Guardianes Poderosos En El Mundo Sobrenatural

Arlet y Elián estaban en la sala del trono del Castillo; no había nadie más, pero la atmósfera era bastante tensa, debido a que Arlet no hacía nada más que pasear de un lado al otro haciendo movimientos brutos, cual león encerrado en una pequeña jaula rodeado de personas que le gritan y su respiración era agitada, por lo que era evidente que el Rey estaba alterado y muy enojado.

- Elián cómo has permitido que construyan un CASTILLO, han perdido tiempo en ESTO; cuándo podrían hacer más casas o algunas otras cosas para garantizar una mayor comodidad.

- Calmate Arlet, no puedo negarles hacer algo por lo que se han empeñado en hacer; tú puedes ver esto como innecesario, pero para ellos es una manera de retribuirles a la familia Real por las acciones heroicas que emprendieron. adem..

Arlet interrumpió a su amigo con ira en sus palabras.

- ¡Heroico!; dices heroico cuando no pudimos salvar a los miles que vivían allí, cuando solo logramos salvar a un poco más de cien guardianes y cerca de unas veintenas de las otras especies que vivían ahí.

- Elián, Elián no eres consciente del daño que se ha hecho. Aaah, si solo fuera la desaparición de un Reino; pero la muerte de todas las personas en el Reino que en su mayoría no había conseguido a su compañero destinado.

Elián estaba asombrado ante tal escena, porque era evidente que su amigo había perdido la calma que lo caracterizaba desde que volvió a ellos y había explotado en una gran gama de emociones.

Con enojo en su voz Arlet vociferó el conteo de habitantes y cada vez golpeaba el dorso de su mano derecha en la palma de la derecha para enfatizar la situación.

Solo tengo en este nuevo Reino 116 Guardianes, 134 cambiaformas lobo, 58 cambiaformas felinos, 17 hechiceros, 14 brujas y otros 3 tipos de cambiaformas para un total de 450 personas. Cuando en la Capital del Reino habitaban más de 2000 personas.

Qué se supone que haga con solo 116 Guardianes incluyendonos y que parte de ese número también se cuentan niños; cómo resguardamos a las demás criaturas cuando son millones y para colmo de males, hostiles hacia nosotros.

Para terminar de complicar las cosas la nidada de dragones que logré ubicar no se ha decidido trasladar aún y los necesitamos.

Arlet hizo una pausa frente a Elián, en espera de alguna respuesta y este dijo.

Nada, no podemos hacer nada. Simplemente debemos reconstruirnos desde tantos sentidos; porque ahora desconfiamos de todos los de afuera de esta isla, hemos perdido a tantos y tuvimos que construir nuestras casas desde cero y también las familias han empezado a formarse; cuando estaban destrozadas. Además de tener que vivir escondidos como alimañas, solo por el temor irracional de otros.

El Rey se dejó caer pesadamente en el trono dejando ver su cansancio y hablo.

- Elián sé, que todos sienten esta ansiedad; porque yo la siento; y el deseo por salir a cuidar de alguna manada o Aquelarre, pero no pueden, porque temen ser asesinados.

Arlet hizo una pausa; luego llevó su mano derecha hacia su pecho y estrujo la ropa, para después continuar diciendo.

- Sé que se están matando entre sí, no les basta con lo que nos hicieron. Todas estas malditas visiones de personas a las que tenemos que salvar, pero no puedo. Solo empeoran la pesadez y dolor en mi pecho.

Elián se acerca en silencio y coloca una mano sobre su hombro; luego hace un movimiento con la cabeza animando a continuar.

Está y otras habilidades solo las poseo yo. Sabes que las habilidades difieren dependiendo del Guardián que porte la Corona y he buscado entre los registros que saque y solo me dicen que estoy por encima del promedio de los anteriores gobernantes; incluida mi Madre.

Incluso antes de tener la corona he tenido sueños del pasado que he corroborado con los registros, estas son otras vidas.

Y como te habrás dado cuenta he mandado a un grupo de Guardianes a unas misiones secretas.

Hizo una pausa para verificar los alrededores porque la siguiente información puede causar un mayor temor.

Han sido creadas espadas, dagas, puntas de flechas y cadenas con un metal especial que ignora nuestra magia e impide que sanemos a una velocidad normal, pues seremos igual a un ser humano en cuestión de sanación.

Arlet escucha un inquietante silencio. Aunque no pueda ver, es capaz de percibir que Elián parece enfermo y Arlet intenta llamar su atención.

Escúchame atentamente; he mandado a un grupo de los mejores Guardianes que tenemos para recuperar todas esas cosas que resultan peligrosas para nosotros. He tenido que borrar memorias de un par de parejas de Guardianes y ver como estos se van con ellos a vivir con ellos ocultando el resto de su vida lo que son; además de escoger la esperanza de vida de su compañero en lugar de extender la de su compañero a la suya, como guardianes vivimos más. Pero los comprendo porque no existe otra criatura que tenga el mismo promedio de vida que el nuestro y solo un Guardián puede tomar el mismo tiempo de vida que su pareja; si fueran otros se alinearía de inmediato con el compañero con mayor esperanza de vida.

En resumidas cuentas he lidiado con esas armas, recolectado todas las que hemos podido y con sumo cuidado, para colocar dos complejos hechizos uno de protección y otro para la evacuación en caso de que seamos nuevamente atacados; el validar los distintos reglamentos según las especies que viven aquí, así como establecer un reglamento de acatamiento general; entre otras cosas.

Arlet hizo una pausa para colocar una de sus manos en el rostro como señal de su frustración.

-Así que no me he dado cuenta en ONCE años que estaban construyendo un maldito castillo en esta zona de Novum Aurora, porque mi mente estaba asediada por mis “habilidades” y de las tareas que debía hacer para poder empezar a enviar grupos de guardianes afuera para rescatar a quienes lo necesitan.

Elián confié en ti, en Casiano y Dan para que no hicieran nada innecesario. Ustedes son pilares para mí, pues les he delegado cierto poder para aliviar mi carga y dejar que hagan un castillo casi amueblado por completo.

Arlet no hay nada que puedas hacer ahora…

-Elián, vamos con mis sobrinos.

Arlet no trates de escapar ahora en busca de Iván y Benedikt cuando me has ocultado sobre esas armas y cadenas. además ellos ya tienen 21 años y no son unos bebés.

Arlet pensó “ no te he contado nada más que la superficie de todo lo que quisiera compartir contigo”.

No planeaba ocultarlo por tanto tiempo, pero no quería alarmarte con una noticia como esa, cuando ya tenía un plan de acción.

Solo que hoy alcance el punto en el que necesitaba desahogarme un poco o explotaría como un volcán.

Arlet se pone de pie para dirigirse hacia su Estudio y es seguido por Elián para continuar su conversación allí