La Obsesión De Un Beaumont

Los empleados del hotel observaron a Latifa Issidri ingresar al ascensor junto al joven extranjero, incrédulos.

Conociendo a Abdul Issidri sería cuestión de minutos para qué se presentará en el hotel, muchos pensarían qué eso pasaba cuando te casabas con una mujer mucho más joven, qué había crecido en el extranjero.

Asher abrió la puerta de su habitación, y se hizo a un lado para que Latifa ingresara. Latifa paso junto a él, ver el meneo de esa cadera hizo que el lívido de Asher se disparara.

—Desde el momento en que te vi, fue como si me hubiera caído un rayo comento Asher.

—Eso fue mútuo. Eres magnífico. No podía apartar los ojos de ti confeso Latifa.

—Te deseo, mi diosa murmuro Asher. Cansado de hablar, Asher deslizó los ojos apasionados sobre ella, la levantó en brazos y devoró su boca con un ansia que ya no intentó ocultar. Pocos minutos después, Latifa notó que estaba echada en una enorme cana. La chaqueta de Asher estaba en el suelo junto con su corbata y su camisa estaba abierta revelando la gloriosa expansión de su musculoso torso. Deslizó las uñas entre sus rizos y esbozó una femenina sonrisa de poder cuando él se estremeció en respuesta y descendió de nuevo para amoldar su duro cuerpo al de ella con un movimiento que no dejaba lugar a dudas acerca de sus intenciones.

—Llevas demasiada ropa -murmuró ronco e inflamado de impaciencia. Seductoramente Latifa comenzó a quitarse la ropa hasta quedarse solo ataviada con lencería de satén y encaje que no ocultaba nada, Latifa se tendió sobre las almohadas de la cómoda cama, feliz de que Asher se estuviera excitando ante la imagen. Su excitación era tan fuerte como su pulso.

—Espero que me lleves al paraíso esta noche -susurró deslizando los ojos con deseo sobre su magnífico cuerpo de Asher.

— Sin escala prometio Asher quitándose el resto de la ropa. Latifa le rodeó el cuello con los brazos, débil de deseo.—Me fascinas-murmuró él con fervor antes de atraerla más.

Durante mucho tiempo después no se oyó nada más que el ardiente ritmo de sus respiraciones y los largos gemidos de placer a silenció devorando su boca con frenesí. —¡Oh, sí...! -gimió ella unos minuto, sus gritos se escuchaban desde el pasillo.

Las puertas del ascensor se abrieron Abdul Issidri salió del ascensor en cuanto puso un pie en el pasillo escucho los gritos de su esposa.

Rojo de la ira, Abdul se dirigió a la puerta y comenzó a golpear con fuerza...

Sharif sé encontraba en la cama durmiendo junto a Isra cuando llamaron a la puerta Sharif se puso en alerta era raro que alguien llamara a esa hora.

— ¿Qué ocurre?, pregunto Isra.

— Iré a ver tú descansa le dijo Sharif saliendo de la cama. — Al abrir la puerta se encontró con el rostro de Kardal su jefe de seguridad.

— Lamento molestarte, es Asher. Tenemos un problema comentó Kardal.

— Espérame en la sala comento Sharif.

Isra encendió la luz .— ¿ Qué esta pasando ?.

Sharif sé acercó.— Es Asher, seguro se ha peleado con alguien. No te preocupes vuelve a dormir regresaré enseguida.

Isra lo beso vio como su esposo se fue a cambiar y cinco minutos después abandono la habitación. Isra se levantó faltaban tres horas para que amaneciera al mirar por la ventana vio que él sector donde habitaban sus suegros estaban las luces encendidas, si habían despertado al rey era porque era algo sumamente importante. Isra tomo su bata y salió de la habitación, iba caminando por el pasillo cuando se encontró con Feriha, una de las empleadas.

— Mi señora, al Príncipe le dará un ataque si la ve fuera de la cama, Isra se encontraba embarazada de ocho meses.

— ¿ Qué está pasando?, pregunto ella.

— Se dice que al primo del príncipe lo encontraron con la mujer del Jeque Abdul Issidri, el mismo los encontró en una habitación y el Jeque Issidri quiere que su honor sea resarcido, parece que los custodios del joven se agarraron a golpes y todos fueron detenidos, no quisiera estar en el pellejo de Latifa Issidri, porque será castigada de la peor manera.

Sharif no podía creer lo que estaba escuchando, ¿qué demonios tenía Asher en la cabeza?, le había advertido que no se metiera con las mujeres de su pueblo, ya Cesare una vez se había metido con una mujer soltera y eso había sido malo.

— Ve a descansar papá me ocuparé del asunto haré que suelten a Asher , los custodios y hablaré con Issidri para que entre en razón exclamó Sharif.

— Intenta ser prudente exclamó Karim.– Lo mejor es que Asher abandone el país cuanto antes.

— Estamos negociando, él debe estar aquí exclamó Sharif.

— Hablaré con Henry él deberá ocuparse comento Katherine.

— Es lo mejor, Issidri te dará gusto solo por ganarse el favor de la familia, pero ni por un segundo pienses que Asher podrá moverse libremente por aquí comento Karim.

— Está bien madre, hable con mi tío comento Sharif mirando a su madre fue cuando vio a su esposa ingresar.— Deberías estar en la cama.

— Quiero que te asegures de que esa mujer no sea castigada exclamó Isra.

Sharif suspiro. —Alguien debe ser castigado.

— Dejarás que esa mujer sea castigada para salvar el pellejo del cretino de tu primo, él debería llevarse los latigazos.

