SUEÑOS HÚMEDOS CONTIGO

Narra Cristal

Estaba disfrutando los besos intensos de Joa que me electrizaban hasta que lo escucho decir "Chúpamela como anoche".

Al oír eso se me bajo todo, sentí que recibí un balde de agua helada.

-No puedo seguir. Le dije frenandolo.

-¿Qué?... Vas bien. Me dijo suspirando.

-NO ... SAL. Le dije enérgica.

-Ok ... Entiendo que te preocupe... Por ser tu primera vez... Pero puedo guiarte. Me dijo, frunciendo el ceño.

-No ... Sal... Por favor dejame sola. Le pedí enérgica señalando la puerta.

-Esta bien ... Hablaremos mañana. Dijo saliendo y ni bien cruzó la puerta puse la traba.

La cabeza me latía, sentía que no podía respirar, volvía hacer cosas dormida y no recordaba, o más bien creía que lo soñaba.

Me puse las manos en el pecho, mi corazón latía fuerte golpeando mi torax a punto de romperlo.

No podía hablarlo con mis amigas, no podía, no entenderían lo que padecía, y quiero ser normal, no una fenómeno. Cubro mi cabeza con mis brazos sentada en el piso tratando de pensar que hacer.

No tenía otra opción que hablar con el doctor Galarza, era con el único que podía hacerlo. Él me dijo una vez que no importaba lo que fuera que me pasará que contara con él para solucionarlo y curarme el sonambulismo.

De solo pensar que debía hablar con él los nervios se me dispararon y las nauseas invadieron mi garganta por lo que corrí al baño.

Me bañé como queriendo limpiar mi cuerpo, me atormentaba la idea de que me pasó esto antes.

No dormí recordando lo que considere sueños. La preocupación golpeó mi pecho al recordar una escena perturbadora, me vesti y salí a ver el lugar donde recordaba de mis sueños.

Sentí un nudo en la garganta al encontrarlo, las lágrimas rodaron por mi mejilla, no podía seguir así, debía hablar con él por más difícil que sea, me brindo su hospitalidad, me tomo bajo su ala siendo que no era su hija ni nada de su familia.

Lo menos que podía ser con él era decirle lo que sucedía, al menos debía ser sincera y demostrarle mis respetos de ese modo.

Regrese a pasos lentos, en la cocina tome un vaso de agua y fui a mi habitación, mire cada centímetro de esas cuatro paredes.

Recordé que en el internado me hacia un dibujo en la planta de los pies para saber si me levantaba dormida.

Aquí me sentía segura, creí que al estar aquí estaría bien, no sufriría nada de eso.

Me hice un dibujo de un gatito y salí a caminar en la sala, regrese a mi cuarto y mire la planta de mis pies, estaba corrido.

Me acosté suspirando queriendo ser parte de la cama y nunca más salir.

Dormí abrazada a la almohada sin quitarme nada. Al día siguiente me desperté sobresaltada, no soñe nada, eso de algún modo me dejó respirar, igual me revise como una maniática cada centímetro por si tenía una marca que no estaba ayer ahí. Suspiré de alivio al no encontrar nada.

Cuando supe que el señor Galarza estaba en el estudio, me dirigí en su direccion, afuera tomaba aire como dándome fuerzas.

"Tu puedes"

"Es por tú bien"

"No puedes seguir así"

"Tuviste suerte"

"No quieres ser un cadáver en un contenedor", me dije por último al recordar como me libre por un pelito de un loco que quiso aprovecharse de mi cuando andaba sonámbula por la calle.

Ingresé y el coraje me abandono al verlo, al ver sus ojos azules intensos, al recordar como me cuidaba cada noche, como se preocupaba por mi y ahora le confesaría que me acosté con su hijo bajo su techo. Pero tenía algo a mi favor.

"Mierda"

"Tuve que tener sueños húmedos justo con Joa"

"Estoy por escudarme con el sonambulismo",

"Siendo que en el fondo deseaba a Joa"

"Qué lo disfrute"

"Pero algo era cierto"

"Y si el próximo no es Joa, sino un loco abusador"

Sentía que mis manos sudaban o me picaban y las fregaba entre ellas a medida que me sentaba para hablar con el doctor Galarza.

A medida que iba relatando, ví en sus ojos la decepción, lo ví, conozco esa expresión. Por más que él me dió palabras de aliento respondiendo que encontraría una solución, supe que solo querría enviarme lejos.

Ni yo quisiera tenerme cerca, y menos con esta anomalía de ser sonámbula, era una moneda en el aire, no sabía que sería capas de hacer o no.

Solo me queda esperar mi sentencia, pero fui sincera, quedé tranquila con mi conciencia, fui fiel a mi palabra de que nunca tendría secretos con él.

