Incondicionalmente

Llegó el fin de semana y he invitado a Pierce a pasar la tarde en mi apartamento. Pasamos toda la semana sin poder vernos.

Me arreglo para recibir a mi novio, tengo tarea por hacer. Debo comenzar a permitirme sentir con él.

Ordenaremos comida y veremos películas.

- Estás preciosa, Samantha.

- Tú estás guapísimo.

- Mientras llega la comida porque no me cuentas cómo te fue en la terapia.

- Estuvo bien, de hecho mi doctora cree conveniente el uso de la hipnosis.

- ¿Eso no será contraproducente? La hipnosis te puede hacer recordar todo el abuso que sufriste.

- Lo sé y de momento pensé lo mismo. Ella me explico el objetivo de la terapia y estoy dispuesta a intentarlo. Quiero ser una mujer normal.

- Te apoyo en lo que decidas hacer.

La comida llega y la llevamos a la barra de la cocina. Mientras comemos hablamos de la semana ajetreada que tuvimos y me dice que ya le llegó la invitación a la boda de los chicos.

- Estoy feliz por ellos- confieso.

- Se ve que los aprecias y ellos a ti.

- Más que amigos, son familia.

- Seguramente nos divertiremos mucho en esa boda.

- Eso espero. ¿Qué tipo de película quieres ver?

- Algo de romance nos vendría bien.

Me extraña su petición, pero accedo. Quizá eso ayude a nuestra conexión.

Llevo dos copas de vino a la mesa ratona y él extiende sus brazos en forma de invitación. Me acurrucó de inmediato y comenzamos a ver la película.

Su mano acaricia lentamente mi espalda de arriba a abajo, es una sensación agradable. Cambio de posición quedando recostada en sus piernas y lo miro directo a los ojos.

Se inclina y comienza a besarme, sus besos son suaves y lentos. Aunque me gusta no logro escalar de nivel. Percibo que a él le está costando mantener el control y decido separarme.

Lo escucho tomar una gran bocanada de aire para después expulsarlo. Me acomodo recostando mi cabeza en su hombro y continuamos viendo la película.

- Creo que debería irme a casa.

- Aún es temprano, podrías quedarte a cenar.

- Voy a ser totalmente sincero contigo Samantha. Me está costando mucho mantener a raya mis deseos. Estoy seguro de que eres consciente de lo atractiva que eres y para mí tenerte tan cerca y a la vez tan lejos me está matando. Entiendo que pasaste por una situación traumática y que estás en terapia para superarlo y créeme que quiero ser un apoyo para ti y no un estorbo. Si me quedo por más tiempo no podré contenerme y querré besarte y tocarte y eso no es algo que debe suceder en este momento.

- Lo entiendo y lamento que debas pasar por esto.

- No es tu culpa y si estoy contigo es porque quiero hacerlo. Más no deja de ser difícil.

- Está bien, buenas noches.

Pierce se va y yo me quedó con muchos sentimientos encontrados. Es injusto para él estar con una mujer como yo que no puede darle lo que necesita.

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Salgo frustrado del apartamento de Samantha y me voy directo a un bar. Me doy cuenta de que últimamente estoy bebiendo más de lo habitual, pero es la única manera de tranquilizarme.

Nuevamente, una mujer me aborda en la barra es guapa y mi obsesión me hace verle un parecido con Samantha.

Con esa idea en mi mente le invito una copa que después se convierten en cinco. Dos horas después estoy con ella en una habitación de hotel.

La beso con desenfreno así como me gustaría besarla a ella. La acarició y ella responde a mi toque, me imagino que es Samantha la que se estremece con mis caricias.

Prácticamente le arranco la ropa, mis caricias se tornan más intensas. Ella está completamente dispuesta y yo ya no puedo ni quiero contenerme.

Necesito satisfacer este deseo que me carcome. Ella dice mi nombre, quiere besarme más se lo impido. Le doy la vuelta y me hundo en ella con fuerza, sin la más mínima delicadeza.

Estoy buscando mi propia satisfacción, solo quiero sacarla a ella de mi mente.

Doy por terminado el acto al darme cuenta de que me es imposible llegar a la culminación. Me visto apresurado, la mujer me mira desde la cama. No escucho lo que dice, solo la observo mover los labios.

