Abdelary es una niña albina africana, que junto a su hermano gemelo, son rechazados por su condición al nacer, son criados por su tío un general del rey Amin, y desde muy pequeños su abuelo Bonga les enseña a luchar para que se conviertan en los mejores guerreros.
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capítulo 9
Mandla entra con su hermana y ambos miran a Abdelary y luego se miran entre ellos, Mandla está de pie al lado de su amada, pero al mirarla de reojo ve que Abdelary ni siquiera se mueve, no sonríe… ¿Estás bien?… ella solamente asiente con la cabeza… mi hija te tiene una gran noticia, gran general… ¿Qué noticia?... mira a Abdelary y ella no dice nada.
Creo que la emoción no la deja hablar, mi hija aceptó casarse con usted, cuando así usted lo decida… ¿Eso es cierto?... claro que es cierto, yo no estoy mintiendo… discúlpeme rey Amín, pero me gustaría escucharla a ella.
¿Abdelary tú estás de acuerdo con este matrimonio?... sí general… la mira de nuevo y se acerca a ella… entonces de ahora en adelante Halima estará la mayor parte del tiempo contigo es casi de tu edad y se harán compañía… si señor, le dice y agacha un poco la cabeza.
Bueno ya te puedes ir hija, Abdelary no dice nada solamente se queda mirando al rey sin decir palabra, Halima la toma de la mano para irse y al ver que no se mueve y que la está apretando muy fuerte le dice... Abdelary, tranquila… cuando Abdelary la escucha reacciona, salen de la sala y se quedan en la parte de afuera esperando a Mandla.
Mientras tanto, adentro en el gran salón… ¿qué hizo para que ella aceptara?, estaba decidida a no casarse… le pedí amablemente que aceptará ser su esposa, gran general le quiero pedir que por favor la proteja siempre, valórela, para ella la familia es muy importante… la protegeré con mi vida, con permiso rey Amin y muchas gracias.
Cuando Mandla salió del lugar, el rey lloró amargamente… hermano te estábamos esperando… ¿Eres consciente de la decisión que acabas de tomar?... si señor… de verdad no quería que las cosas sucedieran de esta manera… Mandla no es el momento, por favor… ¿entonces cuando será hermana? ¿cuándo nos casemos?… no lo sé, pero déjala tranquila.
Bueno, cualquier cosa que necesites pídelo a mi hermana, hablaré con tu familia para organizar lo de nuestro matrimonio… ¿General, puede no ser hoy?... está bien… le hace señas a su hermana que se retire… eres muy hermosa, es una lástima que tu tristeza opaque tanta belleza, sé que ahora crees que soy de lo peor, pero no es así, es mejor que estés a mi lado.
¿Se divirtió mucho haciéndome creer que no hablaba nuestra lengua?... yo nunca te dije eso, tú lo disté por hecho, y yo solamente te seguí en el juego, quiero saber una cosa ¿Por qué decidiste casarte conmigo… eso no le importa, ¿acaso no logró lo que quería?... ¡a veces eres tan tierna y otras veces!, te pido por favor que cuides el tono en que me hablas.
Jamás le he permitido a nadie que me falte al respeto… siempre hay una primera vez gran general… no te pases Abdelary, cuida tus palabras, sabes qué mejor te dejo sola para que reflexiones… cuando Mandla da la vuelta y se retira, Abdelary le saca la lengua y le hace algunas mojigangas… Halima se ríe al punto de tener que taparse la boca, y Mandla la mira y voltea casi de inmediato, pero no logra verla porque ella de inmediato se detiene y lo mira muy mal.
Mandla se acerca a Halima y le dice, averigua que pasó con su familia y me informas… listo hermano… cuando él desaparece en la distancia Halima y Aziza se acercan a ella… ¿hermanita estas bien?... estoy bien Aziza no te preocupes… su hermana Aziza le da un abrazo y ella empuña sus manos y luego abraza a su hermana muy fuerte.
Daría mi vida para evitarte tanto sufrimiento hermana… y yo daría mi vida por cada uno de ustedes, son mi verdadera familia… ¿Qué tal si vamos un rato al arroyo para que ya no estés triste?... vamos… ¿Yo puedo ir con ustedes?... claro que sí, pero tienes que prometerme que no iras a contarles nuestras cosas a tu hermano… lo prometo, pero mientras decía esto cruzaba sus dedos.
Cuando llegaron al arroyo había algunos niños y uno de ellos le tiró una pequeña piedra a Abdelary, la cual esquivo fácilmente y todos salieron corriendo… porque no hacemos un ejercicio para que expulses toda esa ira que tienes... dijo Halima… ¿Y qué tengo que hacer?... decirle todo lo que quieras a la persona con la que estés enojada.
Listo, iniciemos con el rey… Abdelary, mira esta manta es el rey… eres la persona más cruel que conozco, eres egoísta y te aprovechas del poder que tienes, no sé por qué mi madre se enamoró de una persona como tú, ni siquiera quisiste que naciera en el palacio, echaste a mi madre todavía con dolor de parto, porque te había dado un hijo albino y a mí ni siquiera te tomaste la molestia de conocerme.
Cuando dice esto cae de rodillas llorando, ambas jóvenes van y la abrazan, cuando se repone del dolor, siente que el ejercicio funciona y dice... ahora le toca a el gran general… Aziza dice… esta manta es el gran general… eres un arrogante, quieres que todos estemos a tus pies, pero sabes una cosa, eres tú quien estará a mis pies… toma la manta, la tira al suelo y la pisotea.
Crees que porque tienes una piel tan linda como la de una pantera te crees la gran cosa… las dos jóvenes se miraron entre ellas… pudiste haber hablado con mis padres y preferiste hablar con el rey, para que me amenazara con matar a mi familia si no me casaba contigo, por eso te detesto, me caías bien y ahora te detesto por… orden, orden… déjala que se desahogue Aziza… si, pero está hablando más de la cuenta… Abdelary todavía seguía pisoteando la manta… llegaron a casa casi de noche.
Halima decidió quedarse en la casa de su futura cuñada, las jóvenes le prestaron sus ropas y pasó una noche muy agradable, mientras que su hermano estuvo pensando como hacía para que su amada lo amara, su amada pensaba en cómo hacer para no amarlo, toda una paradoja.