevo día con alegría y esperanza en sus corazones.

La mirada de Mariana se desvió hacia la ventana, donde los últimos rayos del sol pintaban el cielo de tonos anaranjados y rosados. Era como si el universo estuviera celebrando el comienzo de esta nueva etapa en sus vidas. A lo lejos, el murmullo de la ciudad se desvanecía en el crepúsculo, y en ese momento, todo parecía posible.

Pablo envolvió a Mariana en un abrazo reconfortante mientras contemplaban juntos el paisaje urbano que tanto habían llegado a amar. "Sabes que siempre te apoyaré en tus decisiones, Mariana. Estoy emocionado por lo que nos depara el futuro."

Las palabras de Pablo trajeron consigo una sensación de calma y certeza a Mariana. Saber que tenía el apoyo incondicional de Pablo significaba más para ella de lo que las palabras podían expresar.

"Gracias, Pablo. Significa mucho para mí", respondió Mariana, apretando la mano de Pablo con cariño.

Juntos, se quedaron un rato más en silencio, perdidos en sus propios pensamientos mientras la noche avanzaba lentamente. A medida que la luna se alzaba en el cielo, una sensación de tranquilidad descendió sobre ellos, como si el universo estuviera enviándoles su bendición para el viaje que tenían por delante.

Finalmente

Y así, mientras la lluvia seguía cayendo suavemente fuera, Mariana y Pablo se sumergieron en un sueño tranquilo, llenos de esperanza y anticipación por los días venideros. Porque sabían que, con amor y valentía, podían superar cualquier desafío que la vida les presentara. Y en ese momento, eso era todo lo que importaba.