UNA NUEVA OPORTUNIDAD

Al día siguiente estaba Felipe y Marícela que no cabían de la dicha por su nieto, se dieron cuenta de que Dios los premio con Dainis y Daifer porque les regalaron un hermoso nieto, Marícela al igual que Felipe no pueden tener hijos, pero ambos se habían hecho cargo de las personas que los estaban llenando de felicidad, Marícela de Daifer y Felipe de Dainis.

Ya había pasado un mes del nacimiento de Michael, ese fue el nombre que decidieron en honor a su abuelo paterno.

Ella abrió los ojos al escuchar el llanto de Michael, miró el reloj en la mesa de noche, eran las tres de la mañana, se pasó la mano por el rostro y se levantó buscando las pantuflas bajo la cama, su corazón latía como la primera vez que lo vió cuando lo tomaba en brazos, mientras caminaba la cuna de su bebé.

Daifer miraba a su mujer alimentar a su hijo, todavía no se las creias, sonrió y dijo.

DAIFER: Es un pequeño tragón nuestro hijo¿Aún te duele los pe*ones?

DAINIS: No es dolor, solo pica, en ocasiones me da la sensación de que me quiere morder, si no fuera porque sé que no tiene molares aún, estoy casi segura de que lo haría. Pero Pasará, prefiero la picazón y que él se alimente bien a no tener nada de dolor y quebrar este vínculo entre los dos.

Daifer se levantó y se acercó para tomar a su hijo entre sus brazos lo llevó hasta su pecho, masajeando su espalda de arriba abajo, vio a Dainis entrar al baño, el siguió con su tarea de hacer que su hijo expulsara los gases, Daifer estaba disfrutando de su hijo a diario, más en esos pequeños momentos en donde podía sentir el latido de su corazón en su pecho, donde su aroma a bebé inundaba a sus sentidos y su cuerpo tibio confortaba su alma.

Vio cuando Dainis iba en dirección a la cama, través de su pijama podía notar la figura de su cuerpo, sus pechos estaban más llenos y redondos, parecía como si no hubiese llevado en su interior a otro ser, incluso con las ojeras y los kilos que había perdido ella seguía viéndose hermosa para el y no había día que no anhelara tener relaciones rapido, ya estaba desesperado porque no era suficiente auto complacerse, sobre todo en aquellos momentos, cuando la casa estaba en silencio y solo estaban los tres en la habitación.

Pero sabia que todo esa espera valia la pena, observó la carita de su hijo, había identificado casi todos sus chillidos, cuando tenía hambre era un llanto intermitente, cuando estaba mojado o sucio su llanto era feroz y cuando tenía un cólico su cara se

tornaba roja y lloraba desesperadamente, se despertaba tres veces por la noche y él estaba presente cada una de esas veces. En el día, intentaba estar tan involucrado tanto como fuese posible, cada mañana se despertaba, le daba un baño.

El dejó de pensar y escucho como el primer gas salió de su boquita cuando menos lo esperaba y después de ese siguieron dos más, estuvo un rato más dando vueltas esperando un cuarto que no salió. Para cuando lo acostó en su cuna, Dainis ya estaba recostada a medio lado, la lámpara en su mesa de noche estaba encendida, el la miró y se dijo así mismo que tenía la mejor mujer del mundo.

El se acostó a su lado y la abrazó, Dainis se dio la vuelta quedando de frente con el y le dijo.

DAINIS: Te amo, te amo, te amo, Daifer, te amo como nunca pensé que volvería a amar jamás, y quiero que sepas que soy feliz contigo, agradecida con Dios por una nueva oportunidad en el amor.

DAIFER: La primera vez que te vi, estabas tan rota, pero a mí me parecías tan hermosa y yo quería protegerte, no sabía de qué o quién, pero empecé fue molestandote para no ilusionarme contigo, pero dentro de mí…

El hizo silencio y Llevó las manos de ella a su pecho para continuar.

DAIFER: Dentro de mí Dainis, sabía que ibas a ser importante para mí. Veía tus ojos y más allá de tu dolor veía inocencia, fue la primera vez que sentí algo más que no supe explicar en el momento, pero que logre ver con claridad, y qui estamos formando nuestra hermosa familia.

DAINIS: Gracias por estar a mi lado, es increíble como sucedió todo, tú tía me llevo a su casa y allí nos conocimos, después el embarazo, mi padre conoció a tu tía y ahora tienen una relación, estamos destinados a estar todos juntos.

DAIFER: Si mi amor, somos una hermosa familia, nuestro hijo tiene unos abuelos consentidores que de cosa no están aquí durmiendo con nosotros.

DAINIS: ja ja ja ja tampoco.

DAIFER: ja ja ja ja si mi amor, son capaces de dormir aquí.

La feliz pareja se abrazaron para dormir antes que Michael despertara de nuevo.