Me Recordarás

Al día siguiente me levanté muy temprano, dejé el cuarto organizado; Por recomendación de Pamela preparé una maleta de mano con ropa para tres días por si debía quedarme hoy mismo, guarde unos jeans y camisetas, al igual que tres conjuntos de pijamas cómodas, ropa interior y productos de aseo, luego fui a la cocina a ayudar a preparar el desayuno, después salimos rumbo a la casa del señor Gonzalo Vernet como me dijo Pamela que se llama.

Llegamos a una zona residencial bastante grande y linda, rodeada de edificios y grandes mansiones, nos anunciaron en portería y en unos minutos nos dejaron pasar, el auto lo parqueo al final de una calle cerrada, era una hermosa mansión, su portón estaba elaborado en oro puro, nos acercamos al anden y en una pantalla apareció el rostro de una señora de unos 60 años.

  - Hola señora Dominga, soy Pamela y ella es Ana, la que viene a aplicar al puesto de niñera para la hija del señor Gonzalo -- finalizó.

  - sigan por favor -- dijo y el sonido de la puerta nos indicó que teníamos acceso, Pamela tomó la manija y entramos.

Al otro lado del portón nos estaba esperando la señora Dominga.

  - bienvenidas, por favor pasemos al estudio-- nos dijo y nosotras la seguimos.

Entramos, había una gran biblioteca detrás del escritorio, los tonos madera y las luces oscuras hacia que el lugar se viera lúgubre y misterioso.

  - por favor tomen asiento -- dijo la mujer sacándome de mis pensamientos.

Nos acomodamos, entonces ella tomó una hoja que se estaba imprimiendo, cuando finalizó la puso sobre el escritorio.

  - estos son los requisitos, es sencillo, si se puede acomodar a las exigencias del jefe eres bienvenida, pero igual vas a estar en un periodo de prueba de tres días remunerados, si su desempeño es bueno firmaremos un contrato diferente -- dijo.

  - si señora, entiendo -- dije mientras tomaba el papel en mis manos para leerlo.

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A las 8 de la mañana debía estar bañando a la niña y cambiandola de ropa.

A las 9 debe estar desayunando (dieta libre de gluten y lactosa)

A las 10, realizar ejercicios enviados por su terapeuta.

A las 11, un pequeño tentempié.

Al medio día, darle el almuerzo.

A las 1 de la tarde, llevarla a hacer su siesta.

A las 3 de la tarde, despertarla de su siesta y llevarla al salón a su terapia de lenguaje.

A las 4 una media tarde con solo fruta y gelatina.

A las 5 de la tarde, llevarla a dar un paseó (a la niña le gusta ver el atardecer).

A las 6, debe estar en la mesa para cenar (su padre se encarga de darle los alimentos en este horario).

A las 7 pm, se debe dar una ducha y prepararla para dormir.

Adicionales:

Su pañal se cambia las veces que sea necesario durante el día ( no tiene control de esfinteres).

El medico de la familia viene a suministrarle los medicamentos cada doce horas, al medio día y a la media noche.

Debes dormir en la habitación contigua y estar pendiente del monitor por si pasa alguna eventualidad con la niña, la niña tiene problemas de sueño.

Solo puede hacer uso del celular a las 7 de la mañana, cuando la niña tenga su siesta y después de las 8 de la noche, en caso de emergencia puede decirle a Dominga para que haga una excepción.

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La lista es bastante larga, pero se que puedo con ésto.

  - ¿puedo preguntar algo?-- dije.

  - claro que sí -- respondió con brevedad.

  - ¿como se llama la niña?-- pregunté.

  - oh si, olvide decírtelo, se llama Ana-- dijo la señora.

  - se llama igual que tú, yo tampoco sabía su nombre, que coincidencia -- comentó Pamela muy enérgica.

  - así es, el señor se empeñó en que su hija debia llamarse así, dijo que ese nombre le traía cierto sentimiento indescriptible -- hizo una breve pausa -- lo siento, hablé de mas-- dijo Dominga.

  - No se preocupe, no diré nada, ¿Cuando puedo conocer a Ana?-- indague emocionada por la revelación.

  - Enseguida, ya la deben estar bañando, cuando la traigan a desayunar las voy a presentar -- me dijo y yo asentí.

  - Es hora de que me vaya, ya cumplí con traer a Ana, buena suerte, y gracias Dominga por recibirnos -- dijo Pamela.

  - claro que sí - respondió la señora.

  - Gracias, nos vemos en tres días--le dije.

  - vendré por ti-- me aseguró.

Nos despedimos y ella se fué.

Tomé mi bolso y salimos a la sala a esperar a que la niña pasará a tomar su desayuno.

  - ¿Y el señor no está?-- pregunté por inercia.

  - No, el señor sale muy temprano a trabajar-- respondio con brevedad.

Escuchamos pasos por el pasillo y el sonido de unas ruedas rechinando en el mármol.

  - se me pasó mencionar, la niña está en silla de ruedas-- dijo y comenzó a avanzar, yo la seguí de cerca.

Pude ver cómo traían a una linda niña en silla de ruedas, la verdad no parecía tener ninguna condición, ver su carita triste me lleno de nostalgia, por un momento sentí que ella conecto su mirada con la mía, pero creo que fue mi imaginación.

  - venga conmigo, las voy a presentar -- me dijo.

Yo la seguí, ella se paró frente a la silla y habló.

  - Ana, te presento a tu nueva cuidadora, estará de prueba unos días, por favor pórtate bien y coopera-- le dijo.

Yo me agaché a su altura, puse mi bolso en el piso y le sonreí-- hola Ana, mucho gusto, yo también me llamo Ana, y estoy segura que nos llevaremos muy bien-- le dije, y de nuevo sentí esa mirada.

La enfermera que venía empujando la silla habló.

  - ¿yo le daré el desayuno o ella comenzará su turno a partir de este momento?-- le preguntó a Dominga.

 - Ella se encargará, ya se puede retirar, la esperamos en tres días-- le respondio y la chica asintió, se despidió y se fué.