"SOLO TE PEDIRE QUE SIEMPRE SEAS SINCERA CONMIGO"

"NUNCA OMITAS DECIRME ALGO AL CREER QUE ME ENOJARIA"

"CUENTAS CONMIGO PARA AYUDARTE A SUPERAR ESTO, SE LO DEBO A TUS PADRES",

Eso me dijo por eso me animé a decirle y más que nada porque no tenía con quien poder hablarlo abiertamente, y el doctor conocia mi caso, era el único.

Pude ver como trago grueso al confesarle que me acosté con Joa. Al no poder más con la presión en mi pecho lo abrace en busca de consuelo, necesitaba sentirlo.

Al concluir la conversación me retire a mi cuarto, recibí un mensaje de mis amigas para juntarnos a tomar un jugo y comer un sándwich.

Aproveche para usar eso de escusa y salir, necesitaba tomar aire y quien sabe si era la última vez que vea a mis amigas dependiendo de lo que decida el señor Galarza.

-VAMOS A UN PARQUE... ASI DISFRUTAMOS DE LOS JUEGOS. Dijo Susan apareciendo animada en la esquina donde nos juntaríamos para ir a tomar el jugo.

-¿A DÓNDE QUIERES IR?. Pregunta viví apareciendo.

-A un parque. Repite Susan.

-HOLA CHICAS... VAMOS A JUGOS LOCOS. Aparece Gladys sin dejar de enviar mensajes con su celular.

-Susan nos dijo que hay un parque que tiene juegos. Le comento.

Ella suspira hondo frunciendo los labios.

-No tengo ganas de ir a un lugar donde hay muchas personas. Comento Gladys y todas nos miramos extrañadas, justo ella decía eso, si siempre es la que nos empuja para ir a lugares así.

-¿Quién está en jugos locos?... ¿A quién quieres ver ahí?. La interrogó Susan de una.

-No... A nadie. Dijo mirando el piso como buscando algo.

-Si...Hay alguien... Te conozco. Dijo Vivi al toque ni bien vio su gesto.

-Ok... Si. Respondió sacando el aire de sus pulmones al elevar la cabeza.

-¿Quién?. Le pregunto.

-El chico que atiende... Es muy guapo. Confiesa Gladys.

-Debías empezar por ahí. Le dije.

-Si... Somos amigas... Te apoyamos. Le dice Susan.

-Vamos... Conozcamos quien te tiene así. Le dice Vivi abrazando su cintura.

Fuimos a la peatonal donde estaba la tienda de Jugos e ingresamos al ver quien atendía comprendi porque le atraía el chico a Gladys, era alto musculoso, bronceado, usaba musculosa y jean ajustados, tenia el cabello alborotado como descuidado, solo a ella le puede gustar alguien que parece de la calle.

-Ya veo porque te atrae. Le susurré y ella rio nerviosa y se sentó como para tener una vista completa de él.

-Debes hablarle. Le dice Susan.

-Lo intente... Pero me puse nerviosa. Confiesa.

Al rato vemos que se aproxima.

-Hola chicas ... ¿Qué les gustaría?... Si piden el extra grande les doy uno extra de regalo. Comento con una sonrisa que Gladys contempló casi sin aire.

-Aqui mi amiga quiere un extra grande de ti. Le dije como para ayudarla.

Él se enderezó sonriendo nervioso, palmeo su cuarto con él repasador que tenía en la mano y se fue a su lugar.

Veo que le hablo al otro chico que servía las bebidas.

-Fuiste muy directa. Murmura colorada Gladys.

-Tu siempre nos dices que hay que ser así. Le dice Susan.

-Vamonos. Dice Gladys suspirando pesado.

-No ... Te gusta... Quédate y dile...¿Qué puedes perder?. Le digo.

-Lo haré... Si tú le hablas al chico que te gusta. Me dice.

-No me gusta ningún chico. Me escuso rápido.

-Ok. Dice y saca su celular desliza la pantalla y enseña una foto. - Descubrí la vez pasada esto en tu cuaderno... Escrito en una página completa. Dice enseñando la foto que tomo.

Era el dibujo de un corazón y las iniciales de C y J entrelazadas, acompañada de una leyenda.

"Mis sueños húmedos contigo y solo contigo, con nadie más que contigo por siempre J.G. en mi corazón"

-¿Te gusta Javi?. Pregunto saltando Vivi.

-NO. Gestualizo nerviosa.

-¿Quien más?... Él es el único chico que conocemos con esas iniciales Javier Garay. Aclara Susan.

-Y hablando del rey de Roma... Mira quién entro ahí. Me dice Gladys señalando.

Veo que es Javi junto a sus amigos que ingresa al local.

No quiero revelar que mis sueños húmedos son con Joaquín Galarza, con el chico que prácticamente pueden ver como si fuera mi hermano aunque no lo sea en verdad, pero crecimos bajo el mismo techo.

-Bien... Lo voy hacer... Y tú le hablaras al chico nuevo de los jugos. Le dije a Gladys.

Sería capas de ir a la luna para no revelar mi secreto de quien me gusta en verdad.

