De la novela " Los hijos que me dió la vida", tuvimos la oportunidad de conocer la historia de David Montes, en "Amor a diez mil metros de altura"el hermano mayor de tres hermanos, ellos tuvieron que vivir una terrible perdida, pero gracias al amor incondicional de Alejandra, su segunda madre y Fernando, quienes cumplieron el rol de padres, ellos salieron adelante, ahora es el turno de Duvan y Dominic.
Se verán enfrentados a dos hermosas chicas, con personalidades totalmente opuestas, pero que poco a poco, van a demostrar, que la teoría de que los polos opuestos se atraen, es cierta, acompáñame en esta increíble historia.
NovelToon tiene autorización de Lida Marín para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPITULO 23
Dominic Montés
Hablé con Duvan sobre la contratación de Sara, aunque estuvo renuente, finalmente accedió.
- Tú confiaste en mi decisión, haré lo mismo contigo, Pero mantén controlada a tú fuera-- me dijo.
- Si pude contigo, puedo con cualquiera, soy especialista, no los olvides -- le dije y se puso a reír-- te veo mucho más tranquilo que la última vez, ¿solucionaste algo con Mercy?-- pregunté.
-Si, incluso hablé con Lilieth -- comentó y me sorprendió.
- Pensé que no había nadie en el mundo, que te hiciera dejar de ver a esa mujer, es linda pero peligrosa, mi intuición me dice que tienes que tener cuidado -- el asintió
- Quiero pensar que no, incluso le ofrecí mi ayuda si en algún momento la llega a necesitar, pero espero que nunca necesite nada-- yo negué.
- No debiste ofrecerle eso, lo mejor es que te alejes definitivamente, ¿y Mercy ya sabe sobre ella?--
- Si, desgraciadamente llegó al lugar donde nos reunimos para hablar, escuchó toda la conversación, obviamente si iba a contarle sobre ella, pero quiero hacerlo por mi propia cuenta, no que se enterara así, de todas formas salió bien, ella es muy madura --
- Me alegra, me voy, llamaré a Sara para darle la noticia, y no eches en saco roto lo que te digo, ten cuidado con Lilieth, y rompe cualquier lazo que los una-- Duvan asintió.
- Lo haré, gracias -- me despedí de el y salí de su oficina, vi que una de las empleadas estaba llorando, yo caminé rápidamente hacia ella.
- ¿Estás bien?-- la pobre mujer levantó su mirada y me miró con nerviosismo.
- Se.. Señor, sii, sii-- logró decir, pero una de sus compañeras la codeo.
- Vamos Dania, di la verdad, igual no te pueden despedir en tu estado -- le dijo y la fusiló con su mirada.
- ¿Estado? cuál estado-- Indague.
- Señor, yo... Yo estoy embarazada, me di cuenta hoy -- finalmente dijo.
-¿embarazada?--- Indague
- Si señor, según sus ecografías, tiene 4 semanas de embarazo-- comentó su compañera.
-Pero si apenas llevamos dos semanas trabajando, ya estabas embarazada cuando entraste aquí, lo que significa que alteraste tus resultados de laboratorio ¿no te parece que eso es hacer trampa?, hablaré con mi hermano de este tema, por ahora continúa con tus labores -- sentencie y ella agachó la cabeza.
No somos personas de mal corazón, pero no toleramos el engaño ni la mentira, hablaré con Duvan y entre los dos tomaremos una decisión, de repente un recuerdo se me vino a la cabeza " la pastilla del día después"-- Mierda, tengo que llamar a Sara-- no pasamos por la farmacia, lo olvidamos por completo.
Entre de nuevo con Duvan y le comenté la situación, al igual que yo, decidimos que lo mejor era dejar que Dania continuara trabajando, si solo nos había mentido en su estado, no era problema, pero vamos a investigar y saber si hay más, no pretendemos tener personal en el que no podamos confiar, la base de nuestra empresa no debe ser empañada por eso.
Regresé a mi oficina con mi pensamiento puesto en Sara, tomé mi teléfono y la llamé enseguida.
📱-- ¿Aló?-- respondió.
📱-- Sara, soy yo Dominic -- dije.
📱-- hola, estaba esperando tu llamada -- comentó.
📱-- que bueno, lo primero es para avisarte que mañana pueden empezar labores, pero antes vamos a firmar contrato--
📱- Muchas gracias, de verdad muchas gracias, no los voy a defraudar -- dijo emocionada.
📱-- confío en que así será, y también te llamaba para otra cosa-- ella detuvo su festejo y escuchó atentamente -- hoy olvidamos algo --
📱-- ¿qué olvidamos?-- preguntó confundida.
📱-- no, nos cuidamos y quedamos de pasar por una farmacia, recuerda, no queremos bebes-- ella rio a través de la línea.
📱-- No te preocupes, ya me encargue, tan pronto salí de tu empresa pase por una y la compré, ya me la tomé, así que relájate, soy la más interesada en no quedar en embarazo --
📱-- Discúlpame, esto es una responsabilidad que nos compete a ambos, pero gracias, me quitas un peso de encima-- le dije.
📱-- no seas tan caballeroso, me vas a malacostumbrar--
📱-- Lo siento, así me criaron, no puedo cambiar--
📱-- Entonces, me acostumbraré --
Nos despedimos y finalizamos la llamada, quedamos en vernos el día siguiente para firmar el contrato.
Estuve en mi oficina el resto del día, incluso pedí mi almuerzo a domicilio, tenía contratos que firmar y clientes a quien llamar, además estuve recibiendo solicitudes de servicios y los iba agregando al itinerario, cuando la tarde llegó cerré todo y salí.
Estaba terminando de cerrar la puerta, cuando escuché unos pasos atrás mío, por un momento pensé que era Duvan, pero no escuché su típico saludo, así que me levanté rápidamente y giré, me sorprendió ver al tipo que hace unos días estaba agrediendo a Sara fuera de aquel restaurante, pero no estaba solo, venía con dos tipos más, igual que él, flacos, desaliñados y con marañacos en sus brazos.
-¿Qué necesitan?-- pregunté sin rodeos.
- Vaya, tienes agallas, entonces te diré directamente, Sara me pertenece, y no voy a permitir que se aleje de mí, así que hazte a un lado-- me amenazó.
- y si no lo hago, que-- dije con altanería.
- La vas a pasar muy mal, vine a hablar contigo por las buenas, pero no me lo estás poniendo fácil -- dijo y me reí.
- Si vinieras por las buenas, habrías venido solo, pero viniste con dos tipos más, esto no es con nobles intenciones, yo no soy idiota --
- Bueno, ya lo sabes, te voy a dar una lección y espero que aprendas de ella-- ese tipo saco de su espalda una cadena gruesa, la envolvió en su muñeca y la lanzó con sevicia, impacto con fuerza el brazo con el que intenté protegerme.
-¡aaah!-- me quejé de dolor.
- Que pasa, es un pequeño golpe para alguien tan insolente como tú -- se burló.
- No seas imbécil, peleemos en igualdad de condiciones, no seas cobarde-- le dije mientras me ponía de pie.
- Hijo de perra -- los tres se lanzaron sobre mí, pero de la nada mi padre y mi hermano llegaron, mi mamá estaba ahí junto a Sara.
De un solo golpe mi padre logró quitarle la cadena de las manos, cayó a un lado y Sara corrió y la recogió, luego regresó con mi mamá, mi hermano pateó a uno de ellos, el exnovio de Sara se recompuso y se acercó a mí, me lanzó un golpe, que logré amortiguar, y lancé uno que conectó directo con su cara, su nariz comenzó a sangrar con intensidad.