ESE MALDITO SAN VALENTIN

Yanelis

Ya eran las una de la madrugada, por lo tanto, era San Valentín, otro maldito día de San Valentín más y con mi ex acechándome, su mirada estaba puesta en mí, lo sabía sin necesidad de buscarlo

_ ¿por qué no me dijiste que vendrías a esta fiesta?_ le pregunte a Gustav cuando nos sentamos en la barra _ ¿por qué no me advertiste que era mixta?

_ ¿estás bromeando Yanelis? ¡En la invitación lo decía! ¿Acaso no lees? ¡Despedida de solteros grupal!_ mierda Lo peor es que no sé donde la deje, leí únicamente la dirección y el horario, a lo demás no le di importancia.

Comenzaron los juegos, y me uní para distraerme, debía sobrevivir toda la noche. Conocía a Manuel y odiaba ese tipo de actividades, supuse que no participaría. ¡Estaba equivocada!

Dígalo con mímica fue el primero, debíamos adivinar posiciones sexuales, ¿y quedamos juntos por sorteo? ¡El maldito cupido otra vez haciendo de las suyas! Quise cambiar con varios, pero se rehusaron.

_ ¿acaso eres cobarde niñita malcriada?_ murmuró en mi oído y caí en su trampa

Sentí que me encendía con cada mímica que hacía, los recuerdos de nuestros juegos vinieron a mi mente éramos, incontrolables en la cama. Sabía cada gesto que hacía. Me equivoqué apropósito, para no darle el placer de ganar, o de que piense que lo recuerdo

En el siguiente juego debíamos pasar el papel con la boca, había otra persona detrás de mí, me había asegurado de que no tenerlo cerca, cuando giré lo encontré a él, tomo el papel y lo soltó para besarme. Lo empujé, estampado mi mano en su mejilla. Deje el juego furiosa.

Luego de sobrevivir a eso, ¡no jugué más! Siguió el karaoke. Manuel no desperdiciaría la oportunidad de cantar y yo, de escucharlo, sabía que esa canción era para mí, me miró desde el instante en que sostuvo el micrófono.

🎶 Te vi, me viste, al principio fue una broma. Luego la verdad se asoma, intercambiamos sonrisas

Pasó algún tiempo, poco menos de una hora. Y por debajo la mesa tu tacón tocó mi bota. Fue más sencillo que hacer la tabla del uno. Y a la hora del desayuno ya sabía que te amaba.

A las semanas de iniciar con la aventura. Se nos hizo miel la luna y un concierto pa' Tijuana. Era prohibido, era imposible

Pero hicimos lo que se nos dio la gana

Después de eso nos veíamos casi a diario. Nuestro amigo el calendario nos dio cuatrocientas citas. De tanto amarnos, nos volvimos dos extraños 🎶

Busqué mi tapado y salí al pequeño balcón, escapándome del concierto que me estaba dando, me concentre en fumar canalizando ese cúmulo de emociones, en un simple cigarrillo. Mi cuerpo lo estaba recordando y todos mis sentidos también. El maldito panal de abejas estaba por explotar.

_ lo que estás haciendo es acoso, ¿lo sabes? ¡Puedo denunciarte!_ le dije al notar su presencia detrás

_ ¡hazlo! ¡Me encantaría ser condenado por ti!

_ ¡estás loco! _ solté el humo y lo miré _ necesito que entiendas que no hay una remota posibilidad de que vuelva contigo. ¡Hay muchas solteras, ve a buscarte una y déjame en paz!

_ ¡No lo haré! Tú eres la única soltera que me interesa.

_ ¡yo no estoy soltera!

_ ¡mientras no estés casada lo eres! ¿Por qué no vino tu futuro esposo?

_ no te incumbe

_ si me incumbe, al parecer el hombre perfecto confía en ti _ se acercó más _ al parecer cree que nunca les serías infiel, como lo hiciste conmigo _ dio un paso hacia mí y retrocedí

_ deja de molestarme pareces un maldito loco obsesionado _ se acercó más

_ ¡lo soy! Uno que se muere por hacerte el amor _ murmuró sobre mis labios. Mi piel se erizó ante la expectativa

Manuel

Salieron más personas, y se escapó otra vez. Con el alcohol que llevaba en el cuerpo y mis ganas de desnudarla, esta noche definitivamente haría lo que fuera para tenerla. La seguí

Fue hacia el baño. Espere que salieran todas las mujeres y evité que otras entraran con la excusa de que estaba vomitado. Ingresé y trabe la puerta, abrí cada cubículo, menos el último supuse que estaba porque era el único asegurado. Golpeé varias veces hasta que salió furiosa. Cuando vio mi cara se sorprendió

_ este es el baño de mujeres, ¿qué haces aquí?

_ quería saber si estabas bien

_ ¡estoy bien vete! Nos malinterpretarán si nos ven juntos _ se acercó al lavabo y comenzó a lavarse las manos. Ignorándome

_ mírame, somos adultos… ¿Por qué me evitas?

_ Manuel, no necesito mis ojos para escucharte.

_ ¿Por qué? ¿Tienes miedo de caer si me miras?_ volteó hacia mí y sus ojos se posaron en los míos

_ hay muchas solteras ve a conseguirte una _ vuelve a repetir _ Yo tengo un prometido

_ ¡Quizás quieras un amante! Sabes lo bueno que soy satisfaciendo tus deseos o acaso, ¿disfrutas con él de la misma forma?

