Derritiendo El Corazón De Un Mafioso

Roby y Santiago se dirigían al restaurante donde se encontraba la pequeña Angelina quien estaba muy feliz y risueña, sobre todo por la compañía de Ernesto, un jovencito de catorce años, hijo de los cuidadores de la mansión donde se alojaban, Angelina le encantaba su compañía y la protección que sentía al lado de Ernesto, cuando conversaban de algo sus ojos brillaban por qué a pesar de tener siete años había vivido muchas experiencias en la calle que la hizo madurar a gran velocidad.

Mientras que en el Hotel dónde se había llevado a cabo La Gala un asesinato estaba en proceso.

Ángela miro como el gran Stefano Salvatierra se desmayaba y se desvanecía, solo le faltaba la cuartada, cómo pudo agarro lo poco que le quedó del vestido, tomo el arma de Stefano y se la coloco en la mano, sabía que de una u otra manera la policía no iba a intervenir pero su familia mafiosa si y es mejor que pensaran que se trataba de otra cosa.

 Ángela aguantaba la mano de Stefano para sujetar el arma, ella esperaba ansiosamente al guarda espaldas que había seducido e invitado hace algún momento, necesitaba que llegara o le tocaría huir no podía esperar más, pero como si de un ángel se tratara el hombre apareció aunque dudaba para abrir la puerta de la limosina, ella le hizo el favor.

El hombre se adentro en el auto abriendo sus ojos al ver la escena pero no pudo ni reaccionar por qué dos disparos hicieron eco.

Ángela rápidamente le coloco el cuchillo con que había matado a Stefano en las manos de aquel hombre ya muerto (es lo que ella pensaba), salió rápidamente tomo lo que quedaba de su vestido y salió corriendo de ese lugar tratando de no ser vista por nadie, escondiéndose entre los autos, a medida que avanzaba para salir de allí se iba limpiando la sangre.

La mente de aquella mujer iba nublada, todo lo que se repetía —Lo maté, Lo maté, soy libre, soy libre— y así empezó a caminar y algunas veces a correr por las calles de Sicilia.

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Roby y Santiago llegaron al restaurante donde estaban todos reunidos.

*Papá, papá, papá, cómo te fue* dijo Angi levantándose de su asiento para querer darle un abrazo a Roby pero luego reaccionó y recordó que el le había dicho que no le gustaban los abrazos.

*Pequeña revoltosa, para el tío no hay un abrazo* dijo Santiago para no quitar la alegría de Angelina.

*Santi, tío, cómo les fue? Fueron muchas chicas hermosas, consiguieron alguien que pueda ser mi mami* dijo Angelina.

*Angi, ya hablamos de ese tema y sabes cuál es mi punto de vista* dijo Roby tomando asiento en la mesa.

Angelina se entristeció y agachó su mirada, pero esa reacción dejo pensativo ah Santiago.

*En qué tanto piensas y por qué la ves así, voy a tener que prohibir te el acercamiento a mi hija* dijo Roby mientras llamaba a un mesonero.

*Es que esa fracción en su rostro es igual a la de aquella chica* dijo Santiago mientras Roby abría sus ojos

Angelina aún permanecía sumergida en los pensamientos, y Roby se la quedó mirando y pues si Santiago tenía mucha razón, será que esa chica y Angelina eran familia? Y si era su madre?.

*Que casualidad Roby la señora Ángela Salvatierra* dijo Santiago para sacar a Roby de sus pensamientos

*Que?* Pregunto Roby algo confundido.

*Ángela así se llama, que casualidad* volvió a repetir Santiago

*Maldición* dijo Roby en voz alta haciendo que todos en la mesa se sobre saltarán.

*Señor sucede algo, si quiere nos marchamos* dijo don Jorge

*No Jorge es que me pasó algo, pero sigamos la velada* dijo Roby con su mirada perdida.

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...Narra Roby....

Cómo puede ser posible, será que Ángela es familia de Angelina, pero es que hasta en el nombre son casi iguales, como no lo pude notar antes, ahora necesito buscar a esa mujer y enfrentarla.

Y si me quiere quitar ah Angelina, No, No, No lo permitiré, ella es mi hija, mia y solo mía, nadie podrá apartarme de ella así tenga que incendiar el mundo y tenga que correr mucha sangre.

Angelina es mi niña, se que no soy el mejor padre pero la quiero tanto que da miedo, en ella me he refugiado y aunque no lo demuestro ah nadie amo a mi hija…

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*Roby, Roby, Roby* decía Santiago mientras veía a Roby perdido

*Disculpa Santiago estaba pensando, llama ah alguno de nuestros hombres y que la busquen, si realmente es la mujer de ese bastardo, si vive sola o acompañada, que come, como duerme, dónde vive, que hace, quiero saberlo todo y empieza a mover tus dedos* dijo Roby dándole esa orden a Santiago quien asentía con una sonrisa.

La cena y el compartir de Roby con Angelina y los demas se llevaba a cabo entre charlas, miradas serias de Roby hacia Ernesto y hasta un poco de risas, pero en el Hotel un desastre de desataba, los hombres de Stefano cuando escucharon los disparos salieron corriendo y cuando abrieron el auto una escena escalofriante su jefe degollado y un hombre con un cuchillo en la mano al parecer estaba agonizando.

Los hombres de Stefano se desplegaron acordonando el área, y sacaron los cuerpos quienes fueron trasladados rápidamente a la clínica.

En cambio Ángela caminaba y corría desesperada, necesitaba llegar a la estación de servicio, quería pensar que Jade si logro salir de esa casa, y como no si con toda la revolución de los hombres, nadie se fijó en las cuatro esclavas que quedaban en la mansión de Stefano.

Después de un buen tiempo, ya cansada, con mucho frío y con sus pies adoloridos Ángela llegó a la estación, fue como llegar al cielo, pero su rostro se entristeció al no ver a las chicas por ningún lado.

*No lo lograron, no lo lograron* era lo que se repetía Ángela mentalmente

Se sentó en una banqueta que había en la estación y empezó a llorar, como su vida había cambiado, después de ser una niña tranquila, estudiosa, trabajadora, su abuela Tita, su hermana, su sobrina, sus sueños, sus ganas de ser alguien y ahora se había convertido en una vil asesina, había matado a un. Hombre que por más de siete años le había hecho la vida miserable.

Ángela mientras navegaba en sus pensamientos, escucho hablar a los dos hombres que trabajaban en la estación de servicio.

*Viste lo que sucedió en el hotel, mataron a un mafioso* decia un hombre.

*Huy si, pero dicen que es por ajuste de cuenta, y que la señora que andaba con el salió huyendo nadie sabe de ella y la están buscando para que diga si vio algo* dijo el otro hombre.

*Yo esa mujer ni apareciera, me matan* le respondió el compañero.

Tras escuchar esa conversación el cuerpo de Ángela comenzó a temblar, sus manos parecían gelatinas, que haría ahora?