La ignoro, salgo de la habitación, subo a mi auto y conduzco a mi apartamento. Al llegar me meto a la ducha, lo que debió suponer para mí una liberación solo ha aumentado mi frustración.

Solo ella podrá calmar esta necesidad que siento. Se está convirtiendo en una obsesión para mí y eso puede llevarme a límites insospechados.

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Algo me dice que tomé la decisión correcta al invitar a James a la boda de los chicos.

Lo que me contó mi amiga sobre Pierce no me gustó nada. Que clase de hombre cuestiona de esa manera a su novia cuando está le acaba de contar que fue víctima de una violación.

En el fondo sé que James es el indicado para ella y la verdad ya estoy harta de ver a mis dos amigos sufrir. Merecen ser felices y me la voy a jugar actuando de celestina.

A Thomas y a Lance les cuento mis planes y ellos están de acuerdo. Incluso me van a ayudar.

A los chicos se les ocurrió de último minuto que nos quieren a Rachel, Samantha y a mí de damas de honor y necesitamos urgentemente conseguir nuestros vestidos.

Debido a la premura necesitamos conseguir algo que no requiere ningún ajuste y eso será difícil.

Hoy no pudimos ir a buscarlos porque nuestra querida Sam ya tiene planes con su novio y mañana domingo ninguna tienda de ese tipo está abierta.

Estoy buscando opciones en Internet cuando me llama Rachel.

📲 Hola amiga, ¿qué pasa?

📲 De verdad no crees que podamos encontrar algún vestido mañana.

📲 No lo creo Rachel, es domingo.

📲 Pero estamos en Londres, no perdemos nada con salir a buscar.

📲 Quizá tengas razón, le llamaré a Sam para ponernos de acuerdo y te regreso la llamada.

📲 Perfecto.

Le marco a Samantha y le comento la idea de Rachel.

📲 Como dice ella, no perdemos nada intentando y puede que consigamos algo.

📲 Perfecto, entonces es un hecho.

📲 Sí, además me hará bien una salida de chicas.

📲 Ok, paso por ti a las nueve y así desayunamos las tres juntas. Hace tiempo que no lo hacemos fuera de la oficina.

Le confirmo a Rachel que Samantha está de acuerdo y mañana saldremos a buscar esos vestidos. Lo último que dijo mi amiga me hace pensar que de nuevo sucedió algo con Pierce y necesita hablar.

Cada vez tengo más dudas acerca de su relación y eso confirma que no lo quiero cerca de mi amiga, no quiero que la lastime.

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Después de que mi novio se va, recibo una llamada de Steph, ella y Rachel quieren salir mañana a buscar los vestidos de damas de honor.

Creo que será difícil encontrar algo en domingo, pero me viene bien una salida de chicas.

Estoy dudando en contarles lo acontecido con Pierce, en especial a Stephanie. A ella cada vez le agrada menos y no quiero generar tensión entre ellos, después de todo si ambos están en mi vida tendrán que convivir en algunas ocasiones.

No he vuelto a hablar con James y lo extraño. Sé que con él puedo hablar de cualquier cosa y sabrá comprender.

Tomo mi celular y busco nuestra última conversación, comienzo a escribir un mensaje. Antes de enviarlo comienzo a dudar, quizá lo mejor para ambos es mantener la distancia. No me gustaría que Pierce malinterprete nuestra amistad.

Borro lo que había escrito y dejo mi celular cargando. No ouedo cree que nos hayamos reencontrado después de tantos años y que otra vez estemos distanciados.

Al parecer me espera una noche de insomnio, busco mi laptop y busco vestidos para damas de honor. Necesitamos tener una idea clara de lo que buscamos para ir a la segura.

Los chicos tiene algunos colores preferidos, el problema será el corte del vestido. La boda será por la tarde noche y de gala.

Ya tengo una idea de lo que debemos buscar, espero que lo encontremos porque tenemos el tiempo encima.

Me voy a la cama después de las doce y me cuesta mucho conciliar el sueño. Despierto temprano y me arreglo para estar lista cuando Steph venga por mí, recogeremos a Rachel en su apartamento.