1000 Años

Las exposiciones al mundo se inician, todos los días van un grupo formado, es decir que solo hablan el mismo idioma, es decir lunes los anglófonos, martes los francófonos, miércoles los hispano parlantes y así sucesivamente.

Pues a los hispano parlantes les tocó el día jueves, y Ana llegó el día anterior, justo a tiempo, eran treinta personas, entre ellas está Ana Jiménez Tang, está maravillada con las piezas, quería tomar muchas fotos, pero era un reglamento del museo la prohibición de tomar fotos. Para ello, el gobierno puso a disposición una recepción donde estaba a la venta la revista con todas las fotos de las piezas del museo con sus respectivas reseñas en el idioma español.

Se podría decir que el material fue hecho de propósito, algunos turistas compraron varias revistas para regalar. Ana no se lo quiso perder, compró la revista. Y la guardó en su bolsa de tela, también un souvenir.

Ana observa las últimas piezas de orfebrería y cerámica, se detiene al contemplar los detalles y eso llama la atención del arqueólogo Lin Kong, todos miran, les gusta pero no se quedan a observar los detalles. Todos se concentran en el cuerpo del guerrero, hacen selfies con él, por último presentan a Mei, todos la miran con pena. Pero Ana, ella al mirar la imagen del guerrero, ver los detalles de la armadura, siente una voz desde su espalda.

- Mei. Mei.

- Yo no me llamo Mei. – lo dice mientras voltea y no ve a nadie.

- Mei.

- ¿Quién es? – Ella pregunta a voz alta.

Todos la miran mal, lo vieron como una falta de respeto, se sintió incómoda y bajó la cabeza en señal de disculpas. Lin Kong no entiende español, pero hace su mejor esfuerzo para hablar lo más claro posible con el inglés. La conversación sería:

- Señorita, disculpe ¿Habla usted inglés?

- Señor, buenos días. Disculpe, pero mi inglés no es bueno.

- Hablaré despacio para que me entienda.

- Está bien. – acepta  la conversación.

- En el museo, aquí en China, no está permitido hablar a voz alta. – le hace recordar.

- Lo siento, lo sé, pero un señor busca a una tal Mei y no lo veo. – le explica.

- ¿Alguien busca a una tal Mei? – se hace el desentendido, pero su corazón va a mil, el guerrero está ocasionando problemas y debe buscar un a solución rápido.

- Sí. – lo confirma.

- Termine el tour, y después le explico.

- Está bien.

Ana sigue caminando y llega a ver a Mei, está tan cerca que puede sentir como una energía se apodera de ella. Ana se lleva una mano sobre el pecho, fue una extraña sensación, guarda silencio y sigue al grupo, y entran a la una  donde se exhiben muestras de papel hecho con fibras de bambú y de seda, los predecesores del actual papel. Hay manuscritos, Ana quería sacar fotos a esta exposición, si bien es cierto que es un museo de cerámica antigua, se han hecho algunas excepciones para la ocasión. Pero ella es consciente de que esto está prohibido, así que guarda su cámara.

Le entristece no poder tener unas imágenes de la literatura China, Lin lo ve, y nota la frustración de Ana, descubre la pasión de la turista, la literatura. El arqueólogo tiene sus ojos fijos en la turista y no puede dejar de seguirla, el fantasma de Mei se apodera del cuerpo de Ana, el fantasma del guerrero hace lo mismo con el arqueólogo. Ambos fantasmas van a manipular a estás dos personas.

A Lin se le ocurre algo para poder volver a ver a Ana, debe actuar o tendrá que soportar la tortura  de escuchar el nombre de Mei. Al salir del museo, el grupo sigue a su guía y son llevados a un restaurante, pues llegó la hora del almuerzo.

Lin busca un libro de literatura China, tanto de la antigua como de la contemporánea y muy aparte un libro de la historia de la literatura China, son libros que se venden a los extranjeros, por lo que está escrito en inglés. Con los dos libros en mano, va en búsqueda de la turista.

Aún no está servido el almuerzo, los platos se están preparando, Ana está en silencio mirando hacia la calle, de repente siente algo que no la deja muy cómoda. Siente que su sistema nervioso está alterado, se siente cargada, no sabe cómo definirlo, simplemente hay algo que no está bien, es una extraña sensación y punto.

Lin llega al restaurante, ve a la turista que observa la calle desde su asiento y le hace un saludo con la mano, pero al parecer está concentrada en un punto fijo. No lo duda más y entra, intenta relajarse para poder entablar un conversación.

- Buenas tardes, señorita ¿Se acuerda de mí? – trae a la realidad a Ana – soy Lin Kong, arqueólogo y estuvimos conversando en el museo.

- ¡Oh, sí! – sonríe a causa de los nervios – ya lo recuerdo. Buenas tardes, un gusto conocerlo. Mi nombre en Ana Jiménez Tang.

- ¡Ana! Bonito nombre.

- Gracias. – se sonroja un poco.

- En el museo le vi muy interesada en la literatura. Quería tomar fotografías pero cono está prohibido, la vi triste.

- En realidad, yo soy maestra de literatura en una escuela de secundaria, y me gustaría tener algo de literatura China.

- Bueno, yo tengo dos libros que le podrían interesar. Este de aquí ves literatura antigua y contemporánea, está en chino hasta la mitad y la, otra mitad está en inglés.

-¿De verdad? Suena fantástico. – se le ilumina el rostro, pero rápido guarda la compostura – lamento tener que ser muy emotiva en espacios públicos. – baja la cabeza.

- Es natural que alguien se emocione. Pero también traigo otro que es la historia de la literatura China, también está editado en inglés.

- Son muy buenas noticias.

- Téngalo como una cortesía.

- ¿Habla en serio?

El arqueólogo extiende sus manos con los libros, Ana le sonríe de puro nervios y al aceptar los libros, Lin acaricia las manos de Ana, el cruce de miradas fue de inmediato  el fantasma abandona el cuerpo de Lin.

- Por favor, dispénseme. – hace tres reverencias – no sé que me pasó. En mi país  es muy mal visto. Pero, por favor, créame que no fueron malas intenciones, fue un acto involuntario. Solo quería regalar estos dos libros, porque usted mostró mucho interés en la cultura de mi país.

Mei está actuando en Ana y se quedó bloqueada por unos instantes y el fantasma abandona el cuerpo de Ana, Mei huye al haber sentido las manos del guerrero.

- Descuide. – Es todo lo pronuncia por ahora – Gracias por este lindo detalle. – el corazón lo tiene a mil. Toda la gente está mirando a la pareja.

- Fue un placer conversar con usted. Que tenga un buen día, y que disfrute de su estancia.

- Muy contenta de conocerlo, señor Kong. Muy agradecida por el regalo.

Lin estaba muy avergonzado, se fue de inmediato, para la cultura china, un hombre que hace eso a una mujer que apenas está conociendo, es una conducta inaceptable. Él se aleja lo más rápido posible del restaurante, aunque él también siente una extraña sensación, tampoco sabe cómo explicar.