Camine en dirección a Javi y le toque el hombro llamando su atención.

-Hola Javi... Podemos hablar un momento. Le digo.

-Uuuu... ESA. Expresan sus tres amigos en coro.

-Cris... Claro. Me dijo y nos fuimos a sentar en otra mesa.

-Dusculpa que te moleste... Pero necesito de tu ayuda. Le digo.

-¿Con qué?. Me pregunta.

-Fingire que te estoy confesando algo... No mal intérpretes nada... Es que a Gladys le gusta un chico y cree que me gustas... Y me dijo que si no te lo decía ella no lo haría. Le digo.

-¿Por qué cree eso?. Me pregunta.

-Es que... Encontró algo en mi cuaderno... Qué... No viene al caso... Solo haz de cuenta que escuchas... Pero me rechazas al tener novia. Le digo próxima a él hablándole de cerca.

-No tengo novia. Me dice Javier.

-Solo finge. Le digo.

-¿Qué había en tu cuaderno?. Me pregunta.

-Esto. Dice Gladys haciéndose presente y le enseña la foto.

Le quedo mirando con los ojos muy abiertos.

-Te ayudo. Me dice con una sonrisa.

-Oh... Ya veo. Dijo Javier al leer lo que decía lo que escribí cerca del corazón que dibuje, sentí que los colores se apoderaron de mi rostro, no podía mirarlo.

-Y ¿qué le respondes?. Le pregunto Gladys.

-Gla... Ya ayudaste... Nos dejas. Le digo como corriendola.

-Ok... Ya entendí. Dijo alejándose.

-¿Con quién tienes sueños húmedos?. Me pregunta Javier.

-Sabes ... Olvídalo... No sé ni para qué quiero ayudarla... Me pone en vergüenza ante ti. Le digo suspirando hondo, me incorporo para alejarme y él me toma la mano llevándome de ahí.

-ESO. Le gritan los amigos al vernos salir de la tienda.

Me llevo hacia el costado de la tienda y me hizo poner contra la puerta de su auto la espalda.

-Cris... No soy de muchas palabras... Pero debo confesarte... Qué me atraes. Me dice mirándome directo con sus manos apoyadas a los costados sin darme espacio a escapar.

-No me animaba a decirte... Porque siempre veo que eres el alma en cualquier reunión... Atraes muchas miradas... Y nunca creí que alguien así se fijaría en mi. Me dice.

-Javi... Eres grandioso ... Pero creeme que no eres tú. Le digo

-Entiendo que te dé pena... Y sobre todo por lo que escribiste. Me dice.

-¿QUÉ PASA AQUI?. Aparece Joa que veo que tiene los puños cerrados y junto a él una rubia parada.

-Bebe vamos por mi jugo. Le dice la rubia estirando su brazo.

-Nada... Solo hablamos. Le digo tomando la mano de Javier y miro con severidad, los celos se me adueñaron al verlo con otra.

-Ves bebe... Deja que los noviecitos platiquen. Le dice la muy hipócrita.

-YA VAMOS LAURA. Le responde con la voz ronca mirando enojado como sostengo la mano de Javier.

Veo que se aleja y mira hacia atrás de reojo.

-Entonces... ¿Qué me respondes?. Me dice Javi.

-Deja que lo piense. Le digo suspirando.

-Capaz esto te haga pensar mejor. Me dijo dándome un beso en los labios.

Y siento que me estiran alejándome de Javier.

-¿QUE PENSARA MI PADRE SI TE VE ASI EXIBIENDOTE?. Me pregunta molesto Joa llevándome a los jalones.

-¿Qué te pasa?. Le digo soltandome molesta y hace que suba a su vehículo.

-DEBES VOLVER AL INTERNADO... ESTAS A POCOS MESES DE RECIBIRTE... LO TIRARAS TODO POR LA BORDA... METIENDOTE CON EL QUE SE TE CRUZA... QUEDANDO EMBARAZADA. Me reprocha.

-En primer lugar no es así... No es con el que se me cruza... En segundo que te importa... No somos nada. Le digo molesta.

-¿COMO PUEDES DECIR ESO?. Me pregunta enojado.

-ERES EL MENOS INDICADO PARA JUZGAR... O NO PENSABAS DECIRME QUE ESTANDO SONAMBULA INTIMAMOS... Y DESPUES ME QUIERES CONVENCER DE COMO SE DEBE COMPORTAR CORRECTAMENTE. Le digo.

Él palmea el volante furioso.

-Entonces... Estabas consiente... Y no sonámbula... Lo fingiste. Me dice.

-No fingi... Estaba sonámbula... Crei soñarlo... Pero después de lo que me dijiste... Supe que no fue así... Creí que eras sincero... Solo te aprovechabás de la situación. Le digo molesta.

-No... No es así...

-No te creo. Le digo molesta bajando del vehículo al llegar a la casa y me alejo de él.