— La muy sinvergüenza le fue infiel a su esposo, bien merecido se tiene los azotes.— Isra entorno sus ojos.

— Lo digo en serio Sharif si esa mujer es castigada tendrás problemas exclamó Isra. Sharif puso sus ojos en blanco, la última vez que él tuvo diferencias con Isra, el durmió un mes en el sofá, nadie era tan cabezota como su esposa.

— Isra tiene razón.— Sharif pensó que su madre era tan cabezota como su esposa.—No debe ser castigada, no sería justo cometieran semejante barbaridad comento kat

— Latifa Issidri quedará bajo la protección de la familia dijo Isra.

— Está bien prometo que nada le pasara, ahora vete a la cama exclamó Sharif besándola en la frente.— Feriha acompañe a mi esposa ordenó Sharif.

— Vamos Isra te acompañare dijo Kat caminando junto a su nuera.

Sharif miró a su esposa y madre irse.— Al paso que voy recibiré yo los azotes por salvar el pellejo de esos dos sinvergüenzas. Nos vamos, vaya a descansar papá.

— Sé prudente Sharif, se que encontraras la manera de que todo llegue a buen puerto exclamó Karim.

Kardal subió al vehículo, al lado de Sharif como siempre.

— Quiero ver como te las ingenias para sacar a esos dos libre de culpa comento Kardal.

— Estoy pensando en ello comento Sharif mientras conducía hacia el departamento de policía.

El departamento era un edificio sombrío y austero, rodeado de altos muros de piedra y alambre de espino. Se dividia en dos edificios en uno de ellos estaban las oficinas, en el otro la prision

La puerta principal era de hierro macizo, con una pequeña ventana enrejada que permitía ver el interior.

Dentro de la prisión, el aire era pesado y húmedo, y el olor a desinfectante y sudor era omnipresente. Las celdas eran pequeñas y oscuras, con paredes de piedra y suelos de cemento. Las camas eran simples literas de madera, con colchones delgados y mantas ásperas.

Asher estaba encerrado en una celda pequeña y oscura, con una sola litera y una pequeña mesa en el centro. La celda estaba iluminada por una sola bombilla, que colgaba del techo y proyectaba sombras oscuras en las paredes. Asher estaba sentado en la litera, con la mirada fija en el suelo.

En una celda contigua, Latifa estaba encerrada sola. La celda era similar a la de Asher, con una sola litera y una pequeña mesa en el centro. Latifa estaba de pie, apoyada en la pared y mirando hacia la puerta de la celda con una expresión de ansiedad.

En la celda de enfrente, Abdul estaba encerrado, su rostro estaba lleno de ira y resentimiento. La celda era similar a las otras, pero Abdul había destrozado la litera y la mesa. Abdul estaba sentado en el suelo, con la mirada fija en la puerta de la celda, esperando a que alguien entrara para desahogar su ira.

La atmósfera en la prisión era tensa y pesada, y se podía sentir la hostilidad y la rabia que emanaban de Abdul. Asher estaba muy tranquilo y Latifa estaba claramente asustada, se podía ver el miedo en sus ojos.

Abdul gritaba y maldecía a Latifa, asegurándole que sería castigada a latigazos por adultera. Su rostro estaba congestionado de ira y su voz resonaba en la celda.

—¡Eres una mujer indigna!, gritaba Abdul.–¡Te has deshonrado a ti misma y a nuestra familia! ¡Serás castigada por tu infidelidad!.

Latifa se cubría la cara con las manos, llorando en silencio. Sabía que no podía defenderse contra las acusaciones de Abdul, y que su destino estaba sellado.

Mientras tanto, Asher estaba sentado en su celda, escuchando los gritos de Abdul.

Asher sonrió, sabía que irian por él. Para rl no habría consecuencias por su aventura con Latifa. Sonrió, se sentía bastante satisfecho consigo mismo.

Asher se recostó en la pared de su celda, sonriendo para sí mismo mientras recordaba los momentos de pasión con Latifa. No se sentía ni un poco culpable por haber seducido a la esposa de Abdul. De hecho, se sentía bastante orgulloso de sí mismo por haber logrado conquistar a una mujer tan hermosa, deseada y prohibida.

Mientras tanto, en la celda de enfrente, Abdul seguía gritando y maldiciendo a Latifa, quien se cubría la cara con las manos y lloraba en silencio. Asher se encogió de hombros y se desentendió de la escena, pensando que no era asunto suyo.

Abdul se acercó a la reja de su celda y comenzó a gritar insultos hacia Asher.

—¡Eres un perro infiel!, gritaba Abdul. —¡Un extranjero que viene a nuestro país y se atreve a seducir a la esposa de un hombre respetable! ¡Eres un desgraciado, un sinvergüenza! ¡Una vergüenza para tu familia!

Asher se levantó de su litera y se acercó a la reja de su celda, sonriendo con desdén hacia Abdul.

—¿Y qué pasa con tu esposa?, preguntó Asher con una voz calmada y desafiante. –¿No es ella la que se acostó conmigo? ¿No es ella la que te engañó?. ¿ Será que no le dabas lo suficiente?, pregunto riéndose.

Abdul se enfureció aún más al escuchar las palabras de Asher, y comenzó a gritar y a maldecir con aún más fuerza.

En cuanto Sharif detuvo su coche vio a la gente congregada en la puerta del departamento de policía.—Pide que manden refuerzos del ejército ordeno Sharif. —La familia y amigos de Abdul se había congregado para linchar a Latifa y Asher...