_ lo hago, me convierto en una maldita zorra en sus manos, ¿por qué crees que me casaré? _ de solo pensar que juegue con él, como lo hacía conmigo, ardo en celos

_ ¡mientes!_ gruñí. Comenzaron a golpear la puerta _ ¡todavía no me has olvidado!_ Sentía que me seguía amando o al menos deseando. Si no, ¿por qué me evitaría de esta forma?

_ ¡ni siquiera te recuerdo! ¿Sabes con cuantos me acosté? Incluso hice tríos… Quizás encuentras un video mío por Internet. No eres tan inolvidable _ no era pendejo, sabía que intentaba alejarme y no lo permitiría, era mentira.

_ Un hombre más, un hombre menos no sería diferente o ¿no?_ la besé.

Su boca me correspondió, como antes, con esa intensidad que extrañaba, mi corazón ardía en mi pecho por la felicidad, luego de dos años la tenía otra vez. Capture su lengua con mis dientes, gimió, sabía como besarla, como le gustaba, amaba enloquecerla. Escuche un clic y me separé. Me había colocado una de las esposas, iba a poner la otra en la baranda que había a un costado, me moví con rapidez, apresando su muñeca

_ ¡maldito infeliz!_ gritó, intentando abrir las esposa que ahora nos unían, le quité la llave

_ Si aceptas una cita conmigo, ¡te liberaré!_

Quería tomar la llave, era difícil esquivarla cuando claramente es más alta que yo, pero también sus tacos le jugaron en contra. Perdió el equilibrio y sostuve su cintura, con su cuerpo sobre el mío.

_ ¡nunca regresaré contigo! _ gruñó mirándome. Volvieron a golpear la puerta, ella forcejeó conmigo intentando recuperar las llaves, de nuevo. El roce de su cuerpo me estaba llevando al límite, lo sintió

_ ¡Está bien! _ me empujó _ Promete que después dejaras de molestarme. ¡Promételo! _ ¡no! No lo haría, jamás dejaría de molestarla.

_ ¡lo prometo! _ Se que es enfermo lo reconozco, no lo voy a negar… Pero necesito tenerla. Volvieron a golpear la puerta _ dame un beso y te liberaré

_ eres un tramposo

_ ¡solo un beso! ¡No es mucho para ti!

Sonrió, comenzando a hacerme cosquillas, solté la llave, cayó al suelo, en mis intentos de detenerla. Ella se agachó a tomarla dándome la vista más sexy, de esas bragas blancas, la atraje hacia mí sosteniendo su cintura, pateé la llave que quedó detrás de la puerta y esas nalgas chocaron con mi abdomen bajo. Jadee de placer

_ ¡deja de fastidiar!_ gruñó mirándome, de costado, abracé su cintura con más fuerza

_ ¡solo un beso y no volverás a verme!_ supliqué observando sus labios.

_ está bien, pero primero libérame _ contuve mi sonrisa, ambos caminamos hasta la llave. La puerta se abrió de golpe, cuando ella iba a levantarla, la cubrí para que no la lastimaran.

_ ¡si van a f@llar vayan a un hotel! _ espetó el guarda de seguridad, un enorme tipo gringo

_ ya nos vamos _ se excusó ella _ ¡ábrelo ya!_ miré al suelo en busca de la llave y no estaba por ningún lado _ ¿qué esperas?

_ ¡no la veo!

_ ¡maldita sea Manuel!_ gritó. Comenzamos a buscar y la vimos en las rejas del desagüe. Ella me miró con ganas de matarme.

_ ¡salgan ahora!_ volvió a decir el guarda, ella tomó su gorro y lo sostuvo sobre la mano en la que teníamos las esposas. Camino hacia el estacionamiento, arrastrándome. No emití palabra, lo estaba disfrutando. Se detuvo frente a su auto junto a la puerta del conductor. Me miró. Miró a nuestras manos, y se quedó en silencio varios minutos

_ ¿a dónde vamos?_ pregunté con inocencia fingida

_ a mi departamento tengo la otra llave de repuesto. Debemos entrar por el lado del acompañante por las esposas _ camino hasta la otra puerta

La abrió y subió gateando, con sus nalgas hacia mí. Moria por estar en su interior, estaba muy excitado, a punto de estallar. Entre luego de ella, con su culo en mi cara hasta que se acomodó en el asiento y yo también

Encendió el auto, saliendo a alta velocidad, siempre fue buena manejando y con un BMW no tenía que esforzarse mucho. Íbamos tan rápido que la policía nos siguió y tuvo que aparcarse.

_ ¡maldita sea! _ exclamó golpeando el volante, estaba enojada _ eres una maldición, llevaba dos años viviendo bien sin ti

_ ¡lo siento, no pensé que terminaríamos así!_ me justifique, bajo la ventanilla del auto para hablar con el oficial.

_ Bájese del auto _ dijo el hombre moreno, agachándose para mirarnos a través de la ventanilla abierta

_ vera oficial, tuvimos un pequeño incidente y…_ no la dejo terminar

_ ¿no va a acatar mi orden?_ levanté mi mano mostrando las esposas. Ella bajó la cabeza con vergüenza. El hombre comenzó a reírse, e incluso llamó a su compañera

Una morena que se acercó y se agachó a mirarnos, soltó una carcajada. No se reía porque estábamos en esta situación, se reía porque era Emily, la oficial de hace dos noches. Definitivamente, esta madrugada no tenía suerte